lunes, 28 de marzo de 2022

Adú

Adú (2020) - Poster
Estrenada a comienzos del pasado año 2020, el drama dirigido por Salvador Calvo, se convirtió en toda una revelación en nuestros cines (quizá no un grandísimo éxito comercial, pero sí, una aclamada cinta entre la mayoría de sus espectadores) y en toda una sensación en los Premios Goya de 2021.

Como es evidente, os estamos hablando de “Adú” el drama migratorio protagonizado por Luis Tosar, Adam Nourou y Álvaro Cervantes, encabezando cada uno de ellos, una historia que se irá entrelazando con el resto hasta el desenlace final.

“Adú” empieza situándonos en la polémica valla fronteriza que separa Melilla y Marruecos. Allí, una noche Mateo (Álvaro Cervantes) y dos guardias civiles más deben hacer frente a un intento de cruzar las vallas en la frontera, con la mala suerte que, uno de los migrantes queda atado en las concertinas de la valla. En los intentos de sacarle, el hombre cae y muere al acto.

A miles de kilómetros de allí, en Camerún, dos hermanos corretean alegremente por la selva en una vieja bicicleta cuando varios disparos. Los pequeños, agazapados en el frondoso bosque ven como un grupo de furtivos ha matado salvajemente a un elefante arrancándole los colmillos. Los hermanos son, Adú ( Moustapha Oumarou ) de seis años, y Alika, su hermana mayor.

Aunque no son vistos por los furtivos, su vieja bicicleta les delata, así que, deciden huir de su pueblo y emprender un largo viaje hasta España donde esperan encontrar su padre. Por la zona, encontramos también a Gonzalo (Luís Tosar), un activista medioambiental que se enfrentará a los furtivos, aunque evidentemente poco podrá hacer.

Mientras en España los tres guardias civiles descubren que deben enfrentarse a una investigación por lo sucedido en la valla, en Camerún los dos hermanos empiezan su viaje hasta el aeropuerto donde, sin muchas más opciones se convierten en polizones en la bodega de un avión, y Gonzalo recibe la noticia que debe recoger a su hija, con la que no tiene una buena relación, en el aeropuerto.

Durante el trayecto en avión, y debido a las gélidas temperaturas, Alika muere dejando solo al pequeño Adú, quien es apresado a su llegada al Senegal conociendo en esa situación a Massar (Adam Nourou) un joven adolescente que huye de una dramática situación de explotación sexual en Somalia. Pese a no hablar el mismo idioma, ambos se entienden a la perfección y se juntarán para emprender el camino hacia España.


El pequeño Adú y Massar intentando sobrevivir.
El pequeño Adú y Massar intentando sobrevivir.


Mientras Gonzalo luchará en su vida personal para entenderse con su hija mientras viaja a lo largo de África, Adú y Massar viajarán de Senegal a Marruecos cruzando Somalia enfrentándose a varios peligros y demostrando que entre ambos se ha forjado una gran amistad.

Como ya os podéis imaginar, las tres historias confluirán en la frontera de España con Marruecos, aunque, como también os podéis imaginar, nosotros nos guardaremos bien el desenlace final de “Adú”.

Técnicamente “Adú” cuenta con varios puntos que la convierten en una gran película, quizá el principal de ellos es conseguir plasmar con mucha delicadeza y, creemos que, con mucha honestidad, el tremendo drama que miles de niños (y no tan niños) sufren diariamente en su camino de huida de su casa hacia una ansiada y deseada libertad, sorteando mafias, condiciones insalubres, enfermedades, la muerte, etc., y lo hace sin buscar el amarillismo ni el gore.

Quizá el único pero de “Adú” en este punto, radica en la superficialidad de las dos tramas que acompañan a la de Adú y Massar, ya que, ninguna de ellas consigue ni acercase al nivel de la primera.

