viernes, 20 de noviembre de 2020

Orígenes secretos

Orígenes Secretos Poster
Hace unos días, mientras repasábamos el catálogo de Netflix (¡qué gran aliado este año!) desgranando el grano de la paja (que por esos lares tanta mucha), nos encontramos con una película que, ni nos esperábamos, y como colmo estaba entre las más vistas de la plataforma ese día… bueno, ni que decir que eso tampoco es que aporte muchas garantías.

La película que nos encontramos era, por esas cosas de los gustos personales (y de las etiquetas, porque no decirlo) uno de esas películas que bien hubiésemos podido descartar, pero hubo algo que nos llamó poderosamente la atención, la presencia de un actor que, en su trabajo más popular hasta el momento, nos encantó, el canario Brays Efe (sí…. nuestra querida Paquita Salas).

Como no queríamos destripar mucho de la película, buscamos su hilo argumental y, por originalidad le dimos al play, y hoy en este rincón os contaremos nuestras sensaciones sobre la película “Orígenes secretos”.

“Orígenes secretos” es la adaptación de la novela homónima de David Galán Galindo, quien, por cierto, se estrena en la dirección cinematográfica con esta cinta con un trasfondo curioso y muy de moda, los superhéroes.

“Orígenes secretos” empieza presentándonos a Cosme (Antonio Resines) un detective de la policía a punto de jubilarse. Justo los días previos a su jubilación y mientras forma y traspasa sus cargos a su sustituto, el joven e impulsivo David (Javier Rey) se encuentran con un con un misterioso caso, el truculento asesinato de un hombre al que encuentran una misteriosa pista.

Cuando se dan cuenta que la pista les lleva al mundo de los cómics y los superhéroes, Cosme decide pedir ayuda a Jorge (Brays Efe) su hijo, un gran friki y dueño de una tienda de cómics quien pronto verá una relación entre el asesinato con el origen secreto de un superhéroe de Marvel.

Este descubrimiento hace que, pese a que su padre Cosme ya se haya jubilado, Jorge entre a colaborar la con la policía gracias al interés de la peculiar inspectora Norma (Verónica Echegui).

Sin mucho tiempo, un nuevo asesinato es descubierto en Madrid. Aparentemente sin relación con el primero, aunque pronto, Jorge le encontrará un punto de unión ya que, una vez más, la muerte se produjo tomando el origen secreto de otro superhéroe.


David (Javier Rey) y Jorge (Brays Efe) en la escena de un crímen
David (Javier Rey) y Jorge (Brays Efe) en la escena de un crímen


Dos asesinatos de dos personas normales, sin relación entre ellas, pero unidas por la recreación del inicio de sendos superhéroes hacen que la policía pise el acelerador con una, a veces errática, investigación, capitaneada por el impulsivo detective David, su novato y muy friki ayudante Jorge y la jefa de ambos, Norma, una mujer más metida en el mundo del manga que en su propio trabajo.

Como ya os podéis imaginar, el asesino en serio tendrá tiempo para actuar alguna que otra vez más antes de notar el aliento del trío más friki de la policía de Madrid, aunque, ¿conseguirán dar con el asesino? Como ya os podéis imaginar, nosotros lo sabemos, pero aunque “Orígenes secretos” se trate de una adaptación cinematográfica de una novela, nosotros, no os lo contaremos.

Técnicamente “Orígenes secretos” es una clara combinación de luces y sombras ya que, aunque la idea argumental es realmente buena (y más en esta época en la que los superhéroes están más de moda que nunca), se pierde en exceso en sobre explicaciones, o frikismos que, llamadle como queráis, pueden agradar mucho a un sector de los espectadores, pero hacer perder el hilo a los menos fans.

Sí que, nos gustaría resaltar el buen trabajo de ambientación, tanto en general de propia película como de recreación de los asesinados (u origen de los propios superhéroes que nos quieren contar), con una buena elección de escenarios, de iluminación, etc.

Interpretativamente hablando nos gustaría remarcar el trabajo de los dos actores que logran mantener a flote “Orígenes secretos“ y que son, básicamente, sus dos protagonistas, por un lado, Javier Rey que consigue, con el paso de los minutos, dar credibilidad a su personaje, y por el otro, un Brays Efe que, con su naturalidad consigue crear una vez más, un personaje entrañable que, aunque es un auténtico fríki, aporta y mucho a la película.

