Hay un
dicho popular que dice: “Es más fácil hacer llorar que reír”, y la verdad, no
puede ser más cierto. Si lo pensáis fríamente, para hacer llorar alguien sin
agredirle físicamente, solo necesitaremos tocarle la fibra sensible, en cambio,
para hacerle reír, tendremos que echar mano de toda nuestra inteligencia y aún
así, a veces, no lo conseguiremos.
Quizá por
eso, es mucho más fácil encontrar una buena película dramática con la que
llorar o soltar la lagrimilla (ahí tenemos: “La vida es bella”, “La milla verde”, “Bajo la misma estrella”, “Hachiko”, etc.) que encontrar con una
comedia de esas que te hacen reír descontroladamente. Algunos ríen con comedias
de golpes y caídas, otros con vocabulario tipo “caca, pedo, culo, pis”, pero en
la gran mayoría de casos, las comedias acaban pasando sin pena ni gloria y
cayendo en el olvido.
Con todo,
a veces a uno le gusta o necesita sentarse en el sofá, relajarse y estar un
rato sin pensar en el día a día, y en estas ocasiones, uno echa de menos
encontrar fácilmente una buena comedia. Una de las últimas veces que nos pasó,
acabamos decidiéndonos por una película alemana de 2024 con un título bastante
sugerente “Solo una noche de juegos”.
“Solo una
noche de juegos” empieza presentándonos a sus dos protagonistas en el momento
en que se conocen paseando a sus perros, son Jan (interpretado por Dennis
Mojen) y Pia (a quien da vida Janina Uhse). Él es el propietario de una tienda
de venta y reparación de bicicletas en un barrio obrero, y ella es fotógrafa y
vive en un barrio alto de la ciudad.
Pese a
sus diferencias sociales, entre ambos surge la magia y la chispa del amor. Con
los días, su relación amorosa se va afianzando tanto que, un mes después de
conocerse, Pia decide presentarle a sus amigos invitándole a una exclusiva
noche de juegos que, mensualmente, hace con sus amigos en una lujosa mansión.
La llegada
a la mansión no puede ser más incómoda para Jan, ya que tanto Karo y Oli como
pareja anfitriona, como Sheila una amiga atormentada por su reciente separación
con su novia y Kurt como el hermano desempleado de Karo, se empeñan en demostrar
que ellos pertenecen a una clase social más alta y tienen unos intereses
culturales diferentes a los de Jan.
Por si
fuera poco, Oli, sin decirlo a nadie decide invitar, por sorpresa a Matthias (Stephan
Luca), el ex novio de Pia quien llega a la casa con intenciones de complicar,
mucho la velada a Jan y a Pia.
Pia y Jan en un momento de la noche de juegos |
Todo
esto, sin contar que, en los primeros momentos, Jan debe ir al baño y, sin
quererlo, libera a la preciada Cacatúa de Oli, la cual se escapa al jardín
obligando al bueno de Jan a pedir ayuda a Alex, su mejor amigo para que vaya a
la casa y capture al animal sin dejarse ver.
En la
casa, la tensión crece por momentos ya que, a través de múltiples juegos van
dejando a la luz duras tensiones y heridas entre todos los personajes aunque
estas se muestran muy especialmente entre Jan y Matthias donde su rivalidad, y
el interés de Matthias por humillar a Jan ante todos, se muestra de una manera
totalmente abierta llegando al punto culminante en el momento en que ambos aceptan
disputar una partida de ping-pong totalmente desnudos.
Tras este
momento divertido de demostración de hombría (como dice en un lance Pia: “parece
que estéis demostrando quien la tiene más grande”), “Solo una noche de juegos” da
un giro inesperado desplazando la acción y todos sus personajes al zoológico de
la ciudad, aunque esto, como ya os podéis imaginar, nos lo guardaremos
celosamente.
Técnicamente
“Solo una noche de juegos” nos ha parecido una película controvertida ya que,
pese a disponer de un gran guion a través del cual nos adentra, más que en una
historia romántica en una pelea de instintos animales entre hombre que luchan
por demostrar su hombría y su clase social, este cae rápidamente en clichés que,
a menudo, enturbian el resultado.
Interpretativamente
hablando, nos ha gustado mucho el trabajo de Dennis Mojen dando vida a Jan y haciéndolo
además con una naturaleza encantadora y unas expresiones que realzan la
personalidad tranquila y competitiva de su personaje. Con todo, no nos queremos
olvidar de otra gran interpretación, la de Edin Hasanovic dando vida Alex, el
mejor amigo de Jan, quien aporta la frescura del humor transparente y directo.
En
definitiva, podríamos definir esta “Solo una noche de juegos” como una buena
comedia alemana que nos entretiene mientras nos aboca a una ligera reflexión
sobre las diferencias sociales y todo, a un ritmo entretenido y distendido, por
tanto, nuestra nota final para ella es de un 6 sobre 10.
Título original: “Spieleabend” – Alemania – 2024
Dirigida por: Marco Petry
Duración: 92 minutos
Género: Comedia
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