martes, 3 de diciembre de 2019

Call me by your name

¡Qué difícil es olvidar un amor que te ha marcado! Y no es de extrañar, ya que al final, todo lo que se vive desde el corazón acaba siendo mucho más intenso que aquello que vivimos desde una perspectiva mucho más fría o simplemente, porque toca. O sino, decidnos ¿cuántos de los que nos leéis no recordáis vuestro primer amor, estéis o no con él?

La mayoría de nosotros hemos tenido un primer amor y lo hemos vivido de una forma totalmente particular y personal, aunque si analizáramos en profundidad los primeros amores de cada uno, estamos seguros que encontraríamos multitud de puntos en común entre ellos. Quizá fue un amor de verano, o encontraríamos unos inicios furtivos, una playa, larguísimas conversaciones, una rotura inesperada… Y todo, o casi todo, ha sido llevado alguna vez al cine.

Hoy en este rincón os queremos hablar de una de estas historias que llegaron a nuestras pantallas para marcar un hito enganchando a millones de espectadores. Se estrenó en el Festival de Sundance de 2017 y llegó a nuestras carteleras un año más tarde, a finales de enero de 2018, os estamos hablando de “Call me by your name”.

La historia de “Call me by your name” nos desplaza directamente al verano de 1983 en un pequeño pueblo del norte de Italia. Allí nos encontramos a la familia Perlman compuesta por el padre, el Sr. Perlman (Michael Stuhlbarg) profesor de arqueología, Anella Perlman (Amira Casar) la madre y Elio (Timothée Chalamet) el hijo de 17 años de la pareja.

Como cada año, los Perlman invitan a un estudiante a pasar el verano con la familia para ayudar al padre con la documentación académica. Ese verano de 1983 el estudiante elegido es Oliver (Armie Hammer) quien se acaba instalando en la habitación de Elio, para disgusto de este.

Los primeros días de los cuatro en Italia pasan con absoluta normalidad y sin apenas relación entre ambos chicos. Elio pasa el tiempo leyendo, tocando el piano y saliendo con una amiga suya, Marzia, mientras que Oliver pasa su tiempo trabajando e intentando relacionarse con una chica local.

Poco a poco, Elio y Oliver van pasando más tiempo juntos y aunque la relación entre Elio y Marzia avanza hasta el punto de mantener algunas relaciones sexuales, el chico no puede quitarse de la cabeza a Oliver sintiéndose cada vez más atraído por él. Al final, Elio se lanza y, sutilmente le cuenta a Oliver lo que siente por él dándole un furtivo beso en los labios.

Aunque de buenas a primeras Oliver duda sobre qué hacer, al final y siguiendo sus propias palabras, se deja llevar y empieza una relación con el enamorado Elio. Pero como ya os podéis imaginar, el verano va llegando a su final y nosotros, dejaremos aquí el desarrollo argumental de “Call me by your name”.

Técnicamente no os diremos que “Call me by your name” es una película maravillosa porque no lo es, pero lo que sí os diremos es que “Call me by your name” tiene un gran punto a su favor, un grandísimo guion capaz de contarnos una historia de amor de lo más normal que partiendo de una premisa positiva (el inesperado encuentro entre Elio y Oliver), y sin grandes dosis de drama ni lecciones o moralinas, consigue engancharnos a su trama y a sus personajes implicándonos con ellos.

Además del guion, “Call me by your name” destaca también por su cuidada BSO, con temas que se adaptan perfectamente a la historia de amor y a los sentimientos y situaciones que viven Elio y Oliver.

En el apartado interpretativo, en “Call me by your name” nos encontramos con dos grandes interpretaciones, la del joven Timothée Chalamet y la del más veterano Michael Stuhlbarg. En el caso de Chalamet, por dar vida a un Elio inseguro que descubre el amor autentico, dejando ver que, no solo es un actor en estado de gracia, sino que además con este papel continúa demostrando su gran potencial y progresión. En el caso de Stuhlbarg, pese a hacer un papel totalmente secundario, nos gustaría remarcarlo sobre todo por su brillante escena casi final hablando con Elio. En cuanto al resto, poco a decir, sólo que dan vida a sus personajes más que correctamente.

Para los miembros de este equipo, el único gran punto negativo de “Call me by your name” es su primer tercio de metraje, el cual se hace lento, sin que apenas suceda nada remarcable. Por suerte, el segundo y tercer tercio del mismo tienen un ritmo totalmente incremental.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Call me by your name” es de un 7.5 sobre 10, y os la recomendamos, sobre todo para aquellos que aun a fecha de hoy, piensan que el amor entiende de sexo o de edad.




Título original: “Call me by your name” - 2017 – Italia
Duración: 130 minutos
Dirigida por: Luca Guadagnino
Género: Drama, Homosexualidad



jueves, 28 de noviembre de 2019

Frozen 2

Cartel de Frozen 2
Casi seis años después de que “Frozen” llegara a nuestras pantallas como un auténtico soplo de aire fresco, Disney, el gigante californiano de la industria del cine se ha sacado de la manga, como no podía ser de otra forma, la primera secuela de dicha cinta, titulada “Frozen II”.

No os vamos a engañar, sin haber leído absolutamente nada sobre el argumento de “Frozen 2” pero con muchas ganas de reencontrarnos con Olaf, Sven, Kristoff y las princesas Ana y Elsa, el fin de semana de su estreno nos hicimos con nuestras entradas y, puntuales como un reloj nos dispusimos a verla.

La historia de “Frozen 2” se sitúa cronológicamente tres años después de la coronación de Elsa como reina de Arendelle. Un día, con la tranquilidad del otoño reinando en Arendelle, Elsa escucha un misterioso canto. Días después y con el canto repitiéndose en su cabeza sin que nadie más pueda oírlo, Elsa lo interpreta como una señal y sin pensárselo demasiado sigue el sonido provocando que los espíritus de la Tierra, el Aire, el Agua y el Fuego despierten poniendo en grave peligro Arendelle.