Desde el punto de vista interpretativo nos gustaría remarcar y mucho el trabajo de todo un desconocido, el de Adam Nourou dando vida a Massar, él y solo él, se lleva a los hombros gran parte de la carga dramática de la película, combinando fuerza, determinación, lucha y, sobre todo, amistad y protección hacia el pequeño Adú (a quien da vida un acertadísimo Moustapha Oumarou). Del resto de casting, poco diremos, ya que, aunque están a buen nivel, quedan muy eclipsados.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Adú” es de un 7.5 sobre 10, recomendándoos su visualización, pues seguramente os abrirá y mucho los ojos sobre el drama de la migración.



Título original: “Adú” – España – 2020
Dirigida por: Salvador Calvo
Duración: 119 minutos
Género: Drama
martes, 22 de marzo de 2022

Red

Red (2022) Poster
Han pasado casi 30 años desde que unos, por esos tiempos, desconocidos de Emeryville (California) llegaron a nuestras grandes pantallas con una cinta que se convirtió rápidamente en todo un clásico del cine de animación, “Toy Story”. Obviamente os estamos hablando de Pixar, una empresa que, con el tiempo, se ha convertido en todo un referente, tanto técnicamente como en la temática de sus obras.

Sí, durante muchos años, se han contabilizado sus películas por éxitos, consiguiendo que una auténtica legión de fans esperara como agua de mayo cada uno de sus estrenos, los cuales arrasaban tanto en taquilla como en críticas (profesionales y amateurs). Con todo, desde hace unos años, esta dinámica ha girado o quizá, mejor dicho, se ha estancado, pues desde 2020 cuando estrenaron la dura y difícil “Soul”, sus tres estrenos (“Onward”, “Luca” y “Red”) se han vuelto ciertamente más controvertidos.

De “Onward” se le recuerda como “misión fallida”, “rutinaria”, “desapasionada”, la bella “Luca” se le ha llamado “Obra menor” o “floja” y este 2022, una vez más, directamente estrenada por Disney+ ha vista la luz una película, a todas luces, controvertida, y que hoy os comentaremos, se titula “Red”.

“Red” empieza desplazándonos al Toronto (Canadá) de 2002, allí nos encontramos a la protagonista de “Red”, una chica de 13 años llamada Meilin Lee. Meilin es una chica estudiosa y perfeccionista que forma parte de un cuarteto de amigas con Miriam, Priya y Abby las cuales, además de muchas aventuras, comparten que son fans de una boy band llamada “4*Town”.

En casa, Mei tiene, aunque ella no se dé cuenta, un problema, y es que, totalmente dispuesta a ayudar a su familia, la cual tiene uno de los últimos templos de Toronto, dedica todas sus horas libres al templo sufriendo silenciosamente la presión de Mig, su madre, para que sea y busque permanentemente la perfección.

Un día, sin quererlo ni beberlo, Mei despierta convertida en un gran oso panda rojo. Como puede, Mei se lo esconde a su madre, y descubre que, puede volver a ser humana cuando recupera la calma. Ming, controladora como pocas, se presenta en la escuela donde, tras un altercado con el guardia descubre que su hija se transforma en un gran oso panda rojo.

Tras este descubrimiento y ya en casa, Ming le cuenta que eso sucede en todas las generaciones de mujeres de la familia cuando se convierten en adultas, aunque se puede solucionar con un conjuro la noche de la Luna Roja (para la que falta algo más de un mes). Durante ese tiempo, Ming quiere retener a su hija en su habitación. Poco después, sus amigas descubren su secreto en la habitación y misteriosamente, ellas descubren que el oso les gusta y Mei que, pensando en sus amigas, evita la transformación.

Haciendo uso de este control, Mei convence a Ming para volver a la escuela, aunque para lo que no puede convencerte es para asistir al próximo concierto de “4*Town” en Toronto con sus amigas. Dispuestas a ir a toda costa, Mei tiene la idea de aprovecharse del oso para, en la escuela, generar el dinero suficiente.

Cuando se acerca el concierto, la abuela y las tías de Mei hacen acto de presencia en su casa y se organizan para que todo esté preparado para la noche de la Luna Roja que, curiosamente coincide con el concierto de los “4*Town”. ¿Podrá Mei deshacerse de su oso panda gigante antes del concierto? O por el contrario el ¿oso panda acabara teniendo tanto protagonismo en el concierto como lo tuvo durante la recaudación de dinero para las entradas de las chicas? Como ya os podéis imaginar, nosotros conocemos las respuestas a estas preguntas, pero, no os lo contaremos por aquí.


