martes, 24 de enero de 2023

Perro perdido

Perro Perdido - Poster
Las personas que convivimos con perros lo tenemos muy claro, su amistad y lealtad hacia nosotros es totalmente inquebrantable. Siempre están a nuestro lado, entendiendo nuestros estados de ánimo, buscándonos para que les toquemos y nos tranquilicemos si estamos nerviosos, haciéndonos jugar, etc.

Y esto es solo la punta del iceberg que me lleva a pensar, desgraciadamente demasiadas veces, sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo cuando en pleno Siglo XXI aún hay gente que maltrata a los perros, los hace pasar hambre, les abandona e incluso, les mata fríamente si “no sirven” para colmar sus hobbies.

Entendemos que haya gente que no quiera compartir su vida con ellos o que no quiera asumir la responsabilidad de darles de comer, pasearlos haga sol o nieve, llevarlos al veterinario, etc., y nosotros les respetaremos, mientras nos respeten a nosotros y sobre todo, a los peludos.

En el cine hemos podido ver decenas de películas con perros de protagonista contándonos historias de familia (“Una pareja de tres”), de lealtad (“Hachiko, siempre a tu lado”) pasando por la mítica “Beethoven” o incluso películas de terror como “Cujo”.

Hoy en este pequeño rincón os hablaremos de una película que ha llegado con fuerza al catálogo de Netflix. Basada en la novela de Pauls Toutonghi “Dog Gone: A lost pet’s Extraordinary Journey and the family who brought him home” lleva por título: “Perro perdido”.

“Perro perdido” empieza presentándonos a Fielding Marshall (interpretado por Johnny Berchtold), un joven en los últimos años de universidad que, pese a que está acabando la misma, no tiene ni idea de qué hacer con su vida. Con muy pocos amigos y después de ser rechazado por una chica decide adoptar a un cachorro.

Un día, con su mejor amigo va a una perrera y se queda enamorado de un cachorro de labrador adoptándolo pese a las reticencias de su amigo (es muy claro, le dice: “¿cómo le vas a cuidar si no sabes cuidarte tú mismo?”). Desde ese día, Gonker, que así llama Fielding al perro, se convertirá en su compañero inseparable al final de su carrera.

Al finalizar la carrera, como Fielding no sabe qué hacer con su vida, vuelve a casa de sus padres, John (a quien da vida Rob Lowe) y Ginny. Los primeros días en casa son realmente complicados ya que Ginny, traumatizada por algo que le paso hace años no quiere acercarse mucho a Gonker y John, no sabe cómo hacerlo

Con el paso de los días, Gonker va ganándose el corazón de todos convirtiéndose en uno más de la familia hasta que, un día Gonker tiene que ir al veterinario al no poder ni moverse, es diagnosticado de la enfermedad de Adison teniéndose de medicar una vez al mes de por vida.

Fielding y Gonker en "Perro Perdido"
Ben y su familia llegando al funeral



Pasado el susto, un día junto a su mejor amigo, Fielding y Gonker salen por la montaña a pasear cuando de repente, Gonker sale en persecución de un lobo. Pasado un tiempo y cuando comprueban que no regresa, los amigos inician una infructuosa búsqueda. Al final del día y preso del pánico, Fielding regresa a casa donde pide ayuda a sus padres.

Sin pensarlo dos veces, montan un operativo de búsqueda con Fielding y su padre John recorriendo el bosque donde se ha perdido, un camino que recorre una cordillera entera, y su madre buscando la máxima difusión de su búsqueda y atendiendo el teléfono.

Los días pasan sin noticias fiables de Gonker y la fecha de la toma de su medicación, necesaria para sobrevivir, se acerca y por si fuera poco Fielding está cada vez más enfermo, aunque aguanta largas jornadas de búsqueda sin apenas poder comer nada.

¿Conseguirán encontrar a Gonker antes de que la enfermedad de Fielding se manifieste, o será demasiado tarde para los dos? Nosotros sabemos la respuesta a estas preguntas, pero nos las guardaremos celosamente.

Técnicamente en “Perro perdido” nos narra, simultáneamente, tres historias de pérdida y lucha por el reencuentro. La primera de ellas, la de Fielding con su propia vida ya que no sabe ni donde va ni que caminos debe escoger, la segunda es la del propio Fielding con su padre con una relación inexistente que se irá forjando con el paso de los días y la tercera, la que da nombre a la película, la de la pérdida de Gonker.

Las tres historias se irán entrelazando entre largas rutas por el monte buscando a Gonker, colaboraciones entre padres e hijo y el esfuerzo de una madre por superar sus problemas del pasado con un perro al que quiso mucho (esto nos lo van contando en base a flashbacks), y todo con un ritmo regular, sin apenas giros argumentales y el desenlace, no nos engañemos, esperado por todos.

En el lado más negativo, en “Perro perdido” encontramos varias cosas, la primera de ellas, la frialdad del propio título (totalmente explicativo, pero poco más), la segunda hace referencia al propio protagonista canino, el animal que da vida a Gonker queda un poco lejos de los otros perros actores que todos recordamos (quizá han querido darle naturalidad, pero se ha quedado, por momentos, poco integrado en la propia historia), y por último, no os engañaremos, a veces parece una película que quiere llegar demasiado y por la previsibilidad del argumento, se queda en ello, en mera intención.

Interpretativamente os diremos que tanto Rob Lowe dando vida a John, como Johnny Berchtold interpretando a Fielding como Kimberly Williams-Paisley dando vida a Ginny, están correctos, sin estridencias, pero como mínimo consiguen hacernos creer unos personajes que, podrían estar mucho mejor definidos.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Perro Perdido” es de un 6 sobre 10.



Título original: “Dog Gone” – USA – 2023
Dirigida por: Stephen Herek
Duración: 95 minutos
Género: drama

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