lunes, 25 de mayo de 2020

Wonder

Wonder Poster
Sin lugar a dudas, vivimos en un mundo cada vez más globalizado donde las fronteras son meramente, instrumentos políticos. Con todo, y pese a que físicamente podemos movernos por casi todo el globo terráqueo sin más limitaciones que las presupuestarias, cada uno de nosotros tiene varios submundos donde vivir. Sí, tenemos nuestros pequeños mundos donde nos sentimos seguros, con nuestros límites y fronteras (nuestra ciudad, nuestro grupo de amigos, nuestra propia casa, etc.).

Estaréis de acuerdo con nosotros que, aunque esto es común para todos, la situación se complica cuando una persona padece algún condicionante o alguna enfermedad que le hace “diferente” al resto ya que, en esos casos, fuera del mundo más cercano a esta persona, su seguridad se diluye.

Este mundo más cerrado y su apertura ha sido reflejado, a lo largo de la historia, en múltiples películas y libros. Uno de estos libros, escrito por Raquel Palacio vio la luz en 2012 y cinco años después, en 2017 tuvo una adaptación al cine de la cual, hoy os hablaremos en este pequeño rincón, se trata del drama “Wonder”.

“Wonder” empieza desplazándonos al norte de Manhattan (Nueva York) donde nos encontramos con el pequeño August “Auggie” Pullman (interpretado por Jacob Tremblay) y con sus padres Isabel (Julia Roberts) y Nate (Owen Wilson) y su hermana mayor Olivia. Los cuatro conforman lo que podríamos llamar una familia de clase media-alta con un pequeño-gran problema, “Auggie” sufre una enfermedad que le ha desfigurado completamente la cara.

“Auggie” de 10 años es un niño inteligente y dulce que, a su edad, debe enfrentarse por primera vez al hecho de ir a la escuela ya que, hasta el momento ha sido su madre quien le ha dado clases particulares, pero en vistas a su paso a secundaria debe prepararse en una escuela.

Los problemas en la escuela no tardan a aparecer con burlas y marginaciones. Solo un niño, Jack se muestra cercano convirtiéndose en su amigo, aunque durante una fiesta de disfraces descubre, de la peor manera posible, que Jack actúa movido por órdenes del director del centro (Traseronian). “Auggie” se viene abajo y pone distancia con Jack, su único amigo en la escuela mientras, en su cabeza la idea de abandonar la escuela empieza a tomar forma.

Días más tarde, una compañera de clase le hace ver a Jack que el distanciamiento de “Auggie” es consecuencia de sus actos y este, arrepentido, reacciona volviéndose a acercar a “Auggie” y protegiéndolo de las continuas agresiones de Julián, el matón del curso quien acaba siendo expulsado de la escuela.

Auggie, Jack y una amiga
Auggie, Jack y una amiga


Como bien os podéis imaginar suceden bastantes más cosas en las casi dos horas de metraje de “Wonder” pero nosotros dejaremos aquí nuestro resumen argumental.

Técnicamente os diremos que “Wonder” tiene un gran hándicap, el buenismo de lo políticamente correcto. Desde el minuto uno “Wonder” nos muestra por donde irá, la tolerancia hacia diferencia, la lucha por la integración de las personas distintas, el bullying. Con todo, y pese a que la idea es genial, el argumento y el desarrollo de “Wonder” se queda totalmente en el esquematismo, la superficialidad, la falta total de sorpresas y en demasiadas ocasiones, excesivos momentos de moralina.

Por el contrario, uno de los grandes puntos a favor de “Wonder” es su casting destacando ante todos el pequeño Jacob Tremblay dando vida de “Auggie” y convirtiéndolo en un personaje 100% natural por el que sentir empatía (sin caer en la pena ni en lo lacrimógeno). También queremos destacar tanto el trabajo de Julia Roberts y de Owen Wilson ya que, cuando aparece la primera en pantalla la copa totalmente dando vida, con dolor y pesar a la madre del pequeño protagonista y el segundo consigue dar credibilidad a ese padre medio ausente, pero a la vez, amigo de su hijo. Lo dicho, lo mejor de “Wonder”.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Wonder” es un 7.5 sobre 10.






Título original: “Wonder” - USA – 2017
Dirigida por:Stephen Chbosky
Duración: 113 minutos
Género: Drama
viernes, 22 de mayo de 2020

La casa de las flores - Temporada 3

La casa de las flores temporada 3 Poster
"Ay, por favor” ¡Cuanto vamos a echar de menos a la gran Paulina de Mora! Esa mujer directa, sin tapujos y que no tiene miedo a decir nada, aunque lo diga de una forma más que peculiar. Al final habrá estado entre nosotros sólo un par añitos, pero su rastro y personalidad, perdurará. La descubrimos en agosto de 2018, cuando la plataforma de streaming Netflix lanzó la serie mexicana “La casa de las flores” convirtiéndose para nosotros en un personaje entrañable.

Poco más de un año después de su estreno llegó a nuestras pantallas la segunda temporada de “La casa de las flores”, una temporada que, por cierto, ya os podemos decir que es la más floja de las tres que tiene esta serie. Finalmente, y en pleno confinamiento por la pandemia del COVID-19 llegó al catálogo de la plataforma la tercera temporada (y temporada final) de “La casa de las flores” y como no podía ser de otra forma, los miembros de este equipo nos hicimos con nuestro hueco en el sofá para verla de un tirón.

