jueves, 13 de diciembre de 2018

Mi vida sin mí

Cartel de Mi vida sin mí
Hay momentos en la vida en los que uno agradece alejarse del ruido de las grandes producciones de Hollywood con superhéroes, de las batallas épicas en mundos imaginarios e incluso de las livianas comedias ligeras para tumbarse en el sofá, envolverse en su manta favorita y disfrutar de otra manera, con temas más profundos.

En el equipo sentimos esta necesidad hace unos días, y ni cortos ni perezosos, nos hicimos un hueco en el sofá para hurgar en nuestra DVDteca particular buscando una cinta que nos permitiera disfrutar de una buena película mientras pensábamos. Al final, la elegida fue “Mi vida sin mí” de la barcelonesa Isabel Coixet.

Mi vida sin mí” empieza presentándonos a Ann (interpretada por Sarah Polley), una joven de 23 años madre de dos niñas que vive con Don (Scott Speedman) en una caravana instalada en el jardín de la casa de su madre. Para sacar adelante a su familia, y mientras Don no tiene trabajo, Ann trabaja de limpiadora por las noches, fregando los suelos de la universidad.

Un día, durante una visita al médico descubre que, pese a sus 23 años, la vida que le queda por delante no es muy larga como podía esperar ya que le diagnostican un cáncer terminal. Ann sobrevenida por la dramática noticia que acaba de recibir y viendo que apenas ha conseguido disfrutar de la vida, toma dos decisiones importantes: vivirlo en secreto sin contárselo a nadie (ni a su familia) y hacer una lista con todas las cosas que quiere hacer antes de morir.

Como quien no quiere la cosa, la lista de Ann se llena de cosas como visitar a su padre que está en la cárcel y aún no lo ha visitado, hacer el amor con alguien que no sea el amor de su vida (Don), encontrar a alguien que ayude a su familia cuando no esté, etc. En definitiva, se decide por hacer lo más difícil en estos casos, vivir.

Ajeno a la situación por la que está pasando Ann, su marido Don finalmente encuentra trabajo como montador de piscinas mostrando a todo el mundo que, de una vez por todas su familia está levantando cabeza.

Una noche, mientras Ann prepara sus próximos pasos en una solitaria cafetería, conoce a Lee (Mark Ruffalo) un hombre solitario y callado que vive su particular drama de abandono. Como un auténtico flechazo, Ann y Lee en base a un curioso juego de silencios y miradas se acaban enamorando, aunque con dos hándicaps importantes por parte de Ann, que está felizmente casada y que, como os hemos contado, está en la recta final de su vida, la relación entre ambos avanza como un bálsamo vital para los dos.

Como ya os podéis imaginar, dejaremos aquí nuestro desarrollo argumental, pues aunque le desenlace final es más que obvio, quizá no lo es tanto lo que sucede hasta llegar a él, por tanto, para saber más, os recomendamos buscar “Mi vida sin mí” y verla de comienzo a fin.

Técnicamente os diremos que, para nosotros, “Mi vida sin mí” es una película brillante ya que consigue dar un enfoque diferente a una situación tan dura como el afrontar la propia muerte. Para conseguirlo, Coixet se sirve de crear un ambiente con escenas intimistas, muchos juegos de miradas, una BSO perfectamente escogida y un conjunto de secundarios que aportan unas píldoras de comedia y frivolidad creando un entorno de complicidad y frescura con el espectador.

Desde el punto de vista interpretativo nos encontramos ante dos grandes interpretaciones, las de sus dos actores protagonistas, Sarah Polley y Mark Ruffalo quienes consiguen en base a ternura, implicarnos en su resurgimiento vital, aún y a sabiendas que su vida se agota. Brillante su trabajo.

En resumen, pese a la dura temática “Mi vida sin mí”, el tratamiento de la misma y el positivismo que desprende, la convierten, para nosotros, en una película más que recomendable, siendo nuestra nota final para ella, de un 7.5 sobre 10.




Título: “My life without Me” – 2003 – España – Canadá
Dirigida por: Isabel Coixet
Duración: 106 minutos
Género: Drama, romántico 




martes, 4 de diciembre de 2018

Sin rodeos

Sin rodeos Cartel
Son muchas las películas que, cuando uno las ve anunciadas en la cartelera, automáticamente las aparta, en el mejor de los casos para verlas desde la comodidad del sofá. Algunas de ellas sin motivo aparente, otras por una combinación de factores que nos hacen suponer que no vale la pena pagar la entrada para verla. Dentro de este grupo, a comienzos de marzo de 2018 se estrenó, con bastante buena aceptación,  la cinta española “Sin rodeos”.

Nuestros motivos para el descarte automático de “Sin rodeos” fue, sobre todo, porque está dirigida por Santiago Segura, un director, para nosotros demasiado encasillado en su “Torrente” y en un abuso exagerado de los cameos de sus amiguitos. Con todo, hace pocos días, durante una sobremesa de una comida familiar, “Sin rodeos” apareció ante nuestros ojos y nos pusimos a verla sin pesárnoslo demasiado.  

“Sin rodeos” empieza presentándonos a Paz (a quien da vida Maribel Verdú), una mujer de mediana edad con una vida aparentemente perfecta ya que, tiene amigos, trabajo, una pareja y un piso en una zona residencial de Madrid. Una foto casi perfecta que se desmorona cual castillo de naipes a las primeras secuencias.

Su pareja, Dante (Rafael Spregelburd) es un artista fracasado, vago, vividor  y egoísta hasta la médula que pasa de Paz y de todos sus problemas. En el trabajo, aunque las cosas parecen ir bien, todo se tuerce cuando después de 15 años en la empresa, Borja (David Guapo) su mujeriego jefe, contrata a Alicia (Cristina Pedroche), una joven “influencer” para conectar con un público más joven.

