sábado, 25 de febrero de 2023

Instintos ocultos

Instintos Ocultos - Voyagers - Poster
Desde que a mediados del pasado siglo XX el escritor británico William Golding lanzara su novela más exitosa, y por la que se le recuerda, “El Señor de las Moscas” (“Lord of the flies”), son decenas las varias las adaptaciones al cine e incontables las influencias que ha tenido tanto en el séptimo arte como en series de televisión, y no es para menos ya que, ha sido leída por millones de personas, transmitiendo así, su potente moraleja.

Sí, siguiendo sus propias vivencias en la Marina, Golding plasmó en su obra como un grupo de niños tenías que sobrevivir en solitario en una isla desierta, enfrentarse en solitario a peligros, crecer y hacerse adultos y sobre todo, organizarse como sociedad adaptando roles y responsabilidades.

Hoy, en este rincón, os hablaremos de una película estrenada con muy poco éxito en 2021 que, pese a no tener nada que ver con “El Señor de las moscas”, muy pronto le sacareis paralelismos, os hablamos de la cinta de ciencia ficción “Instintos ocultos” (“Voyagers”).

“Instintos ocultos” empieza desplazándonos a un futuro relativamente cercano, 2063, con una Tierra devastada por el cambio climático y con la apremiante necesidad de encontrar un nuevo lugar donde vivir. Dicho lugar fue encontrado años atrás, pero tiene un gran problema, con la tecnología del momento, el viaje duraría 86 años, una duración inasumible para cualquier humano.

Con el fin de solucionar este pequeño problema, son llevados a la vida 30 niños gestados con tecnología in-vitro y mezclando sus genes con grandes genios. Los pequeños son criados en un complejo sin contacto con el resto de unidad, con el único objetivo de, cuando tengan una edad mínimo emprenderán el viaje al nuevo mundo con la vida programada para que, sus nietos lleguen a destino.

Cuando la misión está a punto de lanzarse, el educador y comandante Richard (Colin Farrell) decide apuntarse a la misión dejando todo lo que tiene en la Tierra para acompañar y ayudar a los pequeños los primeros años.

Con el fin de optimizar recursos, se estipula que los niños se reproducirán “in-vitro” cuando tengan 24 años y sus hijos también, a la misma edad.

Diez años más tarde con los niños que ya han dejado la adolescencia, dos chicos, Christopher (Tye Sheridan) y Zac (Fion Whitehead) descubren que “la misión” les está controlando con una extraña sustancia química que, una vez analizada, descubren que les inhibe sexualmente y les mantiene tranquilos y dóciles. Obviamente abandonan su toma.

Poco después, Christopher y Richard deben salir al exterior de la nave para reparar la comunicación con la Tierra. Durante dicha misión, Richard muere, aparentemente atacado por un extraño ente que además provoca un incendio que daña varios sistemas de la nave.

Todo esto provoca que, siguiendo las instrucciones de la misión, los jóvenes escojan un nuevo líder, que resulta ser Christopher provocando la furia de Zac quien insta al resto a dejar de tomar la sustancia que les controla. Todo esto provoca que, a los pocos días, toda la tripulación saque a relucir su lado más salvaje, o por decirlo de otra forma, más primitivo.


Zac y Christopher enfrentados en "Instintos ocultos"
Zac y Christopher enfrentados en "Instintos ocultos"


Separados en dos grupos antagónicos, los de Zac se dedican a vivir la vida en todo su esplendor, sembrando el miedo sobre lo que mató a Richard, mientras que el grupo de Christopher, mucho más tranquilo, se dedica a intentar reparar la nave mientras descubre que es lo que realmente acabó con la vida de Richard, algo que nadie en la nave puede sospechar, pero que, nosotros nos guardaremos celosamente.

Técnicamente os diremos que, “Instintos ocultos” (o “Voyagers”) nos ha dejado muy fríos ya que, aunque creemos que no acaba de funcionar en casi ninguno de sus apartados. Para empezar, estamos antes una cinta de ciencia ficción pero a la vez, carece de varias de las características que la podrían definir, no tiene despliegues técnicos (en todo momento vemos que estamos en un estudio de cartón-piedra), no tiene giros argumentales que nos sorprendan y para colmo, no tiene ni la suficiente acción, ni drama ni suficiente comedia para enganchar al espectador.