Mei convertida en panda y sus amigas
Mei convertida en panda y sus amigas


Técnicamente os diremos que “Red” mantiene el nivel que nos tienen acostumbrados el equipo de Pixar aunque, en esta ocasión con un pequeño/gran cambio, el alejamiento del realismo al que tan bien nos tenían acostumbrados para centrarse en una imagen más cómic (busca acercarse quizá, un poco al anime), con el fondo muy diluido y con unas imágenes rápidas y por momentos mareantes.

En cuanto a la trama argumental comentar que, como ya iba tocando, “Red” se aleja también de los aspectos más profundos de la vida y la muerte (y como se enfoca esta) para centrarse en algo bastante más del día a día, el pase de niña a mujer, con la aparición de la primera regla (no se dice con estas palabras, pero queda más que claro), su inestabilidad en los cambios de estado de ánimo (reflejado con la aparición del gran oso panda rojo) y la creación del propio camino de la niña con su crecimiento personal en medio de un mundo de vergüenzas, odios al propio cuerpo y confusión.

Como dato curioso, nos preguntamos ¿por qué se ambienta “Red” en el año 2002?, si es para pintarnos una sociedad con Boy Bands y con teléfonos no smartphones de concha, la verdad, nos parece que aporta realmente poco. Suponemos que es porque se corresponde con la adolescencia de la directora, pero, nos da que pensar, y realmente, aporta entre poco y nada más que desubicar a muchos.

En cuanto a la construcción de los personajes, para nosotros os diremos que es donde “Red” tiene sus principales lagunas ya que tenemos una protagonista completamente anulada por su madre superprotectora, un padre ausente (y hasta cierto punto bobalicón) que solo tiene una frase en todo el metraje, y unas amigas que están totalmente desdibujadas, como si ellas a su edad no tuvieran ningún problema, ninguna duda y ninguna alteración. Bajo nuestro punto de vista, nos ha falta un personaje potente, con problemas reales bien desarrollados los cuales, con sus acciones nos contaran la moraleja sin tener que esperar que nos lo diga una voz en off al final de la película.

No os diremos que “Red” sea una mala película, ni mucho menos, sí que os diremos que, para nosotros es una película más floja de lo esperado y orientada a un público mucho más infantil / juvenil de lo que nos tiene acostumbrados Pixar.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Red” es de un 6 sobre 10.



Título original: “Turning Red” – 2022 – USA
Dirigida por: Domee Shi
Duración: 100 minutos
Género: animación
miércoles, 16 de marzo de 2022

Érase una vez (pero ya no)

Érase una vez... pero ya no - Poster

Cuando descubrimos a Manolo Caro, no os lo negaremos, nos pareció como un soplo de aire fresco, una persona capaz de contar una historia cotidiana, darle un toque cabaretero con el único objetivo de divertir, lo cual, y viendo los tiempos que corren no está nada mal. Un poco más adelante, vimos que varias personas lo consideraban, un poco en plan despectivo, como el nuevo Pedro Almodóvar mexicano.

¿Por qué decimos despectivo? Por que quienes lo dicen lo comparan porque en sus obras siempre hay una referencia o parte de la trama que gira en torno al colectivo LGTBI, nosotros, personalmente, y después haber visto la mayoría de sus series de televisión (“La casa de las flores”, “Alguien tiene que morir”), no le vemos dicho parecido, aunque sí, es inclusivo en este sentido.

Este 2022, ha llegado al catálogo de la plataforma de streaming Netflix su última serie y quizá, la más mamarracha (entendiendo mamarracha como ridícula o extravagante, pensada para hacernos reír) que ha hecho hasta el momento, “Érase una vez  (pero ya no)”.

Érase una vez  (pero ya no)” empieza llevándonos a una época muy, muy lejana y en un recóndito e imaginario reino en España, donde nos encontramos con una princesa, Soledad (interpretada por Mónica Maranillo) en edad de casarse, aunque sus madres, las reinas pretenden que se case con un príncipe, ella está enamorada de Diego (a quien da vida Sebastián Yatra) un humilde pescador.

