viernes, 25 de julio de 2014

Maléfica


Maléfica - Cartel
Cuando nos encontramos ante la cartelera del cine con unas ganas locas de pasar un buen rato disfrutando del séptimo arte, pero no hay ninguna película de esas que llamen la atención, la tensión se masca en el ambiente. Al menos, y con el objetivo de evitar estas situaciones, los del equipo solemos echar mano de nuestra margarita particular con la que escoger qué ver dentro de una gama de opciones que habitualmente resulta, como poco, ridícula y raquítica.

Un poco fue esto lo que nos pasó hace unos días mientras nos debatíamos entre ver “El abuelo que saltó…” y “Maléfica” (Tras descartar el visionado de “Bajo la misma estrella” por motivos personales). Finalmente, la última hoja de la margarita se paró en “Maléfica”, por tanto, fue ésta la elegida, girando sobre ella esta crítica.

La historia nos traslada a unos tiempos muy, muy lejanos, durante el reinado de Henry, dueño y señor de su castillo y de casi todas las tierras que lo rodean. Sí, hemos dicho ‘casi’, ya que, en las cercanías de su castillo, hay unas ciénagas que forman un pequeño reino independiente. En las ciénagas habitan libre y felizmente un sinfín de criaturas mágicas bajo la protección del hada Maléfica, quien, a su vez, ha comenzado una incipiente relación con el joven y ambicioso Stefan.

Un día, el rey Henry decide hacerse con el control de las ciénagas, pero su intento se ve truncado por Maléfica y los suyos. Enfermo, derrotado y humillado, Henry ofrece su reino a quien derroque a Maléfica, abriendo así las puertas a que Stefan vea su oportunidad de llegar a ser rey.

Preso de su ambición, Stefan droga a Maléfica y en un arrebato de traición le arranca sus espectaculares alas, las que, a la postre, le servirán para convertirse en el nuevo rey del castillo.

Un tiempo más adelante, con una Maléfica más recuperada física y anímicamente, el nuevo rey Stefan celebra en su castillo el nacimiento de Aurora, su pequeña princesa. Allí, en plena fiesta, y entre multitud de regalos, hace acto de presencia Maléfica, quien presa del rencor y de sus deseos de venganza, hechiza a la pequeña Aurora para que antes de su decimosexto cumpleaños se pinche con un huso y duerma eternamente, o al menos hasta que reciba su primer beso de amor verdadero.

Con tal de evitar el hechizo de Maléfica, el Rey Stefan decide enviar a su hija a vivir en una pequeña casita del bosque, dejándola a cargo de tres hadas madrinas que deberán velar por su seguridad hasta la llegada de ese día. No obstante, Maléfica no se aparta del lado del bebé, con quien, y a espaldas de las encargadas de su cuidado, establece una relación que irá evolucionando paulatinamente, y que llevará a ambas y a quienes los rodean a vivir una serie de situaciones inesperadas.

Maléfica y Aurora
Aurora y Maléfica en una encena de la película

Como os podéis imaginar, no os vamos a contar cómo finaliza la historia, por lo que, si queréis saberlo, no os quedará más remedio que esperar a su salida en DVD o acudir a vuestro cine favorito a verla.

De primeras, os podemos comentar que Maléfica no destaca especialmente por sus efectos especiales (muy propios de la factoría Disney), ni tan siquiera por su argumento, dado que se trata de una historia basada en una fábula clásica. No obstante, lo verdaderamente interesante aquí es la vuelta de tuerca que se le da a la historia, ya que se procede a su explicación desde el otro lado, lo que brinda al espectador conocedor de los cuentos de hadas la posibilidad de explorarlos desde otro punto de vista. Destacar igualmente la profundidad de los personajes principales, con unas Angelina Jolie (Maléfica) y Elle Fanning (Aurora) que son capaces de transmitir credibilidad.

Destacar igualmente el desarrollo y estructura de la historia, muy bien explicada y enlazada, de forma que se consigue que el metraje de la misma no resulte excesivo en ningún caso.

Por todo ello, y aunque no se trata de una obra maestra, sí que estamos ante una película original y bien hecha, siendo nuestra nota de 7 puntos sobre 10.




