lunes, 25 de abril de 2022

El pianista

El pianista - Cartel
Después de casi 60 años, hablar de uno de los grandes dramas que hemos tenido que vivir como sociedad durante el pasado Siglo XX continúa doliendo, aunque continúa siendo necesario hacerlo para que nadie olvide la barbarie de que es capaz el ser humano, y no solo con el planeta sino también con sus semejantes.

Son múltiples los autores que lo han hecho con grandísimo acierto, por ejemplo, Thomas Keneally con su obra “El arca de Schindler” (que años más tarde adaptaría al cine Steven Spielberg con su brillante “La lista de Schindler), o las memorias del músico polaco Wladyslaw Szpilman, “El pianista del gueto de Varsovia” que fue llevada al cine por Roman Polanski en 2002 bajo el título “El pianista”.

Hoy en este pequeño rincón os queremos hablar de esta gran película de Roman Polanski, “El pianista”, ganadora de la Palma de Oro de Cannes, varios premios César y tres premios Óscar.

“El pianista” empieza presentándonos a Wladyslaw Szpilman (a quien da vida Adrien Brody) un pianista polaco y judío de cierto renombre que trabaja en una radio de Varsovia cuando empieza la invasión nazi de Polonia, siendo uno de los primeros lugares bombardeados. Cuando Szpilman llega a casa y junto a su familia, escuchan que Francia e Inglaterra han declarado la guerra a Alemania, alegrándose de ello y vaticinando que esta será corta y propicia para ellos.

Por desgracia, se equivocaban y meses después, con todos sus derechos menoscabados (no pueden tener dinero y deben ir marcados por la calle), los judíos son obligados a ocupar un barrio concreto de Varsovia que, en nada, se convierte en un auténtico Gueto desde donde deberán enfrentarse al hambre, al maltrato alemán, a las torturas y, como no, a la muerte.

Meses después, todos los judíos del gueto son obligados a abandonarlo para ser llevados, aunque ellos no tengan confirmación, al campo de exterminio de Treblinka. Cuando ya estaba a punto de entrar en el tren con su familia, Szpilman es “salvado” por un antiguo amigo suyo, un miembro de la policía judía de Varsovia.

A partir de este momento Szpilman se ve con la obligación de sobrevivir en el devastado Gueto de Varsovia haciendo lo que buenamente pueda hasta que consigue contactar con antiguos amigos no judíos que, jugándosela, le ayudan para que pueda salir del Gueto y pueda vivir escondido en algunos pisos francos de la resistencia.

Tiempo después de haber presenciado duras represiones y masacres, el ejército nazi decide acabar con la resistencia destruyendo todo el Gueto. Por poco, pero Szpilman sobrevive, aunque desde ese momento debe afrontar, en solitario, el hambre, las enfermedades, el frío extremo y la propia autodestrucción psicológica.

En el último suspiro de sus fuerzas, Szpilman se cruza con Hosenfeld, un capitán del ejército nazi quien, antes de tomar una decisión le dice a Szpilman que toque algo en el piano. ¿Cuál será el resultado de esta audición privada? ¿Sobrevivirá Szpilman a la invasión nazi? Como ya os podéis imaginar, nosotros lo sabemos, pero para nada, os lo contaremos aquí.


Adrien Brody dando vida a Wladyslaw Szpilman
Adrien Brody dando vida a Wladyslaw Szpilman


Técnicamente, nos quitamos el sombrero ante el soberbio trabajo de Roman Polanski quien, con extremo realismo es capaz de reflejar el drama de lo que tuvieron que vivir los judios en el Gueto de Varsovia haciéndolo con absoluta sobriedad, sin divismos, sin buscar moralejas, aunque eso sí, mostrándonos en cada secuencia la degradación progresiva que vivió la sociedad, como quien ve acercarse la guadaña de la parca sin poder hacer nada.

No nos olvidaremos en este apartado tampoco de dos puntos más que, para nosotros son claves en “El pianista”, la excelente fotografía, con unos primeros planos brillantes en un fondo de destrucción brutal, y sobre todo, la acertada elección de su banda sonora, donde por encima del estruendo de la guerra, suena siempre la música clásica.

Interpretativamente, queremos resaltar el soberbio trabajo de Adrien Brody dando vida, brillantemente a Wladyslaw Szpilman, un hombre que, con sus gestos y su postura consigue darle un realismo total al sufrimiento de un hombre que debe dejar atrás su filosofía de vida para buscar, incluso bajo las piedras el menor soplo de aire que le permita sobrevivir.

Sin lugar a dudas “El pianista” es una de esas obras que todo el mundo debería ver, como mínimo una vez en la vida ya que, para nosotros, es una de esas películas irrepetibles, una auténtica joya del cine, una Obra Maestra.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El pianista” es de un 9 sobre 10.



