martes, 29 de diciembre de 2015

Asalto al tren Pelham 123

Asalto al tren Pelham 123 - Cartel
Hoy os traemos nuestra particular reseña de un thriller estrenado en 2009 que, entendemos, iba destinado a convertirse en un auténtico blockbuster y que con el paso de los años se ha acabado convirtiendo en un viejo conocido de las veladas de algunos de los canales de nuestra televisión, os estamos hablando de “Asalto al tren Pelham 123”.

Inspirada en la novela homónima de Morton Freedgood, “Asalto al tren Pelham 123” es una cinta de Tony Scott, con Denzel Washington y John Travolta como principales atractivos para dar popularidad a este remake o reinterpretación de una cinta de 1975.

La historia nos sitúa en el centro de control del metro de la ciudad de Nueva York. Allí, el coordinador de turno Walter Garber (interpretado por Denzel Washington) se dedica a controlar y coordinar el correcto funcionamiento de todas las unidades de tren de la ciudad.

Un día, el rutinario ritmo de incidencias que colapsan el centro de control se ve alterado por la acción de un grupo que consigue secuestrar un vagón del convoy Pelham 123 del metro con casi una veintena de sus pasajeros. Después de unos momentos de desconcierto, Ryder (John Travolta) se pone en contacto con el centro de control para exigirles la desorbitada cifra de diez millones de dólares antes de una hora como rescate de los rehenes, matando a una persona por cada minuto transcurrido en el caso de no recibir dicha cantidad.

Por si fuera poco, a los pocos minutos se incorpora al centro de control un equipo de especialistas en secuestros y negociación, lo cual molesta de sobremanera a Ryder, quien después de asesinar a un pasajero exige que Garber continúe como su interlocutor. Al final, aunque Garber está siendo investigado por un supuesto caso de aceptación de soborno, acaba de nuevo en su puesto de interlocutor con Ryder.

A partir de este momento, la tensión y el ritmo crecen a medida que el tiempo para conseguir el rescate exigido se va agotando. Finalmente, por un capricho de Ryder, Garber es escogido para llevar el rescate al vagón e intentar así aprovecharse de su amplio conocimiento de los túneles para desbaratar el secuestro.

¿Conseguirá Garber entregar el rescate antes de que muera alguno de los rehenes?  Y, lo que es más importante, ¿lograrán salir de los túneles? Nosotros ya sabemos las respuestas a estas y otras preguntas, pero evidentemente es porqué hemos visto “Asalto al tren Pelham 123“. Os emplazamos a hacerlo una de esas veladas o tardes de lluvia que se hacen infinitamente largas.

Técnicamente esperábamos mucho más de esta cinta ya que, aunque cuenta con un arranque electrizante y espectacular, un conjunto de decisiones erróneas y situaciones mal resueltas enturbian el resultado final a medida que van pasando los minutos de metraje, afectado sobre todo al ritmo y coherencia de la historia.

Respecto a las interpretaciones, decir que los dos personajes principales, interpretados por Travolta y Washington, rayan un nivel muy alto, dando credibilidad y hasta cierto punto cercanía. De todas formas, los del equipo nos quedamos con el trabajo de Denzel Washington, ya que su papel es bastante más complicado (sin serlo excesivamente) que el de Travolta, aunque eso sí, en ninguno de los casos es suficiente para levantar una película que al final resulta demasiado previsible y oscilante en su desarrollo.

En definitiva, consideramos a “Asalto al tren Pelham 123“ como una buena película de sobremesa. Nuestra nota final es de un 6 sobre 10.



Título original: “The taking of Pelham 123” – 2009 - USA
Dirigida por: Tony Scott
Duración: 106 minutos
Género: Thriller




sábado, 26 de diciembre de 2015

Big Fish

Big Fish - Cartel
Durante un tiempo no muy lejano, hablar de fantasía y cine en una misma frase equivalía, casi siempre, a mencionar a Tim Burton o a alguna de sus múltiples películas (por ejemplo: “Eduardo Manostijeras” o “Charlie y la fábrica de chocolate”). Hoy os hablaremos de otro claro ejemplo de esa época dorada del californiano, “Big Fish”.

Basada en la novela homónima de Daniel Wallace, “Big Fish” no es precisamente una película sencilla de entender, pero sí que es una cinta capaz de enganchar y sobretodo, emocionar al espectador, pero bueno, no nos avancemos a los acontecimientos y mejor pasamos a su argumento.

La película empieza presentándonos a Edward Bloom (interpretado por Albert Finney de mayor y Ewan McGregor de joven), un hombre que bien podríamos catalogar como un bicho raro, o bien como una especie de soñador empedernido o, quizá más acertadamente, como un gran narrador.

Edward tiene la facultad de convertir todos y cada uno de los momentos de su vida en acontecimientos llenos de magia y fantasía, lo cual hierve la sangre de su hijo Will (Billy Crudup) hasta el punto de llevar varios años sin hablarse. De todas formas, y aunque crea que su padre siempre le ha engañado, cuando Will se entera que Edward está en el hospital, cruza medio mundo para llegar rápido a su lado.

Al poco tiempo, Edward empieza a contarnos su historia siguiendo su particular estilo, desde su complicada infancia afectada por un extraño problema de híper crecimiento, hasta su reclutamiento para la guerra de Corea, donde conoce a dos hermanas siamesas que le ayudan a volver, pasando por su amistad con el gigante Karl.

Al llegar a Estados Unidos, Will descubre algunos datos curiosos que no conocía sobre la apasionante vida de su padre, así que decide preguntarle directamente sobre la veracidad de la misma. Evidentemente, “Big Fish” da una explicación a esta pregunta, pero creemos que resulta más que evidente que nosotros no os la contaremos desde aquí. Lo que sí haremos es daros nuestra particular visión técnica sobre la película.

