Si en el mundo del cine
hay un actor/director controvertido, para los del equipo este tiene nombre y
apellidos: Woody Allen. El neoyorquino es capaz de sorprender y emocionar con
película como “Blue Jasmine” y al poco tiempo volver a sus orígenes con pseudocomedias
de diván más gastadas que los zapatos de un mormón.
Este fin de semana
quedamos con unos amigos para ir al cine, y entre las candidatas enseguida
surgió el título de “Aprendiz de gigoló”, la última película de Woody Allen…
evidentemente, un pequeño error provocado por necesidades comerciales, ya que “Aprendiz
de gigoló” es la última película de Allen como actor, no como director.
A la hora convenida
estábamos todos en la sala, dispuestos a descubrir con que Allen nos
encontraríamos.
La historia empieza al
ritmo de un suave jazz hasta presentarnos a Murray (Woody Allen) el día que
debe cerrar su tienda de libros raros después de que su familia la tuviera
durante tres generaciones. Le ayuda en su último día en la tienda su amigo
Fioravante (John Turturro).
Al poco tiempo, y
cuando aún no se ha adaptado a su nueva vida, Murray recibe de la Dra. Parker
(Sharon Stone), su terapeuta, una curiosa confidencia. Dicha confidencia no es
otra que, aún estando casadas, ella y su amiga Selima (Sofía Vergara) quieren
hacer un “Ménage à trois”.
La Dra. Parker y Salima preparadas para su "Ménage à trois" |
Más rápido de lo que su
endeble apariencia podría hacernos suponer, Murray piensa en Fioravante para
esa tarea, evidentemente cobrando ambos, el uno como gigoló y el otro como
proxeneta.
Murray y Fioravante, o lo que es lo mismo, el proxeneta y el gigoló |
La aventura no les va
mal, y el dinero empieza a llegar a raudales hasta que Abigail (Vanessa
Paradis) se cruza en el camino de nuestros protagonistas, bueno, Abigail y toda
la comunidad judía de Brooklyn. Y como os acostumbramos a decir en estos casos:
hasta aquí os podemos contar.
En una película un
tanto alejada del circuito comercial como esta, a los del equipo siempre nos
gusta hacer hincapié en lo que realmente marca la diferencia entre una buena
película y una más del montón, las interpretaciones y la solidez del argumento.
En el caso de “Aprendiz de gigoló”, la valoración de los miembros del equipo hacia
las interpretaciones coincide totalmente, salvo en el
caso de Woody Allen, ya que por una parte del equipo su actuación es
considerada como una buena interpretación, y por la otra, es considerada lo
peor de toda la película, ya que hace lo único que sabe hacer este hombre, es
decir, balbucear frases en boca de un personaje judío que recibe ayuda de su
psicoterapeuta.
El resto de intérpretes
(Sharon Stone, John Turturro, Vanessa Paradis, etc.) correctos, aunque sin
estridencias, ya que consiguen hacernos creer sus personajes y sus problemas.
Eso sí, echamos de menos un papel más importante para Sofía Vergara, la cual
queda totalmente aparcada en el papel más testimonial de la película.
Argumentalmente nos ha
gustado, sobretodo la excelente fotografía de la comunidad judía de Brooklyn en
un tema tan polémico como el trato hacia la mujer y de rebote, la prostitución
masculina, aunque sinceramente, creemos que algunos temas que se dejan
abiertos, se deberían cerrar para dar más coherencia a toda la cinta (por
ejemplo, la resolución del juicio…).
En definitiva,
consideramos “Aprendiz de gigoló” como una película totalmente recomendable
para incondicionales de las interpretaciones de Woody Allen, o para aquella
gente que les guste el “cine de autor”, aunque no para aquellos que buscan ver
una buena comedia, ya que apenas consigue arrancar un par de murmullos
colectivos en la sala. Con todo, nuestra valoración es de un 5.5 sobre 10.
Título original:
“Fading Gigolo” – 2013 – USA
Dirigida por: John
Turturro
Duración: 90 minutos
Género: Comedia
Wow. Me han sorprendido, no sabía de esta película. Woody actuando....Emmm...pero si ese hombre no actúa! Solo se interpreta a si mismo.
ResponderEliminarLa veré de todas maneras, se agradece la reseña y el blog en general.
Saludos!
Esteban
http://politocine.blogspot.com
Me ha gustado, siempre dentro del estilo de Woody , aunque no sea el director, buena música, buena interpretación , buena ambientación... en fin como si el tiempo no pasara.
ResponderEliminarBuena película, aunque Woody no la dirija, buena música, buena ambientación y buena interpretación. El tiempo no pasa para estas películas: estas viendo cine, buen cine.
ResponderEliminarPara nosotros, es precisamente esta sensación que el 'tiempo no pasa' lo que más factura le ha pasado a "Aprendiz de Gigoló"... más que nada por el papel de Allen, para el que, decir tipiquísimo es quedarse corto. ¿No crees?
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