domingo, 29 de diciembre de 2013

Gigoló


Gigoló - Cartel
Las fiestas de Navidad dan para mucho: comilonas, cenas, sobremesas, charlas e, incluso, engancharse a ver películas en televisión que, en otras situaciones, sería prácticamente imposible que les dedicáramos más de cinco minutos, forman parte de la tónica habitual de estos días. En esta ocasión, en casa dio tiempo para todo, incluso para sentarnos a ver “Gigoló”.

La historia empieza presentándonos a Deuce Bigalow (Rob Schneider), un humilde limpiador de acuarios y estanques. Un día, es llamado para un trabajo a la mansión de Antoine Laconte (Oded Fehr) para que le limpie su espectacular acuario. Allí, Deuce descubre que su cliente se dedica al viejo trabajo de la prostitución masculina, o mejor dicho, es un gigoló de gran fama.

Sin quererlo ni beberlo, nuestro protagonista se queda al cargo de la mansión de Antoine mientras éste sale de viaje, ya que, en su acuario, tiene un extraño pez que solo Deuce puede cuidar.  Como no puede ser de otra manera, a las primeras de cambio ocurre la desgracia y tanto la cocina como el acuario de Antoine quedan hechos añicos.

Como el responsable todo el desaguisado es Deuce, él mismo debe solucionar el problema antes de la vuelta de Antoine, aunque, como es evidente, con un sueldo de limpiador de acuarios no puede hacer frente a tales reparaciones, por tanto debe recurrir a T.J. un proxeneta que le puede introducir en el mundo de la prostitución.

A partir de aquí, T.J. va proporcionándole a las más variopintas clientas, desde una obesa afroamericana, hasta una mujer con gigantismo pasando por una enferma de Tourette. Evidentemente, el trabajo de gigoló no es lo que había previsto inicialmente, ya que nuestro protagonista esperaba cruzarse con los monumentos de Antoine, pero tiene que conformarse con su elenco, con el que, a base de situaciones más o menos cómicas, llega a entablar algo más que una buena amistad.

Un amor de alturas para nuestro Gigoló
Un amor de alturas para nuestro Gigoló


De todas formas, ¿consigue Deuce reunir el suficiente dinero para reconstruir la mansión de Antonione? Evidentemente… no os lo vamos a contar desde esta página ya que, aunque estemos ante una comedia, no es nuestro objetivo desvelar ningún desenlace.

Técnicamente, “Gigoló” es una película poco destacable, ya que lo que más nos llamó la atención fue el trabajo de Rob Schneider dando vida al patoso gigoló, evidentemente no se trata de un personaje complicado, pero Schneider sencillamente da el pego. Sobre el resto de personajes, poco os vamos a decir, ya que todos son meramente secundarios al servicio del gag fácil.

Como comedia, “Gigoló” es una película que tiene sus momentos divertidos, aunque en ningún momento llega a ser una gran película, aunque haya tenido ya varias partes. Nuestra valoración es de un 5 sobre 10, ya que, aunque es una película bastante mediocre, cumple como comedia de sobremesa.





Título original: “Deuce Bigalow: Male Gigolo” – 1999 – USA
Dirigida por: Mike Mitchell
Duración: 88 minutos
Género: comedia
domingo, 15 de diciembre de 2013

Blue Jasmine


Cartel de Blue Jasmine
Parecía que no iba a llegar nunca el día en el cual, los del equipo saliéramos del cine de ver una película de Woody Allen con una satisfacción extrema. Lo intentamos con “A Roma con amor” y con “Vicky, Cristina Barcelona” y el resultado, aunque desigual, fue decepcionante.

En esta ocasión, no estábamos nada convencidos de verla, es más, la apartamos de la lista de candidatas la semana de su estreno y la siguiente, decidiéndonos a la tercera simplemente porque en ese momento el resto de salas tenían colgado el cartel de ‘no hay entradas’ (y al final ésta también lo colgó...).

