martes, 29 de octubre de 2019

El silencio de la ciudad blanca

El silencio de la ciudad blanca Poster
Cuando en 2016 llegó a las librerías el libro de la gasteiztarra afincada en Alicante, Eva García Sáenz de Urturi, los miembros de este equipo nos lanzamos a buscarlo. Y es que no es muy habitual que nuestra ciudad, Vitoria-Gasteiz, sea el escenario de un thriller policíaco basado en la aparición de una serie de brutales asesinatos rituales en varios sitios emblemáticos de nuestra ciudad.

“El silencio de la ciudad blanca” se convirtió rápidamente en un auténtico bestseller con cientos de miles de unidades vendidas provocando, como no podía ser de otra manera, el inicio de una trilogía literaria.

Hace unos días, y dando casi por finalizado 2019, ha llegado a las carteleras de nuestros cines “El misterio de la ciudad blanca”, la adaptación cinematográfica del libro de Sáenz de Urturi. Como aficionados al cine y residentes en Vitoria-Gasteiz no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacernos con nuestras entradas y verla en pantalla grande.

“El silencio de la ciudad blanca” nos desplaza directamente al verano de 2016 en la ciudad de Vitoria-Gasteiz. En sus calles nos encontramos con el recién regresado al servicio Unai López de Ayala (interpretado por Javier Rey), alias Kraken, detective de la Ertzaintza y especialista en perfiles criminales, y su jefa, la subinspectora Alba Díaz de Salvatierra (a quien da vida Belén Rueda) igualmente reincorporada recientemente al servicio activo después de muchos años fuera de la ciudad.

Al poco de presentarnos a Unai, este debe acudir rápidamente a la Catedral de Santa Maria donde se han encontrado los cuerpos sin vida de una pareja, un chico y una chica de 20 años, ambos desnudos y con eguzkilores sobre su cuerpo. Durante la inspección ocular, Unai descubre dos cosas curiosas, los cuerpos huelen a gasolina y han muerto por picaduras de abeja en su garganta.

El asesinato sigue el patrón de una serie de asesinatos que azotaron la ciudad 20 años atrás, por los que paga, injustamente, pena de prisión Tasio Ortiz de Zárate (Alex Brendemühl), un eminente historiador y presentador de televisión de la época.

Sin tiempo para pensar ni investigar demasiado, una nueva pareja aparece asesinada siguiendo el mismo patrón, aunque cambiando la edad (25 años) y la ubicación (en esta ocasión, los asesinados aparecen en el Palacio de la “casa del cordón”). Sin más datos, y con la ciudad ya preocupada por los asesinatos, la relación entre Unai y Alba toma unos derroteros que van más allá de lo profesional.

Kraken y Alba por las calles de Vitoria-Gasteiz
Kraken y Alba por las calles de Vitoria-Gasteiz

Con Tasio a punto de salir de la cárcel y la semana grande de Vitoria recién empezada, una nueva pareja aparece asesinada, en esta ocasión bajo uno de los pasos de la “procesión de los faroles”. Nadie tiene una pista sólida, ni por las abejas, ni por el modus operandi, solo el abuelo de Unai ve una curiosa relación de los hechos actuales con unos hechos sucedidos en la población alavesa de Izarra durante los años 70 del pasado siglo.

¿Tiene razón el abuelo? O por el contrario el asesino tiene más que ver con Tasio y con los asesinatos que tuvieron lugar 20 años atrás. Como es evidente, nosotros lo sabemos, ya que hemos visto tanto la película como hemos leído el libro, pero como también os podéis imaginar, no os lo contaremos en este rincón.

