martes, 21 de abril de 2009

Confesiones de una compradora compulsiva

Confesiones de una compradora compulsiva - Cartel
Cuando iniciamos nuestro viaje a través del desierto (bueno, queda muy bucólico, pero la verdad es que eran los Monegros), poco nos imaginábamos la película que veríamos un par de días después, y mucho menos que sin quererlo estuviéramos haciendo lo mismo que su protagonista, quemar la Visa (no para comprar ropita, que falta nos haría, sino para pagar los peajes, que bien caros son).

Bueno, la cuestión es que llegados al sábado y sin mucho que hacer decidimos pasarnos por el cine, aunque una vez más lo más costoso no fue llegar, sino escoger la película entre las 14 o 15 opciones (a cada cual más cutre –¡que mal está el cine, la verdad!- ). Al final la escogida fue “Confesiones de una compradora compulsiva”

Por suerte no la escogimos gracias a la crítica, porque la dejan fatal, lo cual sinceramente no lo merece ya que consigue y con creces sus objetivos básicos: divertir y dejar cierto mensaje.

La historia se sitúa en la espectacular (y como no, glamorosa) Nueva York, donde lo más importante es aparentar, aparentar que se aparenta, ser más que los millones de personas que te rodean. Allí vive la protagonista de la historia, Rebecca Bloomwood, una chica alegre, divertida, hija de una familia humilde que tiene un objetivo vital es entrar a trabajar en una prestigiosa revista de moda.

Todo tiene su sentido, ya que Rebecca es una gran experta en moda, o mejor dicho, es una gran experta en gastarse verdaderas fortunas en ropa, vaya, que de sus lujosos bolsos sale siempre un hilillo de humo procedente de sus hiperactivas Visa, MasterCard, American Expres, etc.

Gracias a una curiosa coincidencia, nuestra protagonista entra a trabajar en la editorial de la revista de moda, aunque como periodista de su revista de economía. Allí encuentra su antagonista, Luke, su jefe, un chico de clase alta que se aleja lo que puede de sus orígenes y con humildad y unas ganas enfermizas de trabajar va consiguiendo sus objetivos.

Cuando todo parece irle viento en popa, su desastrosa vida económica le pasa factura, dejándola casi en la ruina (tanto económica, como laboral, como emocional, como ....).

Bueno, creo que va llegando el momento el equipo vaya apartando sus deditos del teclado para no destripar el final de la película (que eso siempre es muy feo).

En cuanto a puntuación, pues... después de bastantes discrepancias, le ponemos un 6.25, ya que, a pesar de que nos pasamos todo el tiempo riendo como condenados, debemos tener en cuenta que no deja de ser una película que cuenta una historia previsible y que no pasará a la historia del cine.




Titulo original: "Confessions of a Shopaholic" – 2009 – USA
Dirigida por: P.J.Hogan
Género: Comedia
Duración: 104 minutos