sábado, 25 de enero de 2014

El Lobo de Wall Street


El lobo de Wall Street - cartel
Cuando uno piensa en un lobo, inmediatamente le viene a la cabeza la imagen de uno de los animales más depredadores y bellos que habitan nuestros bosques, ya que, disfrazado bajo la apariencia de un perro feroz, se aprovecha para saciar su hambre de carnívoro. Cuando los del equipo nos decidimos por ver “El lobo de Wall Street”, poco nos imaginábamos el analogismo.

“El lobo de Wall Street” es la última apuesta, hasta el momento, del veterano Martin Scorsese. Una vibrante y transgresora adaptación cinematográfica de la autobiografía de Jordan Belfort que está llamada a dar mucho que hablar y a conseguir más de una de las preciadas estatuillas de los Oscar 2013.

La historia empieza justo en el momento en que Belfort (Leonardo DiCaprio) está celebrando una desenfrenada fiesta en su empresa y se pregunta cómo ha llegado hasta allí.

A modo de flashback, la acción se sitúa a comienzos de 1987, cuando un joven Jordan Belfort entra a trabajar en una gran firma de Wall Street iniciando así su sueño vital: hacerse rico rápidamente. Allí, seis meses más tarde y bajo la atenta supervisión y enseñanzas (es quien le inculca el valor del beneficio máximo mientras se disfruta del alcohol y de las drogas) de su mentor Mark Hanna (Matthew Mcconaghey), se convierte en agente de bolsa, eso sí, en el peor día que podía hacerlo, el fatídico Lunes Negro.

Sin trabajo y sin dinero, pero con una ilusión enfermiza por hacerse rico, Belfort acepta el consejo de su esposa y, en vez de cambiar de oficio, continua en el mundo de la bolsa dirigiéndose a un centro inversor de Long Island, donde se comercializan acciones de “a céntimo”. Auténtica basura, pero con un beneficio del 50% sobre cada venta, algo muy goloso para un vendedor nato como Belfort.

Con el paso del tiempo Belfort conoce a Donnie (Jonah Hill), y juntos impulsan la idea original de nuestro protagonista, fundar su propia compañía de venta de acciones a céntimo. Para ello, decide contar con ciertos amigos suyos (vendedores, vendedores de marihuana, etc.) y funda “Stratton Oakmont”.

La empresa inicialmente vende acciones a gente de la calle, pero pronto cambia de cliente objetivo (el dinero está en los ricos, no en los trabajadores) y empieza a crecer exponencialmente.

En pleno éxito profesional, la vida personal de Belfort empieza a resentirse, y entre tantas fiestas con sexo y drogas (tanto en la oficina como en casa), prostitutas, viajes a todo lujo, la distancia con su mujer es cada vez mayor, a la par que el FBI empieza a investigar “Stratton Oakmont”.

Evidentemente el ritmo de fiestas y desenfreno no tiene fin, aunque lo que sí que lo tiene es nuestra explicación del argumento de “El Lobo de Wall Street”, y llega justo ahora para dar paso a nuestra visión técnica.

Técnicamente, lo primero que nos gustaría resaltar es el excelente trabajo de Leonardo DiCaprio, ya que, a los pocos minutos de aparecer en pantalla llegas a odiar profundamente a su personaje. DiCaprio en esta película no está grande, está grandísimo y lo borda, tanto en las secuencias de Lobo de los negocios, como en las secuencias en las que se mete en la piel de un drogadicto. Quien también lo hace muy bien, aunque tiene un personaje soberanamente odioso, es Jonah Hill, lo que tiene su mérito especialmente si tenemos en cuenta que se trata de un actor mucho menos conocido, por lo que, pensamos, esta película debería servirle para conseguir más trabajos en el futuro.

Belfort (DiCaprio) y Donnie (Jonah Hill) luchando totalmente drogados
Belfort (Dicaprio) y Donnie (Jonah Hill) luchando drogrados


El montaje, solo tiene alguna pequeña laguna sobre todo en lo que se refiere a la ambientación, como, por ejemplo, en el flashback que lleva a Belfort a sus comienzos, donde ni DiCaprio parece tener 20 años (no le quitan ni uno), ni el restaurante donde está con su mentor Mark Hanna parece sacado de los años 80. Lo que sí nos gusto fue la explicación de algunas secuencias, primero vistas desde el punto de vista de Belfort drogado, y, después, desde la del resto.