Técnicamente, os debemos decir que “El silencio de la ciudad blanca” nos ha decepcionado mucho ya que, Daniel Calparsoro (el director) y su equipo de guionistas ha conseguido desmontar totalmente una trama argumental que, como libro funcionaba perfectamente. Nos ha sorprendido, y muy negativamente el montaje final de la película ya que, contarnos quien es el asesino a los 30 minutos de metraje rompe la magia de un thriller que ya, en los 80 minutos restantes no volverá a enganchar lo suficiente y menos cargándose personajes (¿dónde queda MatuSalem, el hacker que ayuda a Unai a investigar?) e historias secundarias que podían ayudar a los espectadores a entender las motivaciones del asesino y sus relaciones con el resto de personajes de la trama.

Desde el punto de vista interpretativo os diremos que, lamentablemente tampoco nos ha gustado, ya que ninguno de los dos personajes principales de “El silencio de la ciudad blanca” nos ha parecido acertado. Por un lado, el trabajo de Belén Rueda resulta frío, distante y no tiene ninguna credibilidad como subinspectora de policía además de no tener ni mostrar ninguna química con Javier Rey, el inspector Unai quien, por su parte tampoco encaja completamente en su personaje. En este punto, únicamente salvamos los trabajos de Alex Brendemühl (dando vida a los gemelos Ortiz de Zárate), de Aura Garrido (la experta en victimología y compañera de Unai, Estíbaliz Ruiz de Gauna) y de Manolo Soto (el periodista Mario) aunque en ningún caso llegan a mantener el peso de una historia tan desdibujada.

En definitiva, para nosotros, “El silencio de la ciudad blanca” es una oportunidad totalmente desaprovechada para llevar al cine uno de los últimos bestsellers que han visto la luz en nuestro país. Por todo lo que os hemos contado, no podemos más que suspender esta película.





Título: “El silencio de la ciudad blanca” – 2019 – España
Dirigida por: Daniel Calparsoro
Duración: 110 minutos
Género: Thriller, intriga.
miércoles, 23 de octubre de 2019

Élite - Temporada 2

Poster de Élite segunda temporada
Como bien recordaréis todos, con la llegada del otoño de 2018 se estrenó a nivel mundial una de las series españolas que más éxito han cosechado los últimos años: “Élite”.

Con más de 20 millones de visualizaciones en todo el mundo, la plataforma Netflix no tardó en contratar y anunciar una segunda y tercera temporada de “Élite”, para continuar desgranando los misterios y asesinatos (a la par que llena sus arcas sin contemplaciones) que se producen en la escuela de élite “Las Encinas”.

Al revés que otras series, la segunda temporada de “Élite” no tardó ni un año en llegar ya que, cuando faltaban pocos días por dar por finalizado el verano de 2019, las aventuras de Samuel, Nadia, Guzmán, Lucrecia, Carla, Polo y compañía volvían a golpear con fuerza las redes sociales.

La historia de esta segunda temporada de “Élite” nos desplaza directamente al curso posterior a la muerte de Marina. Con el recuerdo de los hechos sucedidos el anterior curso lectivo en “Las Encinas” aun flotando en el aire, los estudiantes nuevos y los veteranos van llegando de nuevo al instituto. Todos ellos intentan dar una imagen de normalidad, aunque los secretos que guardan entre todos pronto empiezan a causar estragos.

Entre los nuevos estudiantes nos encontramos con Cayetana (Georgina Amorós) y con Valerio (Jorge López). Ella es, como no, una rica hija de papá quien, ante los constantes viajes de sus padres, vive su vida perfecta en su fabulosa mansión, Valerio es el medio hermano de Lucrecia con quien además de su relación de familia, ha mantenido durante años, una incestuosa relación sexual.

Durante los primeros días del curso, la tensión se puede cortar con un cuchillo en los pasillos de “Las Encinas”, ya que mientras Samuel intenta demostrar que su hermano Nano es inocente para sacarlo de la cárcel, Polo y el resto de alumnos pretenden esconder lo sucedido con Marina a su hermano Guzmán quien, a la vez, continua como un loco sin aceptar la muerte de su hermana.