“Big Fish” es una película realmente complicada ya que nos cuenta la historia de Edward Bloom desde el prisma de la imaginación y la fantasía sin dejar nunca de lado su potente componente de fábula. Para nosotros, esta es una de las últimas grandes obras de Tim Burton, ya que en ella consigue desplegar todas sus dotes de fabulista e impregnarle, sin que se note en exceso, su particular visión gótica.

Interpretativamente “Big Fish” no es una gran película, pero Ewan McGregor (el Edward Bloom que tiene más protagonismo en la cinta) lo hace realmente bien, dando coherencia a un personaje complicado por las emociones e ilusiones que trasmite. El resto de personajes cumplen con su difícil fin, que no es otro que llenar la cinta con los más variopintos y estrafalarios personajes.

Por otro lado, el gran lastre de “Big Fish” nos lo encontramos en la propia particularidad de su montaje, ya que sus contantes saltos entre la realidad de Will y Edward, así como los recuerdos y fabulaciones del segundo, la película se convierte, por momentos, en un pequeño caos de ritmo, color y personajes.

Con todo, los miembros de este equipo la consideramos como una película que todo aficionado al cine y a la fantasía debe ver como mínimo una vez en su vida. Nuestra nota final es de un 8 sobre 10.



Título original: “Big fish” – USA  - 2003
Dirigida por: Tim Burton
Duración: 126 minutos

Género: Drama, Fantástico 
lunes, 14 de diciembre de 2015

Hancock


Hancock - Cartel
Desde hace unos años y de forma bastante regular, las carteleras de nuestras salas de cine se llenan de los más variopintos superhéroes, llegando la mayoría de ellos a la gran pantalla gracias al trabajo de la gente de Marvel (“Los 4 fantásticos”, “Batman”, “Superman”, “X-Men”, etc.). No obstante, y como hay vida más allá de esta gran factoría, hoy hemos decidido dedicar esta nueva entrada a un súper héroe de lo más particular que llegó a nuestras pantallas en 2008, “Hancock”.

La historia nos traslada a una imaginaria ciudad de Los Ángeles. Allí, John Hancock (Will Smith), un súper héroe dotado de los poderes de vuelo, invulnerabilidad, fuerza incalculable e inmortalidad mantiene a raya la delincuencia de la ciudad sembrando a la vez el caos y la destrucción de todo aquello con lo que se cruza, haciendo público y evidente que sufre un gravísimo problema por desgracia característico de los mortales y que no es otro que el alcoholismo.

Su problema con la bebida llega a tal punto que es continuamente abucheado y odiado por la ciudadanía, a la par que denostado por el Departamento de Policía de Los Ángeles. Quien tampoco goza de mucha suerte en su vida profesional es el experto en relaciones públicas Ray Embrey (interpretado por Jason Bateman), quien acaba siendo rescadado por Hancock después de quedarse atascado en las vías de tren tras sufrir un gran fiasco comercial, sembrando nuestro súper héroe de nuevo el caos y la destrucción a su paso.

Como agradecimiento, Ray invita a John a su casa para presentarle a su esposa Mary (Charlize Theron), a su hijo Aaron y, de paso, ofrecerle la posibilidad de ejecutar un plan destinado limpiar su imagen pública, aunque para ello tenga que pasar un tiempo en prisión. A regañadientes, nuestro protagonista acepta la propuesta.

Con la ciudad totalmente desprotegida y Hancock entre rejas los niveles de delincuencia se disparan por las nubes, lo que provoca que pronto sea requerido por el jefe de la policía para colaborar en la liberación de un grupo de rehenes presos en el atraco a un banco. Por suerte para todos, el rescate sale bien y Hancock es aplaudido por la ciudadanía de Los Ángeles, tal y como Ray había pronosticado previamente.

Para celebrarlo, John, Mary y Ray se van de cena y allí, entre copa y copa, John les cuenta lo que recuerda sobre su inmortalidad y sobre un misterioso acontecimiento que le sucedió 80 años atrás, cuando estuvo a punto de morir por algo que no llega a recordar. Lo único certero en su existencia es que está solo en este mundo y que, durante los últimos 80 años, nadie se ha preocupado ni interesado ni por él ni por su situación.

¿Conseguirá el bueno de John recuperar totalmente el cariño de la gente? O, como mínimo ¿recuperará su maltrecha memoria? Por otra parte, ¿está Hancock tan solo como él cree en este mundo? Ya sabéis que de este espacio lo único que podemos deciros es que en la cinta tendréis todas las respuestas, aunque cuidado, no le llaméis “capullo” a Hancock, no vaya ser que pierda los nervios ;)

Argumentalmente, la verdad es que esta película es original, ya que pocas veces se ha visto un súper héroe alcohólico y denostado por la sociedad. También es interesante el enfoque que se le da a esta película, ya que los guiños cómicos y los momentos divertidos ayudan a que uno acabe con un buen sabor de boca tras pasarse un ratito viéndola.

Interpretativamente nos situamos en otra dimensión ya que, a pesar de que al frente de la película nos encontramos con dos grandes actores de Hollywood como son Will Smith y Charlize Theron, y aún y cuando ambos hacen un buen papel, debemos reconoceros que a nosotros nos ha parecido mucho mejor el trabajo de Charlize que el de Will, aunque claro, el papel de este último es bastante más complicado, con un personaje con una historia potente detrás y a la vez, con un importante componente cómico que precisa de un gran trabajo que, seguramente, no llegó a trasmitirle totalmente Will Smith.

Con todo, a los del equipo nos ha parecido una película entretenida, apta para una velada con amigos o simplemente, para pasar el rato. Nuestra nota final es de un 6,5 sobre 10.



Título original: “Hancock” – 2008 – USA
Dirigida por: Peter Berg
Duración: 92 minutos
Género: Comedia, acción
lunes, 30 de noviembre de 2015

Minority Report


Minority Report - Cartel
La gente que no tenemos un género cinematográfico preferido acostumbramos a tener la extraña sensación de que, de vez en cuando, una película en teoría comercial del montón (de esas que están ideadas parar conseguir el máximo posible de recaudación en taquilla) se queda en nuestra memoria de forma casi inexplicable. A los del equipo nos sucedió esto, por separado y por motivos muy dispares con “Minority Report” de Steven Spielberg.