Casi sin autoestima, Paz intenta recurrir a su amiga Vanessa (Cristina Cataño) para contarle sus problemas, aunque su amiga, sumergida en sus rutinas de gimnasio y su faceta de exnovia acosadora, ignora completamente a Paz.

Agotada, pisoteada por todos y harta de callarse sus sentimientos, una noche de insomnio Paz ve en la televisión el anuncio de un estrafalario sanador, el hindú Amil Narayan (Santiago Segura) y como solución desesperada decide acercarse hasta su consulta.

Amil, que parece conocer a la perfección lo que le pasa a Paz, le ofrece a esta una potente poción milenaria que, tomada poco a poco, le ayudará a liberar su tensión y recuperar poco a poco su vida. Con todo, en un ataque de ansiedad, la protagonista de la historia se toma de un trago la poción, provocándole una sorprendente reacción. Aunque como ya os podéis imaginar, aquí no encontraréis detalles de dicha reacción, jejeje.

Técnicamente, “Sin rodeos” nos ha parecido una cinta tremendamente simplona, aunque no os negaremos que entretenida y agradable, ideal para una tarde/noche de sofá sin demasiadas pretensiones. Segura, el director de “Sin rodeos”, pese a deshacerse con solvencia de la imagen de su Torrente, con esta cinta ha continuado explotando hasta la saturación, otro de sus grandes tics, el cameo de sus amiguitos (aquí tienen papel, desde Mario Vaquerizo hasta Cañita Brava pasando por el Gran Wyoming, Alaska o Florentino Fernández).

Desde el punto de vista interpretativo os diremos que, en su reparto encontramos una de las mejores bazas de “Sin rodeos”, Maribel Verdú, su protagonista. En esta ocasión, la madrileña consigue con su trabajo aguantar, dando vida a su personaje simpático, complaciente y sufrido, aguantar totalmente una cinta que, sin ella, seguramente haría aguas por todas partes. Por nuestra parte, un excelente para ella.

Más plana, impersonal y repleta de estereotipos de lo necesario y deseable, nuestra nota final para “Sin rodeos” es de un 6 sobre 10, simplemente porque como comedia ligera, funciona.





Título original: “Sin rodeos” – España – 2018
Dirigida por: Santiago Segura
Duración: 87 minutos
Género: comedia

  

jueves, 22 de noviembre de 2018

Swiss Army Man

Swiss Army Man Cartel
Aunque parezca lo contrario, los aficionados al cine lo tenemos realmente difícil para encontrar cintas originales o como mínimo que salgan de “lo mismo de siempre”. Nuestras carteleras más comerciales están plagadas de comedias de adolescentes, secuelas, precuelas y cintas de acción con superhéroes. Por suerte, aunque cuesten de encontrar, la industria del cine independiente continua intentando hacer obras distintas.

Uno de estos trabajos originales, y ciertamente poco comerciales, es la cinta estadounidense de 2016, “Swiss Army Man”, una comedia de supervivencia, amistad y autodescubrimiento protagonizada por Paul Dano y un sorprendente Daniel Radcliffe. En el equipo la hemos visto, y hoy en esta entrada, os lo contaremos.

El inicio de la trama de “Swiss Army Man” nos traslada directamente a una pequeña isla desierta del Pacífico. Allí nos encontramos con Hank (Paul Dano) un náufrago que está a punto de suicidarse cuando ve llegar un cuerpo misterioso a la orilla de la playa. Intrigado, Hank abandona su plan y corre a la orilla donde se encuentra con un cadáver (Daniel Radcliffe) que no para de echarse ventosidades. Después de intentar reanimarlo sin éxito, lo deja cerca del agua donde al poco la marea lo arrastra mar adentro.

Con el cadáver flotando en el mar, Hank observa como este se desplaza por el agua impulsado por sus propios gases lo cual, evidentemente, decide aprovechar para convertirlo en una especie de moto acuática para, sobre él, para cruzar el océano.

Ya en la costa, y aparentemente, lejos de la civilización, Hank se niega a abandonar el cadáver y se lo lleva tierra adentro donde descubre tantas cosas curiosas del difunto (entre otras, que puede guardar agua como si se tratara de un depósito, o que, sus erecciones le sirven de brújula) que acaba poniéndole el nombre de Manny y convirtiéndolo en su amigo.

Poco a poco, un nuevo cambio sacude a Manny, ya que, con la ayuda de Hank, empieza a recuperar el habla (aunque no la memoria). En su camino hacia la civilización, Hank crea escenarios y situaciones para explicarle a Manny lo que es la vida, y este poco a poco recupera una parte de su memoria que les empujará todavía más a su deseo de llegar a la situación, aunque, como ya os podéis imaginar, si llegan o no, no lo descubriréis en esta crítica.

Argumentalmente no os vamos a negar que “Swiss Army Man” es una cinta realmente extraña, ya que contada fríamente y a distancia, parece un alocado mejunje  totalmente surrealista que podría dar cuerpo a una comedia sin pies ni cabeza, pero nada más lejos de la realidad, ya que gracias a su poco convencional y acertado montaje, esta cinta se convierte en una divertida fábula.

Como os acabamos de contar, “Swiss Army Man” tiene un montaje tan poco convencional, que consigue darle una contundente y extraña lógica a la historia, combinando más que correctamente los gags más descerebrados con el humor negro y una potente fábula sobre la amistad. Gracias a todo esto, uno acaba de ver “Swiss Army Man” con ternura, recordándola con el paso de los días.

