Hay películas en que todos los miembros del equipo estamos de acuerdo en ver, otras, como “Avatar” en su momento teníamos incluso marcado el día en que iríamos a la sala a verla, otras en cambio, como “Shutter Island”, las vemos por insistencia o encaprichamiento de una parte del equipo.
Bueno, sea por el motivo que sea, el pasado fin de semana, el de su estreno además, fuimos unos más entre los miles de espectadores que por primera vez en 10 semanas lograron desbancar “Avatar” de su primer puesto en las películas más vistas de la semana. Tampoco es raro, pues llegaba con el aura de tres nombres sobradamente conocidos: Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio y Ben Kingsley.
La cuestión es que, sin el convencimiento pleno, optamos por darle una oportunidad a la última creación de Scorsese, “Shutter Island”, y ya os avanzamos que, pese a que el resultado no fue decepcionante, si que os podemos avanzar que esperábamos mucho más, pero bueno, por ahora, al tajo...
La acción transcurre en un viejo sanatorio mental (“Ashecliffe”) situado en una remota isla. Allí, en el transcurso de 1954, son enviados en misión oficial dos agentes federales, el atormentado Teddy (Leonardo DiCaprio) y el novato Chuck (Mark Ruffalo), con una única misión: investigar la desaparición de una peligrosa interna.
El sanatorio, está organizado en tres módulos, el de mujeres, el de hombres y de los internos peligrosos, y su funcionamiento se asemeja más al de una cárcel de alta seguridad que al de una institución mental.
A su llegada al sanatorio, nuestros protagonistas inician sin dilación su investigación, guiados en todo momento por el director del centro, el doctor John Cawley (Ben Kingsley). Todo parece avanzar correctamente hasta que a los pocos días de su llegada, quedan aislados en el sanatorio, ya que la isla es atacada por una terrible tormenta tropical que deja el sanatorio en un lamentable estado, dejando acceso libre a nuestros protagonistas al módulo de enfermos peligrosos, donde además de los motivos de los problemas de Teddy, descubrirán que nada en el sanatorio es lo que a primera vista parece.
¿Os podríamos contar más? Pues claro, la hemos visto enterita, pero como no nos gusta desvelar los pormenores de las películas ni mucho menos su final, solo os decimos que, si os interesa el tema, ya podéis ir corriendo al cine, que es donde mejor descubriréis que pasa en el sanatorio y a sus protagonistas.
Y hablando de protagonistas: que lejos está el Leonardo DiCaprio de “Shutter Island” de ese adolescente que parecía destinado a hacer películas para el lucimiento de su cara bonita y que tanto gustaba a l@s adolescentes de la época, en esta película está soberbio dando vida a un Teddy complicado. Ben Kingsley, dando vida al doctor John Cawley está más que correcto, como el resto de intérpretes (tanto principales como secundarios).
En cuanto a la labor de Martin Scorsese, debemos reconocerle un mérito grande: la ambientación está tan bien lograda que uno teme que en uno de los giros argumentales, se encuentre metido en el sanatorio, sin poder escapar.
Pese a lo dicho hasta ahora, debemos reconocer que no es una película apta para todos los públicos ni mucho menos, ya que se trata de un thriler psicológico en toda regla, donde las personas sufridoras lo pasarán realmente mal. Por cierto, para estos últimos, para los sufridores, no os dejéis engañar por la catalogación de NR-13, pues creemos sin lugar a dudas, que una NR-18 no le vendría pequeña, ya que, aunque ni se recrea en la sangre ni en la escabrosidad, si consigue meterte en la película y hacerte sufrir por la integridad de los personajes.
Nuestras valoraciones, en esta ocasión son dispares, pues para J se merece un 5 y por la interpretación de los personajes no porque le gustara la trama argumental, para el otro J, un 8, por tanto, lo dejamos con un 7 sobre 10.
Título original: “Shutter Island” – 2010 – USA
Dirigida por: Martin Scorsese
Género: Thriller psicológico
Duración: 138 minutos
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