Cuando Elsa descubre que ha puesto en peligro a su gente, toma la determinación de solucionar el problema, aunque para ello tenga que adentrarse en el Bosque Encantado, el inhóspito lugar donde años atrás, su abuelo construyó una gran presa en tierra de los Northuldra. Como ya os podéis imaginar, Ana no deja que Elsa se enfrente sola a los peligros del Bosque Encantado sumándose con Kristoff, Olaf y Sven a la aventura de dar con el origen del problema que azota Arendelle.

Al poco de adentrarse en el Bosque Encantado, nuestros amigos empiezan a enfrentarse con los primeros espíritus, descubriendo en consecuencia, alguno de los sorprendentes secretos del pasado de los padres de Elsa y de Ana, secretos que, a la vez, forman parte de sus propios orígenes.

Después de apaciguar alguno de los espíritus, nuestros protagonistas descubren que un pequeño reducto de soldados Arandellianos continua en conflicto con los Northuldra, tocándole a Elsa, como reina, imponer la paz entre ambos pueblos. Una vez hecho, Elsa, Ana y Olaf se separan del grupo continuando su viaje hacia un mitológico río que, según cuenta la leyenda, tiene todas las explicaciones del pasado.

¿Imagináis lo que encuentran en dicho río? O mejor aún, ¿imagináis las aventuras que viven las protagonistas de “Frozen 2” para llegar al río? Sobre el desenlace no os pregunto nada, porque, aunque últimamente hayan innovado, estamos ante una obra de Disney y eso ya os da muchas pistas. Nosotros, como bien os podéis imaginar, dejaremos aquí el resumen argumental para pasar a nuestra valoración técnica de “Frozen 2”.

Como os comentamos en nuestra crítica de “Frozen. El Reino del hielo”, dicha película supuso para Disney, después de muchísimos intentos fallidos, su llegada al candelero de la animación digital en base de recuperar sus principales señas de identidad (una gran BSO, una historia potente, mucha moralina y un poco de azúcar) usando la última tecnología en animación digital. Ya os podemos decir que, seis años después, Disney no ha abandonado el camino, ya que con “Frozen 2” volvemos a tener los mismos ingredientes y un resultado más que parejo.

Los miembros de este equipo le agradecemos a los creadores de “Frozen 2” esos toques de gran clásico y, sobre todo, esa potente BSO con temas como “Muéstrate” (espectacular), “Mucho más allá” o “Lo que no cambiará” que hacen que uno se quede pegado ante la pantalla disfrutando de la música y de la letra. También para nosotros, es muy remarcable que la historia que nos cuenta “Frozen 2”, pese a estar vinculada a la original, esta sea también totalmente original sin hacer falta, para nada, haber visto la primera.

En cuanto a los personajes os diremos que celebramos que Ana haya crecido (en muchos aspectos), que Elsa continúe con ese espíritu de gran protagonista y luchadora que tanto nos gustó cuando la conocimos y, sobre todo, celebramos que Olaf, nuestro muñeco de nieve favorito, lleve completamente el peso del humor en “Frozen 2”.

Con todo, no os vamos a decir que todo sea perfecto en “Frozen 2”, porque no es verdad, pero sí os diremos que es una película que mantiene muy bien el nivel de la primera y que, aunque “Frozen 2” no es una película pensada para los más pequeños (no van a entender el significado real de lo que nos cuenta) sí que es una obra ideal para disfrutar en familia.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Frozen 2” es de un 7.5 sobre 10.




Título original: “Frozen II” – 2019 – USA     
Dirigida por: Chris Buck, Jennifer Lee
Duración: 103 minutos
Género: Animación, Secuela

miércoles, 20 de noviembre de 2019

El juego

El juego Poster Francia
Desde hace unos años, en casi todos los foros que vayan un poco más allá de temas deportivos (y políticos por extensión), hay un tema que más temprano que tarde se pone sobre la mesa, el del uso y del abuso de los smartphones, esos modernos aparatos que debemos ir cambiando regularmente para estar permanentemente en contacto con otras personas, mientras las que tenemos al lado esperan a que uno acabe de mirar la pantalla.

¿Cuántas veces hemos estado sentados en una mesa, ya sea en casa o en un restaurante con amigos o familiares y uno o varios de los ellos están la mayor parte del tiempo “hablando” por Whatsapp o contestando mensajes de redes sociales sin poner atención al resto de la mesa? Apostamos que más de una y más de dos… y que desgraciadamente, cada vez es una situación más frecuente.

En 2016, el italiano Paolo Genovese se atrevió a llevar esta situación a la gran pantalla con la comedia dramática “Perfetti sconosciuti”. Desde entonces, y precedido por el éxito de esta, casi cada país con industria cinematográfica ha sacado su propia versión adaptada. Hoy, nos centraremos en una de estas versiones, concretamente en la francesa: “El juego”.

“El juego” llegó a nuestras pantallas a finales de 2018 con un planteamiento de lo más simple, juntar a cuatro parejas, amigas desde hace muchos años alrededor de una mesa para cenar.

El juego” empieza con la llegada al apartamento de la pareja anfitriona de las otras tres parejas de amigos, bueno, de dos parejas y un amigo que llega en solitario, ya que su pareja no les ha podido acompañar.

Mientras los anfitriones empiezan a preparar la mesa y los entrantes, aparecen entre ellos las primeras tensiones. Unos minutos después, los siete toman asiento alrededor de la mesa, aunque pronto se dan cuenta que no estarán ellos solos cenando, pues las melodías y pitidos de sus respectivos smarphones pronto toman el protagonismo.