Como las reinas no aceptan este amor, Diego decide irse a la guerra para demostrar su valía, pero para garantizarse que Soledad le espere, contacta con una bruja (Daniela Vega) quien le hace un conjuro; Soledad deberá cuidar un pequeño dragón azul hasta su vuelta y él estará protegido por un amuleto encantado, eso sí, a cambio de que, hasta que vuelva y liberen el dragón en el lago, nadie del pueblo se enamorará.

El resultado es que, Diego muere en el frente. En la actualidad, y con el conjuro aún en vigor, el castillo se ha convertido en un hotel que se aprovecha, como puede, del dragón azul y la leyenda de Diego y Soledad. El hotel es regentado por Mamen (Rossy de Palma), la madre del joven Maxi (Sebastián Yatra) quien a la vez ejerce de gigoló en el hotel con las clientas que le pasa Candela (Itziar Castro), la guía turística.

Además de estos personajes, nos encontramos al ama de llaves (Lola) que a la vez es la madre de Goya (Mónica Maranillo) una joven animalista vegada interesada en liberar al pequeño dragón azul, y, sobre todo, a una pareja de huéspedes del hotel, Antonio (Asier Etxeandia) y Juana (Nia Correia).

Han pasado varias generaciones, pero el pueblo continúa hechizado, sin amor y todos los personajes actuales (salvo Mamen) son reencarnaciones de los originales, aunque ellos, obviamente no lo saben.

Maxi, irremediablemente cae rendido, enamorado de Juana (vaya, que es el único del pueblo que se puede enamorar), y esta, aunque está con Antonio, cae a brazos de Maxi y más, cuando descubre que su acompañante no dejará a su mujer porque esta está embarazada. Con todo, el resto de pueblo presiona a Maxi para que se enamore de la que creen que es la reencarnación de Soledad, su amiga de la infancia Goya y juntos, liberen al pequeño dragón para que rompa el hechizo que somete al pueblo.


Juana (Mia Correia) y Maxi (Sebastián Yatra)
Juana (Mia Correia) y Maxi (Sebastián Yatra)


Y a partir de este punto se suceden un sinfín de historias y actos a cada cual más mamarracho, pero, aunque así sea, nosotros dejaremos aquí nuestro resumen argumental de “Érase una vez (pero ya no)”.

Técnicamente podríamos decir que en “Érase una vez (pero ya no)” estamos ante un auténtico bodrio donde nada, o casi nada, funciona como debería. La miniserie empieza con una buena secuencia de humor, aunque muy pronto descubriremos que es un oasis, porque a partir de ese momento inicial, la historia salta sin ton ni son entre la propia historia, el musical y momentos supuestamente divertidos que no encajan ni en pintura.

En cuanto a montaje os diremos que Manolo Caro ha conseguido algo realmente difícil, convertir una historia original en un auténtico caos donde uno no sabe si la historia avanza, retrocede o se ha perdido dos secuencias más atrás, aunque eso sí, con una estética realmente colorista (al estilo de lo que ya vimos en su “La casa de las flores”) y una buena selección de canciones pop.

Desde el punto de vista argumental, lo bueno de “Érase una vez (pero ya no)” es que intenta desmitificar ciertos toques machistas (aquí el príncipe no rescata a ninguna princesa), de hecho, la felicidad de la chica no la aporta el hombre si no que esta, está suficientemente empoderada como para disfrutar de su propio cuerpo y decidir sobre su propia vida. Pena que después se estropee todo con el montaje y la propia dirección.

Interpretativamente, la cosa tampoco no mejora mucho no dando el pego ninguno de ellos (quizá más por la falta de definición y profundidad de los propios personajes que por los propios actores) ya que, por un lado, Sebastián Yatra parece más dispuesto a mostrar su sixpack y su cuidado abdomen que en hacer creíble su personaje, Nia Correia tampoco luce y Asier Etxeandia hace de malo, como siempre. Quizá solo salvamos de la quema generalizada a Itziar Castro y a Rossy de Palma, aunque tampoco brillan.

