Ante
la irrupción en cartelera de la tercera parte de “Men In Black”, y el gusanillo
de verla que nos picó al ver el tráiler, decidimos ponernos las pilas con la
saga y refrescarla desde sus inicios.
Nos
tuvimos que remontar a un ya lejano 1997, es decir, en lo más recóndito de nuestra
pequeña filmoteca, pero no fue complicado. Así que, cinta en manos, nos
dispusimos a refrescar nuestra memoria en verso a “Men In Black”.
La
historia empieza de noche, en las mediaciones de la frontera norteamericana donde
deambula una furgoneta cargada de inmigrantes. Cuando ésta es parada por un
control rutinario, hace acto de presencia de un hombre vestido de negro,
cogiendo las riendas del apresurado interrogatorio.
A
los pocos minutos, el hombre de negro ha separado a uno de los inmigrantes del
grupo y se lo lleva a un apartado para descubrirnos que el hombre esconde en su
interior a un extraterrestre.
Sí,
entre los humanos se esconden cientos (o miles) de extraterrestres de varios orígenes,
especies y objetivos, y el hombre de negro, pertenece a un secretísimo
organismo que se encarga del control de la actividad extraterrestre en nuestro
planeta.
A
varios quilómetros del lugar, un extraño hace llegada en la Tierra. Sus
intenciones son ciertamente oscuras, y más cuando después de apoderarse del
cuerpo de un granjero inicia su particular tour en busca de su objetivo.
Mientras,
en Manhattan el hombre de negro se ve con la necesidad de reclutar un nuevo
miembro de su equipo. El candidato es un policía de Nueva York, James Edwards
(Will Smith).
Como
los miembros del organismo deben ser anónimos ante la sociedad, James se convierte
en el Agente J, mientras que nuestro otro protagonista es el Agente K (Tommy
Lee Jones).
El dúo,
armado con las más sofisticadas armas, sus gafas de sol, y sus impecables
trajes, se deberán entregar a fondo para localizar y parar los pies al extraño
ser que campa por la tierra sembrando el terror en la misma.
Como
ya os podéis imaginar, va llegando el momento de cerrar el grifo al tema
argumento, no sea que destripemos totalmente la película. Así que, sin
demorarnos mucho más, pasamos a nuestras valoraciones.
“Men
In Black” parte de una idea argumental súper sencilla: no estamos solos en la
Tierra, quizá ese que está a nuestro lado mientras leemos esta opinión esconde
un extraterrestre en su interior… y encima viene con malas intenciones. El
problema está en que el desarrollo de esta idea es sumamente plana, sin giros y
sin sorpresas de ningún tipo.
En
cuanto a los efectos técnicos, debemos asumiros que tenemos complicada su
valoración pues, desde su estreno hasta esta última visualización, han pasado
nada más y nada menos que 15 años, y las innovaciones tecnológicas han sufrido
una cantidad ingente de avances, dejando esta primera parte de “Men In Black” con
un: está bien, pero se le notan los años.
En
cuanto a la interpretación, poco a decir la verdad, pues tanto J como K, tienen
tanto de personaje como de Smith y Lee Jones, por tanto, acorde a la propia
película, sin más.
Con
todo esto, los del equipo le ponemos un 6 sobre 10.
Título original: “Men in Black” – 1997 – USA
Dirigida por: Barry Sonnenfeld
Duración: 98 minutos
Género: Ciencia Ficción
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