Esta tercera temporada de “La casa de las flores” empieza justo en el punto donde lo dejó su fallida predecesora, con Paulina de la Mora (Cecilia Suárez) entrando en prisión después de entregarse y su hermana Elena (Aislinn Derbez) en coma en el hospital después del accidente que sufrió.

La vida para Paulina se complica por momentos ya que, en la cárcel además de tener de compartir celda con Jenny, la ex líder de la secta de “La parvada” que su familia denunció, debe enfrentarse a la hostilidad de sus compañeras de presidio instigadas por la propia Jenny. Por si fuera poco, Victoria, la madre de Verónica y abuela de Paulina, Elena y Julián, llega a la casa grande para hacerse cargo de ella, complicando y mucho la vida de todos por su forma de ser y de tratarles.

Por sorpresa de todos y como María José no puede desplazarse a México por trabajo, envía en su lugar a su hermana Purificación, pero esta, presa por una envidia insana, más que ayudar a Paulina, le complica la vida, pues queda verla, por tiempo, encerrada en la cárcel mientras ella, se hace pasar por María José.

A quienes parece que todo les va viento en popa es a la pareja formada Julián y Diego, aunque tienen que hacer frente a dos problemas graves, la salida del armario definitiva de Diego ante sus homófobos padres y el descubrimiento de que Elena, aún en coma, está embarazada de Diego.

Pero como todo tiene un inicio y para evitar el desaguisado de la temporada previa,  la historia se desplaza a modo de flashbacks y simultaneando con lo que os estamos contado, a un ya lejano 1979, allí nos encontramos con una Victoria controladora que mantiene a su marido enfermo encerrado en la habitación mientras extiende su control sobre una joven Verónica (a quien da vida Isabel Burr).

Victoria, ansiosa de dinero y de poder pretende casar a su hija con la mejor opción, aunque esta no puede ni verlo. Cansada de la déspota de su madre, Verónica y su novio Salomón “Salo” Cohen y dos amigos, Ernesto de la Mora y Patricio “Pato” Lascurain deciden irse a pasar unas vacaciones de diversión lejos de la casa grande.

Durante esas vacaciones, el alcohol y las drogas corren con fluidez entre los cuatro jóvenes mientras disfrutan del sexo, los ligues y las fiestas. Por un lado, y aunque “Pato” es homosexual, después de intentar ligar con varios chicos, acaba teniendo sexo con Verónica a vistas de Ernesto, mientras el resto de tiempo, esta lo pasa con su novio “Salo”. Unas vacaciones que, poco a poco se van llenando de secretos casi inconfesables que acompañarán a los cuatro amigos hasta nuestros días.


Pato, Virginia, Ernesto y Salo en el desfile del orgullo gay 1979

Pato, Virginia, Ernesto y Salo en el desfile del orgullo gay 1979



¿Cómo acaba Virginia con Ernesto si su novio era “Salo” y tiene sexo con “Pato”? Y en la actualidad ¿saldrá Paulina de la cárcel pese a tener a Puri de defensora? Y más importante aún ¿quedará la casa grande en manos de los hermanos De La Mora? Como ya os podéis imaginar, nosotros sabemos la respuesta a estas preguntas, aunque no os descubriremos nada si os decimos que, aquí no encontraréis ninguna respuesta.

Técnicamente, nos gustaría remarcar el excelente trabajo de Manolo Caro, el creador y director de “La casa de las flores” ya que, después de una temporada realmente floja ha conseguido recuperar la chispa, el humor y la magia que hace dos años nos enganchó a una mayoría. En este cierre de la historia, el humor y la crítica social han vuelto por todo lo alto, y lo han hecho con unos personajes potentes, una escenografía cuidada y todo envuelto con un halo de purpurina LGTB que consigue hacernos vibrar durante los 11 capítulos de esta temporada.

Desde el punto de vista interpretativo, queremos remarcar que, de acuerdo a la potente personalidad que se les dibuja, todo el plantel de actores está magistral, aunque brillan especialmente, la gran Cecilia Suárez dando vida a esa Paulina que nos acompañará para siempre, Paco y María León dando vida a los hermanos Riquelme y, aunque parezca mentira, las nuevas incorporaciones: Isabel Burr dando vida a la joven Virginia y Christian Chávez interpretando brillantemente a un sorprendente “Pato”.

En definitiva, y una vez finalizada “La casa de las flores”, podemos deciros que es una serie que desde el primer momento ha optado por la inclusión de la diversidad, tratando sin tapujos temas como la homosexualidad, la transexualidad, la prostitución, la infidelidad, las drogas y todo, en base a unos personajes bien detallados, bien construidos y destilando frescura y diversión por los cuatro costados (salvo en la segunda temporada).

Por todo lo que os hemos contado nuestra nota final para esta tercera temporada de “La casa de las flores” es de 8.5 sobre 10.




Título original: “La casa de las flores” – México
Género: Drama,
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2020 (tercera y última temporada)
Capítulos: 33 capítulos