Viendo que los protagonistas de la cena iban a ser los teléfonos móviles, uno de los asistentes propone realizar un curioso y a la vez peligroso reto en forma de juego. La propuesta es que todos los comensales deberían poner su teléfono móvil sobre la mesa y mientras dure la cena, todos deberán contestar públicamente todas llamadas, mensajes y emails que reciban, de forma que, todos los asistentes podrán escucharlos, leerlos, etc.

Después de las más lógicas reticencias, el grupo de amigos acepta el juego pensando en que, seguramente no les tocará descubrir ninguno de sus secretos más personales. Craso error ya que, a las primeras de cambio, y a raíz de los primeros mensajes, los celos y la desconfianza entre los miembros de las parejas aparecen sin contemplaciones.

¿Os imagináis una situación parecida? Suena el teléfono de vuestra pareja y recibe un mensaje subido de tono de un desconocido ¿cómo reaccionaríais? ¿el puntal de toda pareja, la confianza, se vería afectado? Nosotros, sabemos lo que pasa en “El Juego”, aunque como ya os podéis imaginar no os lo contaremos… aunque, quizá, con un whatsapp…

Técnicamente no os diremos que “El juego” sea una genialidad, más bien, y sin que suene despectivo os diremos que es la típica comedia francesa con toques de drama. Su argumento es claro y conciso, su montaje ciertamente dinámico, e incluso es capaz de sorprender con su final. La verdad es que Fred Cavayé, el director de “El juego” y su equipo consiguen una buena comedia con la que pasar un buen rato y además hacernos pensar.

Desde el punto de vista interpretativo, y sin entrar en detalle en cada protagonista os diremos que, para nosotros, el casting entero es realmente bueno consiguiendo con su trabajo dar vida a un grupo de amigos perfectamente definidos y dibujados, con sus fortalezas, sus dudas, sus faltas de confianza y sus secretos.

Sinceramente os diremos que, pese a no ser una obra de arte, esta versión de “El juego” nos ha gustado, se deja ver muy bien y tiene toques, pese al drama que destila, de fino humor. Nuestra nota final para “El juego” es de un 7 sobre 10.





Título original: “Le jeu” – Francia – 2018
Dirigida por: Fred Cavayé
Duración: 90 minutos
Género: Comedia, Drama


lunes, 11 de noviembre de 2019

Killing Eve - Temporada 2

Killing Eve Temporada 2
Hay personajes que llegan a nuestras vidas sin preguntarlo y sin ser anunciados y lo hacen para quedarse durante tiempo. Algunos de estos personajes se quedan por divertidos (entre los que tenemos, por ejemplo, al británico Rowan Atkinson y su Mr. Bean), otros por sanguinarios (como el célebre Sir Anthony Hopkins y su Hannibal Lecter) o desquiciados (como el famoso Norman Bates de Anthony Perkins) y otros por una curiosa mezcla en sus personalidades que, simplemente, hace que nos pillemos de ellos. Dentro de este último grupo nos encontramos, por ejemplo, a las chicas protagonistas de “Killing Eve”, la agente Eve Polastri (Sandra Oh) y la psicópata Villanelle (Jodie Comer).

Villanelle y Eve llegaron a nuestras vidas en primavera de 2018 de la mano de la BBC Americana (en España a través de la plataforma de streaming HBO) con una combinación de acción, persecuciones, drama, atracción sexual y comedia negra que hizo que cayéramos enamorados de ellas al instante, como os contamos en nuestra crítica de su primera temporada.

Casi un año más tarde, y sin hacer apenas ruido llegó a nuestras pantallas, igualmente de la mano de la BBC Americana y de HBO, la segunda temporada de “Killing Eve” y hoy, desde esta entrada os la vamos a comentar.

La segunda temporada empieza poco tiempo después del clímax vivido en el capítulo final de la primera temporada de “Killing Eve, y lo hace con las dos grandes protagonistas de la historia siguiendo su camino cada una por su lado, Eve ha recuperado su vida laboral persiguiendo asesinos en el MI5 mientras no para de pensar en su amada Villanelle de la cual, por cierto, no sabe absolutamente nada.

Pese a la falta de noticias, Eve llega hasta una ultra secreta organización, visita cárceles rusas y se codea con espías mientras busca a Villanelle, la asesina de la que se ha pillado y la que, a su vez, amenaza con cargarse su matrimonio, continuando así el sorprendente y divertido juego del gato y ratón que tanto nos enganchó durante la primera temporada.

Nuevos asesinos se cruzan en la búsqueda personal que está llevando a cabo Eve para encontrar a Villanelle, mientras que esta, a la vez, cada vez se acerca más a una Eve que continua tan distraída como efectiva en su trabajo. Una no puede estar sin la otra, se necesitan y, aunque ya nada es igual que cuando se conocieron (ambas han crecido mucho como personajes en relación a como eran una temporada atrás), las pistas que acción tras acción nos van dejando en su ruta/persecución por media Europa, nos indica que el encuentro entre ambos se producirá más pronto que tarde.

Eve y Villanelle, las dos protagonistas de "Killing Eve"
Eve y Villanelle, las dos protagonistas de "Killing Eve"
 
Llegados a este punto, lo único que os avanzaremos es que sí, se encuentran, aunque evidentemente nos guardaremos el cómo, cuándo y desenlace de dicho encuentro.

Técnicamente, esta segunda temporada de “Killing Eve” es quizá un poco superior a la primera ya que, continúa siendo igualmente sorprendente, pero a la vez, han conseguido que, como sus dos protagonistas, la serie también haya crecido, con unos diálogos que ponen los pelos de punta, unos desenlaces de escenas y situaciones que sorprenden a la vez innovan y una mezcla de tensión que te deja pegado en el sofá momentos antes de que sus toques de comedia que te hagan saltar de alegría.

