martes, 30 de diciembre de 2014

Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?


Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? - Cartel
Siempre que aparece en nuestras carteleras una cinta que lleva más de tres meses llenando las salas en su país de origen, a los del equipo nos atrae especialmente, más aún cuando ese mercado no es el americano sino europeo, y este es el caso de “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” y su espectacular éxito de crítica y espectadores en Francia.

La verdad es que nos llamaba mucho la atención, ya que se trata de una comedia que gira en torno al creciente aumento del racismo en la sociedad gala, así que, sin dudarlo demasiado, nos hicimos con nuestras entradas y nos dispusimos a disfrutar de una hora y media de comedia.

Sorprendentemente, la sala grande del cine donde estuvimos, estaba llena de gente dispuesta a pasar un buen rato con las tribulaciones de la familia Verneuil, los protagonistas de “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?”.

La historia empieza en la localidad de Chinon con un flash-back que nos sitúa tres años antes del verdadero desarrollo de la cinta. Allí, en el ayuntamiento de esta localidad francesa, nos encontramos con una sorprendente boda entre Isabelle (la hija mayor de los Verneuil) y Rachid, un joven abogado musulmán. Un año después, el escenario se repite, pero esta vez con la segunda hija de los Verneuil, Odile que se casa con David, un judío en horas bajas. La historia de bodas no acaba aquí, porqué justo un año más tarde, Ségolène, la tercera hija de la familia, se casa con Chao, un banquero chino.

Para Claude y Marie Verneuil esta situación es todo un trauma ya que ellos, una adinerada familia muy tradicional, católica y con cuatro hijas deben asumir que tres de ellas se han casado con tres hijos de inmigrantes de culturas y religiones totalmente distintas a la suya.

Intentan llevarlo bien, como mínimo de puertas hacia fuera, pero las reuniones familiares son un auténtico drama ya que, tantas culturas y religiones distintas alrededor de una mesa acostumbran a terminar como el rosario de la Aurora. Por suerte, a los Verneuil les queda una última hija para casar, y no pierden la esperanza de que ésta encuentre un chico católico con el que casarse en la iglesia de Chinon.

Al poco tiempo Laura, la hija pequeña, tras una reunión familiar, lleva a sus padres una auténtica noticia bomba, ya que ella también se va a casar, en esta ocasión con Charles, un chico católico. Todo perfecto para los Verneuil, como mínimo a primera vista, ya que, aunque católico, Charles es negro, un emigrante de Costa de Marfil, con una familia tan racista como los Verneuil… vaya, todo un panorama ante la boda.

Pero, ¿Charles y Laura llegarán a casarse? ¿Claude Verneuil se llevará bien con su consuegro? ¿Será capaz de llevarse bien una familia en la que conviven tantas y tan distintas religiones y tradiciones? Evidentemente nosotros lo sabemos, pero no seremos quienes os rompamos la película, lo que sí vamos a hacer es daros nuestra particular valoración de “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?”.

Argumentalmente, estamos ante una comedia ciertamente original ya que, con un fino sentido del humor, nos cuenta el incipiente problema de la globalización y del auge del racismo en Francia, eso sí, orientándolo desde la intimidad de una familia tradicional francesa. Aunque, quizá, con un exceso de tópicos manidos que evitan en todo momento el efecto sorpresa.

Si alguien piensa que estamos ante la versión francesa de “Ocho apellidos vascos”, os podemos decir que el paralelismo con ésta es grande en cuanto al sentido del humor, ya que, en ambos casos, podemos reír un buen rato con buenos chistes, pero en ningún caso reiremos sin parar durante toda la cinta.

Bajo nuestro punto de vista, una buena comedia, recomendable si queréis pasar un buen rato. Nuestra valoración es de un 6 sobre 10.



Título original: “Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?” – Francia – 2014
Dirigida por: Philippe de Chauveron
Duración: 97 minutos
Género: Comedia
viernes, 26 de diciembre de 2014

La sombra del poder


La sombra del poder - Cartel
Unos lo llamarán casta, otros círculos de poder aunque lo que está realmente claro es que, durante los últimos años la concentración de poder se ha hecho más que patente en nuestra sociedad. Una concentración que parece basarse en la máxima de “todo se vale, con tal de mantener el estatus”, quizá es por eso que cuando vimos la posibilidad de ver “La sombra del poder” no lo dudamos demasiado.

En esta ocasión, la película no está basada en hechos reales sino en la adaptación de una miniserie de la BBC, por tanto, ya os avanzamos que todo parecido con la realidad es pura coincidencia (a no ser que los guionistas de “La sombra del poder” lo hayan copiado).

La historia empieza presentándonos al veterano periodista del Washington Globe, Cal McAffrey (a quien da vida Russell Crowe), especializado en la investigación de homicidios para el periódico. Su especialidad le lleva directamente a verse sumergido en el suicidio de la joven ayudante del congresista Collins (Ben Affleck) en el metro de Washington.

Cuando parece que no va a tener caso, Cal descubre que la joven no se ha suicidado, sino que alguien la ha asesinado brutalmente. Como Cal y el congresista Collins son buenos amigos, nuestro protagonista se vuelca totalmente a la investigación del caso, bien ayudado eso sí, por Della (Rachel McAdams), una joven novata que trabaja también en el Washington Globe.

Con las primera investigaciones,  se confirma que evidentemente hay gente importante tras el asesinato de la joven, gente tan importante que podría incluso hacer desmoronar los cimientos del propio estado. Todo el mundo tiene algo que esconder, los matones a sueldo hacen acto de presencia y todos, incluido el propio congresista y su equipo no parecen muy dispuestos a que la verdad salga a la luz.