Argumentalmente nos encontramos con una cinta que, pese a que empieza fuerte presentándonos un experimento tan espeluznante como sorprendente, este empuje pierde fuelle a medida que pasan los minutos y acaba con la muerte de Richard. A partir de este momento “Instintos ocultos” pierde el norte, centrándose exclusivamente, en los instintos ocultos (la violencia, el poder, el sexo, etc.) de los jóvenes.

En el apartado interpretativo, pues un poco más de lo mismo, no son malas interpretaciones, pero ninguna de ellas tiene ni una pizca de magia, parece que se han mimetizado con el entorno, tan frio y aséptico que podría estar grabada en un hospital.

En definitiva, en el equipo creemos que “Instintos ocultos” es una oportunidad perdida de centrarse en las cosas interesantes que nos proponía, la organización social, las dudas existenciales, la vida en el espacio, etc., para buscar un drama centrado en la acción que para nada funciona ni era necesaria.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Instintos ocultos” es de un 4.5 sobre 10.



Título original: “Voyagers” – 2021 – USA
Dirigida por: Neil Burger
Duración: 108 minutos
Género: Ciencia Ficción, thriller



lunes, 13 de febrero de 2023

El silencio de los corderos

El silencio de los corderos - Poster
En el cine todo es posible, sobre todo si hablamos de las historias que nos cuentan los celuloides (o ya más actualmente, los frames de los videos), pero hay cosas en el universo del cine que, por mucho que las imagines, nunca podrás prever de antemano.

Cuando a comienzos de los 90 del pasado siglo, un director de cine acostumbrado a hacer películas de poca monta, se pone a adaptar una novela de misterio y terror escrita por Thomas Harris, muy pocos pudieron imaginar que, por ese trabajo, y desde 1991 estarían ante todo un clásico del cine de terror.

Como ya os habréis imaginado, en esta entrada os queremos hablar de la brillante cinta terror o thriller psicológico: “El silencio de los corderos”.

“El silencio de los corderos” empieza presentándonos a la joven Clarice Starling (a quien da vida Jodie Foster), una investigadora en formación del FBI que debe interrumpir su entrenamiento al ser requerida por su jefe, un agente de la Unidad de Ciencias del Comportamiento. La necesitan para que vaya a hacer un cuestionario al asesino en serie y caníbal, Hannibal Lecter (Anthony Hopkins).

El objetivo de Clarice no es recabar información sobre Lecter, quien está preso en la prisión hospital para criminales dementes de Baltimore, si no conseguir de él información sobre otro asesino en serie apodado “Buffalo Bill” quien después de torturar a mujeres, las mata y les quita parte de su piel.

Aunque muy temerosa, a Clarice no le cuesta mucho entablar conversación con el profesor Lecter (recordemos que, además de asesino, es psiquiatra), quien intenta llevarla a su lado con acertados juegos de palabras y miradas. Después de un intento de rechazo de ofrecerle ayuda, Lecter le acaba diciendo, como pista, que intente localizar a un antiguo paciente suyo.

Esta pista acerca, un poco, al FBI a “Buffalo Bill” pero cuando Clarice vuelve a visitar a Lecter, este le propone un intercambio de cromos, él le da información, pero ella consigue que le trasladen lejos de Baltimore y lejos del director del hospital.

Lejos de allí, una nueva chica, la quinta, es secuestrada y posteriormente salvajemente asesinada por Bill.

Ante estos hechos, el FBI cede y acepta el traslado de Lecter aunque este, añade una nueva condición, información personal de Clarice a cambio de información personal de Bill. El intercambio va viento en popa, ya que mientras la chica le cuenta cosas de su padre, Lecter le cuenta que Bill es presa de una obsesión en la transformación porque cree que es transexual, pero le indica que todo es consecuencia de los años de abusos que ha tenido que soportar.

Como quien no quiere la cosa, el director del hospital le cuenta a Lecter que el trato que le han ofrecido es mentira y que él, con la ayuda de una senadora puede transferirle, si él se lleva todo el mérito de dar con Bill. Lecter acepta a cambio de algunas condiciones extra que, sin lugar a dudas le dará cierta ventaja en el plan que está urdiendo.