Por si fuera poco, a los pocos días del comienzo del curso, Samuel desaparece en extrañas circunstancias, provocando que la policía empiece su búsqueda y los interrogatorios. Mientras la investigación avanza, se van sabiendo más cosas, descubrimos también que la pareja formada por Omar y Ander continúa avanzando en su relación, ya que Omar, después de soportar mucho, decide enfrentarse a su padre, quien sin miramientos le echa de casa, provocando la auténtica salida del armario del joven.

También toma su protagonismo Cayetana, y lo hace tanto mediante sus declaraciones a la policía como en sus intentos de aparentar su pertenencia a la alta sociedad como el resto de sus compañeros del instituto, aunque ella tenga que esconder tanto su origen como su situación real.

Una vez más, el éxito de una primera temporada no muy brillante, aunque muy efectiva, ha dado paso a una segunda temporada que, intenta aprovechar el tirón de la primera en base a crear un argumento que aprovecha un cabo no atado en la primera para crear una nueva historia relacionada. En esta ocasión, no os vamos a engañar, la historia es bastante más floja (la desaparición de Samuel) aunque intentan desarrollarla con pequeños saltos temporales, desde el despacho de la policía.

Desde el punto de vista interpretativo, los miembros de este equipo nos mantenemos en lo que ya os contamos en nuestra crítica de la primera temporada de “Élite”, es decir, que no han aprovechado ni el éxito ni el parón entre temporadas para mejorar un casting frío y sin más gancho que algunos secundarios (Danna Paola, Omar Ayuso y Arón Piper) a los que, en esta ocasión añadimos las dos incorporaciones, Jorge López y Georgina Amorós, ambas actuaciones con bastante más gancho que el resto.

Bajo nuestro particular punto de vista, a esta segunda temporada de “Élite” le reconocemos que, pese a que por momentos se nos ha hecho lenta y tediosa, al final nos ha acabado enganchando.

Por todo lo que os hemos contado, a esta segunda temporada de “Élite” le mantenemos la misma nota que le pusimos en su temporada inaugural, un 4.5 sobre 10.




Título original: “Élite” – España
Género: Drama, Thriller, Adolescentes
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2019 (segunda temporada)
Capítulos: 16 (en dos temporadas)


domingo, 13 de octubre de 2019

Kiki, el amor se hace

Poster de "Kiki, el amor se hace"
Nuestra lista de películas que tenemos intención de ver no ha dejado de inflarse más y más, sobre todo desde que han caído a nuestras manos tres de las plataformas de streaming que han actualmente en el mercado español, Netflix, HBO y Amazon Video.

Con todo, una de las películas que más tiempo hacía que estaba en dicha lista y siempre, por algún motivo u otro, acabábamos descartando era la española “Kiki, el amor se hace”. En la mayoría de ocasiones, nos frenábamos por Paco León (reconocemos que nos gusta, pero en pequeñas dosis y aquí, dirige, actúa y es guionista), en otras, por el mero hecho de estar catalogada como comedia sobre el sexo y ser española, tres conceptos que, hasta el momento, no encajan mucho.

Finalmente, hace unos días nos decidimos a darle una oportunidad a “Kiki, el amor se hace”, así pues, nos acomodamos en el sofá, pulsamos el play y hoy, os lo contamos en este pequeño rincón.

“Kiki, el amor se hace” nos desplaza a un barrio del extrarradio de Madrid donde nos encontramos con una pareja haciendo el amor, Natalia y Alex. Al acabar Natalia le confiesa a Alex que, pese a disfrutar con él, su gran orgasmo le llegó hace relativamente poco al ser robada en una gasolinera.

Al poco, una nueva pareja entra en acción, son Paco y Ana. Ambos se someten a terapia de pareja pues, después de muchos años de relación han caído en la monotonía. Al salir de la terapia e intentar poner en práctica lo aprendido, Belén, una vieja amiga de Paco llegará a su casa para instalarse y dar al traste con todos sus planes.

La tercera pareja es la compuesta por Candela y Luís, dos feriantes que llevan más de dos años intentando desesperadamente tener hijos, aunque ningún método les funciona. Después de múltiples revisiones y comprobar que todo está bien, la doctora le comenta a Candela que quizá el problema venga porque ella no llega al orgasmo.