En definitiva, podríamos decir que “Orígenes secretos“ es una de esas películas simpáticas, que pese a no ser una joya, consigue entretenerte una de esas tarde en que buscas un pasatiempos para no pensar demasiado, por tanto, por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Orígenes secretos” es de un 6 sobre 10.

 

Título original: “Orígenes secretos” – España – 2020
Dirigida por: David Galán Galindo
Duración: 92 minutos
Género: Thriller, comedia, superhéroes

viernes, 13 de noviembre de 2020

El chico

El chico / The Kit - Poster
Si hay un personaje en el mundo del cine que, no solo ha traspasado fronteras, si no que ha perdurado nada más y nada menos que durante más de 100 años, este es Charlot, el icono del cine mudo, y sin lugar a dudas, el personaje más memorable del genio Charles Chaplin.

Cualquier amante del cine conoce y seguramente ama, al vagabundo más entrañable de la historia del cine. Charlot es un personaje torpón e ingenuo, aunque su principal baza es su gran corazón, un hombre que, pese a las dificultades, se esfuerza por hacer siempre el bien y comportarse como un auténtico caballero, aunque su posición social no lo indique así.

Hoy, en este pequeño rincón queremos hacernos eco de una película que, pese a que está a punto de cumplir 100 años, continúa emocionando como el primer día y además continúa siendo totalmente vigente, os estamos hablando del largometraje “El chico” (“The Kid”) de 1921.

“El chico” empieza desplazándonos hasta las puertas de un hospital de caridad, allí nos encontramos con Edna (interpretado por Edna Purviance), una chica joven que acaba de dar a luz. La vemos paseando, pensativa, como deshojando una margarita y al final, muy a su pesar, opta por dejar al recién nacido dentro del coche de una familia pudiente.

La mala suerte hace que el coche sea robado por dos cacos que, cuando descubren que además de un coche se han llevado a un niño, lo abandonan en la esquina de un barrio marginal. El pequeño, es encontrado por el bonachón Charlot (obviamente interpretado por Charles Chaplin) quien después de intentar devolverlo, y un poco a regañadientes, acaba quedándoselo y criándolo.

Cinco años después, el pequeño John (a quien da vida Jackie Coogan) se ha convertido, como su padre adoptivo, en un chico vivaracho y dicharachero capaz, de no solo vivir en el complicado mundo marginal que le ha tocado, si no de ayudar a Charlot en su día a día.

Charlot y John, en base a pequeños actos de pillería (por ejemplo, mientras el pequeño rompe cristales, Charlot los cambia a cambio de unos centavos) viven tranquilos y felices.

Un día, en el barrio hace aparición Edna, ahora convertida en una actriz de éxito, quien, para recomponerse un poco de la pena de haber perdido un hijo, reparte juguetes a los niños de los barrios marginales, John incluido.

Al poco tiempo, Edna descubre la nota que ella mismo dejó en el niño y sabe que John es su hijo, pero ¿cómo reaccionará ante ello? ¿y la sociedad? ¿y Charlot? Obviamente, nosotros lo sabemos, pero para nada queremos romper la magia de este gran clásico.

Valorar técnicamente “El chico” en época del croma, de los grandísimos efectos especiales y del cine digital es algo realmente complicado ya que, hablamos de una película que está por cumplir los 100 años, una cifra que, seguramente, muchos prodigios técnicos actuales no verán nunca.


Charlot y John, un dúo con química
Charlot y John, un dúo con química


Con todo, nos gustaría remarcar la excepcionalidad de un guion de "El chico", el cual sin palabras, es capaz desde la primera secuencia, de transmitirnos esa mezcla de sentimientos que va desde la sonrisa hasta las lágrimas, pasando por la tristeza y la emoción, haciendo sentir al espectador en propia piel, el abandono, la caridad, el cariño de los padres adoptivos (ese espíritu de maternidad que no solo tienen las madres), la actitud de las instituciones, etc.

También, y como es habitual en las obras de Charles Chaplin, nos gustaría remarcar la importancia que toma la banda sonora, compuesta en esta ocasión por el propio Chaplin. En “El chico” la música nos acompaña durante todo el metraje colaborando a transmitir los sentimientos y emociones que los tres protagonistas viven.