Hannibal Lecter y Clarice
Hannibal Lecter y Clarice



Una noche, cuando Lecter ya está en el nuevo destino que le ha proporcionado Bill y mientras disfruta de una cena especial, ejecuta su plan, asesina a sus dos vigilantes y logra escapar haciéndose pasar por uno de sus malheridos guardias.

A partir de este momento, todo se precipita, Lecter continúa ayudando a Clarice y esta, poco a poco se acerca a Bill, aunque quizá no tan rápido como para interceptarle antes de continúe matando, aunque esto, como ya os podéis imaginar, nos lo guardaremos celosamente.

Técnicamente en “El silencio de los corderos” estamos ante una película realmente especial, una de esas películas imposibles de encasillar más allá de la genialidad de su ejecución. Para muchos es un thriller, pero la verdad es que mezcla con maestría este género con el terror y el policiaco, sin saber al final, cuál de ellos predomina.

Otro de los grandes puntos que marcan “El silencio de los corderos” y lo hace, además, positivamente, es la construcción del desarrollo argumental y de los personajes, tanto principales como secundarios. Mientras unos son definidos eficazmente con pocas frases, los otros son definidos casi a la perfección, tanto el monstruo elegante y señorial que es el asesino en serie Hannibal Lecter, como su rival, la joven y brillante estudiante del FBI, Clarice Starling. Y todo, acompañado de unos diálogos punzantes, casi perfectos que nos hacen estremecer sin remedio.

Interpretativamente hablando, en “El silencio de los corderos” estamos ante una auténtica joya con dos monstruos interpretativos encabezando el cartel, Jodie Foster dando vida a la joven estudiante del FBI y Sir Anthony Hopkins poniéndose en la piel del inteligente asesino en serie Hannibal Lecter. Hopkins, con su trabajo consigue algo, casi inigualable, en poco más de 15 minutos (no tiene más papel) se fusiona tanto con su personaje que lo convierte en un icono, un mito de la cultura popular. Foster, dando vida a su complejo personaje nos demostró que es capaz de lo mejor, siendo capaz de mostrarnos varias Clarice en la misma película, algo al alcance de muy pocos profesionales.

Y si con esto no fuera suficiente, la esmerada banda sonora ayuda a acabar de conformar la magnífica, brillante y siniestra “El silencio de los corderos”.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El silencio de los corderos” es de un 9 sobre 10.



Título original: “The Silence of the lambs” – 1991 – EUA
Dirigida por: Jonathan Demme
Duración: 115 minutos
Género: Thriller, Intriga, Policiaco

 

jueves, 2 de febrero de 2023

Sin novedad en el frente

Sin novedad en el frente - Poster
Desde que el cine es cine, y lleva ya más de 100 años de historia, la inicialmente llamada industria del celuloide ha llevado a la gran (y últimamente a la pequeña) pantalla, cientos de películas ambientadas en alguna guerra. La gran mayoría de ellas, en la Segunda Guerra Mundial, pero también encontramos muchas sobre la Guerra de Vietnam y más localmente, sobre la Guerra Civil Española.

Más allá de reflejar la espectacularidad de una batalla con mucha acción y épica, son muchas las películas de este género, el bélico, que se centran en explorar la condición humana sometida a quizá, la situación más extrema a que se puede enfrentar, una confrontación entre el bien y el mal (cada bando tiene el suyo) llevada a las personas.

Desde el cine, se han reflejado casi todas las sensaciones y sufrimientos humanos provocados en y desde los campos de batalla, desde la muerte hasta amor surgido en el frente, presentándonos arduas discusiones políticas sobre quien tiene la verdad o no, e incluso pasando por el difícil trauma de apretar el gatillo para matar a un desconocido antes que él, te mate a ti.

Aunque lo hayamos visto ya muchas veces, como humanos, no aprendemos, después de muchas guerras y confrontaciones, continuamos luchando y matándonos fríamente unos a otros porque alguien ha decidido que así sea.

Hoy, en este pequeño rincón, os hablaremos de una película que está llamada a ser una de las grandes, un futuro clásico, la adaptación de la novela homónima de Erich Maria Remarque publicada en 1929, “Sin novedad en el frente”.

