No es nuestro estilo, pero el pasado fin de semana no pudimos evitarlo, nos tumbamos en el sofá y nos pusimos a disfrutar de (como el 21.2% de lo espectadores de esa noche), de “La Proposición”. Ya la teníamos vista pero... a nadie le amarga un dulce.
La cuestión es que, una vez finalizada, nos quedamos en posición y nos enganchamos a la comedia protagonizada por Jason Biggs, “Cásate conmigo”. Sabíamos que no sería una joya, pero decidimos darle una oportunidad.
La historia empieza de una forma de lo más original, nuestro protagonista, Anderson (Jason Biggs) quiere pedir en matrimonio a su chica, y quiere hacerlo de forma que nunca se le olvide, y lo hace disfrazándose de cupido y yendo al restaurante donde le espera. El problema viene cuando la chica lo ve, impresionada por la imagen, cae fulminada por un infarto.
Un año después de tan trágico suceso, nuestro protagonista continua sumido en una profunda depresión, no perdonándose en ningún momento la pérdida de su amada.
Un día, yendo a desayunar con su amigo, sucumbe a la presión del mismo y acepta una apuesta: “pedir en matrimonio a la primera chica que se le acerque”. Lo lleva a cabo en el mismo restaurante con la primera chica que se le acerca, la camarera del lugar, Katie (Isla Fischer). Sin pensarlo un momento, Katie acepta la proposición.
El mismo día, Katie deja a su novio y se va a vivir con Anderson, sin conocerse, sin confianza y sin tener nada previsto ninguno de los dos.
La presentación a los respectivos padres y el anuncio de su boda son uno de los puntos más cómicos de la película, juntamente quizá, con su alocada carrera hacia el altar (y nunca mejor dicho carrera, jejeje). De todas formas, no os desglosaremos los gags, pues si lo hacemos, echamos a perder la poca gracia de “Cásate conmigo”.
Dicho esto, pasaremos a las valoraciones que en esta ocasión, se nos antojan un tanto complicadas, al tratarse de tipiquísima comedia americana casi únicamente apta para adolescentes. Quizá de entre las cosas positivas, los del equipo destacaríamos, dentro del estancamiento que lleva en su carrera, el trabajo de un Jason Biggs mayor en todos los aspectos al que conocimos años atrás en "American Pie". Él solo lleva el peso cómico de la película sin resentirse, ni su trabajo ni la propia película, lo cual es de agradecer.
En cuanto a lo negativo, pues que es la típica comedia americana sin sentido, sin rumbo y sin más objetivo que arrancar tres o cuatro risotadas en casi la hora y media que dura la película.
En definitiva, una película muy apta para ver entre amigos, después de una cena y con una cerveza (o dos) delante, pero no la saquéis de ahí, por eso, los del equipo le ponemos un 5 sobre 10. Cumple, divierte pero nunca pasará a la historia del cine.
Título original: “Wedding Daze” – 2007 – USA
Dirigida por: Michael Ian Black
Duración: 92 minutos
Género: Comedia, Comedia Romántica
La cuestión es que, una vez finalizada, nos quedamos en posición y nos enganchamos a la comedia protagonizada por Jason Biggs, “Cásate conmigo”. Sabíamos que no sería una joya, pero decidimos darle una oportunidad.
La historia empieza de una forma de lo más original, nuestro protagonista, Anderson (Jason Biggs) quiere pedir en matrimonio a su chica, y quiere hacerlo de forma que nunca se le olvide, y lo hace disfrazándose de cupido y yendo al restaurante donde le espera. El problema viene cuando la chica lo ve, impresionada por la imagen, cae fulminada por un infarto.
Un año después de tan trágico suceso, nuestro protagonista continua sumido en una profunda depresión, no perdonándose en ningún momento la pérdida de su amada.
Cómo para no caer viendo a Jason Biggs de esta guisa |
Un día, yendo a desayunar con su amigo, sucumbe a la presión del mismo y acepta una apuesta: “pedir en matrimonio a la primera chica que se le acerque”. Lo lleva a cabo en el mismo restaurante con la primera chica que se le acerca, la camarera del lugar, Katie (Isla Fischer). Sin pensarlo un momento, Katie acepta la proposición.
El mismo día, Katie deja a su novio y se va a vivir con Anderson, sin conocerse, sin confianza y sin tener nada previsto ninguno de los dos.
La presentación a los respectivos padres y el anuncio de su boda son uno de los puntos más cómicos de la película, juntamente quizá, con su alocada carrera hacia el altar (y nunca mejor dicho carrera, jejeje). De todas formas, no os desglosaremos los gags, pues si lo hacemos, echamos a perder la poca gracia de “Cásate conmigo”.
Dicho esto, pasaremos a las valoraciones que en esta ocasión, se nos antojan un tanto complicadas, al tratarse de tipiquísima comedia americana casi únicamente apta para adolescentes. Quizá de entre las cosas positivas, los del equipo destacaríamos, dentro del estancamiento que lleva en su carrera, el trabajo de un Jason Biggs mayor en todos los aspectos al que conocimos años atrás en "American Pie". Él solo lleva el peso cómico de la película sin resentirse, ni su trabajo ni la propia película, lo cual es de agradecer.
En cuanto a lo negativo, pues que es la típica comedia americana sin sentido, sin rumbo y sin más objetivo que arrancar tres o cuatro risotadas en casi la hora y media que dura la película.
En definitiva, una película muy apta para ver entre amigos, después de una cena y con una cerveza (o dos) delante, pero no la saquéis de ahí, por eso, los del equipo le ponemos un 5 sobre 10. Cumple, divierte pero nunca pasará a la historia del cine.
Título original: “Wedding Daze” – 2007 – USA
Dirigida por: Michael Ian Black
Duración: 92 minutos
Género: Comedia, Comedia Romántica