Por todo lo que os hemos contado, y aunque a ratos nos ha entretenido, nuestra nota final para “Érase una vez (pero ya no)” es de un 3 sobre 10.



Título original: “Érase una vez…pero ya no” – España – 2022
Género: Musical, Comedia
Año de creación: 2022
Año de finalización: 2022 (temporada única)
Capítulos: 6 de unos 25 o 30 minutos.

 

 

lunes, 14 de marzo de 2022

Una sombra en mi ojo

Una sombra en mi ojo - Poster
Las guerras mundiales han hecho correr mares de tintas y millones de metros de metraje de película en el cine (bueno, actualmente, millones de Terabytes de imágenes), especialmente si hablamos de la Segunda Guerra Mundial.

Hemos visto grandes producciones enfocadas a los campos de concentración (“La Lista de Schindler”), o a las atrocidades que allí se cometían (“El niño del pijama de rayas”), también la destrucción que siembra (“El Pianista”), hemos visto luchas de un bando, de otro, y varios enfoques, aunque sinceramente, nos faltaba uno, ver el sufrimiento que provocan los errores de la guerra (si es que la guerra en sí no es ya un error).

En este sentido, y desde Dinamarca, en 2021 se estrenó una película que nos narra el devastador acto que tuvo lugar en 1945 en Copenhague, el bombardeo de Shellhuset, haciéndolo desde dos perspectivas, la de los niños y la de los adultos, os estamos hablando de la película “Una sombra en mi ojo”.

“Una sombra en mi ojo” empieza desplazándonos a la Dinamarca de comienzos de 1945, donde a primeras de cambio vemos como en un camino de la campiña un coche conducido ocupado por tres chicas es ametrallado por un avión de la RAF (la Royal Air Force británica). A escasos metros de allí, Henry (Bertram Bisgaard) un joven que anda en bicicleta repartiendo huevos ve la acción y se acerca al coche quedando completamente afectado y perdiendo por ello el habla.

Después de intentar por todos los medios a su alcance y viendo que el trauma que arrastra el pequeño no avanza, la madre de Henry decide que lo mejor para el niño es alejarlo del ambiente donde vive, llevándolo a Copenhague donde vivirá con sus tíos e irá al colegio allí.

Los primeros días en Copenhague son igualmente traumáticos para Henry quien para ir al colegio se apoya de dos amigas, su prima Rigmor y una amiga de esta Eva quienes tratan de integrarlo en su colegio, un colegio religioso de la capital. En el colegio, una de las jóvenes monjas que ayudan a las profesoras, Teresa, hace una dura penitencia ante lo que para ella es no comprender la pasividad de Dios ante la guerra.

Teresa, además de volcarse con los niños, intenta a su manera concienciar también a otros, como el joven policía colaboracionista con la SS.SS., Frederik, con quien entabla una curiosa relación.

Paralelamente a esto, en la sede central de la RAF están preparando un ataque en Copenhague contra el cuartel de la Gestapo en la ciudad, el edificio Shell donde los alemanes, sabedores de su vulnerabilidad retenían a los miembros de la resistencia a modo de escudos humanos.

El 21 de marzo de 1945 fue el día escogido por la RAF (Royal Air Force británicas) para atacar el cuartel de la Gestapo de Copenhague, aunque un error de cálculo acabaría provocando una tragedia, además del edificio Shell se bombardeó el edificio anexo donde estaba la escuela de Henry, Rigmon, Eva y más de 100 personas totalmente ajenas a la guerra.


Sor Teresa con Rigmor y Eva


¿Sobrevivieron los tres amigos? ¿Y Teresa? La verdad es que, nosotros lo sabemos, pero, aunque ese acto forma parte ya de la trágica historia de la humanidad, nos reservaremos la respuesta.