“Sin novedad en el frente” empieza desplazándonos a un ya lejano verano de 1916 y lo hace para llevarnos a una Alemania sumergida en la Primera Guerra Mundial. Allí nos encontramos con cuatro jóvenes, Albert, Müller, Tjaden y Paul (a quien da vida Felix Kammerer) un chico de 17 años que, junto a sus amigos algo mayores, se saltan las clases del instituto para alistarse como voluntarios en la guerra.

Los cuatro chicos desbordan entusiasmo, patriotismo y ganas de luchar en el frente para ayudar a su Alemania. Con todo, muy pronto se dan con la cruda realidad, sin apenas formación, son llevados como ganado al frente de batalla, en las trincheras del norte Francia.

Allí en las trincheras descubren la dureza de la guerra, los mandos psicópatas que, sin contarles nada les fuerza a salir de la trinchera y enfrentarse al rival sin conocer ni su número ni su fuerza. En uno de los primeros envites en que casi muere Paul, este conoce a un soldado veterano, Stan Katczinsky (“Kat” para los amigos).

Entre Kat y Paul nace una amistad que, bala a bala, batalla a batalla se va curtiendo y endureciendo al ritmo que, conocidos, amigos y compañeros se van quedando en el campo de batalla y de las trincheras.

Paralelamente a esto y al paso del tiempo, “Sin novedad en el frente” nos traslada a otro punto donde se lleva a cabo otra parte importante de la guerra, en los despachos donde se negocia una posible paz, allí nos encontramos con Matthias Erzberg (interpretado por Daniel Brühl) un ministro del gobierno alemán que, tras la pérdida de su hijo, lucha contra viento y marea por conseguir un armisticio y evitar a toda costa el retraso de la llegada de la paz que tantos muertos está causando entre los jóvenes de su país.

Tras muchas luchas cuerpo a cuerpo en el frente de batalla y temporadas de relativa paz donde los soldados alemanes deben buscarse la vida y la comida para subsistir, Erzberg arranca un compromiso de paz y una capitulación de Alemania lo cual mosqueará a algunos de los altos mandos en el frente y aprovecharán hasta el último minuto antes de la entrada en vigor de la misma, para enviar a jóvenes al campo de batalla.

Kat y Paul, los dos protagonistas de "Sin novedad en el frente"
Kat y Paul, los dos protagonistas de "Sin novedad en el frente"



Y hasta aquí, como siempre, es lo que os podemos contar del argumento de “Sin novedad en el frente”.

“Sin novedad en el frente” es una película de guerra, aunque totalmente antibélica, con unos contrastes brutales que te hacen vibrar de comienzo a fin de la misma. En los primeros compases nos encontramos con un grupo de ingenuos reclutas deseosos de luchar por su país, aunque poco se imaginan la brutal penuria y dureza de la guerra a la que se van a enfrentar en cuestión de días. Y durante todo el metraje, la cinta nos combina imágenes de jóvenes soldados masacrados en el frente guerra mientras sus mandos están cómodamente en sus despachos obsesionados por ganar, tomando decisiones sin sentido que machacan a sus agónicos soldados.

Una de las cosas más remarcables de “Sin novedad en el frente” es su soberbio montaje, el cual nos transmite sin pestañear el completo sinsentido de la inutilidad de la guerra, donde miles de jóvenes mueren atrozmente (desde asesinados a sangre fría hasta aplastados por un tanque, pasando por gases, fuego o mutilaciones) y con total inutilidad.

Muy destacable también la fotografía ya que, los rostros cubiertos de sangre y barro de los jóvenes soldados alemanes enfrentándose a un rival mejor armado, mejor preparado consigue transmitirnos casi a la perfección la terrible sensación de miedo, impotencia y terror que se viven en el frente.

Entrepretadamente hablando nos quitamos el sombrero ante el excelente trabajo del joven Felix Kammerer dando vida a Paul Baumer, el inocente joven de 17 años que decide, ilusionado, alistarse a la guerra. En su cara y su mirada descubriremos el horror de la guerra, la impotencia ante una realidad totalmente despiadada. Realmente brillante.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para este alegato anti-guerra titulado “Sin novedad en el frente” es de un 8.5 sobre 10.



Título original: “Im Westen nichts Neues” – Alemania – 2022
Dirigida por: Edward Berger
Duración: 147 minutos
Género: Drama, Acción, Bélico