Como reza la dicha “no
hay dos sin tres”, y como hicimos con los tomos de la trilogía literaria, no
dejamos pasar muchos días después de ver “Los hombres que no amaban a las mujeres” y “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, para
ver el cierre de trilogía sueca basada en la obra homónima de Stieg Larsson,
“Millennium”.
Vistas nuestras bajas
puntuaciones a las primeras partes de la saga, no era cuestión de esperar mucho
para ver “Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire“, y
menos con la creciente corriente de frustración entre los miembros del equipo
con la adaptación cinematográficamente de las venturas de nuestra última
heroína, Lisbeth Salander. Así que, sin mucha dilación nos apalancamos en el
sofá y nos pusimos a verla.
La historia continúa en
el mismo punto donde acabó la segunda parte, es decir, con la llegada al
hospital de Sahlgren de una moribunda Lisbeth con un disparo en la cadera, otro
en el tórax y otra en el cerebro. Su estado es crítico y su vida pende de un
hilo, pero gracias al buen hacer del doctor Jonasson pronto empezará el proceso
de recuperación.
Cuando esta recuperación
empieza, Lisbeth se da cuenta que su vida está en peligro, pues no consiguió su
objetivo de matar a Zalachenko y, pese a recibir un par de hachazos, éste se
está recuperando en una habitación del mismo hospital de Sahlgren.
Mientras esta
preocupaciones asaltan a nuestra protagonista, Blomkvist convence a su hermana
Annika Giannini que se haga cargo de la defensa de Lisbeth Salander de los
cargos de asesinato e intento de asesinato. En esta impás tampoco la antigua
cúpula de la Säpo
vive una época de tranquilidad, pues temen que todo salga a la luz y todo se
vaya al garete, así pues, las viejas glorias que le quedan (Gunnar Björck,
Fredrik Clinton y Evert Bullberg), deciden unirse para acabar con el problema
Salander.
Su primera decisión es
cargarse a Zalachenko en el propio hospital y así borrar de un plumazo toda
posibilidad de traición, para más tarde borrar también a Salander lo cual, sin
lugar a dudas les va a resultar algo más complicado, sobre todo teniendo en
cuenta que ésta está bajo la protección del doctor Jonasson quien confía
ciegamente en Lisbeth y Mikael.
Paralelamente, fuera del
hospital la investigación continua descubriéndose cada vez detalles más
escabrosos del pasado de Lisbeth, la
Säpo y Zala.
Con la llegada del
juicio todo toma unos matices complicados. La policía con la colaboración de
Blomkvist se encuentra atascada, el fiscal Ekström (comprado por la Säpo) hace oidos sordos a las
boces que claman la inocencia de Lisbeth, y esta ha dejado el hospital para
pasar a la prisión.
Sólo Lisbeth, con la
ayuda de su amigo pirata consigue avanzar y pasar información suficiente para
rebatir los argumentos de una acusación poderosa.
Evidentemente, nuestra
crack lo es hasta debajo de la tierra (y nunca mejor dicho) pero ya os podéis
imaginar, no os vamos a decir todo lo que pasa en “Millennium 3”. Lo que si os vamos a contar
es nuestra valoración, que muy a pesar nuestro, no podemos decir que sea muy
positivo.
Como ya os contamos en
“La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, el director de
esta cinta (Daniel Alfredson), comete un error que para nosotros es brutal, y
no es otro que recortar a tijeretazo limpio todas aquellas historias que le
parecen superfluas. Hasta un cierto punto está bien, pero es que en esta
ocasión ¡se ha cargado medio libro!, sinó, alguien puede decirnos donde están
las historias de:
·
El abandono de Millennium por parte de Erika Berger para
irse a trabajar en el “Morgen Posten”.
·
El ataque a la casa de Erika Berger.
·
La aparición crucial del iraquí Idrish Guidi en el
hospital de Sahlgren
·
La relación de Monica Figuerola con Blomkvist
·
Etc.
Quizá algunas de ellas
era prescindibles, pero otras aportaban una información importante para saber
porqué suceden determinadas cosas y de donde salen otras. De la manera como la
ha dejado el Sr. Alfredson, todo queda a la imaginación del espectador, o a la
memoria del lector que haya leído antes la trilogía de Larsson.
Por otro lado, nos ha
parecido una película totalmente faltada de ritmo, con escenas de acción
ridículas, aburridas y totalmente predecibles.
¿Lo positivo? Pues
sinceramente, como os dijimos también la segunda parte, la interpretación de
los personajes protagonistas, sobre todo el trabajo de Noomi Rapace (Lisbeth
Salander) que pese a pasarse media película tumbada en la cama de un hospital,
continua llenando la pantalla cada vez que aparece.
Por nuestra parte,
repetimos la valoración, un 4/10, pues sinceramente nos decepcionó mucho.
Otros títulos de la saga:
Título original:“Luftslottet som sprängdes” – Suecia – 2009
Dirigida por: Daniel Alfredson
Duración: 148 minutos
Género: Thriller