Ya os avanzamos que, aunque suene raro leído en estas páginas, no nos arrepentimos para nada de haberla visto, aunque… bueno, no nos avancemos al resumen final, y vayamos por partes.

La historia empieza presentándonos a Jasmine (a quien da vida Cate Blanchett), una mujer de la alta sociedad que se desplaza desde Nueva York a San Franscico después de haber roto con Hal (Alec Baldwin) su marido, un importantísimo hombre de negocios.

Jasmine llega a San Francisco con la intención de reencontrarse con Ginger (Sally Hawkins) su hermana, con quien vivirá una temporada después de quedarse sola, sin casa, sin dinero y sin posición social. Jasmine y Ginger son tan distintas como la noche y el día ya que, mientras una se cree una miembro de la alta sociedad americana, la otra es una simple cajera de supermercado que sobrevive con sus hijos y su novio.

Al encontrarse, se cuentan y nos cuentan lo que ha pasado en sus vidas desde la última vez que se vieron en Nueva York (cuando Ginger y su por entonces marido Augie). Son muchas las cosas que salen, desde la desafortunada relación de Ginger y Augie con el dinero, hasta la superficialidad de la vida de Jasmine y su ignorancia hacia los negocios de Hal, lo cual, a la postre, ha llevado a uno a la prisión y a la otra a la más absoluta ruina.

Las situaciones se suceden entre flash-backs que nos demuestran el paulatino deterioro en la relación entre Hal y Jasmine, mientras ésta se muestra totalmente incapaz de adaptarse a su nueva situación y a la vida de su hermana (y a la de la pareja de ésta).

Jasmine con Ginger
Jasmine con Ginger al centro con el novio de esta y un amigo

Nos ha sorprendido muy gratamente la historia de “Blue Jasmine”, tanto la idea principal como el completo desarrollo de la misma (inclusive ese final inesperado con que nos sorprende Allen). En esta ocasión, el adecuado metraje de la película y un más que correcto ritmo narrativo, ayudan tanto a potenciar el argumento, como a que estemos atentos a la pantalla, disfrutando de cada secuencia.

Otro punto que nos gustaría comentar son las geniales interpretaciones de Blanchett y de Hawkins, cada una de ellas con un complicadísimo papel. El personaje de Jasmine, es un papel lleno de altibajos de una mujer atormentada por un sinfín de problemas, y Cate Blanchett lo borda, no sabemos muy bien dónde acaba el personaje para dar paso a la persona, sinceramente sufrimos por ella. En cuanto a Ginger, nos encontramos con un personaje que también tiene una historia complicada detrás, pero con bastantes más posibilidades de combinar los problemas con el humor fresco y barriobajero, lo cual sin duda, consigue la para nosotros hasta ahora desconocida Sally Hawkins.

Pocas cosas más os comentaremos, salvo deciros que ésta es, sin lugar a dudas, para nosotros la mejor película de Woody Allen que hemos visto. Nos ha hecho reír, nos ha hecho preocupar, nos ha hecho en definitiva, disfrutar en la sala de cine, así que, consensuadamente los del equipo le ponemos un 8.5 sobre 10.

Si tenéis opción de verla y os gusta Allen o simplemente os encantan las tragicomedias bien contadas, no os lo penséis mucho más, haceros con unas entradas, o con el DVD de la película y disponeros a disfrutar de buen cine.




Título original: “Blue Jasmine” – 2013 – USA
Duración: 98 minutos
Dirigida por: Woody Allen
Género: Comedia dramática
miércoles, 11 de diciembre de 2013

Invictus

Cartel de Invictus - Cartel
En ocasiones hace falta que suceda algo para encontrar ese momento que nos permite decidirnos ver una película o no hacerlo. Con “Invictus” nos pasó en su estreno, ya que, pese a tener muy buena prensa, no encontramos el momento de acercarnos al cine para verla, y después nos pasó también casa donde el DVD deambuló un tiempo en nuestra DVDteca.