Título original: “The pianist” – Reino Unido – 2002
Dirigida por: Roman Polanski
Duración: 148 minutos
Género: Drama, Histórico, Biográfico
jueves, 7 de abril de 2022

Los descendientes

Los descendientes Poster
Para muchos, la vida es un camino de rosas, a otros, parece que les toca hacer dicho camino saltando de espina a espina. La cuestión está, en quizá, vivirla cada momento de la forma que más nos llene haciendo las cosas que más nos importen con quien más nos importe, algo que, no os engañaremos es también difícil, pues a veces, estas personas y/o cosas que más nos importan están lejos de ser imprescindibles (y lo descubrimos tarde, siempre tarde). La vida es muy caprichosa.

Tranquilos, no vamos a continuar con esta clase barata de filosofía, ya pasamos a lo que nos gusta, el cine, aunque en cierta manera la película que os comentaremos en esta entrada está bastante relacionada con el tema.

Hace unos días, y como quien no quiere la cosa, vimos que iba a empezar en la televisión una película de la que no teníamos conocimiento, “Los descendientes”, pero como estábamos muy cómodos en el sofá y estaba protagonizada por un actor que nos gusta bastante, George Clooney, nos dispusimos a verla, y hoy, a contároslo.

“Los descendientes” empieza presentándonos a su protagonista, Matt King (George Clooney), un afamado abogado que tiene fijada su residencia en Honolulu, donde además es el responsable de conservar y transmitir la herencia familiar a la que tiene acceso como sus primos, en total, más de 25000 hectáreas de tierras y playas vírgenes en la isla de Kauai.

Justo en el momento en que los primos y el propio King están estudiando y tienen casi decidido vender las tierras, un accidente en el mar dejan a Elizabeth, la esposa de Matt, en estado de coma en el hospital.

Tener a Elizabeth en el hospital trastoca todos los planes de Matt ya que, ante todo, tiene que hacerse cargo de sus dos hijas, Scottie de 10 años y Alex de 17, ambas con algún que otro problema de comportamiento social, aunque pronto descubre el principal problema, hasta el momento nunca ha ejercido de padre, solo de abogado.

A los pocos días de estar Elizabeth en coma, los médicos que llevan su caso descubren que nunca despertará del coma, por tanto, y siguiendo el propio testamento vital de la enferma, esta debe ser desconectada en breve de las máquinas que la mantienen con vida.

Ante esta disyuntiva, Matt decide contarle la situación a su hija mayor, y esta, de entrada, se niega ir a ver a su madre alegando el motivo de su decisión, el cual no es otro que, en el momento del accidente Elizabeth mantenía una relación/aventura con otro hombre. Después del shock, Matt empieza a investigar sobre dicho hombre, el cual resulta ser un tal Brian Speer, un agente inmobiliario con intereses en la zona.


Matt con Scottie, Alex y el novio paseando por Kauai
Matt con Scottie, Alex y el novio paseando por Kauai


Una vez avisada a la familia de la situación de Elizabeth, Matt, Alex y Scottie salen a la búsqueda de Brian, para conocerle y darle la oportunidad de despedirse de Elizabeth si así lo desea. Le encuentran en Kauai descubriendo a la vez que es parte implicada en la venta de los terrenos familiares de los King, pero, ¿afectará esto al desenlace de “Los descendientes”? ¿Irá a despedirse Speer de Elizabeth? Preguntas que, como ya os podéis imaginar, no os contestaremos por aquí.

De buenas a primeras, nos gustar remarcar el buen trabajo del equipo de dirección y guion ya que, como os podéis imaginar después de haber leído el argumento, hubiese sido muy sencillo crear una película que buscara la lágrima fácil para ganarse el favor del público y los grandes certámenes, pues nada más lejos de la realidad ya que, aunque “Los descendientes” es un drama que mezcla temas tan contundentes como la muerte, el perdón y la reconciliación, lo hace enfocando toda fuerza en la empatía que uno siente hacia Matt King, entendiendo tanto sus fortalezas como sus debilidades en el duro momento que le toca vivir.

Con todo, en el apartado argumental, le vamos a adjudicar un punto negativo (quizá es problema nuestro, pero esperábamos mucho más) y no es otro que, aunque las ¾ partes de la película el ritmo es correcto e incluso diríamos que ascendente, llega un punto en el que la precipitación, la previsibilidad y, sobre todo, el cierre de las líneas argumentales abiertas se realiza con demasiada precipitación dejando al usuario una extraña sensación.

Interpretativamente nos quitamos el sombrero ante el soberbio trabajo de George Clooney dando vida a un Matt King lleno de particularidades y sentimientos, y lo hace con la fuerza suficiente para, casi por sí solo, aguantar la película. El resto de actores, están correctos, a excepción quizá de Matthew Lilliard dando vida a Brian Speer y Nick Krause, Sid, el bobalicón amigo de Alex, aunque quizá claro, más por falta de definición y profundidad del personaje en el caso de Lilliard y de falta de papel (aún no sabemos qué pinta su personaje) en el caso de Krause.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para para “Los descendientes” es de un 7 sobre 10.