Después de unas cuantas entradas haciendo un pequeño resumen de algunos clásicos recientes de la historia del cine que los del equipo teníamos en nuestra DVDteca particular (“Forrest Gump”, “La milla verde” y “El indomable Will Hunting”) le llega el turno a esta rara avis de 2002 titulada “Minority Report”.

La historia empieza situándonos en el Washington de un futuro cada vez más cercano, en el año 2054. Allí nos encontramos con una ciudad muy distinta a la actual donde las drogas de diseño están al orden del día, y la tecnología punta ha llegado a todos los actos y rincones que rodean al ser humano.

En ese mundo tan evolucionado nos encontramos a John Anderton (interpretado por Tom Cruise), el capitán del grupo de PreCrimen de la policía de Washington. Este grupo centra su actividad en la prevención del crimen aprovechándose de los dotes predictivos de tres mutantes llamados “Precognitivos”, dos chicos gemelos y una chica. El éxito de este sistema es incontestable, ya que con él se ha conseguido anular casi al completo la tasa de criminalidad de la ciudad, permitiendo a la policía adelantarse a los hechos delictivos antes de que sucedan.

Visto el éxito del programa, el director de PreCrimen decide implantarloen todo el país. Para que dicha implantación sea autorizada, el departamento de justicia envía a uno de sus hombres clave, Danny Witwer (interpretado por Colin Farrell) para que inspeccione el sistema y de su visto bueno. Justo el día que estaba en las instalaciones de PreCrimen, los “Precognitivos” envían al sistema un conjunto de imágenes inconexas de un asesinato que se producirá 36 horas después.

Al ver las imágenes Anderton queda desconcertado ya que, aunque no conoce al asesinado (Leo Crow), sí que identifica al asesino, él mismo. Cuando se da cuenta del lío en que se ha metido, huye de PreCrimen para investigar que puede estar pasando. La primera parada la hará en casa de la creadora de PreCrimen, quien le explicará que a veces los tres precognitivos no están de acuerdo en sus predicciones, generando así un “informe en minoría”.

Para intentar salvar su reputación, escaparse de la persecución de PreCrimen y de paso librarse del sabueso Witwer, Anderton secuestra a Agatha (una de las precog) aprovechándose así del hecho que los precognitivos no pueden hacer su trabajo y para obtener, a la vez, toda la información contenida en la memoria de Agatha. ¿Conseguirá escapar de sus perseguidores? Nosotros lo sabemos, pero ya sabéis que, en este rincón no encontraréis la respuesta. Lo que sí encontraréis es nuestra valoración técnica.

Lo primero que remarcaremos es el trabajo de Steven Spielberg, uno de los pocos directores incapaz de dejar indiferente a nadie, quien consigue usar todas las escenas de la película para desplegar todo su potencial y conocimiento tecnológico que, mezclado con un trepidante ritmo consigue en todo momento sorprender al espectador y dejarlo enganchado ante la pantalla durante gran parte del metraje de “Minority Report”, lamentablemente la intención de conseguir giros y sorpresas argumentales acaban estropeando la magia conseguida con la tecnología y el ritmo.

Interpretativamente, muy pocas alegrías, más que nada porqué tanto su protagonista Tom Cruise como el secundario de lujo, Colin Farrell están más bien apáticos o simplemente cumplen con su cometido, sin trasmitir demasiado ni aportar nada a sus personajes.

Para nosotros, “Minority report” se trata de una buena cinta de ciencia ficción que aprovecha las dotes en la materia de Steven Spielberg para crear un buen entretenimiento, pero que a la vez, se queda a las puertas de haber conseguido ser una obra que traspasara los límites del cine comercial. Por nuestra parte, un 6 sobre 10, y la recomendación de verla alguna velada con amigos aprovechando que a menudo la echan por alguno de los múltiples canales de televisión.




Título original: “Minority report” – USA - 2002
Dirigida por: Steven Spielberg
Duración: 144 minutos
Género: Ciencia ficción, acción
sábado, 21 de noviembre de 2015

Infiltrados en clase


Infiltrados en clase - Cartel
Hay momentos en nuestras vidas en los que la presión, el estrés y el no parar son nuestros particulares e incómodos compañeros de viaje, siendo la mejor opción para aligerar carga poner un pie en el suelo y acomodarse en el sofá para ver una película divertida con la que abstraerse de todo. Nosotros así lo pusimos en práctica hace poco, con la comedia “Infiltrados en clase” con Jonah Hill y Channing Tatum.

La historia empieza con un flashback para presentarnos a los dos protagonistas de la historia en su último año de instituto, el guaperas y exitoso Jenko (Channing Tatum) y el regordete e inteligente Schmidt (Jonah Hill).

Siete años después, Jenko y Schmidt vuelven a cruzar sus vidas, en esta ocasión en la academia de policía donde, al revés que en su época de instituto, deciden aliarse para aprovechar al máximo sus particulares peculiaridades, es decir, la fuerza y destreza física de Jenko y la capacidad de estudio de Schmidt, creando así un vínculo especial entre ambos que se extenderá más allá de su licenciamiento.

Como su primera acción policiaca acaba con un auténtico fracaso, nuestros protagonistas son enviados a un destino especial, la comisaría “21 Jump Street” donde se les asignará una misión a su altura: infiltrarse en un instituto para impedir que una peligrosa nueva droga llegue a distribuirse en la calle.

Para no levantar sospechas, Jenko pasa a llamarse Brad y Schmidt, Doug. Lo que ya no pueden controlar es el error que provoca que Brad tenga que asistir a las clases más duras, mientras que Doug pueda dedicarse a lucirse. O sea, el mundo al revés, quien siempre había sufrido ahora le toca ser popular, mientras que el popular acaba juntándose con el grupo de nerds de física.