Finalmente nuestro momento de verla llegó el pasado domingo, gracias al homenaje que Antena 3 le dedicó a Nelson Mandela por motivo de su defunción.

La historia empieza situándonos a principios de la década de los 90 de la pasada década, cuando Mandela (a quien da vida Morgan Freeman) es liberado de una cadena perpetua después de haber cumplido 27 años de prisión. Su vuelta a la libertad, se puso a luchar codo con codo con el por entonces presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk  para conseguir una democracia multirracial en su país.

Tras esta introducción, la acción de “Invictus” se centra en los años en que Mandela fue presidente de Sudáfrica (entre 1994 y 1999) después de haber ganado las primeras elecciones democráticas libres.

Desde los primeros momentos de su mandato, Mandela tiene muy claro cuál va a ser su principal cometido como presidente: conseguir la auténtica convivencia interracial en su país, es decir, busca lograr que la mayoría negra no viva sometida a una minoría blanca, y obviamente, tampoco al revés. Un camino, sin lugar a dudas, largo y duro.

Aunque el trabajo es duro y casi extenuante, Madiba (nombre cariñoso que recibía Nelson Mandela) se vuelca en él, forzando en lo que está en sus manos a que blancos y negros convivan y colaboren. De todas formas, le falta algo con que pueda unir a unos y otros, haciendo que todos remen en la misma dirección.

Viendo un partido de los Springboks (la selección estatal de rugby), tiene la idea de cómo conseguirlo. Utilizará la Springboks, capitaneada por François Pienaar (a quien da vida Matt Damon) para unir equipo y afición para ganar la Copa Mundial de Rugby de 1995.

Mandela (Freeman) saluda a Pienaar (Damon) en la final de Copa del Mundo de Rugby
Mandela (Freeman) saluda a Pienaar (Damon) en la final de Copa del Mundo de Rugby


Evidentemente el Mundial está ahí y el ganador también, pero nosotros dejaremos aquí la trama argumental de “Invictus” para centrarnos en su aspecto técnico.

No os vamos a negar que desde hace unos años, ver una película con la etiqueta de ‘Dirigida por Clint Eastwood’, es todo una garantía de trabajo bien hecho, así como de una historia bien narrada y unos personajes potentes. En esta ocasión, la verdad es que para nosotros esto se cumple a medias, ya que, aunque la historia tiene mucho que contar y se cuenta bien, se centra en exceso en la vertiente deportiva de la trama por delante de la propiamente política, cosa que la verdad, nos decepcionó en exceso. 

En cuanto a las interpretaciones, geniales los dos actores principales, con un Morgan Freeman que borda su trabajo en un papel que le viene como anillo al dedo, mientras que Matt Damon cumple con solvencia aunque su personaje esté más desdibujado que el de Mandela.

Para nosotros, “Invictus” nos dejó un sabor agridulce, a medio camino entre la decepción y la brillantez en algunas secuencias. En todo caso, nos pareció una película un tanto irregular, demasiado centrada en el evento deportivo de la final de la Copa Mundial de Rugby, y demasiado poco en el personaje más importante de la historia reciente de Sudáfrica, Nelson Mandela. Por todo esto, le ponemos un 6 sobre 10.




Título original: “Invictus” – 2009 – USA
Dirigida por: Clint Eastwood
Duración: 134 minutos
Género: Drama, Biografía
jueves, 5 de diciembre de 2013

Frozen. El Reino del Hielo

Forzen. El Reino del hielo - Cartel

Después de estar demasiado tiempo sin pasar por una sala de cine, a los del equipo ya nos empezaba a picar el gusanillo de hacerlo, y más habiendo tenido que dejar pasar unos cuantos títulos que realmente nos apetecían ver. Así que, cuando conseguimos tener la noche del viernes libre, le dimos un repaso a la cartelera y nos fuimos al cine.