Técnicamente os diremos que “Una sombra en mi ojo“ es una cinta que usa todo lo que tiene a su alcance para transmitirnos lo que se propone. Por un lado tenemos el uso de la luz y el color, con unos paisajes llenos de niebla, de humo en las ciudades y unos colores sin apenas saturación que nos desplazan directamente a mitades del pasado siglo, consiguiendo a la vez, una ambientación casi perfecta. Por otro lado, en “Una sombra en mi ojo“ encontramos una combinación de historias o tramas rara de ver en el cine, con una trama principal claramente marcada (como viven Henry y sus amigos la guerra) y con un sinfín de tramas accesorias (la de la monja Teresa, la del colaborador nazi Frederik, algunos líderes de la resistencia, etc.) que se van entrelazando y fundiéndose a la perfección con la principal, aunque algunas de ellas quedan finalmente, inconclusas.

Interpretativamente os diremos que, en “Una sombra en mi ojo” no hay un protagonista claro, podríamos decir que es el pequeño Bertram Bisgaard, Henry en la película, pero realmente es una pieza más de una historia con tantas historias como los habitantes del Copenhague que sufrió el brutal ataque. Unos personajes con, cada uno, sus problemas, sus destinos y sus vidas, las cuales se ven afectadas por el drama de la guerra. Lo que sí os diremos es que, aunque no hay ningún personajes que destaque sobre el resto, tampoco lo hay que se quede atrás, por tanto, buen trabajo de interpretación para todos.

“Una sombra en mi ojo” nos muestra un capítulo oscuro de la historia danesa, las consecuencias de una guerra y sus errores, haciéndolo, sin tomar parte en si fue correcto o no, simplemente mostrándonos el dolor y tristeza que se provocó. Por nuestra parte os diremos que “Una sombra en mi ojo” es una película muy recomendable y más en estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, donde las atrocidades de una guerra están en todos los noticiarios.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Una sombra en mi ojo” es de un 7.5 sobre 10.



Título original: “Skyggen i mit oje” – Dinamarca – 2021
Dirigida por: Ole Bornedal
Duración: 107 minutos
Género: Drama, bélic, histórico
lunes, 7 de marzo de 2022

El viaje de Arlo

El viaje de Arlo - Poster
Si hay una compañía cinematográfica que es sinónimo de calidad, esta es, sin lugar a dudas es Pixar. La firma estadounidense perteneciente al gigante Disney cuenta sus producciones por éxitos, o bueno, quizá deberíamos decir que cuenta casi todas sus producciones de animación por éxitos.

Cuando en 2015, después de un año sin estrenos, Pixar nos sorprendió a todos anunciando dos producciones para ese año, la maravillosa “Inside Out” para la campaña de verano y, esta “El viaje de Arlo” para la Navidad, muchos nos frotamos las manos. ¡Dos genialidades de animación en vez de una!

La verdad es que, pasado el gran éxito de “Inside Out” empezaron a llegar los trailers de la nueva película “El viaje de Arlo” y con ellos un sinfín de ruido mediático (tanto de profesionales como aficionados) contra la película. Y fue tanto el ruido que, en nuestro caso y en el de muchos otros, guardó “El viaje de Arlo” para ser visto fuera de las salas de cine, lo cual ha llegado, en nuestro caso hace relativamente poco, y hoy, desde aquí os lo contaremos.

La historia de “El viaje de Arlo” empieza hace 65 millones de años, cuando un meteorito que hubiese podido extinguir a los dinosaurios pasa sobre la Tierra sin causar daños provocando que la vida evolucione de forma distinta a la que conocemos.

Miles de años después, la historia nos presenta a una familia de dinosaurios compuesta por los agricultores Henry, Ida y sus tres hijos, Libby, Buck y el pequeño y patoso Arlo. Un día, y visto que, al revés que sus hermanos, Arlo no es capaz de hacer sus tareas de campesino es asignado a la vigilancia del Silo de grano, donde contra todo pronóstico captura a un pequeño ladrón, un niño salvaje.

Incapaz de hacerle nada, Arlo deja huir al pequeño provocando que Henry, su padre, se lo lleve a cazar al pequeño ladrón, con la mala fortuna que, en una crecida repentina del río cuando vuelven a casa, Henry muere para salvar a Arlo.

Pasado este suceso, un día de mucho trabajo en la granja Arlo vuelve a ver al niño salvaje y sale tras él preso de la ira por la muerte de su padre. En la huida, ambos caen al río siendo arrastrados sin remedio muchos quilómetros lejos de su zona. Cuando Arlo se recupera, intenta sobrevivir con el infortunio que queda atrapado entre unas piedras.