No pasan muchos días y entran en contacto con Erick (Dave Franco), el camello del instituto, quien les dejará probar la nueva droga. Como quieren desarticular la red entera, planean usar a Erick para llegar al distribuidor, pero todo esto, entre fiestas, orgías y malentendidos, se les complicará un poco, por tanto, os recomendamos hacer un hueco para ver y disfrutar de “Infiltrados en clase”.

Técnicamente estamos ante una película que como todo el mundo puede esperar, se encuadra como la típica comedia adolescente gamberra protagonizada por dos caras conocidas de Hollywood con algunos cameos (entre los que destaca Johnny Deep). La verdad es que no tiene muchas más pretensiones que divertir y hacernos pasar un buen rato, mezclando el género de las comedias adolescentes con el de las comedias policiacas, y la verdad es que cumple a perfección.

En cuanto a las interpretaciones, aunque siempre es difícil valorar una comedia tan sencilla como esta, no os vamos a engañar si os decimos que nos han gustado bastante, sobre todo, las de Hill y Tatum los que, aunque no cuelan como adolescentes, sí que explotan a la perfección una magia entre ellos más fácil de encontrar en los institutos que en el cine actual. Sin lugar a dudas, “Infiltrados en clase” sería bastante más mala y prescindible con otra pareja protagonista.

Con todo, nuestra valoración final es de un 6 sobre 10. Eso sí, os la recomendamos totalmente para esos días en los que apetece tirarse en el sofá, reír un rato y no pensar en nada.





Título original: “21 jump Street” – 2012 – USA
Dirigida por: Philip Lord y Chris Miller
Duración: 109 minutos
Género: comedia, acción
domingo, 18 de octubre de 2015

El indomable Will Hunting


Carátula de El indomable Will Hunting
Disponer de mucho tiempo libre y que te guste el cine es como juntar en una misma sala a esa extraña pareja que, aunque son radicalmente diferentes, se atraen y se complementan. Esto es lo que estos días he podido comprobar y disfrutar echando mano de nuestra DVDteca casera, aunque para ello haya tenido que hacerlo desde un punto de vista individual y no de equipo.

En esta ocasión opté por una gran cinta de 1997 como es el drama “El indomable Will Hunting”, basado en una historia escrita por dos miembros del starsystem de Hollywood, Ben Affleck y Matt Damon, y dirigida por Gus Van Sant.

La historia empieza desplazándonos al instituto de Massachusetts donde el célebre matemático Gerald Lambeau (interpretado por Stellan Skarsgard) da clases de algebra aplicada. Como es norma en el departamento, además de impartir las clases, se acostumbra a dejar en los pasillos del centro algunos retos para que los estudiantes más aplicados se luzcan.

La sorpresa para Gerald llega cuando, de un día para otro, aparece resuelto un reto que al propio profesor le costó meses. Intrigado, pregunta en clase por el autor de la resolución quedando éste sin aparecer, por lo que decide plantear un nuevo reto mucho más difícil que el anterior. Al salir del instituto, el profesor observa como el joven conserje del instituto está escribiendo en la pizarra, aunque éste huye del lugar al ser descubierto, dirigiéndose a su casa en uno de los suburbios de Boston. Se trata de Will Hunting (a quien da vida Matt Damon), un chico huérfano de 20 años dotado de una inteligencia superior y de una memoria prodigiosa.  

Como Gerald no puede dejar pasar un prodigio como ese, mueve cielo y tierra para encontrar a Will, dando con él cuando éste se enfrenta a un juicio por agresión que puede llevarle a la cárcel. Al final, Gerald consigue utilizando su influencia que Will no vaya a la cárcel a cambio de estudiar matemáticas bajo su supervisión y de asistir a terapia.

Will acepta la propuesta aunque detesta a los terapeutas aunque, por suerte para todos, el terapeuta escogido es un viejo amigo de Gerald, Sean Maguire (interpretado por Robin Williams) quien, después de unas pocas sesiones, consigue que Will empiece a desprenderse de su coraza y a confiar en él, saliendo a la luz un montón de traumas y problemas ocultos en la vida de nuestro protagonista.

Mientras los días pasan, Will continua estudiando matemáticas, asistiendo a entrevistas de trabajo organizadas por Gerald, saliendo con sus compañeros de barrio (Chuckie, Billy y Morgan) a la vez que trabaja para superar todos sus problemas con el doctor Maguire. ¿Conseguirá dejar atrás su pasado para enfrentarse a una prometedora vida de adulto? Una buena pregunta de la que, obviamente, no obtendréis la respuesta a través de esta crítica, aunque sí viendo “El indomable Will Hunting”.

Lo primero que me sorprendió al ver esta película fueron las interpretaciones de la mayoría de su casting, destacando especialmente al joven Matt Damon, quien hace un gran papel pese a su juventud e inexperiencia y al gran Robin Williams quien, una vez más, borda su papel hasta el punto de no solo hacerse merecedor del Oscar que ganó por su interpretación (Oscar al Mejor actor de reparto en 1997) si no de ser encumbrado como uno de los grandes de Hollywood.

Argumentalmente “El indomable Will Hunting” es una película que no deja indiferente a nadie, ya que, desde un primer momento, las contradicciones en las que vive inmerso Will provocan que uno se implique totalmente en su historia, en sus problemas y sus luchas por crecer y mejorar, aunque para ello tenga que superar miedos, rechazos y porque no decirlo, un cierto grado de autodestrucción al lado de un personaje que, aunque lleno de contradicciones personales y un camino vital muy parecido al de nuestro protagonista, consigue hacerle ver a este que, más allá de los miedos hay toda una vida que descubrir. Como muestra de esto, os recomiendo una de las escenas más brillantes de “El indomable Will Hunting”, cuando estando Will y Sean a orillas de un lago, Sean deja sin palabras a Will.

