Cuando nos encontramos
ante la cartelera del cine con unas ganas locas de pasar un buen rato
disfrutando del séptimo arte, pero no hay ninguna película de esas que llamen
la atención, la tensión se masca en el ambiente. Al menos, y con el objetivo de
evitar estas situaciones, los del equipo solemos echar mano de nuestra
margarita particular con la que escoger qué ver dentro de una gama de opciones
que habitualmente resulta, como poco, ridícula y raquítica.
Un poco fue esto lo que
nos pasó hace unos días mientras nos debatíamos entre ver “El abuelo que
saltó…” y “Maléfica” (Tras descartar el visionado de “Bajo la misma estrella”
por motivos personales). Finalmente, la última hoja de la margarita se paró en
“Maléfica”, por tanto, fue ésta la elegida, girando sobre ella esta crítica.
La historia nos
traslada a unos tiempos muy, muy lejanos, durante el reinado de Henry, dueño y
señor de su castillo y de casi todas las tierras que lo rodean. Sí, hemos dicho
‘casi’, ya que, en las cercanías de su castillo, hay unas ciénagas que forman
un pequeño reino independiente. En las ciénagas habitan libre y felizmente un
sinfín de criaturas mágicas bajo la protección del hada Maléfica, quien, a su
vez, ha comenzado una incipiente relación con el joven y ambicioso Stefan.
Un día, el rey Henry
decide hacerse con el control de las ciénagas, pero su intento se ve truncado
por Maléfica y los suyos. Enfermo, derrotado y humillado, Henry ofrece su reino
a quien derroque a Maléfica, abriendo así las puertas a que Stefan vea su
oportunidad de llegar a ser rey.
Preso de su ambición,
Stefan droga a Maléfica y en un arrebato de traición le arranca sus
espectaculares alas, las que, a la postre, le servirán para convertirse en el
nuevo rey del castillo.
Un tiempo más adelante,
con una Maléfica más recuperada física y anímicamente, el nuevo rey Stefan
celebra en su castillo el nacimiento de Aurora, su pequeña princesa. Allí, en
plena fiesta, y entre multitud de regalos, hace acto de presencia Maléfica,
quien presa del rencor y de sus deseos de venganza, hechiza a la pequeña Aurora
para que antes de su decimosexto cumpleaños se pinche con un huso y duerma
eternamente, o al menos hasta que reciba su primer beso
de amor verdadero.
Con tal de evitar el
hechizo de Maléfica, el Rey Stefan decide enviar a su hija a vivir en una
pequeña casita del bosque, dejándola a cargo de tres hadas madrinas que deberán
velar por su seguridad hasta la llegada de ese día. No obstante, Maléfica no se
aparta del lado del bebé, con quien, y a espaldas de las encargadas de su
cuidado, establece una relación que irá evolucionando paulatinamente, y que
llevará a ambas y a quienes los rodean a vivir una serie de situaciones
inesperadas.
Aurora y Maléfica en una encena de la película |
Como os podéis
imaginar, no os vamos a contar cómo finaliza la historia, por lo que, si
queréis saberlo, no os quedará más remedio que esperar a su salida en DVD o
acudir a vuestro cine favorito a verla.
De primeras, os podemos
comentar que Maléfica no destaca especialmente por sus efectos especiales (muy
propios de la factoría Disney), ni tan siquiera por su argumento, dado que se
trata de una historia basada en una fábula clásica. No obstante, lo
verdaderamente interesante aquí es la vuelta de tuerca que se le da a la
historia, ya que se procede a su explicación desde el otro lado, lo que brinda
al espectador conocedor de los cuentos de hadas la posibilidad de explorarlos
desde otro punto de vista. Destacar igualmente la profundidad de los personajes
principales, con unas Angelina Jolie (Maléfica) y Elle Fanning (Aurora) que son
capaces de transmitir credibilidad.
Destacar igualmente el
desarrollo y estructura de la historia, muy bien explicada y enlazada, de forma
que se consigue que el metraje de la misma no resulte excesivo en ningún caso.
Por todo ello, y aunque
no se trata de una obra maestra, sí que estamos ante una película original y
bien hecha, siendo nuestra nota de 7 puntos sobre 10.
Título original:
“Maleficent” – USA – 2014
Dirigida por: Robert
Stromberg
Duración: 97 minutos
Género: Fantástico, Aventuras