Soñar: para unos, un proceso mental involuntario en el que se reelaboran las informaciones guardadas en la memoria consciente o inconscientemente, sumergiéndonos en una realidad virtual formada por imágenes, sonidos, pensamiento y sensaciones que de alguna forma hemos vivido. Para otros, simplemente son imágenes o escenas asociadas a sensaciones que recordamos al despertar. Pero ¿Qué son los sueños? Pues, sinceramente nadie del equipo es experto en esta materia, así que pocas disertaciones podremos hacer.
Como para cada uno los sueños tienen su sentido y su interpretación, en el cine, que realmente es lo que nos interesa aquí, deciros que ha sido una fuente casi inagotable de inspiración. Si no, recordad que sucede con la Alicia original en “Alicia en el país de las maravillas”, o como viven en un sueño eterno los protagonistas de “Matrix”, o incluso recordad donde vivía el personaje más terrorífico de la historia del cine, Freddy Krueger... y podríamos continuar y continuar...
La cuestión es que este año, Christopher Nolan (uno de los últimos grandes descubrimientos del cine), ha dado una vuelta más de tuerca, y se ha sacado de la manga una original historia para crear su última película: “Origen”.
La historia empieza presentándonos al protagonista, Dom Coob (Leonardo DiCaprio), un hombre atormentado por su pasado, por el cual no puede volver a su casa. Así pues, no le queda más remedio que volcarse en su trabajo, en el cual, sin duda, es el mejor. Coob es un ladrón profesional de sueños. No, no es que robe los sueños a la gente, si no que, a través de compartir sus sueños llega a meterse en el subconsciente para adueñarse de secretos que ahí están guardados.
Todo parece funcionar relativamente bien hasta que Saito (Ken Watanabe) se cruza en el camino de Coob y su equipo, proponiéndoles un negocio que, por distintos motivos, no podrán rechazar. El negocio consiste en justamente al revés de lo que están haciendo, es decir, no deben robar ningún secreto, sino inculcar una nueva idea en el subconsciente de un rival comercial, Robert Fisher (Cillian Murphy), lo que en el mundillo de Coob se llama “incepción” o “origen”.
El trabajo es altamente complicado, por lo cual nuestro protagonista se rodeará de los mejores: Ariadne (Ellen Page, la protagonista de “Juno”) como arquitecta de los sueños a crear, Yusuf (Dileep Rao) como creador de la droga que les permitirá compartir el sueño conjunto y Aemes (Tom Hardy) y Arthur (Joseph Gordon-Levitt) como ayudantes en los sueños.
La situación es compleja, porque para inculcar una idea sin que el interesado se dé cuenta, deberán llegar a lo más profundo del subconsciente, sin caer en el vacío del limbo de los sueños. ¿Lo conseguirán? ¿Conseguirán bajar los niveles de sueño suficientes a tiempo?
Os lo podéis imaginar, dos historias que se irán cruzando constantemente: la de la incepción de Fisher, y la de los problemas personales de Coob. De todas formas, nosotros cerramos aquí el grifo del argumento y las pistas, pues cualquier pista más sobre “Origen”, podría romper una de las cosas más espectaculares de la película (¿Cuál será? …)
Así pues, vamos a una parte de la crítica que, particularmente nos gusta: la valoración. Así que, a por ella.
Lo mejor de “Origen”:
Tendremos que simplificar algo la lista, porqué de buenas a primeras, la verdad es que “Origen” está muy, muy bien trabajada, así que, intentaremos ser claros, concretos y sobre todo sinceros (como siempre por otro lado :P).
• La interpretación de dos de los personajes de la película. El primero, Leonardo DiCaprio que, cada vez está más convincente en sus personajes, alejándose más y más del arquetipo de niño bonito, y acercándose al de gran actor. El segundo y más sorprendente, queremos resaltar la interpretación de Ellen Page, que, aunque sea una casi desconocida (su principal papel hasta ahora ha sido en “Juno”), en “Origen” está pletórica.
• La historia. Sin lugar a duda, debemos aplaudir a Christopher Nolan, ya que ha conseguido crear una historia original a partir una idea tan recurrida como los sueños, creando además un encadenamiento de mundos alternativos que, sin demasiado esfuerzo, mantienen a uno metido en la trama de la película.
• La banda sonora original. Es posible que para muchos, no sea remarcable y seguramente no conseguirá ningún premio, pero por nuestra parte os asumimos que, sin ella no hubiésemos gozado tanto la película.
• A pesar de durar más de dos horas, la película no se hace larga en ningún momento, ya que, a pesar de que cuenta con algún pequeño error (como explicamos más adelante), su originalidad y la buena construcción del guion hacen que el tiempo se pase volando.
Es complicado encontrar muchas cosas negativas, más que nada porque nos ha gustado mucho, pero bueno, habrá que afilar un poco el cuchillo...
• Al comienzo de la película, uno se encuentra totalmente perdido, ya que, no sabe exactamente qué está pasando (explosiones, mundos que se derrumban, etc.).
• En algunos puntos la acción decae, centrándose en temas menores, lo cual provoca que, como espectadores, desconectemos unos segundos. Quizá hubiésemos agradecido más intensidad en esos contados momentos, ya que así se habría mantenido la tensión casi de comienzo a fin de la película.
Como nuestra intención, aunque por momentos os lo haya parecido, no es encumbrar esta película, si os decimos que la puntuación que le ponemos (un 8,5, al no haber unanimidad entre los miembros del equipo, al puntuar una parte con un 9 y otra con un 8), es porque básicamente es una de las grandes satisfacciones cinematográficas de este 2010.
Nuestro consejo es que, si tenéis oportunidad de verla, no os la perdáis. ¡Os garantizamos que no os dolerán los 7 euros que cuesta la entrada!
Título original: “Inception” – USA – 2010
Dirigida por: Christopher Nolan
Género: Thriller
Duración: 148 minutos