Por todo lo que os he contado, mi nota final para esta cinta es de un 8.5 sobre 10 con la recomendación implícita de verla, aunque solo sea una vez en la vida.




Título original: “Good Will Hunting” – 1997 – USA
Dirigida por: Gus Van Sant
Duración: 126 minutos
Género: Drama
lunes, 12 de octubre de 2015

La milla verde


La Milla Verde - Cartel
Uno puede ver decenas o incluso centenares de películas, y de vez en cuando encontrarse con una que, por el motivo que sea, cala más profundamente que el resto en su interior, a pesar de que aparentemente no hay nada en ella que invite a que lo haga, ni por temática, ni por casting. Hace muchos años, cuando aún este equipo no estaba ni en ciernes de constituirse, tuve la oportunidad de descubrir una adaptación cinematográfica de una obra de Stephen King llamada “El corredor de la muerte”. Corría 1999, y la adaptación se llamaba “La milla verde”.

Como en su momento me impactó y la recordaba con sumo cariño, cuando hace unos días tuve la oportunidad de poder volver a disfrutarla, no lo dudé ni dos segundos: tomé asiento en mi sofá, puse el DVD en marcha y me dispuse a rememorar las tres horas de “La milla verde”.

La historia empieza en una residencia de ancianos en medio de las montañas. Allí, cada mañana, el centenario Paul Edgecomb (a quien da vida magistralmente un gran Tom Hanks) sale a disfrutar de un paseo hasta una cabaña abandonada. Un día, a su vuelta del paseo y mientras ve la televisión, Paul se viene abajo viendo “Sombrero de copa” con Fred Astaire y Ginger Rogers.

Paul, después de pensarlo bastante, decide que ya va siendo hora de contarle su vida a Elaine, su compañera de residencia, aunque para ello tenga que remontarse al verano de 1935, cuando John Coffey llegó al corredor de la muerte de la prisión de Cold Mountain, donde Paul trabajaba.

En 1935, el pabellón E del centro penitenciario de Cold Mountain estaba custodiado por Paul, el bueno de Brutus Howell (interpretado por David Morse), el veterano Harry, el novato Dean y el sádico Percy (a quien da vida Doug Hutchison). Dicho pabellón era conocido como “La milla verde” por el color de su suelo, un verde que conducía a la silla eléctrica y que, como rezan los carceleros, a veces era más largo que una milla.

Cuando el gigantón John Coffey (interpretado por Michael Clarke Duncan) llega al corredor de la muerte bajo la aureola de ser un asesino de niños, pronto se hace con los corazones de los funcionarios y del resto de prisioneros: el indígena Arlen y el francés Eduard Delacroix, quien se acabará convirtiendo en amigo de John.

Poco tiempo después, llega al corredor un auténtico psicópata, un asesino confeso que lo revolucionará todo, “Billy el niño” (a quien da vida Sam Rockwell).

Entre altercados, ejecuciones y confesiones de todo tipo, el gran corazón de Coffey y unos asombrosos poderes curativos quedan al descubierto para todos, aunque ya os podéis imaginar que no os contaremos aquí en desenlace de esta trama.

Lo primero que me gustaría remarcar es el arrollador desarrollo de una trama que, a pesar de desarrollarse durante ni más ni menos que 3 horas, en ningún momento se vuelve lenta ni aburrida. En este sentido, Frank Darabont (el director de la cinta) consigue no solo salvar este hándicap, sino también potenciar la trama con un ritmo creciente mientras mezcla magistralmente los dramas personales de los protagonistas, con los poderes paranormales de Coffey y un montón de sucesos que no solo atrapan al espectador, sino que consigue hacernos vibrar y ponernos la piel de gallina. Realmente, son poquísimas las películas que lo consiguen y menos con su temática.

Otro aplauso en cuanto a la elección del casting, ya que todos parecen adaptarse como un guante a sus papeles. De entre todos, y dejando aparte a un grandísimo Tom Hanks que brilla en todas las secuencias, me gustaría resaltar el trabajo del para mí, un gran desconocido y malogrado Michael Clarke Duncan quien, con quizá el papel más difícil de la película, consigue no solo meterse en el personaje sino emocionarnos y hacernos vibrar. Tampoco me gustaría olvidar a los auténticos antagonistas de historia, Sam Rockwell y Doug Hutchison, quienes bordan sus sádicos y crueles personajes.

Muchos catalogarán “La Milla verde” de pretensiosa o la criticarán por ser la adaptación de una historia de King, pero bajo mi modesto punto de vista creo que se trata de una de las grandes películas de la historia reciente del cine comercial. Os la recomiendo totalmente con una nota final de un 9 sobre 10.





Título original: “The Green Mile” – 1999 – USA
Dirigida por: Frank Darabont
Duración: 180 minutos
Género: Drama

jueves, 8 de octubre de 2015

La Bella y la Bestia


La Bella y la Bestia - Cartel
Cuando uno piensa en los “clásicos Disney” inmediatamente le vienen a la mente imágenes de “Bambi”, “Blancanieves y los siete enanitos” con “Dumbo” y la banda sonora de “La Bella y la Bestia”. Sabemos que poco tienen que ver las unas con las otras, de hecho, son cintas que han sido creadas con casi 50 años de diferencia.

Hoy precisamente os queremos hablar de “La Bella y la Bestia”, una cinta que, aunque data de 1991, tiene absolutamente todos los ingredientes de las obras de los primeros tiempos de Disney, unos personajes bien desarrollados, una historia de amor y sobre todo, una gran, gran banda sonora.

La historia se sitúa en un espectro temporal muy lejano, comenzando su desarrollo durante una fría noche de invierno a las puertas de un esplendoroso castillo. Allí, una vieja vagabunda pide cobijo y protección al príncipe a cambio de una bella rosa, pero este, viéndola vieja y fea le deniega la ayuda por dos veces. Enfadada, la anciana le echa un hechizo y convierte al príncipe en una bestia, hechizo que, evidentemente podrá romper cuando el príncipe comprenda que el amor está por encima de la belleza.

