miércoles, 22 de julio de 2015

Los Minions

Los Minions - Cartel

Cuando, un tiempo después de estrenarse “Gru 2. Mi villano favorito” empezó a rumorearse que sus creadores estaban barajando la posibilidad de llevar a nuestras pantallas un spin-off de la misma con los pequeños, entrañables y divertidos minions como protagonistas, todas nuestras alarmas se activaron. “¿Valdrá la pena?”, “¿Tendrán suficiente personalidad para ser protagonistas?” o “¿Aguantarán el ritmo y duración de una película?” eran algunas de las preguntas que nos hacíamos tras haber conocido la noticia.

Un par de años después, y tras una potente campaña publicitaria y de marketing, ha llegado a nuestras pantallas la, por qué no decirlo, esperadísima y temidísima cinta, bautizada simplemente como “Los Minions”, a la que acudimos, evidentemente a verla el mismo fin de semana de su estreno.

El inicio de la historia nos sitúa en el inicio de los tiempos, con nuestros pequeños protagonistas evolucionando y emergiendo de las aguas para iniciar su “leitmotiv”, el cual no es otro que encontrar el villano más malo y más despreciable del momento.

A base de gags, nuestros pequeños protagonistas sirven a un dinosaurio, a un hombre primitivo, a un faraón, a Drácula e incluso al mismísimo Napoleón, aunque como el resultado final que han obtenido se resume en tantos fracasos como intentos, nuestros protagonistas amarillos deciden aislarse del mundo en una cueva de la Antártida, lugar donde fundan su propia civilización.

Con el paso de los años, la falta de un jefe a quien “servir” se convierte en un verdadero problema para los divertidos minions, quienes se transforman en unos seres depresivos y aburridos. Quizá por ello, con la llegada del año 1968 uno de ellos (Kevin) decide organizar un grupo para salir en busca de un nuevo jefe. Dicho grupo acaba siendo formado por el rebelde Stuart y el bobalicón pero entrañable Bob.

El amarillo terceto emprende un largo viaje que les llevará directamente a Nueva York,  donde descubrirán que durante los próximos días tendrá lugar en Orlando una convención de supervillanos llamada “Villain-Con” en la que éstos buscarán nuevos esbirros. Así pues, ni cortos ni perezosos, nuestro trío protagonista decide salir de la gran manzana con el objetivo de llegar a la convención lo antes posible.

Una vez en la convención, y tras haber conocido de primera mano que Scarlett Overkill, la villana más destacada de los últimos años ha decidido asistir, nuestros pequeños protagonistas acuden en su busca desesperadamente. Scarlett Overkill es la auténtica diosa de los villanos; admirada y envidiada por todos a partes iguales, por lo que no resulta para nada extraño que los Minions inviertan toda su energía en conseguir trabajar para ella.

Ya como esbirros de Scarlett, los minions reciben el encargo de hacerse con la Corona de la reina Isabel II de Inglaterra al tratarse de la joya más valiosa de todos los tiempos. ¿Conseguirán su objetivo? O, por el contrario, ¿conseguirán que Scarlett corra la misma suerte que aquellos que apostaron por los Minions como compañeros de viaje? Nosotros evidentemente conocemos la respuesta, aunque preferimos dejar aquí el análisis argumental para saltar directamente al crítico.

Stuart, Kevin y Bob junto a la villana Scarlett overkill
Stuart, Kevin y Bob junto a la villana Scarlett overkill


De entrada, y a diferencia otras producciones del cine de animación moderno (“Inside Out”, “Up”, “Toy Story”, etc) que están enfocadas a un público más adulto aunque permitiendo el disfrute de nuestros pequeños, “Los Minions” se orienta claramente a estos últimos, ya que, aunque cuenta con un buen número de divertidos gags, la historia comienza a hacer aguas una vez se observa el desarrollo argumental de la misma, el cual nos deja como resultado que la película vaya de más a menos. Sin duda, una auténtica lástima.

En cuanto a los personajes, los minions continúan siendo tan adorables como el primer día, pero no han recibido los cambios necesarios para que dejen de ser esos personajes que únicamente funcionan muy bien como secundarios en una trama argumental. Todo ello deriva en que, sintiéndolo mucho, dejen de dar la talla tan pronto como transcurren los brillantes primeros 15 minutos de la cinta. Quien sí que consigue atrapar al espectador es, precisamente, el personaje secundario de Scarlett Overkill, villana que, sin lugar a dudas, hubiese tenido que acaparar un mayor protagonismo durante toda la película, aún y cuando eso hubiese podido dejar el título en “Scarlett Overkill: Nuestra villana más odiada”.

