Desde hace unos años, hay una noticia que
casi día tras día aparece en los periódicos o en los destacados de todos los noticiarios,
el drama de la inmigración ilegal que intenta entrar en Europa, ya sea mediante
pateras o mediante viejos buques cargados hasta el mástil, buscando, eso sí, un
puerto en el sur del viejo continente dónde desembarcar, maltrechos pero
cargados de ilusiones.
Cuando cayó en nuestras manos una copia
de “Edén al Oeste” del griego Costa-Gavras, nos llamó poderosamente la atención.
¿Cómo un auténtico especialista en el cine de ficción social relataría el drama
de la inmigración?
El inicio de la trama nos sitúa a bordo
de un viejo buque cargado de inmigrantes que intentan llegar a Europa, lo que
ellos consideran la tierra de las oportunidades. Sin más que lo que llevan
puesto, y mientras intentan aprender cuatro frases que les abran algunas
puertas, el viejo buque es interceptado por la policía costera, y varios de sus
ocupantes se tiran al mar, entre ellos el joven Elías (a quien da vida Riccardo
Scamarcio).
Después de escapar por los pelos de la
policía costera, Elías llega a la playa del complejo hotelero “Edén” en la
costa griega. Allí, los ricos de media Europa comen, beben, bailan y usan la
playa nudista sin la intromisión de curiosos. Preso del temor por ser
descubierto, Elías intenta integrarse entre la gente, aunque al final, acaba
siendo confundido entre el personal del resort.
Poco después, la policía de inmigración
aparece en el “Edén” e inician la investigación, ya que creen que algunos de
los inmigrantes están allí. Por suerte para nuestro protagonista, consigue
hacer amistad especial con una alemana rica quien le ayuda a iniciar su camino hacia
París, el destino de su ansiada libertad.
A partir de este momento, Elías emprende
una nueva etapa en su particular viaje hacia la ansiada libertad. Engaños, robos,
descubrimientos sorprendentes, nuevos amigos, etc. Un sinfín de aventuras que
reflejan a la perfección el drama de la inmigración, aunque evidentemente, no
os vamos a contar el desenlace final del viaje de Elías, lo que sí haremos será
dar nuestra valoración de la película.
Argumentalmente, la cinta está perfectamente
organizada y montada para meternos totalmente en la historia de Elías y, por
extensión, en la de muchos de los inmigrantes que llegan a nuestras costas.
Seguramente Costa-Gavras hubiese podido arriesgar más e intentar sorprender, aunque
seguramente hubiese perdido esa magia que sólo los grandes saben darle y que
“Edén al oeste”.
En cuanto a las interpretaciones, únicamente
debemos resaltar el trabajo de Riccardo Scamarcio, ya que es el único
protagonista de la historia, y realmente lo hace bien. Por momentos, uno puede
criticarle una excesiva inexpresividad (como en otros trabajos suyos) pero
realmente en esta cinta su expresividad juega a su favor para transmitirnos la
inseguridad y los miedos de los inmigrantes. Por nuestra parte, gran trabajo.
Seguramente no estamos ante una gran obra
maestra, aunque sí que estamos ante un gran título del cine europeo, atemporal
en temática, bien tramado y bien desarrollado. Por tanto nuestra nota es de un
7 sobre 10.
Título original: "Eden à l'Ouest " - 2009 - Francia
Dirigida por: Constantin Costa-Gavras
Duración: 110 minutos
Género: Drama