A no muchos kilómetros de allí, en un pequeño pueblo viven Maurice y su hija Bella, una joven tan guapa como incomprendida, ya que es la única del pueblo capaz de pasarse horas y horas leyendo. Un día Maurice, sin quererlo, acaba en el castillo del príncipe, en donde es encarcelado sin miramientos.

Unos días después, con la ayuda del caballo de Maurice, Bella descubre que su padre está encerrado en el tenebroso castillo, y decide ir a su rescate. Como poco puede hacer contra Bestia, Bella decide ofrecerse a cambio de la libertad de su padre. Contra todo pronóstico, y viendo ante sus ojos la posibilidad de romper el hechizo con Bella, Bestia acepta el trato.

Con el paso del tiempo, Bella se hace amiga de Lumière, Din Don, la señora Potts y su hijo Chip, un conjunto de artículos de menaje que, a la vez, ejercen de sirvientes de Bestia.

Mientras tanto en la aldea, el malvado Gastón decide organizar un grupo de rescate destinado a secuestrar a la Bestia y acabar con su vida, cueste lo que cueste.

Aunque es evidente que casi todos conocemos el final de la historia de “La Bella y la Bestia”, nos permitiréis que nos lo guardemos para nosotros, ya que, aunque se trate de un auténtico clásico, siempre quedará por ahí alguien que no sepa cómo acaba la historia, y evidentemente no es nuestro objetivo romper la magia del secreto.

No os vamos a engañar, “La Bella y la Bestia” fue sin lugar a dudas la mejor película de los estudios Disney hasta la llegada de Pixar y su posterior pérdida de rumbo. Con esta película lograron juntar y elevar al máximo todos los rasgos que convirtieron a la productora en un auténtico gigante: una banda sonora perfecta (por la que ganaron los Oscar de mejor BSO y mejor canción), una historia repleta de amor, fantasía y humor en metraje ideal.

En cuanto a los personajes, todos ellos son totalmente inolvidables, desde Bella con su fuerza e inocencia, hasta el villano Gastón (tan guapo como primitivo y arrogante) pasando por Chip, Lumière o Din Don, artificies de la parte más divertida de “La Bella y la Bestia”.

Por su belleza, técnica, personajes y banda sonora, nuestra nota final es un 9 sobre 10, y con ella nuestra recomendación más absoluta de verla y disfrutarla como mínimo una vez en la vida.



Título original: “Beauty and the Beast” – USA – 1991
Dirigida por: Gary Trousdale
Duración: 85 minutos
Género: Animación
domingo, 4 de octubre de 2015

Paul


Paul - Cartel
Os debemos reconocer que en el equipo no nos consideramos para nada fans del cine de ciencia ficción protagonizado por extraterrestres (salvo si hablamos del pequeño y entrañable “E.T.”, claro), pero estos días hemos tenido la oportunidad de desempolvar una cinta de 2011 protagonizada por el deslenguado, dicharachero e irreverente Paul, un extraterrestre que da nombre, además, de a él mismo, a la propia cinta de la que hoy os hablamos.

Como ya os hemos dicho, no es nuestro género preferido, pero de vez en cuando buscamos alguna cinta que cumpla con una máxima: entretener y si es posible, hacernos sonreír, siendo eso por lo que escogimos “Paul”.

La historia empieza presentándonos a Graeme (Simon Pegg) y Clive (Nick Frost), dos freaks británicos que han cruzado el charco para asistir a la convención “Comic-Con” de San Diego y aprovechar a la vez su gran viaje para sumergirse en el corazón de la América alienígena pasando por los puntos más remarcables de avistamientos hasta llegar a la célebre “Zona 51”, donde hace más de 60 años se estrelló un ovni.

Una vez han conocido a su ídolo Adam Shadowchild, Grame y Clive inician en su autocaravana su ruta alienígena hasta llegar a las inmediaciones de la “Zona 51”, donde sufren un extraño accidente de circulación con un coche en el que, aparentemente, no viaja nadie, y decimos que aparentemente porqué al regresar a su autocaravana aparece Paul.

Os debemos reconocer que, como persona, Paul sería una de aquellas que todos querríamos tener muy lejos de nosotros, ya que fuma, bebe, come pájaros vivos, es un cachondo mental de cuidado y suelta más tacos que un personaje de Seth MacFarlane, aunque, al revés de estos, pronto se hace querer y muestra su buen fondo.

Quizá es por este motivoque nuestros dos protagonistas deciden ayudar a Paul en su objetivo de llegar sano y salvo a un punto de encuentro con los suyos para regresar a su mundo. Para ello, se deberán enfrentar a un duro e incansable agente de inteligencia secundado por dos agentes idiotas integrales, además de escapar también de un ultra religioso violento.

Todos estos ingredientes conforman la base utilizada para conformar las tramas argumentales con las que se ha cocinado “Paul” para llegar a un desenlace que, aunque totalmente previsible, no tenemos ninguna intención de contaros en este pequeño rincón.

Interpretativamente “Paul” es, siendo muy generosos, muy mediocre, ya que, aunque entre Pegg y Frost hay buena química, en ningún momento sus personajes freaks llegan a trasmitir nada, como tampoco lo hacen el resto de personajes secundarios. El único que sorprende es el propio Paul, que para ser un personaje animado, supera al resto del casting sin demasiados problemas.

Argumental y técnicamente “Paul” tampoco es mucho mejor, aunque nos gustaría remarcar que como “road movie” la película funciona bien, con un montaje dinámico y entretenido, a pesar de que después haga aguas en su vertiente más técnica, abusando de guiños a otras cintas del género (el agente de inteligencia parece una parodia de “Men in black”, el propio Paul y los suyos copian demasiado al propio “E.T”, etc.), olvidándose de ser una comedia durante la totalidad de sus 103 minutos de metraje al recurrir a tal efecto a gags puntuales.

