domingo, 4 de octubre de 2015

Paul


Paul - Cartel
Os debemos reconocer que en el equipo no nos consideramos para nada fans del cine de ciencia ficción protagonizado por extraterrestres (salvo si hablamos del pequeño y entrañable “E.T.”, claro), pero estos días hemos tenido la oportunidad de desempolvar una cinta de 2011 protagonizada por el deslenguado, dicharachero e irreverente Paul, un extraterrestre que da nombre, además, de a él mismo, a la propia cinta de la que hoy os hablamos.

Como ya os hemos dicho, no es nuestro género preferido, pero de vez en cuando buscamos alguna cinta que cumpla con una máxima: entretener y si es posible, hacernos sonreír, siendo eso por lo que escogimos “Paul”.

La historia empieza presentándonos a Graeme (Simon Pegg) y Clive (Nick Frost), dos freaks británicos que han cruzado el charco para asistir a la convención “Comic-Con” de San Diego y aprovechar a la vez su gran viaje para sumergirse en el corazón de la América alienígena pasando por los puntos más remarcables de avistamientos hasta llegar a la célebre “Zona 51”, donde hace más de 60 años se estrelló un ovni.

Una vez han conocido a su ídolo Adam Shadowchild, Grame y Clive inician en su autocaravana su ruta alienígena hasta llegar a las inmediaciones de la “Zona 51”, donde sufren un extraño accidente de circulación con un coche en el que, aparentemente, no viaja nadie, y decimos que aparentemente porqué al regresar a su autocaravana aparece Paul.

Os debemos reconocer que, como persona, Paul sería una de aquellas que todos querríamos tener muy lejos de nosotros, ya que fuma, bebe, come pájaros vivos, es un cachondo mental de cuidado y suelta más tacos que un personaje de Seth MacFarlane, aunque, al revés de estos, pronto se hace querer y muestra su buen fondo.

Quizá es por este motivoque nuestros dos protagonistas deciden ayudar a Paul en su objetivo de llegar sano y salvo a un punto de encuentro con los suyos para regresar a su mundo. Para ello, se deberán enfrentar a un duro e incansable agente de inteligencia secundado por dos agentes idiotas integrales, además de escapar también de un ultra religioso violento.

Todos estos ingredientes conforman la base utilizada para conformar las tramas argumentales con las que se ha cocinado “Paul” para llegar a un desenlace que, aunque totalmente previsible, no tenemos ninguna intención de contaros en este pequeño rincón.

Interpretativamente “Paul” es, siendo muy generosos, muy mediocre, ya que, aunque entre Pegg y Frost hay buena química, en ningún momento sus personajes freaks llegan a trasmitir nada, como tampoco lo hacen el resto de personajes secundarios. El único que sorprende es el propio Paul, que para ser un personaje animado, supera al resto del casting sin demasiados problemas.

Argumental y técnicamente “Paul” tampoco es mucho mejor, aunque nos gustaría remarcar que como “road movie” la película funciona bien, con un montaje dinámico y entretenido, a pesar de que después haga aguas en su vertiente más técnica, abusando de guiños a otras cintas del género (el agente de inteligencia parece una parodia de “Men in black”, el propio Paul y los suyos copian demasiado al propio “E.T”, etc.), olvidándose de ser una comedia durante la totalidad de sus 103 minutos de metraje al recurrir a tal efecto a gags puntuales.

Con todo, nuestra valoración final es de un 5 sobre 10 porque, aunque no es una gran comedia ni una gran cinta de ciencia ficción, sí que consigue entretener y eso, hoy en día, ya es un gran mérito.



Título original: “Paul” – USA – 2011
Dirigida por: Greg Mottola
Duración: 103 minutos
Género: Comedia, ciencia ficción

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