Título original: “The Descendants” – 2011 – USA
Dirigida por: Alexander Payne
Duración: 110 minutos
Género: Drama
martes, 5 de abril de 2022

Con amor, Víctor - Temporada 2

Con amor, Victor - Temporada 2
Hace muy poco tiempo os contábamos nuestras impresiones sobre el spin-off de la notable cinta “Con amor, Simon, la serie de Hulu (en España distribuida por la plataforma de streaming Disney+) “Con amor, Víctor”.

Como el estreno en nuestro país de dicha serie se demoró más de lo esperado (vaya, hasta la incorporación de Star en la plataforma Disney+), muy poco tiempo después de la finalización de la emisión de la primera temporada “Con amor, Víctor”, se inició la emisión de su segunda temporada, la cual, os reseñaremos en esta entrada.

La segunda temporada de “Con amor, Víctor” empieza poco tiempo después de la salida del armario de Víctor (Michael Cimino) con su familia y coincidiendo con la vuelta al instituto tras el descanso veraniego.

Los primeros días del nuevo curso son complicados para Víctor ya que, debe enfrentarse a varias situaciones provocadas por su salida del armario, la primera de ellas hace referencia a la relación con su antigua ex, Mia, quien ha pasado el verano alejada de todos recomponiendo su corazón, también la integración de Víctor con el equipo de baloncesto del instituto es complicada ya que varios de sus compañeros no aceptan que se duche con ellos lo cual acaba provocando que deje el equipo.

Por suerte para Víctor, a su lado tiene a un Benji (George Sear) incondicional quien le apoya en sus decisiones y le respeta sus indecisiones, y también a la nueva pareja del momento, su vecino Félix y Lake quien durante los primeros capítulos hará de nexo de unión entre el grupo y Mia.

Como los problemas en casa de Víctor no ceden (a la separación de sus padres se une el rechazo de Isabel, su madre, a aceptar la homosexualidad de su hijo) y en casa de Félix parecen aumentar sin control (su madre debe ser internada y tratada de un trastorno psiquiátrico), Benji decide organizar un fin de semana en una casa que tiene su familia en un lago, invitando lógicamente a Víctor y los amigos comunes (Félix, Lake, Mia, Andrew).

A la vuelta del fin de semana, un nuevo personaje entra en escena, Rahim (Anthony Keyvan) un chico de ascendencia iraní que tomando ejemplo de Víctor (como este hizo en su momento con Simon), se pone en contacto con este para que le guie en su proceso de salida del armario.

Con el paso de los capítulos las situaciones van cambiando ya que, mientras las madres de Víctor y Félix avanzan en sus respectivos problemas, ellos deben afrontar algunos cambios en sus vidas ya que, tanto Félix como Víctor verán como sus relacionas tambalean teniendo que escoger el camino a seguir con ellas, aunque como ya os podéis imaginar, nosotros no os contaremos cual es.


Benji y Victor, les toca crecer como pareja
A Benji y a Victor, les toca crecer como pareja


Argumentalmente, no os vamos a engañar, esta segunda temporada de “Con amor, Víctor” nos ha parecido un paso atrás respecto a la temporada de su estreno. Oficialmente, entendemos que querían crear una temporada más adulta, aunque bajo nuestro punto de vista, se ha caído en el uso y abuso de los clichés del mundo LGTB (por ejemplo: un gay no puede tener amigos de su misma orientación ya que siempre se acabarán liando).

En el equipo, esta segunda temporada de “Con amor, Víctor” nos ha parecido precipitada, abriendo muchos temas, pero no entrando en detalle en ninguno, y esto afecta tanto a las tramas principales como a las secundarias, recordándonos con ello, a la típica serie adolescente hecha en churrera.

Desde el punto de vista interpretativo, nos gustaría comentar que, gran parte del casting continúa desarrollando su trabajo como un reloj, dando credibilidad a las historias que nos cuentan y proximidad a sus problemas, pero la precipitación de esta segunda temporada ha afectado y mucho a dos personajes, el de Benji y el de Rahim. El primero de ellos sufre un cambio de carácter totalmente inexplicable y el segundo adolece totalmente de profundidad y construcción.

Por todo lo que os hemos contado, no nos queda más remedio que valorar de forma muy justa esta segunda temporada de “Con amor, Víctor”, aprobándola por los pelos. Nuestra nota final para ella, es de un 5 sobre 10.



Título original: “Love, Victor” – 2021 – USA
Año de creación: 2020
Año de finalización: 2021 (segunda temporada)
Duración: 20 capítulos (de unos 30 minutos