Vivimos
en un mundo donde para muchos, la única alternativa para tener una oportunidad
en la vida pasa por jugársela y empezar de cero en otro país, solos y sin
conocer ni la lengua ni la cultura (tenemos ejemplos clarísimos en las costas
de Canarias, Miami o incluso Grecia o Italia).
Desgraciadamente
y aunque muchos no quieran valorarlo, son seres humanos los que huyen de sus
orígenes y de sus familias convirtiéndose en contrabando humano, sin más
derechos que el de sobrevivir por sus propios medios.
Basándose
en esta premisa, tras el verano de 2023 se estrenó en la plataforma de
streaming Netflix una película de suspense y terror dirigida por el español
Albert Pintó y protagonizada por Anna Castillo y Tamar Novas. Os estamos
hablando de “Nowhere”.
La
historia se “Nowhere” nos sitúa en España, en un futuro distópico, con un
gobierno autoritario intentando gestionar una grave crisis de escasez de
recursos, tanto económicos como de elementos básicos para vivir. Es tan grave
la situación que el propio gobierno ha dejado sin ayudas a los más marginados
mientras hace redadas para quitar de las calles a niños y mujeres embarazadas.
De
lo poco que pueden plantearse los pocos habitantes que conservan algunos
recursos es huir de España con el fin de llegar a Irlanda, uno de los pocos
países del mundo donde la crisis no ha azotado tanto, aunque eso sí, para ello
tendrán que convertirse en contrabando humano escondidos en grandes
contenedores de carga marítimos.
En
estas condiciones nos encontramos con una joven pareja formada por Mía
(interpretada por Anna Castillo) y su marido Nico (a quien da vida Tamar Novas),
quienes, tras perder a su hija al comienzo de la crisis, vuelven a estar
embarazados y viendo que se serán un objetivo fácil para que el gobierno les
elimine (a ellos o a su futura hija), deciden abandonar el país.
Tras
entrar en contacto con los contrabandistas y pagar un alto precio que les deja
sin absolutamente nada, ambos son guiados entre grandes contenedores hasta un
punto donde son metidos en uno de ellos y cargados en un camión junto a otro
grupo de personas.
En
el desplazamiento a una nueva escala, Mía y Nico son, accidentalmente, separados cayendo uno en un contenedor distinto al otro lo cual les forzará a, una vez
llegados a su destino buscarse para reencontrarse.
A
su llegada al puerto, y durante un control de la policía aduanera, el
contenedor donde viaja Mía es disparado, revisado y la mayoría del pasaje
masacrado a balazos por la policía… igual suerte corre el contenedor donde
viaja Nico. Tras esto, ambos contenedores son cargados con grandes grúas en un
barco carguero.
Al
poco tiempo de estar en alta mar y viendo Mía que únicamente tiene media
botella de agua y un trozo de bocadillo para comer, decide racionarse para
aguantar el viaje sin problemas. Con lo que no cuenta Mía es con lo que le
espera, una dura y potente tormenta que provoca que una gran cantidad de
contenedores caigan del barco, entre los cuales el suyo.
Mía, sola en medio del mar dentro de un contenedor |
Con
su contenedor flotando en alta mar, Mía solo tiene el recurso de mirar por los
agujeros de bala de su contenedor, aunque por allí solo ve el inmenso mar y
como el resto de contenedores se van hundiendo, entre ellos, uno muy parecido
al que viaja Nico.
A
partir de este punto, Mía empieza una auténtica carrera de supervivencia,
intentado taponar los agujeros para que no entre agua al contenedor, inventando
sistema para achicarla y como no podía ser de otra manera, enfrentándose al
parto de su hija y a la supervivencia de ambas hasta su hipotético rescate.
Mía
se las tendrá que ingeniar para conseguir hacer una puerta para subir encima
del contenedor, conseguir comida para ella y para que pueda amamantar a su
pequeña, y todo con únicamente una caja llena de televisores, y dos más llenas
de tuppers vacíos.
¿Conseguirá
Mía su objetivo de llevar a su hija sana y salva a tierra firme? Y si lo
consigue, ¿podrá reunirse con Nico? Como es evidente, nosotros conocemos la
respuesta a estas y otras preguntas, pero nos las guardaremos celosamente.
“Nowhere”
nos presenta una historia bastante original y repleta de sorpresas que, por
momentos nos recuerda la gran “Naufrago” aunque sea vagamente. Como gran punto
positivo, el argumento y su desarrollo el cual consigue, aunque en el primero
momento arranca un poco titubeante, mantenernos en tensión durante todo el
metraje. En el punto negativo, algunos pequeños giros o sorpresas quizá
demasiado buenistas dentro de un entorno totalmente inhóspito y casi imposible.
Interpretativamente
os diremos que, sin lugar a dudas, Anna Castillo hace una de las mejores
interpretaciones de su vida interpretando a la luchadora y a la vez sufridora
Mía, una mujer abandonada en solitario en medio de Océano en busca de una
oportunidad para su familia y teniéndose que enfrentar a mil peligros (hambre,
frío, deshidratación, un parto, el cuidado de su hija, etc.). Sin lugar a
dudas, está fantástica en la transmisión de sus penurias.
No
queremos cerrar esta crítica sin remarcar el buen y claro mensaje que podemos
sacar de “Nowhere” y que no es otro que el valor de la esperanza y que esta,
por muy pequeña que parezca, siempre estará como mínimo un paso por delante de
la raza humana.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Nowhere” es de un 7
sobre 10.
Título original: “Nowhere” – España – 2023
Dirigida por: Albert Pintó
Duración: 109 minutos
Género: Drama, Aventuras, Supervivencia
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