Donde podemos añadir muy, pero que muy poco es en el apartado interpretativo donde tanto Jodie Comer como Sandra Oh, continúan brillando con luz propia, demostrando que, con una química brutal entre ellas, el juego del gato y el ratón entre la juguetona, frívola y contundente asesina Villanelle y la patosa pero efectiva inspectora Eve tienen, si las circunstancias lo permiten, larga vida por delante.

Para los miembros de este equipo, esta segunda temporada de “Killing Eve” ha sido algo así como la demostración de que, si se lo proponen, segundas partes pueden ser muy buenas a la vez que, con recursos e imaginación, un buen e innovador thriller policiaco no tiene porqué caer en los tópicos a las primeras de cambio.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para esta segunda temporada de "Killing Eve", es de un 8.5 sobre 10.




Título original: “Killing Eve” – USA
Género: Thriller
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2019 (segunda temporada)
Capítulos: 16 (en dos temporadas)

martes, 5 de noviembre de 2019

El juego de Gerald

El juego de Gerald Poster
Para muchos, hablar de Stephen King es hablar de una especie de ogro que minusvalora la literatura con sus miles de páginas de escaso valor, para otros, no deja de ser un loco que crea cientos de historias bajo el influjo de sustancias poco legales. Desde el punto de vista del miembro de este equipo que os escribe hoy, y aun asumiendo que el tema de las sustancias es cierto (asumido por el propio King), os tengo que reconocer que le tengo un gran aprecio al maestro del terror ya que es gracias a él y a sus historias, que recuperé la sana y placentera costumbre de leer y sumergirse en mundos imaginarios.

Con un cariz ciertamente distinto a las obras más famosas de King, en 1992 llegó a nuestras librerías la claustrofóbica y agobiante “El juego de Gerald”. Su lectura me enganchó y me hizo sufrir tanto que, cuando 25 años después Netflix estrenó su adaptación al cine, me hice el firme propósito de verla. Me ha costado algunos meses encontrar el momento idóneo para ello, pero finalmente lo he conseguido y así, hoy os puedo traer mi reseña de “El juego de Gerald”.

“El juego de Gerald” empieza presentándonos a los dos personajes principales de la historia, Jessie Burlingame (Carla Gugino) y su marido Gerald (Bruce Greenwood) un exitoso abogado con una personalidad digamos que, agresiva. Como la pareja está pasando por graves problemas, ambos deciden darse una oportunidad regalándose un fin de semana romántico en una alejada y solitaria cabaña en los bosques de Maine.

Al poco de llegar a la cabaña, Gerald le propone a su esposa un cambio en sus juegos sexuales, un nuevo juego para incrementar sus sensaciones, le propone usar unas esposas para atarla en la cama y tener así sexo duro. De entrada, Jessie se resiste, pero después de unos minutos decide que no será ella la que sabotee el fin de semana, por tanto, opta por aceptar el juego.

Como en otras ocasiones, antes de empezar su juego Gerald se toma una Viagra, y poco después una segunda. Como no podía de ser de otra forma, pronto aparece la violencia de Gerald en el juego sexual lo cual incomoda mucho a Jessie quien, además, estando esposada en el cabecero de la cama, está totalmente indefensa ante todo lo que le rodea. Muy molesta y sin disfrutar nada del juego, Jessie exige a su marido parar, pero este no quiere. Así las cosas, y en medio de una discusión Gerald sufre un ataque al corazón y muere.

Jessie se da cuenta inmediatamente de la tremenda situación en la que está, sola, atada en la cama de una aislada cabaña en medio del bosque. Por mucho que grite, nadie la puede oír quedándole sólo dos opciones: esperar la aparición de alguien mientras que su cuerpo aguante o intentar a la desesperada soltarse las esposas.

Jessie Burlingame (El juego de Gerald) ataca a su cama
Jessie Burlingame ataca a su cama


Para desesperación de Jessie, sólo dos extrañas criaturas hacen acto de presencia, un hambriento perro que da buena cuenta de Gerald y una extraña criatura que se queda siempre a la sombra. ¿Conseguirá Jessie escapar de sus ataduras y sobrevivir? Como ya os podéis imaginar, los miembros de este equipo lo sabemos, pero no os lo contaremos.

Técnicamente os diremos que, quizá es una de las mejores adaptaciones al cine de un libro que hemos visto hasta el momento (ojalá Daniel Calparsoro hubiese hecho lo mismo con su “El silencio de la Ciudad Blanca”), y sin lugar a dudas esta “El juego de Gerald” es una de las mejores adaptaciones al cine de una obra de Stephen King. La angustia de la situación y los miedos de Jessie en su desesperada lucha por su propia vida quedan perfectamente reflejados durante los casi 100 minutos de metraje los cuales, además, pasan a toda velocidad.

A parte de en su montaje y desarrollo, “El juego de Gerald” tiene otro gran pilar en el que se sustenta, su casting, donde una grandísima Carla Gugino hace una auténtica demostración de interpretación, con cambios de expresión y de personalidad con un personaje que va desde la vulnerabilidad hasta la extrema fuerza. También Bruce Greenwood está realmente bien, aunque esté con un papel bastante más corto que Gugino, pintándonos un personaje tan odioso que es, por momentos, hasta divertido.

Aunque “El juego de Gerald” no es una película, para nada, apta para todos los públicos, este que os escribe la ha disfrutado y sus imágenes continúan en mi mente como en su momento los hicieron los capítulos del libro. Por tanto, la nota final de los miembros de este equipo para “El juego de Gerald” es de un 7.5 sobre 10.




Título original: “Gerald’s Game” – 2017 – USA
Dirigida por: Mike Flanagan
Duración: 103 minutos
Género: Terror, Intriga

martes, 29 de octubre de 2019

El silencio de la ciudad blanca

El silencio de la ciudad blanca Poster
Cuando en 2016 llegó a las librerías el libro de la gasteiztarra afincada en Alicante, Eva García Sáenz de Urturi, los miembros de este equipo nos lanzamos a buscarlo. Y es que no es muy habitual que nuestra ciudad, Vitoria-Gasteiz, sea el escenario de un thriller policíaco basado en la aparición de una serie de brutales asesinatos rituales en varios sitios emblemáticos de nuestra ciudad.