Luís y Mari Paz son un matrimonio de clase alta que las cosas les va a pedir de boca, sobre todo en lo económico ya que en lo sexual, Mari Paz no ha superado su accidente que la dejó en silla de ruedas y Luís sólo se excita viendo dormir a su mujer.

El último personaje en liza es Alexandra, un chica joven que trabaja en una empresa que ayuda a personas sordomudas a hacer llamadas telefónicas. Alexandra intenta ligar, pero es una chica cargada de peculiaridades… la principal que se excita y mucho al tocar telas de seda.

Como veis, cinco historias únicamente conectadas por un hilo, las curiosas filias sexuales de sus protagonistas quienes, además de descubrirlas poco a poco, deberán aceptarlas e intentar llevar a cabo su propia vida sin afectar, demasiado, a las de los demás, aunque ¿lo conseguirán? Evidentemente nosotros lo sabemos, pero como también es evidente, no os lo contaremos en esta crítica.

Lo que sí os contaremos es nuestra opinión sobre los diferentes apartados técnicos de “Kiki, el amor se hace”.

Técnicamente, “Kiki, el amor se hace” nos ha dejado bastante fríos ya que, esperábamos mucho más, sobre todo, en su faceta más cómica. Sí, realmente nosotros esperábamos una comedia y nos encontramos con un género un tanto indescriptible ya que, pese a tener varias escenas de comedia, gran parte del metraje de “Kiki, el amor se hace” se centra en contarnos las cinco filias sexuales (harpaxofilia, el poliamor, dracifilia, somnofilia y eliflia), su descubrimiento y su aceptación. Técnicamente, nos gustaría destacar en positivo de “Kiki, el amor se hace” su montaje, su fotografía y su banda sonora.

En cuanto al apartado interpretativo os diremos que, bajo nuestra modesta opinión, es donde “Kiki, el amor se hace” tiene su principal baza, y la tiene especialmente en su elenco femenino donde destacan especialmente: Belén Cuesta, Candela Peña y Alexandra Jiménez, en esta cinta, ellas llevan el peso interpretativo, adaptándose plenamente a las secuencias de comedia y a las de drama y eclipsando caso por completo a sus respectivas parejas.

Como os hemos dicho anteriormente, esperábamos mucho más de “Kiki, el amor se hace”, aunque quizá solo nos dejamos llevar por su potente campaña publicitaria. Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Kiki, el amor se hace” es de un 5 sobre 10.





Título original: “Kiki, el amor se hace” – España – 2016
Dirección: Paco León
Duración: 102 minutos
Género: Comedia

lunes, 7 de octubre de 2019

Beautiful boy: siempre serás mi hijo

Poster de Beautiful boy: siempre serás mi hijo
Con casi total seguridad si, desde este pequeño rincón, os pedimos cuales son los principales problemas que tiene la sociedad que estamos montando entre todos, estamos seguros que, a parte de la corrupción, de la contaminación y de la falta de trabajo, en los primeros puestos de la lista aparecería la drogadicción.

Sin lugar a dudas la adicción a las drogas es una de las grandes lacras con las que nos está tocando lidiar. Todos hemos conocido casos de drogadicción (ya sea por televisión o más cercanos), aunque quizá pocas veces nos hemos puesto a empatizar con los otros sufridores de esos casos, los familiares del drogadicto.

En 2018 llegó a nuestras carteleras “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” una película que, basada en dos libros publicados en 2008, escritos por David Sheff y su hijo Nic, narra la historia del propio David en relación a la adicción de su hijo Nic.

Beautiful boy” empieza presentándonos a David Sheff (a quien da vida Steve Carell), un periodista de San Francisco acudiendo a un especialista para que le cuente todo lo que pueda sobre las drogas y las reacciones que provocan. David asume al doctor que no va a escribir ningún artículo, que lo necesita para saber por lo que está pasando su hijo Nic (Timothée Chalamet) un joven adicto a la metanfetamina y a otras drogas.