Con todo, nuestra valoración final es de un 5 sobre 10 porque, aunque no es una gran comedia ni una gran cinta de ciencia ficción, sí que consigue entretener y eso, hoy en día, ya es un gran mérito.



Título original: “Paul” – USA – 2011
Dirigida por: Greg Mottola
Duración: 103 minutos
Género: Comedia, ciencia ficción
martes, 29 de septiembre de 2015

Forrest Gump


Forrest Gump - Cartel
Hasta hace pocos días, los del equipo aún no nos habíamos enfrentado conjuntamente a ver una de las películas más elogiadas de los últimos 25 años de la historia reciente del cine. Por eso, cuando tuvimos la oportunidad de hacerlo, nos acomodamos en nuestro sofá esperando que el protagonista de la historia se sentara en su banco y empezara a hacernos vibrar con su relato. Sí, hoy en esta crítica os vamos a hablar de “Forrest Gump”.

Como en las grandes obras maestras del cine, cuando en 1994 llegó a las salas de medio mundo, “Forrest Gump” consiguió no dejar indiferente a nadie, recibiendo tanto halagos como críticas tanto de críticos profesionales como de los espectadores, símbolo inequívoco de que la cinta y su mensaje llegaban al espectador para quedarse en su memoria.

La historia empieza presentándonos a Forrest Gump (a quien da vida magistralmente, Tom Hanks) sentado en el banco de una parada de autobuses, donde, después de presentarse, empieza a contar su vida a otros viajeros que, como él, esperan a algún bus que les lleve a la siguiente parada de su vida.

El recuerdo de Forrest le lleva al primer momento crucial de su vida, cuando un médico decide ponerle una aparatosa prótesis en las piernas para intentar corregir una importante desviación en su espalda. Dicha prótesis y un pequeño retraso llevan a convertir al pequeño Forrest en el blanco de todas las bromas y marginaciones de los compañeros de la escuela, estando únicamente la pequeña Jenny a su lado.

Con el paso del tiempo, una de las grandes virtudes de nuestro protagonista sale a relucir, dejando boquiabierto a todo el mundo: Corre más rápido que nadie lo que, además de escaparse de los abusones, le servirá para llegar hasta la Universidad de Alabama, donde unos años más tarde llegará a graduarse.

Poco después de graduarse, Gump decide alistarse en el ejército donde conocerá al que, de alguna manera, cambiará su vida. Se trata de su nuevo mejor amigo, el afroamericano Bubba, con quien acuerda colaborar en su ilusión de montar un negocio de pesca de gambas. Desgraciadamente, al poco tiempo nuestros amigos son enviados al frente, a la guerra del Vietnam, donde ambos coincidirán con otra persona que acabará marcando la vida de Forrest, el teniente Dan Taylor.

El drama de las consecuencias de la guerra, la separación de su querida Jenny o la muerte de su amigo Bubba en el frente obligan a Forrest a intentar cumplir la promesa que adquirió con su amigo, lo que le lleva a comprar un pequeño barco (al que bautiza como Jenny) y lanzarse al negocio de la pesca de gambas. Por suerte para él, Dan acaba aceptando rehacer su vida como primer oficial en el barco, consiguiendo entre los dos lanzar el negocio.

Como no podía ser de otra forma, después de una de cal viene una de arena, y Forrest recibe la noticia que su madre está a punto de morir, por lo que lo todo en manos de Dan para estar con ella todo el tiempo que pueda. Después de la muerte de su madre y una nueva calabaza de Jenny, Forrest decide salir a correr… y lo hace durante más de tres años.

¿Volverá Jenny a su vida? ¿Será feliz alguna vez Forrest? Y, lo que es más importante, ¿qué hace sentado en ese banco? Nosotros lo sabemos, pero os recomendamos que la veáis, si es que después de más de 20 años no lo habéis hecho aún.

A nivel técnico, lo primero que nos gustaría remarcar es el excelente trabajo que lleva a cabo Tom Hanks dando vida a Forrest Gump, ya que gracias a este trabajo, convierte su encantador personaje en un amigo por el que sufrir, al que quieres ayudar y al que quieres que de una vez por todas, le salgan varios bombones dulces en la caja de su vida. Sin lugar a dudas, el nombre de Forrest ha quedado ineludiblemente unido al apellido Hanks de por vida.

A nivel técnico, la película es de una calculada belleza estética, pensado para gustar y arrasar en taquilla, contándonos que la mayoría de la sociedad siente pena de las personas con limitaciones mientras se aprovechan de ellos, aunque estos les den varias vueltas a los primeros, mientras eso sí, el montaje de la cinta rellena minutos y más minutos de metraje con el típico patriotismo norteamericano y su famoso ideal de sueño americano.

Con todo, consideramos “Forrest Gump” una gran película, capaz de hacernos reír, de hacernos sufrir y sobre todo, de hacernos pensar, por tanto, nuestra nota final es de un 8 sobre 10, y os recomendamos verla, aunque sea una vez en la vida.





Título original: “Forrest Gump” – 1994 – USA
Dirigida por: Robert Zemeckis
Duración: 142 minutos
Género: Comedia dramática

viernes, 25 de septiembre de 2015

Salir del armario


Salir del armario - Cartel
Sin lugar a dudas, salir del armario es uno de los pasos más complicados que hoy en día, por vergüenza social, aún debemos superar muchos homosexuales. Palabras como “maricas” o “maricones” resuenan aún con mucha fuerza y demasiada asiduidad, tal y como se demuestra también en la comedia francesa del 2001, “Salir del armario”.

La historia se centra en la vida del gris y anónimo Françoise Pignon (Daniel Auteuil), el contable de una empresa dedicada a la fabricación de condones, un hombre tan previsible como aburrido en su vida laboral como profesional.