“El silencio de la ciudad blanca” se convirtió rápidamente en un auténtico bestseller con cientos de miles de unidades vendidas provocando, como no podía ser de otra manera, el inicio de una trilogía literaria.

Hace unos días, y dando casi por finalizado 2019, ha llegado a las carteleras de nuestros cines “El misterio de la ciudad blanca”, la adaptación cinematográfica del libro de Sáenz de Urturi. Como aficionados al cine y residentes en Vitoria-Gasteiz no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacernos con nuestras entradas y verla en pantalla grande.

“El silencio de la ciudad blanca” nos desplaza directamente al verano de 2016 en la ciudad de Vitoria-Gasteiz. En sus calles nos encontramos con el recién regresado al servicio Unai López de Ayala (interpretado por Javier Rey), alias Kraken, detective de la Ertzaintza y especialista en perfiles criminales, y su jefa, la subinspectora Alba Díaz de Salvatierra (a quien da vida Belén Rueda) igualmente reincorporada recientemente al servicio activo después de muchos años fuera de la ciudad.

Al poco de presentarnos a Unai, este debe acudir rápidamente a la Catedral de Santa Maria donde se han encontrado los cuerpos sin vida de una pareja, un chico y una chica de 20 años, ambos desnudos y con eguzkilores sobre su cuerpo. Durante la inspección ocular, Unai descubre dos cosas curiosas, los cuerpos huelen a gasolina y han muerto por picaduras de abeja en su garganta.

El asesinato sigue el patrón de una serie de asesinatos que azotaron la ciudad 20 años atrás, por los que paga, injustamente, pena de prisión Tasio Ortiz de Zárate (Alex Brendemühl), un eminente historiador y presentador de televisión de la época.

Sin tiempo para pensar ni investigar demasiado, una nueva pareja aparece asesinada siguiendo el mismo patrón, aunque cambiando la edad (25 años) y la ubicación (en esta ocasión, los asesinados aparecen en el Palacio de la “casa del cordón”). Sin más datos, y con la ciudad ya preocupada por los asesinatos, la relación entre Unai y Alba toma unos derroteros que van más allá de lo profesional.

Kraken y Alba por las calles de Vitoria-Gasteiz
Kraken y Alba por las calles de Vitoria-Gasteiz

Con Tasio a punto de salir de la cárcel y la semana grande de Vitoria recién empezada, una nueva pareja aparece asesinada, en esta ocasión bajo uno de los pasos de la “procesión de los faroles”. Nadie tiene una pista sólida, ni por las abejas, ni por el modus operandi, solo el abuelo de Unai ve una curiosa relación de los hechos actuales con unos hechos sucedidos en la población alavesa de Izarra durante los años 70 del pasado siglo.

¿Tiene razón el abuelo? O por el contrario el asesino tiene más que ver con Tasio y con los asesinatos que tuvieron lugar 20 años atrás. Como es evidente, nosotros lo sabemos, ya que hemos visto tanto la película como hemos leído el libro, pero como también os podéis imaginar, no os lo contaremos en este rincón.

Técnicamente, os debemos decir que “El silencio de la ciudad blanca” nos ha decepcionado mucho ya que, Daniel Calparsoro (el director) y su equipo de guionistas ha conseguido desmontar totalmente una trama argumental que, como libro funcionaba perfectamente. Nos ha sorprendido, y muy negativamente el montaje final de la película ya que, contarnos quien es el asesino a los 30 minutos de metraje rompe la magia de un thriller que ya, en los 80 minutos restantes no volverá a enganchar lo suficiente y menos cargándose personajes (¿dónde queda MatuSalem, el hacker que ayuda a Unai a investigar?) e historias secundarias que podían ayudar a los espectadores a entender las motivaciones del asesino y sus relaciones con el resto de personajes de la trama.

Desde el punto de vista interpretativo os diremos que, lamentablemente tampoco nos ha gustado, ya que ninguno de los dos personajes principales de “El silencio de la ciudad blanca” nos ha parecido acertado. Por un lado, el trabajo de Belén Rueda resulta frío, distante y no tiene ninguna credibilidad como subinspectora de policía además de no tener ni mostrar ninguna química con Javier Rey, el inspector Unai quien, por su parte tampoco encaja completamente en su personaje. En este punto, únicamente salvamos los trabajos de Alex Brendemühl (dando vida a los gemelos Ortiz de Zárate), de Aura Garrido (la experta en victimología y compañera de Unai, Estíbaliz Ruiz de Gauna) y de Manolo Soto (el periodista Mario) aunque en ningún caso llegan a mantener el peso de una historia tan desdibujada.

En definitiva, para nosotros, “El silencio de la ciudad blanca” es una oportunidad totalmente desaprovechada para llevar al cine uno de los últimos bestsellers que han visto la luz en nuestro país. Por todo lo que os hemos contado, no podemos más que suspender esta película.





Título: “El silencio de la ciudad blanca” – 2019 – España
Dirigida por: Daniel Calparsoro
Duración: 110 minutos
Género: Thriller, intriga.
miércoles, 23 de octubre de 2019

Élite - Temporada 2

Poster de Élite segunda temporada
Como bien recordaréis todos, con la llegada del otoño de 2018 se estrenó a nivel mundial una de las series españolas que más éxito han cosechado los últimos años: “Élite”.

Con más de 20 millones de visualizaciones en todo el mundo, la plataforma Netflix no tardó en contratar y anunciar una segunda y tercera temporada de “Élite”, para continuar desgranando los misterios y asesinatos (a la par que llena sus arcas sin contemplaciones) que se producen en la escuela de élite “Las Encinas”.