A partir de este momento, y en base a múltiples flashbacks, “Beautiful boy” empieza a narrarnos los años de infancia de Nic. En esa época, David y su esposa se separaron forzando al pequeño Nic a hacer viajes regulares a Nueva York para estar con su madre. Poco después, David se casa de nuevo ampliando la familia con dos nuevos hijos. Pese a todos estos cambios, Nic los acepta completamente manteniendo a la vez, una fuerte relación con su padre.

Años más tarde, y con Nic ya adolescente, la vida de este sufre un nuevo vuelco ya que, el pequeño alegre y querido por todos deja paso a un joven introvertido, hostil por momentos y con algunas dificultades de comunicación. Un día, Nic desaparece de su casa preocupando y mucho a su padre. En plena desesperación, David empieza a buscar entre las cosas de su hijo descubriendo algunas ilustraciones y textos casi sin sentido para él.

Nic regresa de esta desaparición totalmente cambiado, ha probado las drogas y sin remedio, se ha convertido en un adicto. A partir de este punto, y teniendo en cuenta los conocimientos que va adquiriendo David, intenta a toda costa hacer reaccionar a su hijo para sacarlo del pozo donde se ha metido.

En pleno camino de autodestrucción personal e impulsado por su padre, Nic empieza no una, sino varias terapias de desintoxicación. Desgraciadamente, parece que cada paso en su camino de curación es un escalón más de caída personal, una caída donde por momentos parece que incluso puede arrastrar a su sufrido padre.

¿Consigue David Sheff hacer reaccionar a su hijo? Como ya os podéis imaginar, y aunque “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” se trate de una película basada en hechos reales, nosotros dejaremos aquí su desglose argumental para centrarnos más en su análisis más técnico.

Técnicamente “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” nos ha sorprendido, aunque no exclusivamente por buenas razones. Si por un lado le agradecemos que, en ningún caso haya caído en el amarillismo ni en el morbo fácil de las múltiples escenas en que Nic se droga, tenemos que criticarle tanto el excesivo metraje (de casi 2 horas) como la decisión de montar el desarrollo argumental y el guion en torno a saltos tanto espaciales como temporales, a todas luces excesivos para la historia que se quiere contar, provocando por momentos, que el espectador se pierda en la historia y en lo que, tan repetidamente nos quiere contar, el drama de la lucha de un padre para salvar a su hijo.

Desde el punto de vista interpretativo es donde encontramos la principal baza de “Beautiful boy” ya que tanto Steve Carell como Timothée Chalamet están realmente brillantes. Steve Carell se entrega totalmente a dar vida a ese padre torturado que intenta salvar a su hijo del infierno de las drogas, mientras que un Chalamet en auténtico estado de gracia consigue bordar su actuación dando vida al politoxicómano Nic, y todo sin obviar la química que hay entre ambos.

Por todo lo que os hemos contado, y aunque “Beautiful boy: siempre serás mi hijo” se queda excesivamente corta o demasiado políticamente correcta en algunos casos, nuestra nota final para ella es de un 7.5 sobre 10.




Título original: “Beautiful boy” – USA – 2018
Dirigida por: Felix Van Groeningen
Duración: 111 minutos
Género: drama, adolescencia, drogas
martes, 1 de octubre de 2019

Ex Machina

Cartel de Ex Machina
Desde que a mediados del pasado siglo XX empezaran publicarse y a tener cierta popularidad las obras Isaac Asimov, el maestro de ciencia ficción, la industria del cine descubrió un auténtico filón para llenar sus arcas a la par que divulgaba al gran público las cavilaciones y teorías del escritor y profesor de bioquímica.

Aunque en numerosas ocasiones se ha aprovechado el campo de la ciencia ficción para dar rienda suelta a los efectos especiales, los cromas imposibles y a espectáculos difíciles de justificar, de vez en cuando aparece en nuestras carteleras un título que vuelve a poner este maltratado género donde realmente le corresponde.