Quizá lo más remarcable de “Swiss Army Man”, a parte de su excelente trabajo de montaje, es el trabajo de sus dos actores principales, el acertadísimo Paul Dano dando vida al asocial Hank, y Daniel Radcliffe dando vida magistralmente a un cadáver y convirtiendo su trabajo en, para nosotros, el mejor papel de su vida. Sin lugar a dudas, la elección del casting es uno de los grandes aciertos de “Swiss Army Man”.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Swiss Army Man” y su fábula sobre la amistad, el amor y el autodescubrimiento es de un 7 sobre 10.





Título original: “Swiss Army Man”  - USA – 2016
Dirigida por: Dan Kwan
Duración: 95 minutos
Género: Drama, Comedia, Amistad, Aventuras


jueves, 15 de noviembre de 2018

Élite - Temporada 1

Élite Temporada 1
No es la primera vez, y ya van muchas, que la fama de una producción de Netflix se extiende como la pólvora por las redes sociales y medios de comunicación sin apenas haber dispuesto del tiempo necesario para su completo visionado. Lo vivimos en “The Cloverfield Paradox”, “Aniquilación”, “Narcos”, “Sense 8” o incluso la española “La Casa de Papel”.

A comienzos del pasado mes de octubre la historia de repitió, llenando páginas, marquesinas y anuncios con imágenes de un grupo de adolescentes con uniforme de instituto pijo y adjetivos al estilo de “transgresora”, “exquisita”, “adictivo cóctel de religión, sexo y corrupción”, “la serie más vista del mundo”, etc. Sí, hoy os hablaremos del penúltimo bombazo de Netflix: “Élite”.

Desde el primer episodio, “Élite” nos presentará dos visiones de la sociedad desde la perspectiva de la adolescencia, ya que por un lado tenemos a los alumnos del elitista colegio privado “Las Encinas” (la mayoría de ellos, hijos de millonarios, constructores, empresarios, etc.), y por el otro, a tres becados de un instituto de barrio que se derrumbó en extrañas circunstancias.

Totalmente desubicados, el responsable Samuel (Itzan Escamilla), la perfeccionista y musulmana Nadia (Mina El Hammani) y el chulito de barrio Cristian (Miguel Herrán), los tres chicos pobres, llegan al instituto de “Las Encinas” donde, de entrada, son rechazados frontalmente por sus nuevos compañeros de clase, capitaneados por Guzmán (Miguel Bernardeau) el hijo del constructor que les paga la beca, su novia Lucrecia (Danna Paola), la “marquesa” Carla (Ester Expósito) y el novio de esta, Polo (Álvaro Rico).

Al poco de empezar la trama de “Élite” se nos presenta un flashforward (un desplazamiento temporal hacia el futuro), donde descubrimos que alguien muere en la piscina del instituto de “Las Encinas”.

Con este punto de partida, que a la vez representa el desenlace de esta primera temporada, los protagonistas pobres van desgranando sus problemas y sus relaciones con sus compañeros ricos. Por un lado, tenemos a Samuel, quien aparte de entrar en “Las Encinas” recibe la noticia que su hermano Nano (Jaime Lorente) acaba salir de la cárcel mientras él, se siente totalmente atraído por Marina (María Pedraza), la hermana seropositiva de Guzmán.

Guzmán no acepta el acercamiento de Samuel a su hermana, y Marina no consiente que su familia se meta en su vida mientras ellos tapan sus vergüenzas, por tanto opta por llevar a Samuel a todas partes donde pueda. Paralelamente a las luchas de Marina, Cristian se codea también con las altas esferas sociales, ya que ha aceptado una relación a tres bandas con Carla y Polo.

Por si fuera poco, la déspota Lucrecia no soporta que Nadia sea una estudiante más brillante que ella, por tanto insta a su novio Guzmán a que se acerque a ella y se la ligue para después dejarla en ridículo. En este proceso de acercamiento, descubriremos el integrismo del padre de Nadia, quien no permite ni tolera la amistad de su hija con Guzmán, y ni mucho menos la relación homosexual de su hijo Omar (Omar Ayuso) con Ander (Arón Piper), el hijo de la directora de “Las Encinas” y mejor amigo de Guzmán.

Muchos frentes abiertos, muchas historias entrelazadas, y una pregunta: “¿Quién mató a la persona que aparece en la piscina?”. Y claro, como ya os podéis imaginar, hasta aquí lo que os podemos contar del argumento de “Élite”.

Bajo nuestro punto de vista, técnicamente en “Élite” estamos ante una serie con una muy buena idea argumental enturbiada, quizá, por demasiadas sombras. Por un lado, le reconocemos la originalidad de enfrentar los caracteres y ambientes de ricos y pobres, junto con tramas de poder, mientras el “bullying” y la homofobia están casi en el orden del día de cada capítulo. Por el otro lado, el elevado ritmo en que suceden las cosas durante los 8 capítulos de esta primera temporada, provoca que se toquen demasiadas tramas en cada capítulo, dejándonos con la sensación de que no ha pasado nada significativo más allá de acciones aisladas buscando la sensibilidad del espectador.

Interpretativamente, para los miembros de este equipo, es donde “Élite” tiene el principal hándicap, ya que ninguno de los elegidos da el pego como adolescentes de 16 años (que es lo que deberían tener), y están todos demasiado acartonados y distantes con el público. Quizá los únicos que salvamos de esta quema, es a los secundarios: Danna Paola por su papel de repelente pija mala, Omar Ayuso y Arón Piper por sus complicados papeles de camello musulmán homosexual y fumeta homosexual respectivamente.

No os vamos a engañar, a los miembros de este equipo no nos ha gustado “Élite”, nos ha parecido que con ella se ha desperdiciado una muy buena idea argumental perdiéndose en una maraña de subtramas (de sexo, asesinato, drogas, racismo y bullying) que tampoco se explotan ni se arriesga con ellas, haciendo bueno el refrán de: “quien mucho abarca poco aprieta”.

