Hay películas que pese a
ser consideradas auténticas obras maestras de la historia del cine por una
inmensa mayoría de sus espectadores, no consiguen la unanimidad ni entre estos
y ni mucho menos entre la crítica profesional, la mayoría de veces porque, no
nos engañemos, tratan temas políticos o demasiado complejos.
Hoy en este pequeño
rincón os traemos nuestra reseña de una de estas películas, una cinta que hacía
muchos años que teníamos en el cajón esperando su momento precisamente por la
fama que tiene y por su temática. Sí, hoy os hablaremos de la cinta italiana de
1997, “La vida es bella”.
“La vida es bella” nos
desplaza directamente a 1939, con la Segunda Guerra Mundial a punto de
estallar, cuando Guido Orefice (Roberto Benigni), un joven judío-italiano y su
amigo Ferruccio llegan al pueblo toscano de Arezzo para trabajar de camareros
en el hotel del tío de Guido.
Guido es un joven alegre,
bromista y divertido que tiene la ilusión de, una vez consiga el dinero
suficiente, abrir una librería en Arezzo. Durante los primeros días en el
pueblo, Guido conoce a la bella Dora (Nicoletta Braschi), una profesora del
pueblo de la que se enamora perdidamente.
Desde ese momento Guido
intenta a toda costa conquistar a Dora, buscándola, piropeándola, haciéndole
bromas, aunque tiene un grave hándicap, la joven es la prometida de un regidor
fascista del pueblo. Ni los primeros ataques xenófobos que sufren tanto Guido
como su tío consiguen minar ni la voluntad ni el sentido del humor de nuestro
protagonista. Tanto es así que, durante la fiesta de compromiso de Dora y su
novio en el hotel, Guido se lanza y se declara a Dora quien sin muchos remilgos
abandona a su novio para irse con Guido.
Seis años más tarde, nos
encontramos con la familia formada por Guido, Dora y el pequeño Giosué (Giorgio
Cantarini), ella continua de profesora en el pueblo, él regenta una librería y
continua enfrentándose a la vida, a la guerra y a la formación de Giosué con su
particular optimismo, incluso el día en que son obligados a subirse a un tren
con el resto de judíos del pueblo y Dora, para ser llevados a un campo de
concentración.
Una vez en el campo de
concentración y ante las atrocidades que allí se desarrollan (trabajos
forzados, segregación por sexos, cámaras de gas, eliminación de los no útiles para
trabajar, etc.), Guido se inventa un juego para distraer y ocultarle cruda
realidad a Giosué, el juego se trata de ganar el máximo de puntos, sumando
puntos si se esconde, quitándole puntos si llora, si pide comida o pregunta por
su madre.
Guido lo intenta todo con
el fin de salvar a su pequeño, desde juegos de escondite hasta llevarlo a una
cena en la casa de los militares (donde acaba trabajando de camarero además de
en los altos hornos del campo) para que el pequeño pueda comer.
El tiempo corre, cada vez
hay menos niños en el campo y cada vez está más cerca el final de la Segunda
Guerra Mundial aunque como ya os podéis imaginar, no os contaremos lo que
sucede en “La vida es bella” a partir de este momento.
Técnicamente “La vida es
bella”, nos os vamos a engañar, es una película maravillosa, una de esas
películas que todo el mundo debería ver, como mínimo, una vez en la vida, con
un hilo argumental ambientado en el Holocausto vivido durante la Segunda Guerra
Mundial en Europa, relatando su dureza pero mezclando este relato con la
potente historia de amor que vive la familia protagonista y el histriónico
sentido del humor que guía la vida de Guido y a la vez la de su familia durante
su periplo por los oscuros años de la ocupación nazi de Italia. También muy
remarcable, la célebre banda sonora que acompaña perfectamente la acción en
cada secuencia.
Desde el punto de vista
interpretativo nos gustaría remarcar el grandísimo trabajo de Roberto Benigni
dando vida Guido Orefice. Para muchos, quizá, realiza un trabajo sobreactuado y
sobrevalorado, para los miembros de este equipo, nada más lejos de la realidad
ya que con su trabajo ayuda a conseguir lo que realmente quiere transmitir “La
vida es bella”, el valor del amor, del positivismo y sobre todo de la esperanza
(el esfuerzo de caras y gestos con el pequeño Giosué en el campo de
concentración es simplemente brutal) en un mundo totalmente loco. En cuanto al
resto de intérpretes, pues queremos remarcar también del pequeño Giorgio
Cantarini (Giosué) quien pese a no tener grandes diálogos, sus caras valen su
peso en oro.
Para los miembros de este
equipo, “La vida es bella” es una auténtica obra maestra, una cinta que debería
estar en cualquier filmoteca y dvdteca que se precie, tanto por
interpretaciones como por mensaje. Por todo lo que os hemos contado, nuestra
nota final para “La vida es bella” es de un 9.5 sobre 10.
Título original: “La vita
è bella” – Italia – 1997
Dirigida por: Roberto
Benigni
Duración: 117 minutos
Género: Comedia, drama
Buen día, excelente reseña, esa película nunca la termine de ver cuando era adolescente, siempre la empezaba a ver y algo pasaba y nunca la vi ni completa ni el final, ha pasado el tiempo y siempre me he dicho que la voy a ver nuevamente y por algun motivo no sucede, he querido hacer los momentos y no he podido, en fin, ahora que ustedes la reseñan, me sigo quedando con las ganas de ver esta cinta, esperemos poder verla y terminarla, un saludo y excelente película.
ResponderEliminarTe tengo que asumir, Jaime, que a nosotros también nos costó y mucho. Supongo que por la dureza de la temática, pero una vez vista, te digo que vale mucho la pena ya que es una de las películas más optimistas que recuerdo, toda una filosofía para enfrentarse a la vida. Verás que, como si le acabas encontrando un hueco, no te arrependirás.
EliminarHemosVisto!
Yo la vi años atrás, me gustaría verla nuevamente. Me perdi la proyección del 5 de Octubre.
ResponderEliminarEs una cinta que siempre agradece una visión. La disfrutarás sea el día que sea.
EliminarEs una excelente película la recomiendo es parte del sufrimiento que paso el pueblo judío parte también del holocausto
ResponderEliminarPelícula extraordinaria la vi 3 veces y cada vez es mejor con CinemaParaiso mis películas italianas favoritas
ResponderEliminar“LA VIDA ES BELLA”, UNA PELÍCULA DE SABIDURÍA
ResponderEliminarSi has sentido la película “La vida es bella” como algo muy próximo, mágico e inolvidable, te invito ahora a contemplarla desde una nueva perspectiva, la de una obra de sabiduría que nos ayuda a mejorar nuestra vida:
https://www.youtube.com/watch?v=0rvA-3jQWa4&lc=UgzoghmEypTwxz38CZx4AaABAg