viernes, 23 de mayo de 2014

Malditos bastardos

Malditos bastardos - Cartel
En el mundo del cine, hablar de Quentin Tarantino es como hablar de una bestia que siembra discordia en cada conversación donde aparece: O la gente lo ama, o la gente lo aborrece, difícilmente hay un término medio, dependiendo esto último incluso a veces de cada uno de sus trabajos. Ésta situación resume un poco lo que ocurrió con la llegada de “Malditos Bastardos”, estrenada en los cines en el año 2009 y dirigida por el susodicho.

“Malditos Bastardos” está ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, más concretamente en la época de la ocupación alemana de Francia. Allí, la película nos desarrolla dos historias que acabarán enlazándose.

La primera de ellas protagonizada por el oficial del Servicio de Seguridad de la S.S., Hans Landa (a quien da vida Christoph Waltz), un sanguinario cazador de judíos que siembra el terror por la campiña francesa. En uno de estos actos, una familia judía es salvajemente asesinada mientras estaba escondida en los sótanos de una vieja casa, pudiendo escapar solamente Shosanna (Mélanie Laurent), la adolescente de la familia.

Al otro lado del atlántico, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) recibe el encargo de formar un temible grupo de judíos, el cual recibirá el nombre de “Los bastardos”, con el objetivo de infiltrarse en las líneas alemanas desplegadas en Francia y sembrar el terror entre los alemanes.

En una de sus primeras acciones, los bastardos aniquilan a un escuadrón de alemanes casi al completo, reservándose a sus dos líderes para un crudo y sanguinario interrogatorio, del cual solo uno saldrá con vida, eso sí, marcado de por vida con una esvástica en la frente.

Tanta crueldad de los bastardos pronto corre entre las líneas alemanas, llegando incluso a oídos de Hitler, el cual, evidentemente, ordenará acabar con el peligroso grupo.

Tiempo después, tanto los bastardos como los alemanes confluyen en un pequeño cine de París dirigido por Emanuelle (Mélanie Laurent) y su pareja. El viejo cine y su bella propietaria llamarán la atención de Zoller (Daniel Brühl), un joven héroe de guerra alemán que llegará que llegará a convencer a Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda del régimen, para que se celebre en ese cine el acto de presentación de su película, al cual asistirá también Hitler.

Ya os podéis imaginar que la resistencia francesa y los bastardos querrán sacar tajada de dicha situación, con lo que la película entrará en una complicada vorágine de acciones hasta su desenlace.

Hans Landa (Christoph Waltz) conversando con tres de "Los Bastardos"
Hans Landa (Christoph Waltz) conversando con tres de "Los Bastardos"


Como es norma en el equipo, este es el punto donde aparcamos el argumento y su desenlace para pasar a nuestra particular valoración técnica.

Lo primero que valoraremos serán las interpretaciones, apartado en el cual nos toca repartir una de cal y otra de arena. Por un lado, queremos destacar la magistral interpretación de Christoph Waltz dando vida al déspota y sanguinario Hans Landa por el que llegamos a sentir un profundo asco. Por otro lado, también tenemos que destacar la profunda decepción por el trabajo de Brad Pitt dando vida al teniente Aldo Raine, un personaje que al final quedó totalmente plano, predecible y sin una personalidad remarcable. En cuanto al resto de actores, la verdad es que todos están correctos en sus registros.

Argumentalmente la película tiene muchas lagunas y cambios de ritmo que, dado el largo metraje de la misma, entorpecen su desarrollo y su seguimiento por parte de los espectadores. Por otro lado, echamos profundamente de menos una de las principales características del cine de Tarantino: sus surrealistas y duros diálogos.

En definitiva, no nos pareció ni de trozo una mala película, pero sí que esperábamos mucho más de un film de Tarantino, por lo que nuestra valoración final es de un aceptable 5 sobre 10.