De todas formas, el gran mérito de esta película está en profundo asco que, como espectador, puedes llegar al sentir al conocer la realidad de un hombre de negocios sin escrúpulos y con escasa moral, que es capaz de hacer las mayores atrocidades por conseguir cada vez más y más dinero, siendo esto, además, algo que le hace perder el control de forma obsesiva al afrontar las victorias y derrotas realizando todo tipo de excesos.

En nuestro caso, llegamos a preguntarnos y a reflexionar sobre los métodos empleados por algunos de los multimillonarios más populares en la actualidad para lograr su posición actual en vista de que Jordan Belfort llegó hasta donde llegó pasando por encima de todo y de todos, relatándote además la película algunos ejemplos de esto que aquí escribimos con verdadera crudeza. Es, por tanto, un buen dilema al que enfrentarse, y que, seguramente, analizaréis tras visionar la película.

Con todo, os recomendamos encarecidamente ver la película, la cual ha sido para nosotros toda una sorpresa en lo cinematográfico por lo bien hecha que está y por cómo pasan sus casi 3 horas de duración en apenas un instante, siendo por todo ello nuestra valoración de un 8,5 sobre 10.  



Título original: "The Wolf of Wall Street" - 2013 - USA
Dirigida por: Martin Scorsese
Duración: 179 minutos
Género: Biográfica, Drama
miércoles, 22 de enero de 2014

A todo gas 2 (2 Fast 2 Furious)

A todo Gas 2 - 2 Fast 2 Furious  Cartel
Pocos días después de haber visto la primera parte de la saga “The Fast and the Furious”, decidimos que había llegado el momento de continuar con la misma, así que,  hicimos acopio de nuestra gasolina particular (galletas, frutos secos, gominolas, etc), y nos acomodamos en el sofá para ver “2 Fast 2 Furious” (por aquí: “A todo gas 2”).

La historia se sitúa un tiempo después de que Brian O’Conner (Paul Walker) dejara escapar a su amigo Dominic Toretto (Vin Diesel) tras una larga investigación y una espectacular persecución en coche, es decir, desde el punto donde acabó “The Fast and The Furious”.

En el tiempo que ha transcurrido, la vida de Brian ha cambiado totalmente, ya que, tras dejar escapar a Toretto, perdió el trabajo y le fue retirada la placa, teniendo que desplazarse a Miami para intentar rehacer su vida, eso sí, como corredor callejero profesional al volante de un espectacular Nissan Skyline convenientemente tuneado.

Después de una carrera por las calles de Miami, Brian es neutralizado (mediante un inhabilitador de los sistemas electrónicos del coche) y arrestado por el FBI que lo lleva a sus dependencias para ofrecerle un trato curioso: que continúe de corredor callejero y les ayude a desenmascarar al narcotraficante Verone (Cole Hauser) a cambio de limpiar sus antecedentes.

Como no puede hacerlo solo y el agente que le ofrece el FBI como corredor no dan la talla, O’Conner exige como colaborador a Roman (Tyrese Gibson), un antiguo amigo que actualmente está cumpliendo condena. Roman acusa a Brian de su situación, aunque, pese a todo y a regañadientes, acaba aceptando la misión.

Superadas las reticencias iniciales de Roman, ambos protagonistas toman parte de una peculiar carrera que tiene como premio el ganarse la confianza de Verone y de su novia Mónica (Eva Mendes), algo totalmente indispensable para poder llevar a cabo su objetivo.


O'Cooner y Roman en una escena de la película
O'Conner y Roman, después de superar una prueba


¿Consiguen nuestros protagonistas echar la red sobre Verone? ¿Conseguirán solucionar todos los problemas personales que tanto separan a Roman de Brian? Evidentemente, todas estas preguntas se responden entre los frenazos y acelerones de “2 Fast 2 Furious”, y nosotros las sabemos, pero no os lo contaremos aquí.

