Hay películas que
inesperadamente te atrapan desde el primer momento hasta el final, aunque uno
deje pasar casi 10 años desde su estreno para verlas. Una de las últimas cintas
con las que nos ha pasado esto es “Pequeña Miss Sunshine”, una comedia
dramática en formato roadmovie que acaparó gran éxito tanto de crítica como de
público en todos los certámenes en los que se presentó.
Nosotros hemos visto esta película hace apenas unos días desde la
tranquilidad de nuestro salón, cuando ya sólo está en la mente de algunas
televisiones que de vez en cuando la reponen y de aquellos espectadores a los que
les marcó en su estreno en las salas comerciales.
La historia nos traslada a Alburquerque, Nuevo México, y más
concretamente a casa de los Hoover, una familia totalmente desestructurada
compuesta por Sheryl (Toni Collette), la agotada matriarca de la familia, su
marido Richard (Greg Kinnear), quien intenta hacerse un hueco profesional como
motivador laboral, los dos hijos de ambos, Dwayne (Paul Dano), un adolescente
conflictivo que ha jurado voto de silencio y Olive (Abigail Breslin), la
benjamina de la familia. Con ellos, temporalmente viven Edwin (Alan Arkin), el
abuelo expulsado del asilo donde vivía por traficar con drogas y Frank (Steve
Carrell), el hermano homosexual de
Sheryl que vive con ellos tras un frustrado intento de suicidio.
Por si no fuera suficiente, la vida da una nueva vuelta de tuerca en
casa de los Hoover en el momento en que la pequeña Olive recibe la noticia de
que ha sido seleccionada para formar parte del concurso de belleza “Pequeña Miss
Sunshine”, que se celebrará a los dos días en California (a más de 1000
kilómetros de su casa). Como el dinero no sobra en casa, Sheryl decide
organizar un viaje por carretera con toda la familia en la vieja furgoneta
Volkswagen de la que disponen.
Forzados a convivir durante largas horas en la vieja furgoneta, cada
uno de los seis integrantes sacará a relucir sus problemas y paranoias
generando incómodas tensiones que se juntarán con incontables problemas
mecánicos que irán surgiendo con el paso de los kilómetros hasta llegar a
California, donde descubrirán que el mundo de superficialidad de las pasarelas
se ha expandido también entre las pequeñas concursantes y sus familias, aunque
claro, nosotros dejaremos aquí nuestro despiece argumental y nos centraremos en
la crítica técnica.
De buenas a primeras, cuando nos decidimos por “Pequeña Miss Sunshine”
los del equipo no nos esperábamos para nada encontrarnos con una trama
argumental tan profunda en una comedia montada en torno a una roadmovie, sin
olvidar en ningún momento los puntos básicos de los dos géneros.
La película nos sorprendió muy gratamente por el brutal encaje de
personalidades de los miembros de la familia Hoover, situándonos ante seis personas
fracasadas en un mundo diseñado por y para los ganadores, superando nuestros
protagonistas sus problemas y fobias personales a base de kilómetros, dejando
atrás enfados silenciosos con el mundo, consejos de auto superación que ni
ellos mismos pueden cumplir y desengaños amorosos por el bien de la benjamina
de la familia, la única con la vitalidad suficiente para tener ilusiones en la
vida, aunque se centren en el corrompido y falso mundo de los concursos de
belleza. Todo contado muy clara y emotivamente, sin olvidar, eso sí, el sentido
del humor.
Interpretativamente poco os podemos decir, ya que los del equipo
apenas conocíamos al casting de “Pequeña Miss Sunshine”, lo que sí que os
diremos es que, su trabajo es convincente y creíble, lo que en este tipo de
películas no es poco.
Con todo, os decimos que a los del equipo “Pequeña Miss Sunshine” nos
ha encantado y emocionado a partes iguales, por tanto, nuestra nota final es de
un 7.5 sobre 10. Sin lugar a dudas, os la recomendamos.
Título original: “Little Miss Sunshine” – 2006 – USA
Dirigida por: Jonathan Dayton, Valerie Faris
Duración: 101 minutos
Género: Comedia, Drama