Bajo nuestro particular punto de vista, a esta primera temporada de “Élite” le ha faltado arriesgar y apretar en las tramas que ha presentado, para no quedarse en lo que al final se ha quedado, una serie de adolescentes con toques de drama.

Por todo lo que os hemos contado, a esta primera temporada de “Élite” le ponemos un 4.5 sobre 10.




Título original: “Élite” – España
Género: Drama, Thriller, Adolescentes
Año de creación: 2018
Capítulos: 8 (en una temporada)


viernes, 2 de noviembre de 2018

Errementari: el herrero y el diablo

Errementari Cartel
Hay ocasiones en que las carteleras de nuestros cines parecen vivir una época de sequía, con títulos excesivamente desconocidos, o excesivamente comerciales, o plagados de secuelas y precuelas ciertamente poco interesantes, en otras ocasiones sucede radicalmente al contrario, plagándose de tantos buenos estrenos que resulta imposible seguirlos todos. Durante una de estas épocas, se estrenó la película que hoy os queremos comentar en este rincón, la cinta española “Errementari: el herrero y el diablo”.

Errementari: el herrero y el diablo”, aunque se estrenó en octubre del 2017, llegó a nuestras pantallas a comienzos de marzo de 2018, y está inspirada en el cuento popular vasco “Patxi Errementaria (Patxi el Herrero)”.

Como los miembros de este equipo no pudimos disfrutarla en pantalla grande, lo hemos hecho desde la comodidad de nuestro sofá y en formato digital, y hoy os vamos a contar nuestras sensaciones sobre ella.

“Errementari” empieza situándonos en uno de los envites de la Primera Guerra Carlista acontecido en un paraje de la llanura alavesa en 1833. Durante esa acción, un pelotón de fusilamiento ajusticia a tres lugareños, aunque algo sale mal, y el escuadrón Carlista acaba siendo el ajusticiado por un hombre con una fuerza descomunal.

Ocho años después y ya con la tranquilidad de la paz, se nos presenta a una de las protagonistas de la historia, Usue (Uma Bracaglia), una niña huérfana de unos 8 años y con una extraña quemadura en la cara. Usue vive marcada por sus diferencias y es el blanco de las bromas y agresiones del resto de niños del pueblo.

Un día, el pequeño pueblo se ve trastornado por la llegada de un extraño, un comisario del gobierno llamado Alfredo (interpretado por Ramón Aguirre) quien investiga un extraño suceso que apunta a un recóndito lugar cercano al pueblo, la vieja herrería del pueblo, un lugar extraño, inhóspito y habitado por un terrorífico y solitario herrero llamado Patxi (Kandido Uranga).

De entrada los lugareños no quieren saber nada del caso, ya que las historias de brutalidad, desapariciones y violencia relacionadas con el herrero están en el orden día, aunque claro, la noticia de que se está buscando una gran cantidad de oro desaparecida durante la guerra Carlista, hace cambiar la situación.

Paralelamente, y debido a una agresión de dos niños, Usue se ve obligada a entrar en la vieja herrería descubriendo el gran secreto que guarda el viejo y huraño Patxi y que está relacionado con Sartael (interpretado por Eneko Sadardoy), un demonio algo patoso que el viejo Patxi mantiene recluido, pero ¿por qué un herrero mantiene preso a un demonio? Nosotros evidentemente lo sabemos, pero como ya os podéis imaginar, no os lo contaremos aquí, ya que merece mucho la pena descubrirlo en “Errementari: el herrero y el diablo”.

Técnicamente “Errementari: el herrero y el diablo” nos ha parecido una película brillante, tanto estética como argumentalmente. No os vamos a engañar, estéticamente, Paul Urkijo (el director de la cinta) ha conseguido en este, su primer largometraje, superar incluso al maestro Tim Burton y claro, con muchísimos menos recursos, creando una ambientación tenebrosa, cargada de luces (con ese rojo diabólico apareciendo en algunas escenas), colores y sombras para crear la magia necesaria para hacernos disfrutar de esta aventura. Argumentalmente tampoco se queda muy atrás, ya que se consigue llevar un cuento sobre demonios a una auténtica cinta para adultos con acción y fábula incluida.

Interpretativamente hablando, aunque “Errementari: el herrero y el diablo” no tiene ningún personaje realmente brillante, sí que nos gustaría remarcar el camaleónico papel que desarrolla el joven Eneko Sadardoy, el del demonio Sartael, son su mezcla de maldad, inocencia, torpeza y a la vez crueldad. El resto de casting, sin lugar a dudas, acertado aunque no sobresaliente.

A los del equipo nos encantó la fábula de “Errementari” y su juego sobre el bien y el mal, y disfrutamos totalmente durante la casi hora y media de su metraje, por tanto, y por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Errementari: el herrero y el diablo” es de un 7 sobre 10.






Título original: “Errementari” – España – 2017
Dirigida por: Paul Urkijo
Duración: 96 minutos
Género: Fantástico


jueves, 25 de octubre de 2018

The Sinner - Temporada 1

The Sinner - Temporada 1
El pasado 2017 llegó a nuestras pantallas una serie que, por su inicio y desarrollo, llamó y mucho la atención, “The Sinner”. Se trataba, inicialmente, de una serie de una única temporada y ocho capítulos de 45 minutos de duración que narraba la investigación de un curioso asesinado.

“The Sinner” empieza presentándonos a Cora Tannetti (interpretada por Jessica Biel) pasando un día en la playa de un lago con su marido, Mason Tanneti (Christopher Abbott) y su hijo. Todo parece desarrollarse con normalidad, hasta que en un arrebato, Cora se abalanza sobre un extraño que igual que ellos estaba en la playa del lago y lo apuñala con saña hasta matarlo.