Al revés que otras series, la segunda temporada de “Élite” no tardó ni un año en llegar ya que, cuando faltaban pocos días por dar por finalizado el verano de 2019, las aventuras de Samuel, Nadia, Guzmán, Lucrecia, Carla, Polo y compañía volvían a golpear con fuerza las redes sociales.

La historia de esta segunda temporada de “Élite” nos desplaza directamente al curso posterior a la muerte de Marina. Con el recuerdo de los hechos sucedidos el anterior curso lectivo en “Las Encinas” aun flotando en el aire, los estudiantes nuevos y los veteranos van llegando de nuevo al instituto. Todos ellos intentan dar una imagen de normalidad, aunque los secretos que guardan entre todos pronto empiezan a causar estragos.

Entre los nuevos estudiantes nos encontramos con Cayetana (Georgina Amorós) y con Valerio (Jorge López). Ella es, como no, una rica hija de papá quien, ante los constantes viajes de sus padres, vive su vida perfecta en su fabulosa mansión, Valerio es el medio hermano de Lucrecia con quien además de su relación de familia, ha mantenido durante años, una incestuosa relación sexual.

Durante los primeros días del curso, la tensión se puede cortar con un cuchillo en los pasillos de “Las Encinas”, ya que mientras Samuel intenta demostrar que su hermano Nano es inocente para sacarlo de la cárcel, Polo y el resto de alumnos pretenden esconder lo sucedido con Marina a su hermano Guzmán quien, a la vez, continua como un loco sin aceptar la muerte de su hermana.

Por si fuera poco, a los pocos días del comienzo del curso, Samuel desaparece en extrañas circunstancias, provocando que la policía empiece su búsqueda y los interrogatorios. Mientras la investigación avanza, se van sabiendo más cosas, descubrimos también que la pareja formada por Omar y Ander continúa avanzando en su relación, ya que Omar, después de soportar mucho, decide enfrentarse a su padre, quien sin miramientos le echa de casa, provocando la auténtica salida del armario del joven.

También toma su protagonismo Cayetana, y lo hace tanto mediante sus declaraciones a la policía como en sus intentos de aparentar su pertenencia a la alta sociedad como el resto de sus compañeros del instituto, aunque ella tenga que esconder tanto su origen como su situación real.

Una vez más, el éxito de una primera temporada no muy brillante, aunque muy efectiva, ha dado paso a una segunda temporada que, intenta aprovechar el tirón de la primera en base a crear un argumento que aprovecha un cabo no atado en la primera para crear una nueva historia relacionada. En esta ocasión, no os vamos a engañar, la historia es bastante más floja (la desaparición de Samuel) aunque intentan desarrollarla con pequeños saltos temporales, desde el despacho de la policía.

Desde el punto de vista interpretativo, los miembros de este equipo nos mantenemos en lo que ya os contamos en nuestra crítica de la primera temporada de “Élite”, es decir, que no han aprovechado ni el éxito ni el parón entre temporadas para mejorar un casting frío y sin más gancho que algunos secundarios (Danna Paola, Omar Ayuso y Arón Piper) a los que, en esta ocasión añadimos las dos incorporaciones, Jorge López y Georgina Amorós, ambas actuaciones con bastante más gancho que el resto.

Bajo nuestro particular punto de vista, a esta segunda temporada de “Élite” le reconocemos que, pese a que por momentos se nos ha hecho lenta y tediosa, al final nos ha acabado enganchando.

Por todo lo que os hemos contado, a esta segunda temporada de “Élite” le mantenemos la misma nota que le pusimos en su temporada inaugural, un 4.5 sobre 10.




Título original: “Élite” – España
Género: Drama, Thriller, Adolescentes
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2019 (segunda temporada)
Capítulos: 16 (en dos temporadas)


domingo, 13 de octubre de 2019

Kiki, el amor se hace

Poster de "Kiki, el amor se hace"
Nuestra lista de películas que tenemos intención de ver no ha dejado de inflarse más y más, sobre todo desde que han caído a nuestras manos tres de las plataformas de streaming que han actualmente en el mercado español, Netflix, HBO y Amazon Video.

Con todo, una de las películas que más tiempo hacía que estaba en dicha lista y siempre, por algún motivo u otro, acabábamos descartando era la española “Kiki, el amor se hace”. En la mayoría de ocasiones, nos frenábamos por Paco León (reconocemos que nos gusta, pero en pequeñas dosis y aquí, dirige, actúa y es guionista), en otras, por el mero hecho de estar catalogada como comedia sobre el sexo y ser española, tres conceptos que, hasta el momento, no encajan mucho.

Finalmente, hace unos días nos decidimos a darle una oportunidad a “Kiki, el amor se hace”, así pues, nos acomodamos en el sofá, pulsamos el play y hoy, os lo contamos en este pequeño rincón.

“Kiki, el amor se hace” nos desplaza a un barrio del extrarradio de Madrid donde nos encontramos con una pareja haciendo el amor, Natalia y Alex. Al acabar Natalia le confiesa a Alex que, pese a disfrutar con él, su gran orgasmo le llegó hace relativamente poco al ser robada en una gasolinera.

Al poco, una nueva pareja entra en acción, son Paco y Ana. Ambos se someten a terapia de pareja pues, después de muchos años de relación han caído en la monotonía. Al salir de la terapia e intentar poner en práctica lo aprendido, Belén, una vieja amiga de Paco llegará a su casa para instalarse y dar al traste con todos sus planes.

La tercera pareja es la compuesta por Candela y Luís, dos feriantes que llevan más de dos años intentando desesperadamente tener hijos, aunque ningún método les funciona. Después de múltiples revisiones y comprobar que todo está bien, la doctora le comenta a Candela que quizá el problema venga porque ella no llega al orgasmo.

