Son muchas las páginas de
internet y revistas que, regularmente nos preguntan por el actor o actriz que
no tiene una película mala y siempre, nos viene a la cabeza un nombre que,
aunque es mentira, como todos los actores, tiene cintas malas y menos buenas,
el del californiano Leonardo DiCaprio.
Aunque es verdad que la
mayoría de sus películas son auténticos éxitos tanto por taquilla como por
interpretaciones, tiene también sus ovejas negras, pero una cosa hay que
asumirle, sus interpretaciones son como el buen vino, mejora con los años, y en
la mayoría de sus trabajos, estos aportan un plus a las películas en las que
interviene (por ejemplo: “El lobo de Wall Street”, “Shutter Island”, “Origen” o
“Atrápame si puedes”).
Hoy en este rincón os
hablaremos de uno de sus últimos grandes éxitos, la película del mexicano
Alejandro González Iñárritu por la cual consiguió su primer y ansiado Oscar de
la academia de Hollywood, obviamente os estamos hablando de la cinta “El
renacido”.
“El renacido” empieza
desplazándonos a un ya lejano 1823, en unos aún no definidos estados de Montana
y Dakota del Sur. Allí nos encontramos con Hugh Glass (a quien da vida Leonardo
DiCaprio), el guía de un nutrido grupo de tramperos que se dedican a la caza de
grandes mamíferos para recuperar sus pieles entre las tierras de varias tribus
indias.
Un día, el campamento
donde está el equipo de Glass capitaneado por el Capitán Andrew Henry es
atacado por un grupo de indios haciendo una gran masacre y provocando que un
reducido grupo de tramperos y el capitán salgan huyendo con algunos fardos de
pieles río abajo. Con todo, pronto deciden abandonar el barco, pues el río es
un territorio controlado por los indios.
Una vez abandonado el
barco y enterrada parte de las pieles, el grupo inicia una dura travesía por la
montaña, aunque a las primeras de cambio, Glass es brutalmente atacado por un
inmenso oso grizzly y aunque el animal muere, él resulta gravemente herido.
Desde el primer momento, el capitán Henry hace lo posible por llevarse con ellos
al moribundo guía, pero la dureza del camino y del invierno hace que tenga que
replantearse esta opción.
Después de una dura
discusión, Henry decide abandonar a Glass, dejando a su cuidado hasta que muera
al hijo del propio Glass (Hawk un mestizo de indio con americano), su amigo, el
joven Bridger (Will Poulter) y al exmilitar y mercenario Fitzgerald (Tom Hardy)
quien acepta el encargo a cambio de 300 dólares de la época.
Pese al compromiso
adquirido por Fitzgerald de cuidar a Glass y darle sepultura cuando muera, no
pasa mucho tiempo antes de que cambie de opinión y un día, mientras Bridger
está en el río, mata a Hawk ante la impotente mirada de Glass. Después de esto,
esconde el cuerpo del joven mestizo y convence a Bridger que los indios están cerca,
por tanto, ya que Glass no da señales evidentes de vida, es mejor sepultarlo y
marcharse.
Glass (Leonardo DiCaprio) siendo atacado por un oso grizzly |
A regañadientes y sin
cumplir con la sepultura, Glass es abandonado a su suerte, malherido y con una
pierna rota. Como puede y empujado tanto por la sed de vengar la muerte de su
hijo como por su afán de seguir con vida, aunque la muerte le ronde, poco a
poco, arrastrándose primero y comiendo los restos que encuentra en su camino,
va recuperándose poco a poco.
Durante su camino de
recuperación y en busca de venganza, Glass deberá luchar contra el frío y el
duro invierno, contra la hostilidad de los indígenas y el resto de los
cazadores, solo con la ayuda de un indio que se cruzará en su camino y de su
gran espíritu de supervivencia.
Con todo, ¿creéis que
conseguirá Glass sobrevivir a sus mortales heridas? Y si lo hace, ¿logrará dar
con Fitzgerald para vengar el asesinato de su hijo? Pues, como ya os podéis
imaginar, la respuesta a estas preguntas, aunque las conocemos, no la
encontraréis aquí.
Técnicamente os diremos
que “El renacido” es una película excepcional, tanto desde el punto de vista de
la dirección, como de la escenografía como la interpretación de su protagonista,
y eso que se centra en contarnos, en cierta manera, la historia real de Hugh
Class haciéndolo además de forma sencilla y sin florituras argumentales.
Iñárritu y su equipo han
conseguido con su “El renacido” transmitirnos una auténtica experiencia vital
activándonos todos los sentidos ya que consigue desde el minuto uno mantenernos
pegado ante la pantalla, haciéndonos congelar de frío, morirnos de hambre,
escondernos de depredadores y en cierta manera convertirnos en salvajes para
sobrevivir empatizando en cada secuencia con Glass. Y todo sin olvidar la dura
crítica hacia la colonización y explotación haciéndonos pensar, una vez más, en
quien era realmente el salvaje en esa época.
Como ya os hemos dicho, y
queremos repetir, excelente la escenografía y el montaje, ambos 100% realista
que consigue hacernos sentir que estamos allí, en medio de la masacre,
congelados de frío bajo la nieve en un paisaje, mal sabe decirnos, majestuoso. Sin
lugar a duda, una mezcla memorable de belleza con violencia y horror.
Interpretativamente
hablando, tenemos que quitarnos el sombrero ante el asombroso y genial trabajo
de Leonardo DiCaprio dando vida al explorador y guía de tramperos Hugh Glass y
mostrándonos un gran instinto de supervivencia y su necesidad de venganza.
DiCaprio tiene todo el espacio del mundo para lucirse y lo hace, y eso que, en
esta ocasión, el guion que tiene no podemos decir que apueste por su lucimiento
(gran parte de la película no puede hablar, solo hacer sonidos guturales). En
cuanto al resto de reparto, bien Hardy dando vida a Fitzgerald, y normales,
tirando a más flojos el resto.
Por todo lo que os hemos
contado, nuestra nota final para “El Renacido” es de un 8.5 sobre 10.
Título original: “The revenant” – 2015 – USA
Dirigida por: Alejandro González Iñárritu
Duración: 156 minutos
Género: Aventuras, Western, Drama, Supervivencia
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