Cora es detenida sin problemas en el mismo lugar del crimen, aunque pronto, el detective Harry Ambrose (Bill Pullman) ve algo que no le acaba de encajar: “¿por qué una madre sin problemas aparentes apuñala brutalmente a un desconocido ante su propia familia?

Con este punto de partida, uno tiene claro que estamos ante una serie con un toque distinto, ya que, no puede ser tan fácil como parece, y aunque Cora Tannetti es, evidentemente la asesina, ¿qué móvil tenía?

Ya en los primeros pasos de la investigación, al detective Ambrose hay algo que no le cuadra, por tanto, y contradiciendo las pruebas más evidentes, intenta convencer al juez y sus compañeros para indagar en los motivos de Cora, descubriendo a cada paso, una pieza más de un complejo rompecabezas.

Entre estas piezas de dicho rompecabezas del asesinato se destapan múltiples mentiras, situaciones del pasado y sobre todo, un sorprendente mundo de subtramas argumentales ciertamente interesantes y que, en casi ningún caso, uno se puede esperar cuando empieza la primera temporada de “The Sinner”.

Técnicamente “The Sinner” es una serie sorprendente, tanto desde el punto de vista del montaje como del desarrollo argumental. “The Sinner” realmente es una serie difícil de catalogar, ya que ni es un thriller ni es un drama al uso, pero a la vez, tiene ambos géneros en sus genes. Bajo la premisa del thriller clásico, los creadores de “The Sinner” nos van induciendo el drama de sus protagonistas, tanto de Cora como de Ambrose y todo contado con un ritmo, por momentos, extremadamente lento y sin grandes escenas de acción.

Desde el punto de vista interpretativo “The Sinner” nos ha dejado bastante fríos, ya que, aunque entre Jessica Biel y Bill Pullman la química es total, los personajes de ambos son excesivamente fríos. Cora (Biel), es un personaje que desprende una extraña mezcla en la más profunda aversión y, por momentos, empatía, pero en ningún caso se llega a ese punto quererla u odiarla profundamente, y el detective Harry Ambrose es un personaje tan sumido en sus propios dramas que, por momentos, se hace insoportable. Sobre el resto de casting, poco a decir, ya que quedan totalmente difuminados.

Los ocho capítulos de esta primera temporada de “The Sinner” son más que suficientes para contarnos la historia que pretende, abriendo y cerrando todas sus tramas y subtramas, es decir, tiene todo lo que tiene que tener y le sobra más bien poco, dejando la serie totalmente cerrada, aunque este 2018, llegue una nueva temporada de la misma.

Por todo lo que os hemos contado y bajo nuestro punto de vista, nuestra nota final para “The Sinner” es de un 6 sobre 10.




Título original: “The Sinner” – USA
Género: Drama, Thriller
Año de creación: 2017
Capítulos: 8 (en una temporada)

miércoles, 17 de octubre de 2018

Alex Strangelove

Alex Strangelove Cartel - Netflix
Últimamente, la plataforma de streaming Netflix está pegando muy fuerte en cuanto a la producción de películas tanto del género de la ciencia ficción como la comedia ligera. No os vamos a engañar, algunas de ellas muy arriesgadas para el circuito comercial convencional, otras sencillamente prescindibles y una selecta minoría, cintas entretenidas y técnicamente interesantes.

Dentro de este último grupo (sobre todo por la parte de “entretenidas”) nos encontramos uno de los estrenos que más ruido han hecho este 2018, la comedia adolescente “Alex Strangelove”, que como ya os podéis imaginar, hemos visto y hoy os lo contaremos en esta entrada.

“Alex Strangelove” empieza presentándonos a su protagonista, Alex Truelove (interpretado por Daniel Doheny), un adolescente a punto de terminar su etapa de instituto. Al revés de lo que nos pintan en otras producciones, Alex es un chico modélico del que se puede decir que lo tiene todo, es estudioso, tiene su círculo de amigos y tiene a su novia Claire (Madeline Weinstein).

La idílica vida de Alex se ve solo enturbiada por un pequeño detalle, y es que, después de muchos meses de noviazgo, Alex y Claire deciden dar un paso más en su relación y, finalmente, perder su virginidad a lo grande. Con su vida yendo viento en popa y a toda vela, la pareja va a una fiesta de estudiantes donde Alex vivirá un auténtico terremoto; la aparición de un chico, abiertamente gay, que entrará en su vida como un elefante en una cacharrería.

El chico en cuestión es Elliott (Antonio Marziale), y aunque es un poco mayor que Alex, entre ambos nace enseguida una complicidad fuera de lo común, tanto que muy pronto nuestro protagonista sentirá hace él una atracción que nunca ha sentido hacia Claire.

En un entorno puramente heterosexual y de hormonas revolucionadas, Alex no se atreve ni a contárselo a su mejor amigo. A partir de este punto Alex vive un auténtico torbellino de aceptación y de descubrimientos, aunque como ya os podéis imaginar, ha llegado el momento de cerrar nuestra explicación argumental.

Desde el punto de vista argumental os diremos que en el equipo le vemos dos vertientes claramente diferenciadas, por un lado nos ha gustado mucho "Alex Strangelove" como consigue normalizar la situación de aceptación de la sexualidad individual, y por el otro, nos ha dejado muy fríos la superficialidad con la que se han tratado muchas situaciones ya que, al tratarse de una cinta orientada principalmente al público adolescente, ni el sentido del humor aplicado ni la profundización en los temas nos ha parecido la más adecuada.

Interpretativamente os diremos que nos han gustado y mucho los dos protagonistas masculinos, Daniel Doheny y Antonio Marziale, ambos consiguen en “Alex Strangelove”, a través de los múltiples conflictos a los que se enfrentan, una complicidad casi perfecta, remarcada y mucho en las múltiples conversaciones que mantienen ambos durante el transcurso del metraje de la cinta. Sin lugar a dudas, su elección para capitanear el casting de “Alex Strangelove” fue todo un acierto.