Lo que sí os contaremos es nuestra particular visión sobre esta segunda parte de la saga, la cual, técnicamente mejora y bastante respecto a la primera (se notan tanto el incremento de presupuesto, como los avances técnicos de los 3 años que separan una película de otra).

En cuanto a las interpretaciones, los del equipo os diremos que, pese al buen trabajo de Tyrese Gibson (en su interpretación de Roman), echamos de menos a Dominic Toretto, un personaje que, para nosotros, es casi imprescindible en esta saga. Quien no solo mantiene el nivel, sino que consigue incluso fusionarse aún más con su personaje, es Paul Walker.

“2 Fast 2 Furious” no es una película genial, pero tampoco es una mala segunda parte, y todo esto es gracias al ritmo incremental que mantiene para desarrollar su argumento, haciéndote vibrar en cada secuencia. Los del equipo la consideramos una buena película de acción, aunque peca de lo mismo que la primera entrega: está demasiado pensada para adolescentes ansiosos de ver cuerpos cuidados, amantes del tunning y de la velocidad. Con todo, nuestra valoración es, como la primera parte de la saga, de un 5 sobre 10.






Título original: “2 Fast 2 Furious” – USA – 2003
Duración: 100 minutos
Dirigida por: John Singleton
Género: Automovilismo, Acción



Otras partes de la saga:

"A todo gas 1" - 2001    
"A todo gas 3: Tokyo Race" - 2006 
"A todo gas 4: Aún más rápido" - 2009
"A todo gas 5: Fast Five" - 2011
"A todo gas 6" - 2013  
"Fast & Furious 7" - 2015 
"Fast & Furious 8" - 2017 
miércoles, 15 de enero de 2014

A todo gas (The Fast and the Furious)

Cartel - A todo Gas (Fast and Furious)
Hacía mucho tiempo que nos rondaba por la cabeza recuperar de nuestra DVDteca particular la saga entera de “The Fast and the Furious” o, como se entrenó aquí, “A todo gas”. La verdad es que, en pantalla grande no hemos visto ninguna de las 6 partes que hay hasta el momento, pero la reciente muerte de uno de sus protagonistas, Paul Walker, y el hecho de que de una forma u otra, esta saga marcó un antes y después en las películas de carreras, ha hecho que finalmente nos decidiéramos a verla.

Así que, ni cortos ni perezosos, nos hicimos con las seis partes de la saga, nos acomodamos en el sofá se casa, y nos dispusimos a descubrir “The Fast and the Furious”.

La historia nos sitúa en un ya lejano 2001, cuando Dominic Toretto (a quien da vida Vin Diesel) dirige una banda callejera, la cual además de organizar carreras ilegales, se dedica a perpetrar robos a alta velocidad a camiones articulados, utilizando tres espectaculares Honda Civic convenientemente preparados y tuneados.

Después de una serie de exitosos robos, y ante el nerviosismo de los propios trasportistas, la policía y el FBI traman un plan conjunto para desmantelar la banda de Toretto. Para ello deciden infiltrar en la banda a Brian O’Conner (a quien pone cara, Paul Walker).

Para conseguir su objetivo, Brian consigue un trabajo en un taller de reparación y preparación de coches para competir en las carreras callejeras. Así, al poco tiempo tiene la oportunidad de entrar en contacto con Toretto y su grupo: su novia Letty (Michelle Rodriguez), Vince, León y Jesse.

Carrera a carrera, Brian se va integrando más en el grupo de Toretto, le gusta su filosofía de vida y las carreras callejeras, aunque sin olvidar sus orígenes y su objetivo de cuando llegó al mundo de Toretto con el que cada vez le une una mayor afinidad y complicidad.

Todo se complica cuando Toretto y los suyos deciden dar un gran golpe, y, a la vez Brian es presionado por el FBI para que acabe el trabajo que ha empezado. ¿Qué va a hacer Brian, quedarse al lado de su compañero traicionando al FBI? O por el contrario, ¿acatará las órdenes del FBI y desarticulará toda la banda? Nosotros, evidentemente lo sabemos, pero ya sabéis, que en estas líneas, no encontraréis la respuesta a estas preguntas.