Abandonado por su mujer y marginado por su hijo adolescente, un día recibe la noticia que su empresa va a hacer una reducción de personal y que él será uno de los afectados. Recomendado por un vecino suyo decide hacerse pasar por homosexual y poder esgrimir así que es víctima de una campaña de discriminación.

Su salida del armario conlleva una revolución en la empresa, con un jefe de personal (Gerard Depardieu) machista y homófobo que deberá cambiar y readaptarse, una jefa de contabilidad que no sale de su asombro cuando cae en sus manos una foto de Pignon en brazos de un hombre en un club nocturno, y un director que únicamente piensa en como aprovecharse de la situación.

Con el paso del tiempo el machismo de la sociedad y la homofobia salen a relucir entre el personal de la empresa, pasando de la generación de rumores sobre la vida de Pignon (su hijo adolescente se convierte, a ojos de algunos, en el ligue de nuestro protagonista) hasta la agresión física.

Mientras todo esto pasa, la vida de Pignon va dejando atrás tanto su previsibilidad y como el aura gris que la envuelve, hasta el punto de que llegará a tomar parte de la desfilada del orgullo gay, el auténtico punto de inflexión en su vida. Con todo, quedan algunas preguntas por resolver, ¿recuperará el contacto con su hijo? ¿Será capaz Pignon de enfrentarse a su ex? Y, lo que es más importante, ¿cómo acabará su historia en la fábrica de preservativos? Evidentemente, nosotros sabemos las repuestas y evidentemente, os emplazamos a ver “Salir del armario“ para saberlas.

Interpretativamente nos gustaría remarcar el trabajo de Daniel Auteuil, quien con su trabajo no sólo es capaz de meternos en su lucha de superación personal sino que también nos hace sentir la homofobia que aún hoy en día toca sufrir. También remarcamos el trabajo de Depardieu, quien personifica el cambio social.

El montaje en plan comedia protagonizada por un hombre gris que le da Francis Veber (el director de “Salir del armario“) es un gran acierto, aunque, para nuestro gusto, el resultado final queda demasiado camuflado detrás de un abuso total de bromas homofóbicas y de la palabra “marica” y sus derivados que convierten lo que hubiese podido ser una buena comedia ligera en una comedia desaprovechada y sin gracia.

Con todo, no vamos a suspender la película ya que cumple con su prometido, por tanto le otorgamos nuestro 5 sobre 10.





Título original: "Le Placard" -  2001 - Francia
Dirigida por: Francis Veber
Duración: 84 minutos
Género: comedia

domingo, 13 de septiembre de 2015

3 bodas de más


3 bodas de más - Cartel
Para nosotros, hablaros de cine español es hablaros de un cine ciertamente controvertido, ya que, dependiendo del director o del estilo de la cinta, puede desde gustarnos mucho a desagradarnos profundamente, pasando por el aún más temido y malsonante “otra vez la misma mierda”. Por eso, cuando el otro día nos sentamos en el sofá con la intención de divertirnos un rato alejados de los debates políticos y del griterío de Telecinco, nos dio cierto reparo optar por “3 bodas de más”.

Al final, nos deshicimos de nuestros miedos y prejuicios y nos dispusimos a disfrutar de esta comedia romántica del 2013.

La historia empieza presentándonos Ruth (a quien da vida Inma Cuesta), una joven investigadora incapaz de mantener una relación amorosa y una vida personal lo suficientemente organizada. Como demostración de esto, podemos ver cómo en la primera escena de la película Pedro (interpretado por Berto Romero) rompe su relación con Ruth.

Unos meses más tarde, y mientras su investigación sobre las propiedades de las langostas está a punto de irse al traste, recibe la comunicación que sus tres ex se van a casar próximamente y que ella, por raro que parezca, está invitada a sus respectivas bodas.

Como es incapaz de decirles que no, convence al nuevo becario del laboratorio, Dani (a quien pone cara Martiño Rivas) para que le acompañe. En la boda de Mikel (un surfero interpretado por Paco León) su primer ex, Ruth conoce a Jonás (Quim Gutiérrez) un joven, atractivo y exitoso cirujano plástico que la dejará perdidamente enamorada.

A pesar de la incipiente relación entre Ruth y Jonás, nuestra protagonista acude a la segunda de las bodas acompañada de nuevo por Dani, en la que se casará Alex y en donde, por sorpresa, se encontrará con Jonás. Eso sí, esta vez él ha acudido acompañado por una chica en silla de ruedas que resulta ser su esposa.

Después del jarro de agua fría con doble de hielo que recibe Ruth tras conocer la verdad sobre su amor, los sucesos entran en una auténtica vorágine donde todos los protagonistas tendrán su parcela que nosotros, evidentemente, no os revelaremos.

Técnicamente podríamos decir que esta “3 bodas de más” es una comedia bastante redonda que, aunque tiene algún vaivén más de los deseables, consigue implicarnos en la trama a la par que divertirnos y hacernos reír a pierna suelta en algunos momentos estelares de la misma y en la que destaca el buen trabajo del equipo de dirección, guion y ambientación.

Interpretativamente tiene algún que otro punto a mejorar, ya que, mientras Inma Cuesta y Quim Gutiérrez mantienen un constante buen nivel en sus complejos personajes, Berto Romero abusa de sus propios tics en un personaje con demasiado protagonismo para sus dotes interpretativas. Quien también nos gustó, por raro que parezca, fue Martiño Rivas, aunque asumimos que hubiese podido aportar algo más al personaje de Dani.

Remarcables también los cameos tanto de Paco León como de la peculiar Rossy de Palma (quien interpreta a la madre de Ruth), siendo esta última, sin lugar a dudas, la mejor de todo el casting.

Por todo lo que os hemos explicado, nuestra nota final es de un 7 sobre 10 y la recomendamos totalmente si queréis pasar un buen rato viendo una película poco transcendente.



Título original: “3 bodas de más” – 2013 – España
Dirigida por: Javier Ruiz Caldera
Duración: 94 minutos
Género: Comedia romántica