Desde este pequeño
rincón continuamos creyendo que para muchos espectadores y algunas
distribuidoras, el cine europeo y pese a sus más que contrastables éxitos,
continua estando lejos del cine americano. Para nosotros, nada más lejos de la
realidad, y más, si para valorar una película nos alejamos de los apartados más
técnicos para centrarnos en las interpretaciones de su casting y el argumento
de la misma.
En diciembre de 2004 llegó a
nuestras carteleras una cinta francesa que arrasó en la mayoría de festivales
donde se presentó, aunque se quedó sin los premios gordos a los que optaba (el
Oscar a la mejor película de habla no inglesa y los tres BAFTA). Os estamos
hablando de “Los chicos del coro”.
“Los chicos del coro”
nos desplaza directamente a 1949, en una Francia acabada de salir de la Segunda
Guerra Mundial. La primera escena de la película nos presenta a un hombre de
mediana edad entrando en “Fond de l’Étang”, un correccional de menores. El
hombre en cuestión es Clément Mathieu (a quien da vida Gérard Jugnot), un
músico que por vicisitudes de la vida se dedica a la docencia.
Aunque va con sobre
aviso, el ambiente del “Fond de l’Étang” coge un poco por sorpresa al bueno de
Mathieu, el mismo día de su llegada al internado se produce un incidente que
saca a relucir tanto el carácter de alguno de los internos como el severo
régimen autoritario que el director Rachin (Kad Merad) tiene impuesto en el
centro, el cual se basa en el célebre principio de acción-reacción.
Los primeros días de
Mathieu en el centro son realmente malos ya que ni él se adapta a los rígidos
métodos de enseñanza del “Fond de l’Étang” ni los niños internos en él parecen
dispuestos a colaborar mucho. Con todo, con el paso de los días Mathieu aplica su
particular sistema de castigos y de valoración a cada uno de sus alumnos,
sacando, poco a poco, lo positivo de cada uno de ellos. Al poco tiempo, Mathieu
tiene la idea de crear un coro, asignando a cada alumno el rol que más bien le
encaje.
Todos tienen cabida en
el coro, ya que incluso el que no sabe cantar le asigna el papel de atril de
partituras. Con todo, la principal sorpresa se la lleva con Pierre Morhange
(Jean-Baptiste Maunier), ya que además de ser uno de sus alumnos más
complicados, descubre que tiene una excepcional y prodigiosa voz.
Cuando Rachin se entera
de lo que está haciendo su profesor, monta en cólera y le prohíbe continuar con
el coro, aunque con la complicidad de los pequeños y de algún otro profesor, continua
a escondidas con su idea, dando poco a poco, más éxito y más solidez al coro y
al propio grupo de alumnos.
Como ya sabéis, en este
rincón tenemos por norma no destripar el final de las películas, por tanto, va
llegando el momento de deciros que, si queréis saber cómo acaba “Los chicos del
coro”, tendréis que buscarla en vuestra DVDteca o plataforma digital y
disfrutarla, porque realmente lo merece.
Argumentalmente “Los
chicos del coro” es una potente mezcla de temas muy duros, los cuales van desde
el abandono de los niños en los internados de la posguerra hasta el sentimiento
de injusticia o rebelión que esto genera en los pequeños, y todo unido con el
hilo conductor de la música y la enseñanza de los valores desde el respeto.
Aunque de entrada pueda parecer un tema recurrente en el cine, el tratamiento
que Christophe Barratier (el director de la cinta) le da, no lo es, ya que
aunque a veces el paternalismo con que trata algunas situaciones es excesivo, la
dureza, resolución y evolución de las mismas no lo es para nada.
Técnicamente os diremos
que “Los chicos del coro”, bajo nuestro punto de vista es una cinta realmente
bien conseguida, con una ambientación excelente, y una banda sonora realmente
excepcional, lo cual le fue reconocido en varios premios y nominaciones.
Desde el punto de vista
interpretativo nos gustaría remarcar el trabajo de Gérard Jugnot dando vida al
educador Clément Mathieu, un hombre fracasado en la vida pero capaz de convertir cada pequeña acción suya en
un éxito transmitiendo a sus alumnos el valor de intentar las cosas, de
estudiar y de esperanzarse por un futuro en el que él mismo parece no creer.
Sencillamente brillante. En cuanto a los pequeños, y teniendo en cuenta que la
mayoría no eran profesionales del cine, nuestro aplauso para ellos.
Por todo lo que os
hemos contado, nuestra nota final para “Los chicos del coro” es de un 8 sobre
10, recomendándoos, si tenéis la oportunidad, que la veáis.
Título original: “Les choristes” – Francia – 2004
Digirida por:
Christophe Barratier
Duración: 95 minutos
Género: Drama, Musical