Hoy en
día, con toda la “Generación Z” o “centenials” llegando a su edad adulta está,
y teniendo en cuenta que, para la mayoría ha cambiado la forma de comunicarse e
interactuar, la mayoría de las personas nos damos cuenta otra cosa que también
ha cambiado, el concepto del “amor a distancia”.
Si hace
años pensar en una relación amorosa en que ambas personas estuvieran separadas
a más de una hora de distancia era pensar en una relación abocada al fracaso,
actualmente esto ha dado un giro como un calcetín. Cada día que pasa y gracias
a las redes sociales y la interconexión a todos los niveles, nuestro mundo se
ha hecho cada vez más pequeño.
Muchos de
los centenials, pueden enamorarse de otras personas a largas distancias
sirviéndoles para mantener la llama del amor, únicamente una imagen o unas palabras
de forma regular. Para el resto de los mortales, el contacto con los cinco
sentidos es algo imprescindible en cualquier relación y más si esta es amorosa.
Siguiendo
esta premisa, al poco de estallar la pandemia de COVID-19, se estrenó un drama
romántico que nos narra varias fases del amor entre dos jóvenes con una vida
marcada por una extrema complejidad, os estamos hablando de “A dos metros de
ti”.
“A dos
metros de ti” empieza presentándonos a Stella Grant (interpretada por Haley Lu
Richardson), una joven adolescente de 17 años que lleva una vida marcada por el
control, las rutinas, la monotonía y la grabación de videos donde explica sus
experiencias en el manejo y tratamiento de la enfermedad que sufre, fibrosis
quística.
Stella
pasa la mayoría de su tiempo ingresada en el hospital, alejada de lo que sería
la vida de una joven de 17 años, siendo su único capricho ir a ver a los
neonatos del hospital mientras espera que llegue un pulmón compatible. Un día,
su vida se cruza con un joven encantador, Will Newman (interpretado por Cole
Sprouse) quien, como ella, sufre de fibrosis quística, aunque a diferencia
suya, tiene una infección que le impide ser receptor de unos pulmones que le
garantizarían 5 años más de vida, por este motivo, no confía en su recuperación
ni en las rutinas o protocolos que les marcan desde el hospital.
Cuando
Bárbara se entera de la amistad de ambos jóvenes pronto les recuerda la norma
por la cual, entre ellos tiene que haber siempre como mínimo 2 metros de
distancia para evitar contagios entre ellos. Aunque de entrada son antagónicos,
poco a poco van descubriendo cosas del pasado de cada uno y, a la vez que van
entendiendo sus reacciones se van enamorando.
Las ganas
de estar juntos y compartir su tiempo hace que Stella y Will lleguen a un pacto
que beneficia a ambos, Will seguirá el protocolo marcado por el hospital para
tranquilizar a Stella y esta posará para que Will la dibuje.
A los
pocos días, los chicos celebran el 18 cumpleaños de Will con la ayuda de Poe,
otro chico con fibrosis quística que a la vez es el mejor amigo de Stella
invitando a varias amistades de Will.
Will y Stella viviendo "a dos metros de ti" |
A la
mañana siguiente, Poe muere haciendo que Stella reaccione, descubriendo que
está echando a la basura una vida que no sabe si la mañana siguiente la tendrá
o no. Como reacción, le pide a Will que la acompañe a la ciudad para ver las
luces de Navidad a escondidas del personal del hospital.
En su
viaje a la ciudad, Stella da la mano (con guantes) a Will, hacen un ángel en la
nieve y patinan en un estanque helado, y todo esto, mientras en el hospital
reciben el aviso que tienen unos pulmones compatibles con Stella aunque esta no
parece muy dispuesta a escuchar la propuesta.
¿Aceptará
Stella los pulmones que han recibido en el hospital? ¿Conseguirá llegar al
hospital a tiempo? Y si se opera, ¿saldrá exitosa de la complicada intervención?
Como ya os podéis imaginar, nosotros sabemos la respuesta a estas y otras
preguntas, pero nos las reservaremos para nosotros, porque el final de “A dos
metros de ti” es realmente emotivo.
Técnicamente
os diremos que “A dos metros de ti” tiene un montaje realmente bueno y una
banda sonora que encaja completamente con la historia que nos cuenta. En el
lado contrario de la balanza os diremos que “A dos metros de ti” tiene un
hándicap que le lastra el resultado final y este no es otro que, se centra
tanto en el protocolo que siguen los enfermos de fibrosis quística que, toda la
trama gira a su alrededor dejando poco o casi nada a la sorpresa.
La falta de sorpresa no impide que la carga romántica entre Will y Stella brille
en cada secuencia, aunque todos tenemos muy claro que su amor es imposible por
culpa de la enfermedad que sufren, una enfermedad que nos muestra a todos, la
importancia de la gestión del tiempo ya que este, pasa y no vuelve.
Interpretativamente
hablando, “A dos metros de ti” cuenta con dos jóvenes intérpretes que
desprenden una magia especial, Haley Lu Richardson y Cole Sprouse. Haley Lu
Richardson ejecuta una gran actuación siendo capaz, con cercanía, de
transmitirnos el sufrimiento de su personaje, tanto en la enfermedad como en el
amor hacia Will. Mientras Cole Sprouse, aunque no está tan brillante como Haley
sí que es solvente con su papel
Por todo
lo que os hemos contado, y pese a que “A dos metros de ti” no es una obra
maestra, sí que es una película que te acaba marcando, por tanto, nuestra nota
final para ella es de un 7 sobre 10.
Título
original: “Five feet apart” – 2019 – USA
Dirigida
por Justin Baldoni
Duración:
116 minutos
Género:
Drama, Romántico
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