Título original: “Inglourious Bastards” – 2009 – USA
Duración: 153 minutos
Dirigida por: Quentin Tarantino
Género: Acción, Bélica 
domingo, 11 de mayo de 2014

El diario de Bridget Jones

El Diario de Bridget Jones - Cartel
Hay nombres que entran en nuestras vidas como un elefante en una cristalería. A veces son de personas importantes que nos han marcado, otras veces son nombres de compañeros de trabajo, de estudios, de personajes de televisión o, incluso, como el caso del que os hablaremos hoy, de protagonistas de películas. Sí, hoy os queremos hablar de Bridget Jones y de su descubrimiento en “El diario de Bridget Jones”.

La historia empieza presentándonos a su auténtica protagonista, Bridget Jones (Renée Zelweger), una, ¿joven? londinense que acaba de cumplir los 32 años y que vive inmersa en una vorágine de complejos que incluye una perpetua crisis amorosa.

Para Bridget, todos los días son iguales: trabajar en la editorial, fumar, beber y pasar solitaria las noches ante el televisor para, de vez en cuando, reunirse con su grupo de amigos de los que recibe consejos para cambiar su inexistente vida amorosa.

Una monotonía que se sucede día tras día hasta llegar al día de año nuevo que, como no podía ser de otra forma, pasa con sus padres en la comida que éstos organizan para su familia y amigos. Allí, además de tener que soportar las constantes alusiones y recriminaciones por su vida, tiene que acabar lidiando con algún pretendiente que su familia le quiere endosar, siendo esta ocasión el afortunado Mark Darcy (Colin Firth), un viejo conocido de la infancia al que Bridget menosprecia.

A partir de este punto, Bridget toma la determinación de poner orden en su vida y, para ello, decide además de perder peso y dejar de fumar (vaya, como casi todos por año nuevo), escribir un diario.

Con el paso de los días y la vuelta a la rutina, Bridget descubre que Daniel Cleaver (Hugh Grant), su jefe en la editorial, ha empezado a flirtear con ella a través del e-mail, a lo que ella, evidentemente, accede.

Mark Darcy con Bridget Jones, mientras esta escribe su diario.
Mark Darcy con Bridget Jones, mientras esta escribe su diario.

En este punto, la historia entra en una divertida vorágine de amor y desamor (y algún que otro episodio de cuernos) entre Daniel, Bridget y Mark pero como ya os podéis imaginar, no seremos nosotros los que os develemos el final de “El diario de Bridget Jones”.

Lo que si vamos a hacer es daros nuestra particular visión crítica de la cinta, juntamente con nuestra valoración total.

Los del equipo creemos que “El diario de Bridget Jones” cuenta a nivel general con dos grandes aciertos, los cuales son el casting y la idea argumental, basada en la novela homónima de Helen Fielding. En cuanto al casting, mencionar el acierto total que bajo nuestro modesto punto de vista significó en su momento (2001), la elección de la por ese entonces poco conocida Renée Zelweger, ya que, gracias a su gran trabajo, el binomio Jones/Zelweger continua vigente 14 años después.

Argumentalmente también nos gustó, ya que consigue la implicación del espectador en la vida e infortunios de Bridget, haciendo que casi todos los espectadores (ya sean hombres o mujeres) en algún momento del metraje de la película se sientan identificados en sus problemas, mientras, eso sí, uno mantiene una agradable sonrisa en la cara.

Nuestra nota final para “El diario de Bridget Jones” es de un 7.5 sobre 10, con la recomendación implícita de verla en cuanto tengáis la oportunidad.


Título original: “Bridget Jones’s Diary” – 2001 – Reino Unido
Dirigida por: Sharon Maguire
Duración: 100 minutos
Género: Comedia romántica 









martes, 6 de mayo de 2014

Aprendiz de gigoló


Aprendiz de Gigoló - Cartel
Si en el mundo del cine hay un actor/director controvertido, para los del equipo este tiene nombre y apellidos: Woody Allen. El neoyorquino es capaz de sorprender y emocionar con película como “Blue Jasmine” y al poco tiempo volver a sus orígenes con pseudocomedias de diván más gastadas que los zapatos de un mormón.