Luís y Mari Paz son un matrimonio de clase alta que las cosas les va a pedir de boca, sobre todo en lo económico ya que en lo sexual, Mari Paz no ha superado su accidente que la dejó en silla de ruedas y Luís sólo se excita viendo dormir a su mujer.

El último personaje en liza es Alexandra, un chica joven que trabaja en una empresa que ayuda a personas sordomudas a hacer llamadas telefónicas. Alexandra intenta ligar, pero es una chica cargada de peculiaridades… la principal que se excita y mucho al tocar telas de seda.

Como veis, cinco historias únicamente conectadas por un hilo, las curiosas filias sexuales de sus protagonistas quienes, además de descubrirlas poco a poco, deberán aceptarlas e intentar llevar a cabo su propia vida sin afectar, demasiado, a las de los demás, aunque ¿lo conseguirán? Evidentemente nosotros lo sabemos, pero como también es evidente, no os lo contaremos en esta crítica.

Lo que sí os contaremos es nuestra opinión sobre los diferentes apartados técnicos de “Kiki, el amor se hace”.

Técnicamente, “Kiki, el amor se hace” nos ha dejado bastante fríos ya que, esperábamos mucho más, sobre todo, en su faceta más cómica. Sí, realmente nosotros esperábamos una comedia y nos encontramos con un género un tanto indescriptible ya que, pese a tener varias escenas de comedia, gran parte del metraje de “Kiki, el amor se hace” se centra en contarnos las cinco filias sexuales (harpaxofilia, el poliamor, dracifilia, somnofilia y eliflia), su descubrimiento y su aceptación. Técnicamente, nos gustaría destacar en positivo de “Kiki, el amor se hace” su montaje, su fotografía y su banda sonora.

En cuanto al apartado interpretativo os diremos que, bajo nuestra modesta opinión, es donde “Kiki, el amor se hace” tiene su principal baza, y la tiene especialmente en su elenco femenino donde destacan especialmente: Belén Cuesta, Candela Peña y Alexandra Jiménez, en esta cinta, ellas llevan el peso interpretativo, adaptándose plenamente a las secuencias de comedia y a las de drama y eclipsando caso por completo a sus respectivas parejas.

Como os hemos dicho anteriormente, esperábamos mucho más de “Kiki, el amor se hace”, aunque quizá solo nos dejamos llevar por su potente campaña publicitaria. Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Kiki, el amor se hace” es de un 5 sobre 10.





Título original: “Kiki, el amor se hace” – España – 2016
Dirección: Paco León
Duración: 102 minutos
Género: Comedia

lunes, 7 de octubre de 2019

Beautiful boy: siempre serás mi hijo

Poster de Beautiful boy: siempre serás mi hijo
Con casi total seguridad si, desde este pequeño rincón, os pedimos cuales son los principales problemas que tiene la sociedad que estamos montando entre todos, estamos seguros que, a parte de la corrupción, de la contaminación y de la falta de trabajo, en los primeros puestos de la lista aparecería la drogadicción.

Sin lugar a dudas la adicción a las drogas es una de las grandes lacras con las que nos está tocando lidiar. Todos hemos conocido casos de drogadicción (ya sea por televisión o más cercanos), aunque quizá pocas veces nos hemos puesto a empatizar con los otros sufridores de esos casos, los familiares del drogadicto.

En 2018 llegó a nuestras carteleras “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” una película que, basada en dos libros publicados en 2008, escritos por David Sheff y su hijo Nic, narra la historia del propio David en relación a la adicción de su hijo Nic.

Beautiful boy” empieza presentándonos a David Sheff (a quien da vida Steve Carell), un periodista de San Francisco acudiendo a un especialista para que le cuente todo lo que pueda sobre las drogas y las reacciones que provocan. David asume al doctor que no va a escribir ningún artículo, que lo necesita para saber por lo que está pasando su hijo Nic (Timothée Chalamet) un joven adicto a la metanfetamina y a otras drogas.

A partir de este momento, y en base a múltiples flashbacks, “Beautiful boy” empieza a narrarnos los años de infancia de Nic. En esa época, David y su esposa se separaron forzando al pequeño Nic a hacer viajes regulares a Nueva York para estar con su madre. Poco después, David se casa de nuevo ampliando la familia con dos nuevos hijos. Pese a todos estos cambios, Nic los acepta completamente manteniendo a la vez, una fuerte relación con su padre.

Años más tarde, y con Nic ya adolescente, la vida de este sufre un nuevo vuelco ya que, el pequeño alegre y querido por todos deja paso a un joven introvertido, hostil por momentos y con algunas dificultades de comunicación. Un día, Nic desaparece de su casa preocupando y mucho a su padre. En plena desesperación, David empieza a buscar entre las cosas de su hijo descubriendo algunas ilustraciones y textos casi sin sentido para él.

Nic regresa de esta desaparición totalmente cambiado, ha probado las drogas y sin remedio, se ha convertido en un adicto. A partir de este punto, y teniendo en cuenta los conocimientos que va adquiriendo David, intenta a toda costa hacer reaccionar a su hijo para sacarlo del pozo donde se ha metido.

En pleno camino de autodestrucción personal e impulsado por su padre, Nic empieza no una, sino varias terapias de desintoxicación. Desgraciadamente, parece que cada paso en su camino de curación es un escalón más de caída personal, una caída donde por momentos parece que incluso puede arrastrar a su sufrido padre.

¿Consigue David Sheff hacer reaccionar a su hijo? Como ya os podéis imaginar, y aunque “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” se trate de una película basada en hechos reales, nosotros dejaremos aquí su desglose argumental para centrarnos más en su análisis más técnico.

