Cinematográficamente
hablando, la última década nuestras salas de cine han
tenido unos protagonistas más que claros, los superhéroes, han proliferado como
setas en el bosque un otoño lluvioso, y ojo, no es malo, y menos para las arcas
de Disney (a través de su entramado de empresas entre las que podemos encontrar a Marvel).
Si nos
vamos unos años atrás, nos encontramos con otra prolífica década para la
industria del cine, aunque esta ocasión, con la proliferación de otro tipo de
personajes que, quizá, han marcado a muchos más que los superhéroes, los
asesinos en serie ¿Os acordáis de Hannibal Lecter? ¿Y de Ghostface? O incluso de Patrick Bateman, grandes
asesinos de los 90’s, aunque, ¿os acordáis de John Doe?
Seguramente
pocos habréis contestado que sí a las cuatro preguntas, y quizá muchos no
sepáis ni quien es John Doe, aunque si os decimos que es un asesino que llevó
de cabeza a unos pletóricos Morgan Freeman y Brad Pitt por allá 1995 quizá os
vendrá a la memoria. Sí, hoy en este rincón os hablaremos de un clásico del
thriller, la cinta de David Fincher: “Seven”.
La
historia de “Seven” empieza presentándonos a Somerset (a quien da vida Morgan Freeman),
un detective de homicidios de Nueva York que está en su última de semana de
trabajo antes de su jubilación cuando recibe el aviso de que ha
aparecido un cadáver en extrañas circunstancias. Dada la situación de Somerset, se le junta en la investigación el detective David Mills
(interpretado por Brad Pitt), un joven e impulsivo recién llegado a la gran
manzana.
Cuando
llegan a la escena del asesinato, se encuentran con algo totalmente impensable,
un hombre obeso atado ante una mesa al cual parece que obligaron a comer hasta,
literalmente, reventar. Ya de vuelta a la comisaría y vista la actitud de
Mills, Somerset intenta pasarle el caso, pero muy pronto, un nuevo asesinato le
hace replantear su decisión.
El
segundo asesinato es el de un abogado al que parece, le obligaron a cortarse
parte de su cuerpo y morir desangrado. Investigando el escenario del crimen encuentran,
escritas en sangre, la palabra ‘avaricia’. Somerset al verlo vuelve donde el
obeso y encuentra, escondida, la palabra ‘gula’, confirmando su suspecha de que están
ante un asesino en serie que representará con sus asesinatos, los siete pecados
capitales.
Gracias
a las pruebas encontradas en el despacho del abogado, unas huellas escondidas
tras un cuadro, Mills y Somerset se dirigen hacia un
apartamento donde se encuentran maniatado en la cama a un hombre moribundo,
lleva atado un año, y representa la ‘pereza’.
Tres
días, tres asesinatos y en todos, la confirmación de que el asesino es una persona
metódica que se toma mucho tiempo para llevar a cabo cada acto. Después de un
estudio de los libros que hablan sobre los siete pecados capitales y se han prestado en la red de bibliotecas, llegan hasta un hombre que se hace llamar John Doe
(interpretado por Kevin Spacey), aunque este logra huir disparándoles.
Escena de uno de los crímenes de "Seven" |
Poco
después de este encontronazo, una prostituta es brutalmente asesinada por su
cliente quien confiesa que Doe le ha obligado, representando la ‘lujuria’ y,
casi sin tiempo de reacción, una llamada les alerta de que una joven está
muriendo en su casa, Mills y Somerset se la encuentran desfigurada con una nota,
es la quinta víctima y representa la ‘soberbia’.
¿Encontrarán
a tiempo a John Doe? Es más, ¿conseguirán Mills y Somerset evitar que se
consuman los asesinatos de los siete pecados capitales? Como ya os podéis
imaginar, nosotros no os lo contaremos y menos, en este caso, en el que el
final de “Seven” es realmente espectacular y memorable.
Técnicamente
“Seven” representó en su momento, y continúa, aún a día de hoy representando a
uno de los máximos exponentes del género del thriller, consiguiendo mezclar con
maestría todos los ingredientes que definen dicho género: la tensión, un
argumento lleno de giros, una ambientación cuidada, tenebrosa y bien acompañada
por la banda sonora que envuelven a un asesino frio y despiadado, capaz de
lo más atroz y espeluznante.
En el
apartado interpretativo, nos quitamos el sombrero ante el dúo protagonista de
“Seven”, dos cracks de la interpretación para los que “Seven” representó un
punto y aparte en su carrera, por un lado, nos encontramos con un Brad Pitt
haciendo suyo un David Mills que, como él, crece dejando atrás su pasado (Pitt
el de guapo de Hollywood, y Mills el de detective pueblo), y por el otro,
tenemos a Morgan Freeman dando vida brillantemente a un Somerset, metódico y
experimentado, dos caras de la misma moneda que no solo se complementan si no que
se compensan. Y todo sin olvidar el buen trabajo de Kevin Spacey dando vida al
inteligente y atroz John Doe.
Somos
conscientes que, para mucha gente, “Seven” es demasiado fuerte, aunque para
nosotros, es todo un clásico del cine, un imperdible. Por todo lo que os hemos
contado, nuestra nota final para “Seven” es de un 8.5 sobre 10.
Título original: “Seven” – USA – 1995
Dirigida por: David Fincher
Duración: 127 minutos
Género: drama, Thriller, policiaca