Por nuestra parte, y aunque cinematográficamente nos ha dejado muy fríos y preferimos ver a Kevin y compañía de secundarios de Gru, debemos admitir que los gags de la película hicieron que nos riésemos a menudo, por lo que os la recomendamos si queréis ver una comedia ligerita, sobre todo si sois fans de ellos o tenéis pequeños en casa. Por nuestra parte, la valoramos con un 5 sobre 10.




Título original: “Minions” – 2015 – USA
Dirigida por: Kyle Balda y Pierre Coffin
Duración: 91 minutos
Género: Animación
domingo, 19 de julio de 2015

Inside out (Del revés)


Inside Out - Cartel
Una vez más, la factoría Pixar ha conseguido llevar a nuestras pantallas una historia cotidiana contada desde un punto de vista original, logrando atraparnos desde el cortometraje previo hasta el final de la película.

Los del equipo os debemos asumir que sabíamos muy poco de “Inside out” hasta que dio comienzo el Festival de Cannes de 2015, lugar en el que se presentó y en el que fue ovacionada. Desde entonces, hemos estado pendientes tanto de sus tráileres promocionales como del día de su estreno para, como no podía ser de otra forma, disfrutar de la nueva obra de los estudios Pixar el mismo día que llegase a nuestras pantallas, siendo finalmente así.

Como tan bien nos tiene acostumbrados Pixar, antes de la proyección de “Inside out” tuvimos una nueva píldora de buena animación digital con el cortometraje “Lava”, que explica la emocionante y sentimental historia de un solitario volcán y su canto centenario al amor. Son 7 minutos de brillante y emocionante cortometraje que, sin lugar a dudas, te preparan para lo que realmente has ido a ver, la historia de “Inside out”.

La historia empieza situándonos en Minnesota, lugar en el que acaba de nacer Riley, donde comenzaremos adentrándonos en el cerebro de la pequeña recién nacida. Allí nos encontraremos con Alegría y Tristeza, a quienes se sumarán con el paso del tiempo Miedo, Asco e Ira, quienes gestionarán en conjunto el “centro de control de las emociones” de la niña, el cual conforma su memoria en base a la recopilación de sus recuerdos en forma de esferas de colores. Así, tenemos esferas doradas para los recuerdos alegres, azules para los tristes, verdes para los más repugnantes, violetas para los más terroríficos y rojos para los más iracundos.

Progresivamente Alegría va tomando el control del centro de control de emociones de Riley, convirtiéndola en una niña mayoritariamente alegre y feliz, ya que todos sus recuerdos esenciales (los que conforman las cinco islas o sectores de la personalidad de Riley) son de color dorado.

11 años después, y con Riley disfrutando de una vida plena y feliz, sus padres se ven obligados a trasladarse a San Francisco, lugar en el que toda la familia deberá empezar una nueva vida. La situación se torna especialmente compleja para Riley, algo afectada por alejarse de la que ha sido su vida hasta ese momento, ya que después de un accidentado primer día en su nueva escuela, su centro de control sufre un “pequeño” percance que deriva en la pérdida de Alegría y Tristeza en el laberinto de recuerdos de memoria a largo plazo de la niña.

A partir de este momento, Alegría y Tristeza comienzan una carrera a contrarreloj para regresar al centro de control, el cual ha quedado en manos de Miedo, Ira y Asco, quienes, pese a sus esfuerzos no pueden evitar que el mundo en el que Riley se sentía tan cómoda se desmorone a toda velocidad, lo que afecta notoriamente su adaptación a su nueva vida.

Ira, Asco, Alegría, Miedo y Tristeza - Protagonistas de Inside Out
Ira, Asco, Alegría, Miedo y Tristeza ante el panel de control de las emociones

Los del equipo salimos de la sala totalmente emocionados, contentos y hablando de una película que había conseguido hacernos ver de forma muy gráfica una explicación de cómo nuestros sentimientos varían al ir pasando etapas y situaciones en nuestra vida, siendo, sin lugar a dudas, nuestra propia entrada en el mundo adulto una de las más importantes, dejando así atrás el cómodo y seguro mundo de la infancia.

Para nosotros la forma de plasmar estos cambios que ha tenido Pete Docter (el director de “Inside Out”), ha sido sencillamente magistral, ya que nunca habíamos imaginado que a través de una cinta de animación pudiéramos vernos tan reflejados e identificados en la forma de identificar los sentimientos que acaban formando nuestros recuerdos y la forma como estos acaban marcando nuestra actuación ante los cambios que nos depara la vida.