Técnicamente “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” nos ha sorprendido, aunque no exclusivamente por buenas razones. Si por un lado le agradecemos que, en ningún caso haya caído en el amarillismo ni en el morbo fácil de las múltiples escenas en que Nic se droga, tenemos que criticarle tanto el excesivo metraje (de casi 2 horas) como la decisión de montar el desarrollo argumental y el guion en torno a saltos tanto espaciales como temporales, a todas luces excesivos para la historia que se quiere contar, provocando por momentos, que el espectador se pierda en la historia y en lo que, tan repetidamente nos quiere contar, el drama de la lucha de un padre para salvar a su hijo.

Desde el punto de vista interpretativo es donde encontramos la principal baza de “Beautiful boy” ya que tanto Steve Carell como Timothée Chalamet están realmente brillantes. Steve Carell se entrega totalmente a dar vida a ese padre torturado que intenta salvar a su hijo del infierno de las drogas, mientras que un Chalamet en auténtico estado de gracia consigue bordar su actuación dando vida al politoxicómano Nic, y todo sin obviar la química que hay entre ambos.

Por todo lo que os hemos contado, y aunque “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” se queda excesivamente corta o demasiado políticamente correcta en algunos casos, nuestra nota final para ella es de un 7.5 sobre 10.




Título original: “Beautiful boy” – USA – 2018
Dirigida por: Felix Van Groeningen
Duración: 111 minutos
Género: drama, adolescencia, drogas
martes, 1 de octubre de 2019

Ex Machina

Cartel de Ex Machina
Desde que a mediados del pasado siglo XX empezaran publicarse y a tener cierta popularidad las obras Isaac Asimov, el maestro de ciencia ficción, la industria del cine descubrió un auténtico filón para llenar sus arcas a la par que divulgaba al gran público las cavilaciones y teorías del escritor y profesor de bioquímica.

Aunque en numerosas ocasiones se ha aprovechado el campo de la ciencia ficción para dar rienda suelta a los efectos especiales, los cromas imposibles y a espectáculos difíciles de justificar, de vez en cuando aparece en nuestras carteleras un título que vuelve a poner este maltratado género donde realmente le corresponde.

Uno de estos títulos llegó a nuestras carteleras en 2015, y no lo hizo desde la meca del cine, sino que lo hizo desde el Reino Unido. Sí, hoy en este pequeño rincón os hablaremos de la película: “Ex Machina”.

“Ex Machina” empieza situándonos en un entorno totalmente tecnológico, en una de las salas de programación de la empresa Bluebook, propietaria del motor de búsqueda más popular del mundo. En esa sala nos encontramos con el joven programador Caleb (a quien da vida Domhnall Gleeson), quien para su sorpresa es agraciado con el premio gordo de un sorteo que organiza la empresa, como recompensa pasará una semana a solas con Nathan (Oscar Isaac) el excéntrico presidente de la compañía en su centro de investigación particular en las montañas de Alaska.

La llegada de Caleb a la mansión de Nathan no puede ser más sorprendente, ya que la mansión parece un bunker, con férreos controles biométricos de seguridad y en el que únicamente vive el multimillonario magnate, un hombre solitario y controlador obsesionado en su último gran proyecto, en el que pretende implicar a su invitado, del que espera que le ayude a determinar si una máquina de su invención tiene o no inteligencia.

Cuando Caleb acepta, Nathan le presenta al robot en cuestión, se trata de Ava (a quien da vida Alicia Vikander), un androide con bellísimos rasgos femeninos. En su primer encuentro, Caleb y Ava quedan encerrados en la acristalada habitación (convenientemente video-vigilada por Nathan), como si se trataran de los originales Adán y Eva.

Con el paso de las sesiones, Ava y Caleb van cogiendo confianza, Ava le hace dibujos, le pregunta por el exterior, por los sentimientos (le pregunta si considera Nathan su amigo, reprochándole a Caleb su afirmativa respuesta), por sus ilusiones, etc. Caleb pronto empieza a sentirse atraído por ella.

Como es evidente, la historia entre Caleb, Ava y Nathan se complica, aunque como también es evidente, en este rincón no os lo contaremos, pues dicha complicación forma parte del sorprendente desenlace de “Ex Machina”.


Ava y Caleb, los protagonistas de "Ex Machina"
Ava y Caleb, los protagonistas de "Ex Machina"


Técnicamente os diremos que “Ex Machina” nos ha sorprendido y mucho, pues ha conseguido, en base a una historia de ciencia ficción, crear un auténtico rompecabezas argumental donde cada uno de los tres personajes de la historia tiene tanto sus momentos de protagonismo, como sus momentos de secundario. También nos gustaría destacar de “Ex Machina” dos puntos más donde fallan muchas otras películas, el primero de estos puntos son los constantes giros argumentales (necesarios, bien montados y bien resueltos) y el otro punto, los diálogos entre los protagonistas, los cuales provocan la reflexión del espectador sobre los derechos, las libertades, los límites de la experimentación y haciéndole plantear las diferencias entre humanos y máquinas. Sin lugar a dudas, un cúmulo de grandes aciertos para el debutante Alex Garland.

Otro de los grandísimos aciertos de “Ex Machina” es su casting, tan corto en cantidad como brillante en calidad. Los tres protagonistas principales están realmente espléndidos, aunque para los miembros de este equipo destacan: Domhnall Gleeson dando vida al genio-ingenuo Caleb y la maravillosa Alicia Vikander quien consigue superar la frialdad de su personaje, Ava, para hacer que consigamos empatizar con ella en la búsqueda de su propia vida u existencia.

“Ex Machina” es una de esas películas que supera el límite de los géneros cinematográficos mezclando varios géneros con el objetivo hacernos pensar, consiguiendo además que permanezca en nuestro cerebro. Por todo ello, nuestra nota final para “Ex Machina” es de un 8 sobre 10.





Título original: “Ex Machina” – Reino Unido – 2015
Dirigida por:  Alex Garland
Duración: 108 minutos
Género: Ciencia Ficción, Thriller, Drama