Sobre el apartado técnico os diremos que, “Alex Strangelove” continua la senda de una de cal y otra de arena, ya que, por un lado tenemos una fotografía ingeniosa, natural y moderna, y por el otro lado, el puritanismo americano vuelve a tener demasiada presencia, impidiendo que esta comedia realista pueda llegar hasta donde realmente llega la realidad.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Alex Strangelove” es de un 6.5 sobre 10.




Título original: “Alex Strangelove” – 2018 – USA
Dirigida por: Craig Johnson
Duración: 99 minutos
Género: Comedia, Adolescencia, Homosexualidad


martes, 9 de octubre de 2018

El Reino

Pese a los últimos grandes éxitos del cine español (“Handia”, “Campeones”, “El autor”, etc.) y a la constante modernización de este, dejando atrás de una vez, los típicos dramas de la posguerra y la vida en los bajos fondos almodovarianos, continúa siendo un riesgo escoger algún estreno patrio para verlo en pantalla grande (sobre todo si provienen de la factoría Mediaset). Quizá por eso, cuando escogimos nuestra última película tuvimos alguna que otra duda.

Con todo, las dudas se disiparon al ver sus buenas críticas, su cálida acogida en el pasado Festival de Cine de San Sebastián y que detrás de la cinta no estaba Mediaset sino que estaba Atresmedia Cine. Por tanto, nos lanzamos y compramos nuestras entradas para ver “El Reino”, la última y polémica cinta del madrileño Rodrigo Sorogoyen.

“El Reino” empieza presentándonos a Manuel López-Vidal (a quien da vida Antonio de la Torre) el influyente y bien visto vicesecretario autonómico del partido político donde milita. Manuel es una estrella ascendente, tanto que en sus círculos próximos ya se habla de su salto a la política nacional.

Su poder es absoluto, él hace y deshace a voluntad bien secundado por una potente red de contactos en todas las esferas. Es decir, que además de ser el alma de cualquier fiesta, es un auténtico gallito.

Pese a todo, Manuel ve de la noche a la mañana como su vida tramada entorno al poder y a la corrupción, empieza a desmoronarse a partir de unas filtraciones que le salpican tanto a él, como a su mejor amigo Paco (Nacho Fresneda). De entrada el partido cierra filas, pero Manuel prefiere ayudar a su amigo contradiciendo las órdenes del partido, al poco tiempo, Manuel se queda totalmente solo ya que el partido deja indemne a Paco y él es declarado responsable del delito, viendo a la vez, como quienes antes le idolatraban ahora le dan la espalda.

Desde este momento, y ayudado únicamente por su mujer y su hija, Manuel intentará inicialmente salvarse de su segura condena, aunque finalmente, y vistos los acontecimientos, intentará hacer lo posible para no caer solo, aunque eso, y como ya os podéis imaginar, si lo consigue o no, no lo descubriréis en esta crítica.

Técnicamente os diremos que con “El Reino” estamos ante un auténtico thriller político dirigido magistralmente por Rodrigo Sorogoyen quien, consigue desde las primeras secuencias transmitirnos el estrés, el vértigo y la agitación que sus protagonistas viven en su día a día, tanto en los despachos, como en los negocios, como en sus comidas a todo lujo frente al mar. También merece una mención especial la BSO de “El Reino” la cual, ayuda a mantener al espectador totalmente sumergido en la trama de deriva personal del protagonista. Sin lugar a dudas, una cinta técnicamente sobresaliente.

Desde el punto de vista interpretativo os diremos que, para los miembros de este equipo, la elección del casting de “El Reino” ha sido un acierto total, ya que desde Antonio de la Torre dando vida extraordinariamente al corrupto Manuel López-Vidal, hasta la líder del partido Ana Wagner o el gran jefe Josep María Pou pasando por la incisiva periodista Barbara Lennie, están realmente espectaculares haciéndonos creer sus personajes, sus motivaciones y miedos.

Los miembros de este equipo catalogamos a “El Reino” como a una auténtica joya dentro de nuestro cine, una especie de lección de cine que, aunque no nos guste reconocerlo, nos demuestra que estamos viviendo en un sistema totalmente podrido y que, como bien nos dicen en la propia cinta, “Los reyes caen, los reinos permanecen”, por tanto, aunque unos nombres caigan, otros saldrán para continuar manteniendo y enriqueciéndose de sus propios reinos.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El Reino” es de un más que merecido 9 sobre 10. Sin lugar a dudas, una de las mejores cintas españolas de este 2018. Os la recomendamos totalmente.




Título original: “El Reino” – 2018 – España
Dirigida por: Ricardo Sorogoyen
Duración: 122 minutos
Género: Thriller político




jueves, 4 de octubre de 2018

Premonición

Durante mucho tiempo, sobre todo desde el éxito de “El silencio de los corderos”, tuvimos a Sir Anthony Hopkins como a uno de los ídolos de una parte de este equipo. Con el paso del tiempo y varias malas elecciones de papeles por su parte, lo devolvimos al escalafón donde creemos que le tocaba, al de buen actor dejándole, un poco, de seguirle.

Tiempo después y sin buscarlo, apareció en el buscador de HBO una cinta que nos llamó la atención, sobre todo por su temática y por su actor principal, el mismo Anthony Hopkins, así pues, sin pensarlo mucho, nos pusimos a verla. Os estamos hablando de “Premonición” (“Solace”).

Premonición” empieza presentándonos a los agentes del FBI Joe Merriweather (Jeffrey Dean Morgan) y Katherine Cowles (Abbie Cornish) llegando a la escena de un crimen. La escena es perturbadora, ya que al cadáver apenas le rodean pruebas y únicamente la forma de su muerte es clara: una punción en la base del cráneo con una arma afilada. A Joe y Katherine no les sorprende, pues es ya la tercera víctima en presentar la misma causa de muerte en muy poco tiempo lo cual les lleva a plantearse que están ante un asesino en serie.

