A veces
creo que la humanidad ya da por descontado que nos hemos cargado el mundo y que
este tiene los días más que contados. Quizá lo único que nos falta saber es la
respuesta a dos preguntas relacionadas con ello, ¿Cuándo será el fin del mundo?
Y ¿Cómo será el fin del mundo?
Es más
que evidente que no lo sabremos nunca de antemano, como mínimo yo espero no
saberlo antes de que ocurra, con todo, esta incertidumbre ha supuesto una
fuente inagotable de inspiración en el mundo de la literatura y de rebote, en
del séptimo arte con títulos como: “Hijos de los hombres”, “28 días después”,
“Soy leyenda”, “El día de mañana” o un sinfín de películas de zombis.
La gran
fábrica de películas que ha cambiado, o colaborado a cambiar, el mundo de cine,
Netflix, no ha querido ser menos lanzando para el pasado final de 2023, una
película para la que se hizo con una buena idea, una novela de Rumaan Alam, un
buen elenco de actores, Julia Roberts, Ethan Hawke, Kevin Bacon y Mahershala
Ali y un buen equipo publicitario, obviamente os estamos hablando de “Dejar el
mundo atrás”.
“Dejar el
mundo atrás” está dirigida, producida y guionizada por un muy poco prolífico
Sam Esmail adaptando la novela homónima de Rumaan Alam.
“Dejar el
mundo atrás” empieza presentándonos a Amanda Sandford (a quien da vida Julia
Roberts), una mujer de mediana edad que asqueada con la sociedad y la gente que
le rodea, de un día para otro decide irse de vacaciones no planificada y de
inmediato a Long Island. Para ello, alquila una lujosa casa a través de una
plataforma y se lleva su marido Clay (Ethan Hawke) y a sus dos hijos
adolescentes, dos adictos a la tecnología.
La
llegada a la casa es tranquila, aunque muy pronto empiezan a ver cosas que les
preocupan, pierden la conectividad a internet, la cobertura del móvil y, sobre
todo, observan cuando están descansando en la playa, como un petrolero sin
control encalla en la playa, justo donde ellos tenían sus toallas tendidas.
Esa misma
noche, y mientras piensan en lo que han visto ese día, dos desconocidos llaman
a la puerta, son George H. Scott (interpretado por Mahershala Ali) y su hija
Ruth, los propietarios de casa. Ambos estaban en Nueva York esperando el
regreso de un largo viaje de la esposa de Scott cuando el caos por la falta de
comunicaciones se ha apoderado de la ciudad.
Después
de una negociación Amanda deja que los propietarios se queden en casa en una
habitación de sobras. A la mañana siguiente, las sorpresas continúan para
todos, Clay intenta ir a la ciudad, pero debe regresar ya que, sin GPS no
encuentra el camino, de mientras Amanda descubre extraños mensajes en su móvil
y Scott se lleva la peor parte, descubre que sus vecinos han muerto justo
cuando a su lado ve estrellarse varios aviones.
En medio
de suposiciones conspiranoicas, los Sandford deciden volver a la gran manzana,
aunque de camino descubren que lo tendrán muy difícil, por no decir imposible
ya que, la carretera está colapsada de coches autónomos (Teslas) chocando unos
contra otros. Como consecuencia, regresan a la casa.
¿Se puede
complicar más la cosa? Pues la verdad, un poco más sí, aunque eso, como el
final de “Dejar el mundo atrás”, nos lo guardaremos para nosotros.
“Dejar el
mundo atrás” lo podríamos definir como a un thriller conspiranoico en un mundo
post apocalíptico o en ciernes de serlo. Parte de una idea realmente buena, un
apagón tecnológico en plena era de internet, de los smartphones y de la
conectividad total, aunque pronto, muy pronto, la película empieza a hacer
aguas ayudada por unos movimientos de cámara excesivos y cansinos acompañados
de una música ciertamente machacona que nos acompañara mientras se abren
puertas y más puertas argumentales en una historia que a veces, parece no
avanzar.
Argumentalmente,
“Dejar el mundo atrás” intenta crear un thriller y enganchar al espectador con dos
únicos recursos: mostrarnos cada dos secuencias un ejemplo catastrofista de que
la tecnología ha dejado de funcionar (petroleros que encallan en la playa,
aviones cayendo sin remedio, cientos de coche chocando sin control, etc.) y
plantearnos alguna que otra reflexión sobre la situación política mundial con
toques de racismo entre los miembros de la casa. Desgraciadamente, bajo nuestro
punto de vista, nada funciona.
Desde el
punto de vista interpretativo, queremos resaltar el gran trabajo de Julia
Roberts dando vida a la misántropa Amanda Sandford, una mujer dura quien tras
una huida luchará como pocos para salvar a su familia y descubrir lo que está
pasando. También nos ha gustado mucho Mahershala Ali dando vida al misterioso
George H. Scott. Sin lugar a duda, lo mejor de “Dejar el mundo atrás” es el
trabajo de sus dos protagonistas.
Por todo
lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Dejar el mundo atrás” es de
un 5 sobre 10.
Titulo original: “Leave the world behind” – USA – 2023
Dirigida por: Sam Esmail
Duración: 134 minutos
Género: Ciencia ficción, Thriller