Al despertar se da cuenta que alguien lo ha liberado, el niño salvaje quien, además, le lleva comida. A partir de este punto, los hechos suceden rápido, el niño le enseña a recoger comida, Arlo le protege y le enseña otras cosas. Como la amistad nace entre ambos, Arlo bautiza al pequeño como Spot y juntos, inicial el viaje de regreso siguiendo la orilla, rio arriba, en dirección a la granja de Arlo.

Con todo, el camino les depara alguna que otra sorpresa, complicaciones, reencuentros y, sobre todo, descubrimientos que fortalecerán su reciente amistad.


Arlo y Spot afianzando su amistad
Arlo y Spot afianzando su amistad


Como ya os podéis imaginar, no os vamos a contar el desenlace de “El viaje de Arlo”, aunque lo que si os contaremos es, lo que nos ha parecido técnicamente.

Técnicamente hablando, si una cosa tiene “El viaje de Arlo” que sobresale, es su bellísima factura técnica, vaya, lo que nos tiene acostumbrados Pixar. Con todo, hay otra característica de las producciones de Pixar que nos tiene cautivados, su capacidad para crear historias removiendo sentimientos y sorprendiéndonos a la vez, en “El viaje de Arlo” esta característica la esperábamos, pero nunca la encontramos, nos encontramos con una historia familiar, una aventura gráfica que, en ocasiones cojea algo, aunque logra aguantarse a flote.

En cuanto a los personajes, no os vamos a engañar, nos ha sorprendido que el protagonismo se lo haya llevado un cachorro de dinosaurio patoso y un poco miedica, mientras que su compañero de aventura, el pequeño humano Spot se queda, un poco, como el personaje gracioso de la aventura (ahí le tenemos, haciendo de perro que ataca para defender a Arlo). Un cambio que, no os vamos a engañar funciona, sobre todo, porque han conseguido darle química a la pareja protagonista. Y poco más en cuanto a personajes, porque los secundarios, aunque se les espera durante todo el metraje, no hay ninguno con cierto peso.

No os vamos a decir que “El viaje de Arlo” sea una película mala, aunque sí que os diremos que es floja comparada con lo que esperamos de Pixar. Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El viaje de Arlo” es de un 6 sobre 10.



Título original: “The Good Dinosaur” – 2015 – USA
Duración: 100 minutos
Dirigida por: Peter Sohn
Género: Animación
martes, 1 de marzo de 2022

Madres paralelas

Madres Paralelas Poster
Hablar de Almodóvar es entrar en un terreno pantanoso ya que, para muchos, el manchego es el mejor director de cine español de todos los tiempos, otros lo relegan por detrás de Luis Buñuel, pero para otros muchos, aunque le reconocen que es uno de nuestros directores más internacionales, es un hombre excesivamente sobrevalorado. Nosotros no queremos entrar en discusiones así que, nos centraremos en su, por el momento última obra.

Regularmente, es decir, cada dos o tres años aparece en casi todos los medios de comunicación, la próxima aparición en las carteleras de nuestros cines una nueva obra de Pedro Almodóvar y curiosamente, casi cada una de estas obras tiene un periplo por los festivales de cine más grandes (los Globos de Oro, los Goya, Cannes, Venecia y muchas veces, los Oscars) donde acostumbra a recoger varios premios y buenas críticas de la prensa especializada.

El pasado 2021 tocó un nuevo estreno, una nueva campaña publicitaria y una nueva ristra de nominaciones en varios festivales, os hablamos de “Madres paralelas”.

“Madres paralelas” empieza presentándonos a Janis Martínez (a quien da vida Penélope Cruz) una mujer de mediana edad que ejerce de fotógrafa profesional y la conocemos haciendo una sesión a Arturo (Israel Elejalde) un prestigioso antropólogo. Después de la sesión, Janis le pregunta a Arturo si le ayudaría en el proceso de apertura de una fosa común de su pueblo. Después de darle su apoyo y contarle el proceso, Janis y Arturo lo celebran fogosamente en la cama.