Sin más pruebas que la causa de la muerte, a Joe le queda un último recurso, pedir ayuda al Dr. John Clancy (Anthony Hopkins), un médico jubilado que vive apartado del mundo desde que, dos años atrás murió su hija. Clancy, amigo de Joe, tiene un particular don, tocando tiene visiones que podrían llevar a la resolución del caso como en otras ocasiones había demostrado en el pasado.

Pese a la negación inicial de Clancy, este al final accede a volver a usar sus poderes para ayudar al F.B.I.. Al poco de integrarse en el equipo de investigación, se produce un cuarto asesinato y gracias a las visiones del doctor, descubren un hecho revelador: los cuatro asesinatos tenían un nexo en común, todos los asesinados tenían enfermedades crónicas o terminales.

Este nexo de unión, determinado a través de analíticas del equipo forense, hacen descubrir al doctor algo inesperado sobre el asesino: no se enfrentan a un asesino en serie convencional, el asesino tiene los mismos poderes que él, es decir, es capaz de saber antes que el propio afectado que este tiene una enfermedad crónica o terminal. El descubrimiento de esta particularidad hace que, una vez contado a Joe y Katherine, Clancy decida abandonar y desaparecer de nuevo.

Por suerte para la investigación, los acontecimientos impiden que el doctor desaparezca de nuevo, y más cuando Charles (Colin Farrell), el asesino, entra en contacto con él.

Y como ya os podéis imaginar, y más tratándose de un thriller, hasta aquí os contaremos del desarrollo argumental de “Premonición”.

Técnicamente “Premonición” nos ha parecido una cinta con excesivos altibajos ya que, si bien por un lado los múltiples giros argumentales (algunos de ellos bastante pillados por los pelos) ayudan y mucho a mantener la tensión e interés tan imprescindible en este género cinematográfico, por el otro, el montaje de la trama no es capaz de aprovechar en ningún momento el trio ganador que tiene entre manos: su casting, el uso de la eutanasia como asesinato y el efecto sorpresa. Una auténtica pena.

Desde el punto de vista interpretativo, poco os podemos decir ya que, todo el casting está especialmente bien y con mucha química entre ellos, especialmente entre el maestro en las miradas Anthony Hopkins y el camaleónico Colin Farrell. Ellos dos junto con la pareja de policías interpretada por Jeffrey Dean Morgan y Abbie Cornish logran mantener “Premonición” en la zona del aprobado.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Premonición” es de un 6 sobre 10, y os la recomendamos para una de esas veladas con amigos o con ganas de sofá y palomitas.



Título original:  “Solace” – USA – 2015
Dirigida por: Alfonso Poyart
Duración: 101 minutos
Género: thriller, policiaco


jueves, 27 de septiembre de 2018

La casa de las flores

La Casa de las Flores
En la plataforma de streaming Netflix los estrenos se suceden casi sin pausa, aunque eso sí, mientras algunos de ellos acaban pasando con más pena que gloria gracias a su mediocre calidad, otros intentan ser salvados del olvido en base a potentes campañas de publicidad (“The Cloverfield Paradox”, “Aniquilación”), y de vez en cuando, aparecen sin hacer demasiado ruido, auténticas joyas. Hoy en este rincón os queremos hablar de una de ellas, la mexicana “La casa de las flores”.

“La casa de las flores” se estrenó internacionalmente la primera quincena de agosto de 2018 y muy pronto se convirtió en una auténtica revelación. Nosotros la vimos pasados unos días pero aún, a fecha de hoy, continuamos recordándola con mucho cariño.

La serie empieza presentándonos a la familia de la Mora, una acaudalada familia de Ciudad de México propietaria de una floristería en el barrio residencial de Las Lomas. La floristería, llamada “La casa de las flores” es el núcleo central de la historia y a la vez, de la matriarcal y disfuncional familia protagonista.

Durante los primeros compases de la serie, se nos presentan los miembros de la familia de la Mora: Virginia (Verónica Castro) la matriarca, Ernesto (Arturo Ríos) el padre, y los tres hijos de estos: Paulina (Cecilia Suárez) la mayor, Elena (Aislinn Derbez) quien se presenta con su novio afroamericano y Julián (Darío Bernal).

Durante la lujosa fiesta de cumpleaños de Ernesto, Roberta, la amante del cumpleañero se suicida en la floristería dejando una nota que encuentra Virginia. Para evitar la vergüenza y el típico “qué dirán”, Virginia decide esconder el suceso al público, aunque claro, la llegada de la policía, la pronta detención de Ernesto y la posterior aparición de la hija secreta de Roberta y Ernesto junto a otro negocio familiar llamado también “La casa de las flores” complicará por momentos la intención de Virginia y más, con Carmelita (Verónica Langer) la vecina cotilla de la familia husmeando en todo.

Poco a poco, la vida de la familia de la Mora se va complicando, ya que con Ernesto en prisión y las cuentas bloqueadas por la policía, mantener el secreto y el ritmo de vida resulta cada vez más difícil, provocando una auténtica montaña rusa de situaciones y emociones.

Sin ir más lejos, a primeras de cambio se descubre que el benjamín de la familia, Julián mantiene una tórrida doble relación, con una chica interesada por su dinero y con Diego, el contable de la familia, con quien además tiene una divertidísima salida del armario que Virginia no puede ocultar. Como tampoco puede ocultar, aunque lo intenta, la relación de Paulina y Maria José (Paco León) la transexual abogada de Ernesto y antiguo marido suyo.