Uno de los golpes sobre ruedas de "The Fast and the Furious"
Uno de los golpes sobre ruedas de "The Fast and the Furious"


Técnicamente, y teniendo en cuenta que estamos valorando “The Fast and the Furious” 13 años después de su estreno, os podemos decir que, pese a no ser ninguna joya, la película utiliza muy bien los efectos especiales para hacernos vivir trepidantemente todas y cada una de las carreras.

En cuanto a las interpretaciones, os diremos que los dos protagonistas (Diesel y Walker) fueron, en su momento, un gran descubrimiento cinematográfico, ya que dieron vida y profundidad a unos personajes que, con otros intérpretes, podrían haber sido totalmente planos y sin interés, como ocurre con los actores secundarios, que se difuminan entre los planos de los cambios de marcha, los pectorales marcados (tanto de ellos como de ellas) y la música estridente.

Ya veis, “The Fast and the Furious” es una película que tuvo todos los ingredientes para marcar época, sobre todo entre los adolescentes y los amantes de coches y el tuning. Para el resto, entre los que nos incluimos, le ponemos un 5 sobre 10.




Título original: “The Fast and the Furious” – 2001 – USA
Dirigida por: Rob Cohen
Duración: 109 minutos
miércoles, 8 de enero de 2014

La cosa más dulce

La cosa más dulce - Cartel
Normalmente, cuando vamos al cine buscamos una película que nos llene y no nos decepcione, mientras que el resto de veces, únicamente buscamos pasar el tiempo, reír y disfrutar sin pensar, ¿verdad? Nosotros sí, por eso estas pasadas navidades nos acomodamos en el sofá para disfrutar de una comedia ligera y divertida, “La cosa más dulce”.

No os vamos a engañar, si lo que buscáis es una película excepcional ya os decimos que os agradecemos la visita y que tengáis suerte en otra búsqueda, pero sí en cambio andáis buscando una buena comedia sin pretensiones, prepararos a continuar leyendo porqué habéis dado con una buena opción.

La película empieza presentándonos a Christina Walters (Cameron Diaz), Courtney (Christina Applegate) y Jane (Selma Blair) las tres protagonistas de la historia, tres chicas entradas en la treintena que tienen un único objetivo en su vida: ligar, para lógicamente después, ponerlo en común y criticar entre las tres.

Un día, sin quererlo ni beberlo, Christina encuentra a su media naranja en una fiesta y se enamora perdidamente de Pete (Thomas Jane), un hombre que a las pocas horas le hace la misma jugada que ella hace a sus ligues, es decir, desaparece sin dejar rastro.

Como no soporta la pérdida, Christina y Courtney, su mejor amiga, emprenden un alocado viaje en busca de Pete. Durante este viaje, nuestras protagonistas deberán enfrentarse a múltiples situaciones que, aunque no las pondrán en peligro, sí que conseguirán hacernos arrancar más de una carcajada.

Evidentemente, no os contaremos si Christina consigue encontrar a Pete, aunque sí que os diremos que los giros en la historia se suceden rápidamente a ritmo de broma gamberra.

Lo que de entrada puede parecer una comedieta romántica, pronto vemos que se convierte en una divertida comedia gamberra protagonizada por nuestras tres chicas, algo realmente sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de comedias con bromas subidas de tono, están protagonizadas por hombres.

De entre todos los gags de “La cosa más dulce”, los del equipo nos quedamos con 2 realmente divertidos:

  • el más destacado es cuando nuestras protagonistas, en medio de un restaurante, se ponen a cantar el tema “esto no puede caber aquí” (malpensad y acertaréis a saber a qué se refieren). Os dejamos el gag:






  • el segundo de ellos, cuando Christina y Courtney tiene la necesidad de ir al baño y Christina descubre lo que es un “Glory hole” (o quizá deberíamos decir, cuando su ojo descubre lo que es…).

  
En cuanto a las interpretaciones deciros que, como no hace falta esperar mucho en una comedia de este estilo, las tras protagonistas principales cumplen de sobras, sobre todo Cameron Diaz que parece haber dado con el papel de su vida.

