Desde
que el cine es cine, y lleva ya más de 100 años de historia, la inicialmente
llamada industria del celuloide ha llevado a la gran (y últimamente a la
pequeña) pantalla, cientos de películas ambientadas en alguna guerra. La gran
mayoría de ellas, en la Segunda Guerra Mundial, pero también encontramos muchas
sobre la Guerra de Vietnam y más localmente, sobre la Guerra Civil Española.
Más
allá de reflejar la espectacularidad de una batalla con mucha acción y épica,
son muchas las películas de este género, el bélico, que se centran en explorar
la condición humana sometida a quizá, la situación más extrema a que se puede
enfrentar, una confrontación entre el bien y el mal (cada bando tiene el suyo)
llevada a las personas.
Desde
el cine, se han reflejado casi todas las sensaciones y sufrimientos humanos
provocados en y desde los campos de batalla, desde la muerte hasta amor surgido
en el frente, presentándonos arduas discusiones políticas sobre quien tiene la
verdad o no, e incluso pasando por el difícil trauma de apretar el gatillo para
matar a un desconocido antes que él, te mate a ti.
Aunque
lo hayamos visto ya muchas veces, como humanos, no aprendemos, después de
muchas guerras y confrontaciones, continuamos luchando y matándonos fríamente
unos a otros porque alguien ha decidido que así sea.
Hoy,
en este pequeño rincón, os hablaremos de una película que está llamada a ser
una de las grandes, un futuro clásico, la adaptación de la novela homónima de
Erich Maria Remarque publicada en 1929, “Sin novedad en el frente”.
“Sin
novedad en el frente” empieza desplazándonos a un ya lejano verano de 1916 y lo
hace para llevarnos a una Alemania sumergida en la Primera Guerra Mundial. Allí
nos encontramos con cuatro jóvenes, Albert, Müller, Tjaden y Paul (a quien da
vida Felix Kammerer) un chico de 17 años que, junto a sus amigos algo mayores,
se saltan las clases del instituto para alistarse como voluntarios en la
guerra.
Los
cuatro chicos desbordan entusiasmo, patriotismo y ganas de luchar en el frente
para ayudar a su Alemania. Con todo, muy pronto se dan con la cruda realidad,
sin apenas formación, son llevados como ganado al frente de batalla, en las
trincheras del norte Francia.
Allí
en las trincheras descubren la dureza de la guerra, los mandos psicópatas que,
sin contarles nada les fuerza a salir de la trinchera y enfrentarse al rival
sin conocer ni su número ni su fuerza. En uno de los primeros envites en que
casi muere Paul, este conoce a un soldado veterano, Stan Katczinsky (“Kat” para
los amigos).
Entre
Kat y Paul nace una amistad que, bala a bala, batalla a batalla se va curtiendo
y endureciendo al ritmo que, conocidos, amigos y compañeros se van quedando en
el campo de batalla y de las trincheras.
Paralelamente
a esto y al paso del tiempo, “Sin novedad en el frente” nos traslada a otro
punto donde se lleva a cabo otra parte importante de la guerra, en los
despachos donde se negocia una posible paz, allí nos encontramos con Matthias
Erzberg (interpretado por Daniel Brühl) un ministro del gobierno alemán que,
tras la pérdida de su hijo, lucha contra viento y marea por conseguir un
armisticio y evitar a toda costa el retraso de la llegada de la paz que tantos
muertos está causando entre los jóvenes de su país.
Tras
muchas luchas cuerpo a cuerpo en el frente de batalla y temporadas de relativa
paz donde los soldados alemanes deben buscarse la vida y la comida para
subsistir, Erzberg arranca un compromiso de paz y una capitulación de Alemania
lo cual mosqueará a algunos de los altos mandos en el frente y aprovecharán
hasta el último minuto antes de la entrada en vigor de la misma, para enviar a
jóvenes al campo de batalla.
Kat y Paul, los dos protagonistas de "Sin novedad en el frente" |
Y
hasta aquí, como siempre, es lo que os podemos contar del argumento de “Sin
novedad en el frente”.
“Sin
novedad en el frente” es una película de guerra, aunque totalmente antibélica, con
unos contrastes brutales que te hacen vibrar de comienzo a fin de la misma. En
los primeros compases nos encontramos con un grupo de ingenuos reclutas
deseosos de luchar por su país, aunque poco se imaginan la brutal penuria y
dureza de la guerra a la que se van a enfrentar en cuestión de días. Y durante
todo el metraje, la cinta nos combina imágenes de jóvenes soldados masacrados
en el frente guerra mientras sus mandos están cómodamente en sus despachos
obsesionados por ganar, tomando decisiones sin sentido que machacan a sus agónicos
soldados.
Una
de las cosas más remarcables de “Sin novedad en el frente” es su soberbio
montaje, el cual nos transmite sin pestañear el completo sinsentido de la
inutilidad de la guerra, donde miles de jóvenes mueren atrozmente (desde
asesinados a sangre fría hasta aplastados por un tanque, pasando por gases, fuego
o mutilaciones) y con total inutilidad.
Muy
destacable también la fotografía ya que, los rostros cubiertos de sangre y barro
de los jóvenes soldados alemanes enfrentándose a un rival mejor armado, mejor
preparado consigue transmitirnos casi a la perfección la terrible sensación de miedo,
impotencia y terror que se viven en el frente.
Entrepretadamente
hablando nos quitamos el sombrero ante el excelente trabajo del joven Felix
Kammerer dando vida a Paul Baumer, el inocente joven de 17 años que decide, ilusionado,
alistarse a la guerra. En su cara y su mirada descubriremos el horror de la
guerra, la impotencia ante una realidad totalmente despiadada. Realmente
brillante.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para este alegato anti-guerra
titulado “Sin novedad en el frente” es de un 8.5 sobre 10.
Título original: “Im Westen nichts Neues” – Alemania – 2022
Dirigida por: Edward Berger
Duración: 147 minutos
Género: Drama, Acción, Bélico
Ya vi la pelí y escribiré mi crítica. Me encanta la tuya porque creo que hemos visto la misma película. También remarcaré el antibelicismo implícito porque la narración (y el montaje) demuestran que nada tiene sentido para los que se ponen delante de la balas. Que corren a atacar, sin saber muy bien porqué.
ResponderEliminarY, coincido en que el protagonista pudiera haber estado perfectamente nominado al Óscar... para mi fue lo mejor de este film.
Gracias, amigo
Muchísimas gracias por el gran comentario. La verdad es que película para mí ha sido una sorpresa total, inesperada, una de esas películas que quedan grabadas a fuego. Una muestra más del gran cine que se puede hacer en Europa.
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