Evidentemente os podríamos contar mucho más del argumento de “La casa de las flores”, aunque preferimos que lo descubráis vosotros, aunque lo que sí os contaremos es nuestra valoración de la serie.

Técnica y argumentalmente, bajo nuestra opinión, “La casa de las flores” representa la perfecta modernización del género de los culebrones, tan de moda 30 años atrás, relacionando por un lado la adinerada familia de la Mora (perteneciente a la clase alta mexicana) aferrándose a toda costa a la clasista sociedad mientras los cimientos del imperio familiar se tambalean al ritmo de lo que moderniza el género, los más variopinto sucesos tan de moda este segundo milenio: el tráfico de drogas, un negocio que hunde irremisiblemente, la transexualidad (de manos del personaje de Paco León), las infidelidades, el racismo, y como tampoco podía faltar, la bisexualidad del hijo de la familia. Sin lugar a dudas, un total acierto ya que además lo hace sin olvidar el humor.

Desde el punto de vista interpretativo, nos gustaría remarcar y mucho, el trabajo de Cecilia Suárez (Paulina de la Mora) quien logra convertir su personaje de hija mayor a casi protagonista, haciendo uso de una característica, al principio odiosa y después adorable, la forma de hablar (a sílabas) de su personaje. También sobresaliente, el trabajo de Paco León dando vida al transexual exmarido de Paulina, y el de la gran Verónica Castro (Virginia) como matriarca de la familia. El resto, sencillamente muy bien.

La verdad es que a los miembros del equipo, “La casa de las flores” nos encantó y sorprendió a partes iguales y ya os decimos que, días después de haberla visto, continuamos con ganas de más, aunque de momento todo pinta a que no habrá más temporadas.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “La casa de las flores” es de un 8.5 sobre 10, y os recomendamos encarecidamente verla.





Título original: “La casa de las flores” – México
Género: Drama,
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2018 (primera temporada)
Capítulos: 13 capítulos


jueves, 20 de septiembre de 2018

Book Club

Después de haber disfrutado de lo lindo con la serie de Netflix “Grace y Frankie”, a los del equipo se nos abrieron los ojos de par en par cuando vimos el anuncio del estreno de la película “Book Club”.

De entrada, la premisa argumental de “Book Club” nos gustó por sus paralelismos con “Grace y Frankie”, ya que, además de compartir la visión de la sexualidad en la edad adulta, comparte también la actriz coprotagonista, la espléndida Jane Fonda. Como ya os podéis imaginar, el fin de semana de su estreno buscamos un hueco para verla en pantalla grande.

“Book Club” empieza presentándonos a sus protagonistas: Diane (Diane Keaton) una recientemente enviudada madre de dos hijas que pretenden a toda costa que se mude a vivir con ellas a Arizona, Vivian (Jane Fonda) la propietaria de un exitoso hotel a la que le encanta ligar pero teme comprometerse, Sharon (Candice Bergen) una juez federal divorciada y sin relaciones desde hace más de 15 años y Carol (Mary Steenburgen) con algunos problemas conyugales con su marido recientemente jubilado. Cuatro amigas de toda la vida que han triunfado en la misma pero que, cercanas a jubilación, tienen muchos problemas en su vida sexual y/o amorosa.

Las cuatro mujeres se reúnen cada mes en casa de una de ellas para comentar un libro escogido el mes anterior, y sí, de ahí viene el título de la cinta, “Book Club”. En la primera reunión que nos cuenta la película, tres de sus protagonistas se llevan una sorpresa al ver que el siguiente título a leer y comentar es el bestseller erótico “50 sombras de Grey”.

Este es el punto de partida para el desarrollo de trama argumental de “Book Club”. Una tras otra, la trama argumental nos va dando píldoras sobre la vida personal de cada una de las amigas, mientras a la vez, van descubriendo y asombrándose con las aventuras de Grey y Anastasia.

Al poco de empezar a leer el libro, las vidas de nuestras protagonistas empiezan a cambiar, Vivian se encuentra en el hall de su hotel con Arthur (Don Johnson) un antiguo amor con quien, años atrás, no se atrevió a dar el paso, Diane en uno de sus viajes a Arizona conoce a Mitchell (Andy García) un piloto de avión quien, poco a poco, le hace recuperar las ganas de vivir y la juez Sharon, se vuelca a ligar a través de una página de contactos, aunque como ya os podéis imaginar, hasta aquí os contaremos del desarrollo argumental de “Book Club” y de los cambios en la vida de sus protagonistas.

Para los miembros de este equipo, sin lugar a dudas, lo mejor de “Book Club” es el trabajo de su particular casting, la mayoría del cual tiene entre 65 y 80 años, y en especial el de Candice Bergen dando vida a la juez y el de Jane Fonda interpretando el papel, quizá, más complejo de las cuatro, aunque con todo, nuestro aplauso es para todos (García y Johnson incluidos), ya que los seis consiguen hacernos sentir sus papeles.

Técnicamente “Book Club” tiene bajo nuestro punto de vista demasiadas lagunas y aunque por un lado han salvado (o maquillado hasta la transparencia) muy bien el discurso feminista, por el otro “Book Club” combina gags demasiado manidos y poco sorprendentes con un ritmo narrativo tremendamente irregular e inconexo, abriendo muchos temas sin cerrarlos o cerrándolos más rápido de lo que se han abierto.

Los miembros de este equipo vemos a “Book Club” como a una opción agradable para el homenaje y lucimiento de sus protagonistas que, por desgracia, desaprovecha todas las oportunidades que tiene para convertirse en una comedia reivindicativa de la sexualidad en la madurez.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Book Club” es de un 5 sobre 10.



Título original: “Book Club” – USA – 2018
Dirigida por: Bill Holderman
Duración: 104 minutos
Género: Comedia, Amistad