Como ya os podéis imaginar, es una película con un propósito de lo más simple: entretener usando el manido truco de las bromas sexuales, usadas en esta ocasión desde el punto de vista de tres mujeres ‘salidas’. Por nuestra parte, como cumplió de sobras con su cometido, le ponemos un 6 sobre 10.





Título original: “The sweetest thing” – USA – 2002
Dirigida por: Roger Kumble
Duración: 85 minutos
Género: Comedia 
domingo, 5 de enero de 2014

La vida secreta de Walter Mitty

La vida secreta de Walter Mitty - Cartel
Disfrutar de una buena sesión de cine se está convirtiendo en algo complicado, y más si, como nosotros, optáis por ir al cine un 31 de diciembre, cuando a la escasez de títulos en cartelera se le une la escasez de horarios de pase. Por suerte, tuvimos la suerte de encontrar entradas disponibles para “La vida secreta de Walter Mitty”, una de nuestras opciones.

Sabíamos poco de esta película, y lo que sabíamos, la verdad, no nos tranquilizaba demasiado, pues iba desde el elogio desmesurado hasta la más absoluta indiferencia hacia la misma.

La historia empieza presentándonos al protagonista de la historia Walter Mitty (a quien da vida Ben Stiller), el director de la sección de negativos de la revista Life. Walter, como su sección, es un personaje gris y negativo que sólo consigue abstraerse de su aburrida existencia mediante la imaginación. Allí, en su mundo imaginario, Walter es un héroe capaz de todo con tal de salir airoso de cualquier situación.

De pronto, su aburrida vida da un vuelco inesperado ya que, a sus intentos de acercarse vía on-line a Cheryl (Kristen Wiig), su compañera de trabajo, se ve ante la disyuntiva de tener que preparar la portada del último número en papel de la revista Life, y por tanto, de su último trabajo en la misma.

Para dicha portada se tiene que utilizar una fotografía de Sean O’Connell (Sean Penn) el fotógrafo, amigo de Walter, que ha crecido y se ha hecho famoso con la misma revista. El único problema es que el negativo no está donde debería estar.

Al verse entre la espada y la pared, nuestro protagonista decide dejar atrás su negativismo y lanzarse a la aventura (que, esta vez, no estará en su mente) de encontrar a O’Connell y, de rebote, el ansiado negativo.

La aventura le llevará desde a lanzarse desde un helicóptero en marcha, hasta a subir a las más altas cumbres del Himalaya, pasando por la huida de la erupción de un volcán. En definitiva, vivirá un sinfín de aventuras alrededor del mundo sin tener que recurrir a la imaginación.

Walter Mitty y O'Connell en el Himalaya
Walter Mitty y O'Connell en el Himalaya

A los del equipo nos ha encantado la interpretación de Ben Stiller dando vida al atormentado e inseguro Walter Mitty, ya que consigue en todo momento hacernos sentir lo que siente su personaje. Sin lugar a dudas, lo mejor de la película juntamente con las interpretaciones de Kristen Wiig y del veterano Sean Penn.

Lo peor, sin lugar a dudas para los del equipo ha sido el montaje de la propia película, ya que, además de tener un ritmo desigual (por momentos, lento y cansino hasta aburrir), “La vida secreta de Walter Mitty” tiene un cúmulo de pequeños fallos que enturbian su disfrute. Por ejemplo, en la subida de Mitty al Himalaya te venden que hace un camino duro, de subida constante rodeado de nieve y de cumbres, pero, al final, acaba en un valle con un grupo de chicos jugando al futbol.

No os vamos a negar que “La vida secreta de Walter Mitty” nos gustó, pero nos gustó sobretodo la historia y la moraleja que trasmite, porqué nos guste o no, siempre es mejor vivir las aventuras que soñarlas. Por tanto, le ponemos un 7 sobre 10.




Título original: “The Secret Life of Walter Mitty” – USA – 2013
Dirigida por: Ben Stiller
Duración:  114 minutos
Género: Drama, Aventuras