Este fin de semana quedamos con unos amigos para ir al cine, y entre las candidatas enseguida surgió el título de “Aprendiz de gigoló”, la última película de Woody Allen… evidentemente, un pequeño error provocado por necesidades comerciales, ya que “Aprendiz de gigoló” es la última película de Allen como actor, no como director.

A la hora convenida estábamos todos en la sala, dispuestos a descubrir con que Allen nos encontraríamos.

La historia empieza al ritmo de un suave jazz hasta presentarnos a Murray (Woody Allen) el día que debe cerrar su tienda de libros raros después de que su familia la tuviera durante tres generaciones. Le ayuda en su último día en la tienda su amigo Fioravante (John Turturro).

Al poco tiempo, y cuando aún no se ha adaptado a su nueva vida, Murray recibe de la Dra. Parker (Sharon Stone), su terapeuta, una curiosa confidencia. Dicha confidencia no es otra que, aún estando casadas, ella y su amiga Selima (Sofía Vergara) quieren hacer un “Ménage à trois”.

La Dra. Parker y Salima preparadas para su "Ménage à trois"
La Dra. Parker y Salima preparadas para su "Ménage à trois"


Más rápido de lo que su endeble apariencia podría hacernos suponer, Murray piensa en Fioravante para esa tarea, evidentemente cobrando ambos, el uno como gigoló y el otro como proxeneta.

Murray y Fioravante, o lo que es lo mismo, el proxeneta y el gigoló
Murray y Fioravante, o lo que es lo mismo, el proxeneta y el gigoló


La aventura no les va mal, y el dinero empieza a llegar a raudales hasta que Abigail (Vanessa Paradis) se cruza en el camino de nuestros protagonistas, bueno, Abigail y toda la comunidad judía de Brooklyn. Y como os acostumbramos a decir en estos casos: hasta aquí os podemos contar.

En una película un tanto alejada del circuito comercial como esta, a los del equipo siempre nos gusta hacer hincapié en lo que realmente marca la diferencia entre una buena película y una más del montón, las interpretaciones y la solidez del argumento. En el caso de “Aprendiz de gigoló”, la valoración de los miembros del equipo hacia las interpretaciones coincide totalmente, salvo en el caso de Woody Allen, ya que por una parte del equipo su actuación es considerada como una buena interpretación, y por la otra, es considerada lo peor de toda la película, ya que hace lo único que sabe hacer este hombre, es decir, balbucear frases en boca de un personaje judío que recibe ayuda de su psicoterapeuta.

El resto de intérpretes (Sharon Stone, John Turturro, Vanessa Paradis, etc.) correctos, aunque sin estridencias, ya que consiguen hacernos creer sus personajes y sus problemas. Eso sí, echamos de menos un papel más importante para Sofía Vergara, la cual queda totalmente aparcada en el papel más testimonial de la película.

Argumentalmente nos ha gustado, sobretodo la excelente fotografía de la comunidad judía de Brooklyn en un tema tan polémico como el trato hacia la mujer y de rebote, la prostitución masculina, aunque sinceramente, creemos que algunos temas que se dejan abiertos, se deberían cerrar para dar más coherencia a toda la cinta (por ejemplo, la resolución del juicio…).

En definitiva, consideramos “Aprendiz de gigoló” como una película totalmente recomendable para incondicionales de las interpretaciones de Woody Allen, o para aquella gente que les guste el “cine de autor”, aunque no para aquellos que buscan ver una buena comedia, ya que apenas consigue arrancar un par de murmullos colectivos en la sala. Con todo, nuestra valoración es de un 5.5 sobre 10.




Título original: “Fading Gigolo” – 2013 – USA
Dirigida por: John Turturro
Duración: 90 minutos
Género: Comedia