Casi 9 meses después nos encontramos a Janis a punto de dar a luz en la sección de maternidad de un hospital, compartiendo habitación Ana (Milena Smit), ambas están esperando el parto y aunque tienen muchos paralelismos (ambas serán madres solteras, ambas quedaron embarazadas sin pretenderlo) también grandes diferencias, ya que mientras Janis quiere tener el hijo, Ana está asustada y arrepentida de llegar donde está. Curiosamente, entre ambas surgirá un vínculo difícil de explicar.

Un tiempo después, vemos como Janis hace se hace una prueba de maternidad con su pequeña con el resultado de que no es su madre. Al poco, nos encontramos con Janis y Ana viviendo juntas aparentemente Janis ha contratado a Ana como niñera pero es más que evidente que entre ambas hay algo más.

Coincidiendo con la reaparición de Arturo para decirle que próximamente se procederá a la apertura de la fosa común en el pueblo, la relación entre Janis y Ana parece romperse, pues Janis le cuenta a Ana que, seguramente en el hospital les dieron el cambiazo con las niñas y que la pequeña que está cuidando es realmente su hija. Evidentemente, Ana deja a Janis y se va a casa de su madre con la pequeña.

Janis por su parte se va con Arturo al pueblo para recabar información sobre los ocupantes de la fosa común, detalles que puedan ayudar a identificarles cuando, una vez empezado el proceso de apertura, se puedan recuperar los cuerpos. Poco a poco, entre Janis y Arturo se va recuperando lo que hubo hace tiempo, iniciando así una relación. 
 
 
Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit) en "Madres paralelas"
Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit) en "Madres paralelas"


¿Conseguirán abrir la fosa común y recuperar los cuerpos? Y lo que es más importante, ¿Janis y Ana recuperar su relación o como mínimo el contacto? Como ya os podéis imaginar nosotros conocemos las respuestas a estas preguntas, pero como es obvio, no os lo contaremos para no romper la magia de “Madres paralelas”.

Argumentalmente, en “Madres paralelas” tenemos dos grandes tramas argumentales que, pese a que no se llegan a entrelazar sí que marcan el desarrollo tanto de los personajes como de la propia historia, nos referimos a la maternidad y como reza el propio título al hecho de como dos madres solteras primerizas juntan sus vidas al compartir experiencias en la maternidad, y el otro gran tema, la recuperación de la memoria histórica con la apertura de una de las múltiples fosas comunes que aún a día de hoy continúan cerradas. La verdad, no hemos entendido muy bien como ambas historias, en solitario tan potentes, han acabado bajo un mismo título y con la única unión de una reprimenda de Janis a Ana por olvidar o menospreciar el pasado.

Técnicamente os diremos que, “Madres paralelas” nos ha dejado bastante indiferentes ya que, al presentarnos la historia de Janis y Ana, uno espera, y casi desea que haya cierto suspense o toques de thriller para ver la relación de su historia con la hija de Janis, pero no, quizá porque no el thriller no es un género que Almodóvar controle, pero esta parte de la historia se resuelve como uno imagina al ver el test de maternidad y, además, lo hace de golpe, sin misterio alguno. Tampoco la historia de las fosas comunes tiene mucho más allá de un toque de denuncia ya que, punto a punto y sin sorpresas, nos van anticipando lo que pasará y en definitiva, lo que acaba pasando.

En el apartado interpretativo os diremos que es donde más sobresale “Madres paralelas” ya que, ambas madres, tanto Cruz como Smit bordan sus trabajos y sus personajes. El reconocimiento internacional se lo lleva Penélope en un personaje pensado casi para su lucimiento, y se luce, pero para nosotros el gran trabajo y el personaje más complicado se lo lleva Smit, así que, al tiempo para ella.

Para nosotros, “Madres paralelas” no acaba de funcionar, y bajo ningún concepto la consideramos ni una gran película ni una de las grandes de Almodóvar, un hombre que ha demostrado que, si quiere, puede hacer mucho más.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Madres paralelas” es un 5 sobre 10.



Título original: “Madres paralelas” – España – 2021
Dirigida por: Pedro Almodóvar
Duración: 123 minutos
Género: Drama