Realmente, cumplir a rajatabla las órdenes
marcadas por las autoridades sanitarias frente a la pandemia que nos azota este
final de primer trimestre de 2020, no es divertido. Es más, es duro estar
confinado las 24 horas del día, trabajar en casa y salir de ella sólo para
comprar o para sacar el perro a hacer sus necesidades, pero siempre hay que
sacarle algo positivo a las situaciones más difíciles, y en esta, aparte de
ganarle la partida al Covid-19 tenemos otra cosa importante a ganar, ocupar las
horas muertas recuperando alguna película que, en su momento, se nos quedó en
el tintero.
Una de estas películas que se nos quedó en el cajón de “futuribles” es la producción británico-estadounidense de 2015
protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara titulada “Carol”.
“Carol” es la adaptación de la novela homónima
de Patricia Highsmith y en su lanzamiento llego a estar nominada en los grandes
festivales de cine, Cannes, Oscars de Hollywood, los Bafta, Globos de oro,
etc., en la mayoría de casos, por el trabajo de sus dos actrices principales.
La historia de “Carol” nos desplaza directamente
al Nueva York de la década de los 50 del pasado siglo XX. Nos encontramos en un
glamuroso restaurante, y en una mesa del mismo nos encontramos con dos mujeres,
Carol (a quien da vida Cate Blanchett) y Therese (interpretada por Rooney
Mara). En un momento determinado, ambas mujeres interrumpen su encuentro
abruptamente al verse interrumpidas por un hombre que invita a Therese a una
fiesta esa misma noche.
Con este punto de partida, la trama de “Carol”
realiza un flashback unos meses atrás, justo antes de unas navidades. Therese,
aunque tiene como ilusión convertirse en fotógrafa, está trabajando en la
campaña de navidad de unos grandes almacenes. Sin esperarlo, queda ensimismada
observando a una mujer rubia que la mira disimuladamente mientras simula que
mira un tren eléctrico.
Carol, la mujer rubia, al final se dirige a
Therese buscando una muñeca que ya está agotada, como no quiere perder mucho
tiempo, Therese le vende el tren que miraba y al irse, Carol olvida sus guantes
de piel en el mostrador. Sin quererlo ni beberlo, la semilla de algo muy fuerte
ha enraizado entre ambas.
Therese, podríamos decir que tiene la vida
encarrilada, tiene novio, trabajo y una aspiración (convertirse en fotógrafa)
aunque no dinero, en cambio, Carol es una mujer de alta sociedad, con mucho
carácter y más dinero, pero atada a un matrimonio sin amor que no funciona.
Como bien dice el dicho, los polos opuestos se atraen, y entre Therese y Carol
pronto surge una gran complicidad.
Carol y Therese, dos mujeres en busca de su libertad sexual |
Con el paso de los días, una conoce la vida de
la otra, la empatía da tanta fuerza su complicidad que, cuando Carol le propone
coger el coche y lanzarse a una aventura por las carreteras de Estados Unidos,
esta ni se plantea rechazar la oferta dejando a su novio sin palabras.
Los quilómetros y los moteles se van sucediendo
mientras recorren las carreteras del interior, y con esos quilómetros, sus
planes van surgiendo y su amor va profundizando, tanto que, como no podía ser
de otra manera llegan a tener sexo.
Cuando están en la cima de su relación, Carol
recibe una noticia que le provoca dos reacciones, la primera explota al
descubrir que un investigador privado les ha estado pisando los talones y la
segunda, debe regresar a Nueva York sin dar más explicaciones. Carol desaparece
y Therese queda en manos de una amiga de Carol para que la devuelva a su casa.
Ambas mujeres pierden el contacto durante mucho
tiempo, Carol debe enfrentarse a un divorcio difícil con su marido y Therese
aprovecha para rehacer su vida con su novio y empezar su carrera en el
periódico, y como ya os podéis imaginar, ha llegado el momento de deciros que
“hasta aquí lo que os podemos contar del argumento de “Carol”.
Desde el punto de vista interpretativo, nos
gustaría remarcar el gran trabajo de sus dos actrices principales (en este
caso, entendemos que ambas son protagonistas, no secundarias), Cate Blanchett y
Rooney Mara. Ambas, en base a una gran química, consiguen transmitirnos sin
problemas la lucha personal de sus personajes por poder vivir su vida como
ellas quieren, queriendo a quienes ellas quieran, aunque de las dos, es Rooney
Mara quien nos ha ganado totalmente, con su juego de miradas, su inocencia y su
lucha por conseguir algo que hace 60 años era casi impensable, vivir su
sexualidad.
Técnicamente, “Carol” es una película un tanto
irregular ya que, aunque está muy bien tramada y tiene una gran fotografía (las
miradas de Therese a través de los cristales del coche son simplemente geniales),
se sustenta básicamente por el gran trabajo de sus dos actrices principales.
Podríamos decir que “Carol” es algo así como una road-movie de dos mujeres en
busca de su libertad sexual, aunque lamentablemente queda inconexa por algunos
vacíos incomprensibles.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota
final para “Carol” es de un 6.5 sobre 10, y os la recomendamos, aunque solo sea
para disfrutar del gran trabajo de Mara y Blanchett.
Título original: “Carol” - 2015 – Reino Unido
Dirigida por: Todd Haynes
Duración: 118 minutos
Género: Drama, homosexualidad
La verdad es que la maldita pandemia al menos nos está dando oportunidad para hacer los deberes cinematográficos que quedaron pendientes. Carol está en mi debe y estoy muy de acuerdo con lo que comentas de Rooney Mara. También me ha llamado la atención a referencia a la fotografía en la parte final de la crítica.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana cinéfilo!
Siempre hay que sacarle algo positivo a todo, incluso a esta pandemia. En cuanto a "Carol", aunque tiene algunos baches, la verdad es que es entretenida (sobre todo por actuaciones) y con una gran fotografía.
EliminarSaludos y muchas gracias por comentar!