Mucha gente la compara con “Up”, pero realmente son dos cintas muy distintas, ya que en “Up” teníamos 10 minutos magistrales y después una cinta en la que todos (cualquiera que fuera nuestra edad) podíamos reír y soñar. “Inside out” va más allá ya que aunque carece de esos 10 minutos iniciales apoteósicos, la historia, el ritmo y la emoción hace que vibres durante todo el metraje de la misma, aunque, eso sí, ya os avisamos que no es una película infantil, ya que nuestros pequeños seguramente no la entenderán.

Para los del equipo, lo único negativo que le hemos encontrado a “Inside out” es la traducción de su título al español, más que nada porque “Del revés” no aporta ni tan siquiera coherencia a la cinta.

Con todo, para los miembros de este equipo, “Inside out” es la mejor película de los estudios Pixar hasta el momento, por lo que nuestra valoración final es de 10/10, considerándola toda una obra maestra. Por ello, os la recomendamos totalmente.




Título original: “Inside out” – 2015 – USA
Dirigida por: Pete Docter, Ronaldo del Carmen
Duración: 94 minutos
Género: Animación
domingo, 12 de julio de 2015

Yo, Robot


Yo, Robot - Cartel
Aunque en el equipo no somos, en absoluto, fans del cine de ciencia ficción, hace unos días no pudimos reprimir la tentación de tomar posición en nuestro querido sofá y disfrutar de “Yo, Robot” gracias a sus bien tramados primeros minutos.

Os debemos asumir que sabíamos poco de la cinta, salvo que tuvo cierto éxito cuando se presentó hace ya 11 años y que su argumento giraba en torno al mundo ideado por el célebre Isaac Asimov.

La historia empieza situándonos en el Chicago del año 2035, donde nos encontramos con un mundo que, aunque conocido, es sensiblemente diferente al que actualmente conocemos al estar los robots totalmente integrados en el día a día de los humanos.

Parece que todo el mundo confía en ellos como fieles servidores y ayudantes y que sólo una persona les pone en duda, el detective Spooner (a quien da vida Will Smith), quien desconfía totalmente de los sistemas de seguridad de los robots.

Pocos días antes de la presentación de una nueva y revolucionaria versión de los robots, la NS-5, el Doctor Alfred Lanning, creador de dicha nueva generación, aparece muerto en el vestíbulo de la USR (United States Robotics), la empresa para la que trabaja. Todo parece indicar que se trata de un suicidio, pero desde el primer momento, algo no cuadra para el detective Spooner.

Al poco de iniciar su investigación y acompañado por Susan Calvin (Bridget Moynahan), la psicóloga de robots de USR, se cruza con un NS-5 de última generación que parece tener un comportamiento más que extraño. Después de una persecución, Sonny (así se llama el robot) es detenido y llevado a declarar.

Contra todo lo que puede parecer, el hecho que los robots tengan que cumplir las tres leyes de la robótica (Un robot no hará daño a un humano, un robot debe obedecer las órdenes de los humanos excepto si contradicen la primera ley, un robot debe proteger su propia existencia siempre que no contradiga a las dos primeras leyes) y a la intervención del alcalde de Chicago, Sonny queda libre y el detective Spooner sin placa.

Nada parece poder aplacar la intuición de Spooner, así que, sin placa, continua investigando la muerte del doctor Lanning, aunque esa investigación y desenlace quedará, por nuestra parte, bajo secreto de sumario.

Técnicamente podríamos decir que “Yo, robot” es un thriller de ciencia ficción lleno de tópicos, tanto argumentales como interpretativos. Argumentalmente, se trata de la típica película que se centra en la desconfianza en los robots dentro de una sociedad cada vez más robotizada y deshumanizada.

Tampoco las interpretaciones aportan mucho a la cinta, ya que, aunque Will Smith encarna bien al detective Spooner, en ningún momento se desprende de sus tics de siempre (pasando de extrovertido a gamberro sin olvidar su faceta de graciosete), su compañera Bridget Moynahan queda, en muchas ocasiones, totalmente descolgada con su personaje que oscila entre la frialdad inicial y la entrega final. A nosotros, ambos nos dejaron bastante fríos.

Con todo, no diremos que “Yo, robot” sea una mala película, más bien la entendemos como una buena película de entretenimiento para una velada con palomitas y amigos. Nuestra nota final es de un 6 sobre 10.



Título original: “I, robot” – USA – 2004
Duración: 115 minutos
Dirigida por: Alex Proyas
Género: Ciencia Ficción, Thriller