Interpretativamente hablando, hay que remarcar, sin lugar a dudas los excelentes trabajos, tanto de Charles Chaplin dando vida a su célebre vagabundo Charlot (en serio, si alguien que lee esto, no lo conoce, vedlo, porque os estáis perdiendo uno de los mejores personajes de la historia del cine), como también del pequeño Jackie Coogan quien con apenas 5 años realiza un trabajo que ya querrían muchos mayores, además de demostrar una química innata con Chaplin. Simplemente brillantes.

Con todo, y por todo lo que os hemos contado hasta ahora, nuestra nota final para “El chico” es de un 9.5 sobre 10. Una película absolutamente imprescindible para cualquier persona que ame el cine.

 

Título original: “The kid” – 1921 – USA
Dirigida por: Charles Chaplin
Duración: 58 minutos
Género: Comedia, Drama
 
 
Otros largometrajes de Charles Chaplin:
 

martes, 10 de noviembre de 2020

Patria

Patria Poster
Las personas, como animales sociales que somos, estamos sujetos a múltiples influencias que, de una forma u otra, nos marcan tanto a nivel personal como a nivel de grupo. En ocasiones, estas influencias vienen dadas por la climatología, otras por la orografía del lugar donde el grupo tiene implantada su residencia, a veces incluso por las relaciones con otros grupos sociales cercanos, aunque, las influencias que más marcan, son las diferencias mal llevadas dentro del propio grupo social.

Os preguntaréis a que viene esta entrada en un blog de cine y series de televisión, pues, aunque no os lo creáis, para hablaros de una serie que, aunque se ha hecho esperar demasiado, su emisión ha causado tanto revuelo y tantos comentarios como cuando apareció en nuestras librerías el libro en que se basa, os estamos hablando de “Patria”.

“Patria” es una novela escrita por el donostiarra, afincado en Alemania, Fernando Aramburu y publicada en 2016. “Patria” nos cuenta la historia de dos familias amigas que rompieron toda relación a raíz de un acto terrorista de la banda ETA, reflejando lo que, para muchas familias se ha vivido en Euskadi los últimos 30 años. Después del tremendo éxito de acogida, con la traducción a más de 30 idiomas y más de un millón de ejemplares vendidos, ha llegado de las manos de HBO, su adaptación televisiva que hoy, contaremos desde aquí.

“Patria” empieza situándonos en Donostia el pasado 2011, poco tiempo después de que ETA anunciara su alto el fuego definitivo. En el donostiarra cementerio de Polloe, nos encontramos a Bittori (Elena Irureta) hablando ante la tumba del Txato Lertxundi (José Ramón Soroiz), su esposo muerto años atrás. Le cuenta que la banda armada ha dejado la lucha y que ella ha decido volver al pueblo que, tras su muerte abandonó.

Su llegada al pueblo, en el interior de Gipuzkoa, medio a escondidas, no puede ser más fría, con múltiples miradas furtivas y una casa fría y cubierta de polvo. La noticia de su vuelta, corre como la pólvora en el pueblo y pronto, Miren (Ane Gabarain) se pone en tensión, y pone de los nervios a su marido Joxian (Mikel Laskurain), preguntándose por qué habrá vuelto tantos años después Bittori al pueblo.

A modo de flashback, nos vamos muchos años atrás, encontrándonos con una Bittori y una Miren jóvenes y amigas, al igual que sus respectivos maridos, el Txato, propietario de una empresa de transportes y Joxian Garmendia, empleado de una empresa metalúrgica comparten, además de vinos en la taberna del bar, la afición de salir, cada domingo, a hacer rutas con la bici de carretera.

En esa época, en casa de los Garmendia vivían, además de los padres, Arantxa, Joxe Mari y Gorka, sus hijos, Gorka el pequeño, el más intelectualmente activo (lector feroz y poeta en euskera), y Jose Mari el más radical ya que, día tras día, se va involucrando en actos del mundo abertzale.