Uno de estos títulos llegó a nuestras carteleras en 2015, y no lo hizo desde la meca del cine, sino que lo hizo desde el Reino Unido. Sí, hoy en este pequeño rincón os hablaremos de la película: “Ex Machina”.

“Ex Machina” empieza situándonos en un entorno totalmente tecnológico, en una de las salas de programación de la empresa Bluebook, propietaria del motor de búsqueda más popular del mundo. En esa sala nos encontramos con el joven programador Caleb (a quien da vida Domhnall Gleeson), quien para su sorpresa es agraciado con el premio gordo de un sorteo que organiza la empresa, como recompensa pasará una semana a solas con Nathan (Oscar Isaac) el excéntrico presidente de la compañía en su centro de investigación particular en las montañas de Alaska.

La llegada de Caleb a la mansión de Nathan no puede ser más sorprendente, ya que la mansión parece un bunker, con férreos controles biométricos de seguridad y en el que únicamente vive el multimillonario magnate, un hombre solitario y controlador obsesionado en su último gran proyecto, en el que pretende implicar a su invitado, del que espera que le ayude a determinar si una máquina de su invención tiene o no inteligencia.

Cuando Caleb acepta, Nathan le presenta al robot en cuestión, se trata de Ava (a quien da vida Alicia Vikander), un androide con bellísimos rasgos femeninos. En su primer encuentro, Caleb y Ava quedan encerrados en la acristalada habitación (convenientemente video-vigilada por Nathan), como si se trataran de los originales Adán y Eva.

Con el paso de las sesiones, Ava y Caleb van cogiendo confianza, Ava le hace dibujos, le pregunta por el exterior, por los sentimientos (le pregunta si considera Nathan su amigo, reprochándole a Caleb su afirmativa respuesta), por sus ilusiones, etc. Caleb pronto empieza a sentirse atraído por ella.

Como es evidente, la historia entre Caleb, Ava y Nathan se complica, aunque como también es evidente, en este rincón no os lo contaremos, pues dicha complicación forma parte del sorprendente desenlace de “Ex Machina”.


Ava y Caleb, los protagonistas de "Ex Machina"
Ava y Caleb, los protagonistas de "Ex Machina"


Técnicamente os diremos que “Ex Machina” nos ha sorprendido y mucho, pues ha conseguido, en base a una historia de ciencia ficción, crear un auténtico rompecabezas argumental donde cada uno de los tres personajes de la historia tiene tanto sus momentos de protagonismo, como sus momentos de secundario. También nos gustaría destacar de “Ex Machina” dos puntos más donde fallan muchas otras películas, el primero de estos puntos son los constantes giros argumentales (necesarios, bien montados y bien resueltos) y el otro punto, los diálogos entre los protagonistas, los cuales provocan la reflexión del espectador sobre los derechos, las libertades, los límites de la experimentación y haciéndole plantear las diferencias entre humanos y máquinas. Sin lugar a dudas, un cúmulo de grandes aciertos para el debutante Alex Garland.

Otro de los grandísimos aciertos de “Ex Machina” es su casting, tan corto en cantidad como brillante en calidad. Los tres protagonistas principales están realmente espléndidos, aunque para los miembros de este equipo destacan: Domhnall Gleeson dando vida al genio-ingenuo Caleb y la maravillosa Alicia Vikander quien consigue superar la frialdad de su personaje, Ava, para hacer que consigamos empatizar con ella en la búsqueda de su propia vida u existencia.

“Ex Machina” es una de esas películas que supera el límite de los géneros cinematográficos mezclando varios géneros con el objetivo hacernos pensar, consiguiendo además que permanezca en nuestro cerebro. Por todo ello, nuestra nota final para “Ex Machina” es de un 8 sobre 10.





Título original: “Ex Machina” – Reino Unido – 2015
Dirigida por:  Alex Garland
Duración: 108 minutos
Género: Ciencia Ficción, Thriller, Drama