Hasta hace pocos
días, los del equipo aún no nos habíamos enfrentado conjuntamente a ver una de
las películas más elogiadas de los últimos 25 años de la historia reciente del
cine. Por eso, cuando tuvimos la oportunidad de hacerlo, nos acomodamos en
nuestro sofá esperando que el protagonista de la historia se sentara en su
banco y empezara a hacernos vibrar con su relato. Sí, hoy en esta crítica os
vamos a hablar de “Forrest Gump”.
Como en las
grandes obras maestras del cine, cuando en 1994 llegó a las salas de medio
mundo, “Forrest Gump” consiguió no dejar indiferente a nadie, recibiendo tanto
halagos como críticas tanto de críticos profesionales como de los espectadores,
símbolo inequívoco de que la cinta y su mensaje llegaban al espectador para
quedarse en su memoria.
La historia
empieza presentándonos a Forrest Gump (a quien da vida magistralmente, Tom
Hanks) sentado en el banco de una parada de autobuses, donde, después de presentarse,
empieza a contar su vida a otros viajeros que, como él, esperan a algún bus que
les lleve a la siguiente parada de su vida.
El recuerdo
de Forrest le lleva al primer momento crucial de su vida, cuando un médico
decide ponerle una aparatosa prótesis en las piernas para intentar corregir una
importante desviación en su espalda. Dicha prótesis y un pequeño retraso llevan
a convertir al pequeño Forrest en el blanco de todas las bromas y marginaciones
de los compañeros de la escuela, estando únicamente la pequeña Jenny a su lado.
Con el paso
del tiempo, una de las grandes virtudes de nuestro protagonista sale a relucir,
dejando boquiabierto a todo el mundo: Corre más rápido que nadie lo que, además
de escaparse de los abusones, le servirá para llegar hasta la Universidad de
Alabama, donde unos años más tarde llegará a graduarse.
Poco después
de graduarse, Gump decide alistarse en el ejército donde conocerá al que, de
alguna manera, cambiará su vida. Se trata de su nuevo mejor amigo, el
afroamericano Bubba, con quien acuerda colaborar en su ilusión de montar un
negocio de pesca de gambas. Desgraciadamente, al poco tiempo nuestros amigos
son enviados al frente, a la guerra del Vietnam, donde ambos coincidirán con
otra persona que acabará marcando la vida de Forrest, el teniente Dan Taylor.
El drama de
las consecuencias de la guerra, la separación de su querida Jenny o la muerte
de su amigo Bubba en el frente obligan a Forrest a intentar cumplir la promesa
que adquirió con su amigo, lo que le lleva a comprar un pequeño barco (al que
bautiza como Jenny) y lanzarse al negocio de la pesca de gambas. Por suerte
para él, Dan acaba aceptando rehacer su vida como primer oficial en el barco,
consiguiendo entre los dos lanzar el negocio.
Como no podía
ser de otra forma, después de una de cal viene una de arena, y Forrest recibe
la noticia que su madre está a punto de morir, por lo que lo todo en manos de
Dan para estar con ella todo el tiempo que pueda. Después de la muerte de su
madre y una nueva calabaza de Jenny, Forrest decide salir a correr… y lo hace
durante más de tres años.
¿Volverá
Jenny a su vida? ¿Será feliz alguna vez Forrest? Y, lo que es más importante,
¿qué hace sentado en ese banco? Nosotros lo sabemos, pero os recomendamos que
la veáis, si es que después de más de 20 años no lo habéis hecho aún.
A nivel
técnico, lo primero que nos gustaría remarcar es el excelente trabajo que lleva
a cabo Tom Hanks dando vida a Forrest Gump, ya que gracias a este trabajo,
convierte su encantador personaje en un amigo por el que sufrir, al que quieres
ayudar y al que quieres que de una vez por todas, le salgan varios bombones
dulces en la caja de su vida. Sin lugar a dudas, el nombre de Forrest ha
quedado ineludiblemente unido al apellido Hanks de por vida.
A nivel
técnico, la película es de una calculada belleza estética, pensado para gustar
y arrasar en taquilla, contándonos que la mayoría de la sociedad siente pena de
las personas con limitaciones mientras se aprovechan de ellos, aunque estos les
den varias vueltas a los primeros, mientras eso sí, el montaje de la cinta
rellena minutos y más minutos de metraje con el típico patriotismo
norteamericano y su famoso ideal de sueño americano.
Con todo,
consideramos “Forrest Gump” una gran película, capaz de hacernos reír, de
hacernos sufrir y sobre todo, de hacernos pensar, por tanto, nuestra nota final
es de un 8 sobre 10, y os recomendamos verla, aunque sea una vez en la vida.
Título original: “Forrest Gump” – 1994 – USA
Dirigida por: Robert Zemeckis
Duración: 142 minutos
Género: Comedia dramática