Menuda decepción nos llevamos cuando las dos primeras opciones que teníamos en mente (“El consejero” y “Blue Jasmine”) tenían el colgado el cartelito de “agotadas las entradas”. Al final, tuvimos que optar por la tercera opción de nuestra lista: “Frozen. El reino del hielo”, la última apuesta de Disney para volver a estar en la élite, recuperando la esencia de sus clásicos.

La historia empieza situándonos en el muy, muy lejano reino de Arendelle. Allí, el rey y la reina viven felices con sus dos pequeñas princesas, Elsa y Ana. Las niñas, además de hermanas, son grandes amigas y juegan hora tras hora valiéndose del don de Elsa, gracias al cual es capaz de convertir en hielo aquello que toca.

Un día, mientras las niñas están jugando, se produce un accidente por el cual la vida de nuestras pequeñas y sus padres cambia por completo, ya que Elsa es separada totalmente de su hermana y del resto de gente para protegerles de su poder.

Muchos años más tarde, y a raíz de la entronización de Elsa, las dos hermanas se reencuentran desencadenándose una vez más el caos. En esta ocasión, y presa de un ataque de responsabilidad, Elsa huye hacia las montañas dejando tras de sí el invierno perpetuo en pleno verano.

Cuando Ana se da cuenta de lo ocurrido, lo deja todo para lanzarse a la búsqueda de su hermana y poder salvar así a los habitantes de Arendelle.

Por el camino, Ana se encuentra con Kristoff, un joven hombre de las montañas que acompañado de su inteligentísimo reno Sven (no habla, pero se hace entender y no es humano, pero es mucho más fiel que la mayoría de ellos) acabaran formando un fabuloso equipo de búsqueda. Al poco de juntarse los tres, el grupo se va a ver incrementado por un nuevo miembro, Olaf, un muñeco de nieve encantado por Elsa, y que, sin lugar a dudas, pone la parte más divertida de “Frozen. El Reino del hielo”.

Foto de família de los protagonistas de Frozen
Foto de família de los protagonistas de Frozen

Ya os podéis imaginar como acaba la película, y más tratándose de una obra de Disney, pero también os podéis imaginar que nosotros no os lo contaremos desde aquí (solo os diremos que el giro final, llegó incluso a sorprendernos a nosotros), así que, vamos a pasar a la valoración técnica de la misma.

De entrada, os vamos a asumir que cuando vimos el primer tráiler de esta película (que fue el pasado junio, cuando estrenaron “Monstruos University”), casi la descartamos totalmente, ya que nos pareció una película demasiado infantil, demasiado ñoña. Nada más lejos de la realidad.

Los del equipo creemos que con “Frozen. El Reino del hielo”, la factoría Disney ha conseguido lo que tanto ansiaban desde hace años (y que anunciaron a bombo y platillo con la fallida “Tiana y el Sapo”), es decir, han conseguido situarse otra vez en el candelero de la animación digital, modernizando una historia potente (en esta ocasión se trata de una adaptación libre de la obra “La reina de las nieves” de Hans Christian Andersen, dotándola de una brillante banda sonora y de una moralina clara y poco azucarada, es decir, se aprovechan de la filosofía de sus grandes clásicos, actualizando la misma.

Entrar en el cine a ver una película casi de rebote, y encontrarse con una película que con el paso de los minutos te va llenando y haciendo disfrutar, no tiene precio. Los del equipo le valoramos mucho a esta película, la magia que logran trasmitir sus personajes y ritmo pegadizo de su BSO, la cual, sin lugar a dudas es otro de los más grandes aciertos de “Frozen”. Y para muestra, este par de botones:




Si os estáis planteando el cine y os encanta la animación o los musicales o simplemente tenéis que ir con niños, os recomendamos totalmente que optéis por “Frozen. El Reino del hielo”, para nosotros, un 8 sobre 10.




Título original: “Frozen” – USA – 2013
Dirigida por: Chris Buck, Jennifer Lee
Duración: 108 minutos
Género: Animación