Título original: “Maleficent” – USA – 2014
Dirigida por: Robert Stromberg
Duración: 97 minutos
Género: Fantástico, Aventuras

miércoles, 16 de julio de 2014

Mil maneras de morder el polvo

Mil maneras de morder el polvo - cartel
Estar en el lugar equivocado en el momento equivocado puede tener consecuencias inesperadas, y más si éstas están ideadas por Seth MacFarlane, el creador de “Ted” y “Padre de familia” entre otros. Esta es, a grandes rasgos, la premisa principal de “Mil maneras de morder el polvo”.

La historia de esta película nos lleva directamente al lejano oeste, más concretamente hasta el pequeño y polvoriento pueblo de “Viejo Muñón” del año 1882. Allí nos encontramos con Albert Stark, a quien interpreta el propio MacFarlane, el auténtico protagonista de la historia.

Albert es un joven ovejero dotado de una inteligencia no demasiado acorde a la época que le toca vivir. Como integrante de la casta más baja de su sociedad, Albert no deja de tener problemas, entre los que podemos citar el pasto que sus ovejas realizan en las tierras de un vecino, quien, sin dudarlo ni un ápice, le reta a un duelo a muerte en la calle principal de “Viejo Muñón”.

Como Albert es la rara avis del pueblo, en medio del duelo decide negociar con su vecino, evitando así verter su propia sangre a la vez que incrementa su fama de cobarde. Después de esto, su novia Louise (Amanda Seyfried) decide abandonarle para irse con el hombre más rico del pueblo.

Sin mucho tiempo para reponerse, aparece en el pueblo la bella Anna (Charlize Theron), quien pronto hará migas con nuestro protagonista, convirtiéndose un poco en su maestro y mentor. Junto a Anna, Albert aprenderá a disparar y a hacerse respetar en el inhóspito lejano oeste para intentar, poco a poco, recuperar la atención de su amada Louise.

Albert aprendiendo a disparar
Albert aprendiendo a disparar


De todas formas, y como no todo puede ser positivo para nuestro protagonista, pronto llegará al pueblo el forajido más temido de la zona, Clinch (Liam Neeson), quien, además de para delinquir, aprovechará su visita para recuperar algo que, considera, le pertenece. 

¿Os imagináis por dónde van los tiros? Sí, ¿no? Pues para confirmar si estáis equivocados o no, no os quedará más remedio que pasaros por una sala de cine, o bien esperar a que “Mil maneras de morder el polvo” esté en DVD, ya que contaros eso sería como saltarnos una de nuestras máximas, y eso, sólo se podría arreglar con un duelo… “a spoilers”.

Cuando uno se dispone a ver uno de los trabajos de MacFarlane, tiene muy claro lo que espera ver: un sentido del humor irreverente, políticamente muy incorrecto e incluso algo gamberro. En esta ocasión los del equipo salimos algo decepcionados, ya que, aunque el sentido del humor está presente en las casi dos horas de metraje, la irreverencia que tanto nos gustó de “Ted” (más incluso que la sobrevalorada “Padre de Familia”), en esta “Mil maneras de morder el polvo” brillaba un poco por su ausencia. Sí que tenía momentos geniales, como la oveja sin esquilar o la canción del mostacho, pero le echamos de menos su verdadero punto gamberro.

Lo que sí nos gustó fue el trabajo de Charlize Theron, la única persona capaz de llenar la escena con su interpretación de Anna. Tampoco se queda atrás Liam Neeson con su Clinch, aunque, quizá, le falta algo de protagonismo. En cuanto a interpretación se refiere, quien nos gustó menos fue el propio Seth MacFarlane, aunque claro, su carrera como actor quizá no le da tantas tablas como para tener un papel tan protagonista como el que tiene en esta película.

Nuestra valoración final es de un 5.5 sobre 10. No es una gran comedia, ni os pasaréis dos horas riendo desconsoladamente, pero sí que os permitirá pasar una buena velada de cine.




Título original: “A Million Ways to die in the West” – USA – 2014
Dirigida por: Seth MacFarlane
Duración: 116 minutos
Género: Comedia, Western