Como ya os podéis imaginar, nosotros nos os vamos a desvelar el desenlace de “La sombra del poder”, lo que si os vamos a contar es nuestra particular valoración técnica de la película.

Interpretativamente, cuando uno ve que en el mismo cartel hay nombres como Russell Crowe y Ben Affleck, sin pensarlo mucho, espera grandes interpretaciones, aunque a veces, como es este caso, no las va a encontrar ya que, mientras Crowe está correcto (sin estridencias), Ben Affleck se queda muy lejos de conseguir un buen registro, ya que en muy pocas secuencias consigue hacernos creer su papel.

Por otro lado, argumentalmente la película parece querer abarcar demasiado, demasiada corrupción, demasiados secretos escondidos, demasiada investigación para un periodista, en definitiva demasiada trama para una sola película que únicamente consigue que el espectador acabe desenganchándose de la misma gracias, además, a un ritmo narrativo demasiado monótono durante gran parte de su metraje.

Sinceramente, esperábamos más de un thriller con el argumento y casting de “La sombra del poder”, por tanto, nuestra nota final es de un 5.5 sobre 10.




Título original: “Estate of play” – 2009 – USA / Reino Unido
Dirigida por: Kevin MacDonald
Duración: 127 minutos
Género: Thriller, Drama
domingo, 21 de diciembre de 2014

Siempre a tu lado (Hachiko)


Siempre a tu lado (Hachiko) - Cartel
A veces, aunque parezca imposible, la televisión tiene la capacidad de brindarnos uno de esos momentos mágicos que le devuelve el valor que, por otro lado, nunca debiera de haber perdido. Hace unos días nos sucedió exactamente eso, ya que, después de cenar, teníamos unas ganas locas de disfrutar de un rato de sofá y pantalla sin tener que aguantar programas del corazón o debates políticos.

Por suerte, al poner en marcha la tele nos sorprendió toparnos con el tráiler de  Siempre a tu lado (Hachiko)”, anunciándola para esa misma noche. No sabíamos nada de su argumento, pero, como amantes de los animales, sentimos que la película nos llamaba poderosamente la atención, así que, decidimos verla.

La historia empieza en un colegio de primaria estadounidense, en donde los alumnos de la clase hacen un ejercicio oral sobre sus héroes favoritos. Cuando le toca el turno a Ronnie sorprende a toda clase proponiendo como héroe a Hachiko, el perro de su abuelo.

En este momento, y a modo de ‘flash-back’, la historia nos traslada a un templo budista del Japón, donde un monje está preparando un cachorro de Akita para enviarlo en una pequeña de jaula a los Estados Unidos. Durante el viaje, el pequeño cachorro cae del portamaletas con el que es trasladado y queda vagando por el andén de la estación hasta que se cruza con el profesor Parker Wilson (Richard Gere).

Hechizado por el pequeño Akita, y después que el jefe de estación le diga que no puede hacer nada por el perro, el profesor acaba llevándoselo a casa donde se tendrá que enfrentar a la negativa inicial de su esposa Cate (Joan Allen).

Parker pone anuncios, distribuye papeles y se mueve para encontrarle un hogar definitivo a su nuevo amigo, pero poco a poco se va encariñando más con él, hasta el punto de llevarlo a la universidad donde su compañero Ken Fujiyoshi le indica que ambos están predestinados a estar juntos y que el símbolo que lleva el perro en su collar significa Hachi (el octavo).

Ya con nombre, y viendo lo bien que se llevan Hachi y Parker, Cate acaba accediendo a quedarse con el perro. Una mañana, al irse a trabajar, Hachi sigue a Parker hasta la estación, negándose a volver a casa hasta que éste regresara del trabajo, y así, hasta que un infortunado día, Parker sufre un repentino ataque al corazón y muere en plena clase.

Aunque “Siempre a tu lado (Hachiko)” es una película basada en hechos reales, y todos podemos saber el desenlace de la misma por la gran moraleja de amistad y fidelidad que nos cuenta, nosotros dejamos aquí el detalle de su argumento, y pasamos a nuestra particular valoración.

Interpretativamente hablando, “Siempre a tu lado (Hachiko)” tiene dos interpretaciones que sobresalen del resto: por un Richard Gere que, aunque no está de Oscar, sí que contribuye casi definitivamente en la creación del clímax de emociones que envuelve todo el metraje de la película, y por el otro, “Hachiko” que aunque es un bellísimo perro sobresale del resto, tanto por emotividad como por los sentimientos que destilan todas sus escenas (¡bravo por el equipo de entrenadores!).

También la fotografía resulta muy destacable, con amaneceres, otoños y colores ocres que ayudan, sin duda, a sumergirnos en la historia e implicarnos en la relación entre los dos protagonistas principales.

Lo más flojo de la película es, bajo nuestro punto de vista, la excesiva búsqueda de las lágrimas del espectador consiguiendo a veces que la película abuse de excesivas secuencias donde apenas sucede nada significativo para el desenlace de la misma.

Evidentemente, la película consigue lo que busca y esto no es otra cosa que contarnos la historia de lealtad entre un perro y su dueño, arrancándonos eso sí, un buen puñado de lágrimas.

Como amantes del cine y de los animales os recomendamos totalmente esta película, aunque eso sí, buscad bien el momento de verla, pues es interesante tener Kleenex® cerca. Nuestra puntuación es de un 8 sobre 10.




Título original: “Hachi: A dog’s tale” – USA – 2009
Dirigida por: Lasse Hallström
Duración: 93 minutos
Género: Drama