Bittori y Miren, amigas, tomando un chocolate
Bittori y Miren, amigas, tomando un chocolate con churros


Un día mientras Miren y Bittori están en Donostia tomándose un chocolate con churros y hablando de sus cosas, un acto de kale borroka acaba destruyendo el bus urbano donde viajan y Miren descubre algo sorprendente, su hijo Joxe Mari es uno de los que lanzan cocteles molotov.

Después de esto ya nada es igual, ya que ambas mujeres se separan y más cuando el Txato empieza a recibir amenazas de muerte por no pagar el impuesto revolucionario. Con el ambiente caldeándose cada vez más, Joxe Mari asume a su madre su pertenencia a ETA y golpea a su padre.

Tiempo después, y con los hijos de ambas familias haciendo sus vidas entre Donostia, Zaragoza y Bilbao hay un atentado en el pueblo en el que muere el Txato.

En el presente, las heridas continúan abiertas por ambos lados ya que, con Joxe Mari en la cárcel, su madre continúa defendiéndole y enfrentándose por ello tanto a marido como a su hija Arantxa (quien está postrada en una silla de ruedas después de sufrir un ictus) mientras Bittori busca cumplir su último deseo, saber si fue Joxe Mari quien mató a su Txato y recibir sus disculpas.


Bittori después de una visita al Txato
Bittori después de una visita al Txato


Como ya os podéis imaginar, nosotros no os diremos absolutamente nada más del argumento de “Patria” pues consideramos que, merece y mucho la pena tanto ver la serie como leer el libro.

Antes de nada, os vamos a asumir que este equipo va a valorar la serie “Patria” con el precedente de haber leído, sufrido y disfrutado (porque sufriendo también se puede disfrutar) la excelente obra de Fernando Aramburu.

Técnicamente la serie “Patria” combina varios puntos que, para los miembros de este equipo, la han confirmado como una gran adaptación de su novela homónima, el primero de ellos, el buen trabajo de adaptación de una novela complicada (cada capítulo de la misma estaba en un tiempo distinto), copiando o fusilando algunos diálogos, adaptando otros e inventando los mínimos. También es digno de remarcar el genial trabajo de ambientación (salvo el caso de Joxe Mari), con ese clima mayoritariamente lluvioso (que además transfiere tensión a la trama) y los vestuarios y peinados tan acordes a la época que narra cada secuencia, sin olvidar la buena elección de su banda sonora. En definitiva, una ejecución sencilla pero efectiva, donde lo más importante son las personas y su historia.

Pese a todo, también debemos remarcar algunos puntos negativos, pues mal que nos pese, también los tiene. El primero de ellos es que “Patria” parece estar hecha en dos partes y no por trama, si no por ejecución ya que, si bien los primeros cuatro capítulos son prácticamente perfectos, los últimos cuatro distan de los primeros, perdiendo un poco de magia y de profundidad en la historia. Otro de los puntos que nos ha disgustado es, le eliminación de historias secundarias importantes ¿dónde está boda de Gorka y lo que allí sucede? ¿Por qué se pasa de puntillas sobre la historia de Nerea en Zaragoza y Alemania? Y, sobre todo, ¿por qué tiene tan poco protagonismo el euskera cuando en el libro, aunque no se usa, deja claro que los Garmendia son euskaldunes?

Donde nos quitamos el sobrero es en la elección de un casting donde sobresalen una pletórica Elena Irureta dando vida a su complicada Bittori y Ane Gabarain con esa madre que, a veces abofetearías y otras … Sin olvidar grandes secundarios también, como Eneko Sagardoy (Gorka), Loreto Mauleón (Arantxa) o incluso esa arpía de Don Serapio (a quien da vida Patxi Santamaría). Todos ellos consiguen implicarnos en una historia de división que, de una forma u otra, todos tenemos aún demasiado presente.
 
Por todo lo que os hemos contado, los miembros de este equipo le ponemos a "Patria" un 7.5 sobre 10, recomendando totalmente su visionado.

 

Título original: “Patria” – España – 2020
Dirigida por: Óscar Pedraza, Félix Viscarret
Duración: 8 capítulos (de unos 55 minutos cada uno)
Género: Drama, Histórico

 

 

lunes, 2 de noviembre de 2020

El club de la lucha

El club de la lucha
Hay película que, por motivos varios, acaban pasando a la historia del cine. Algunas de ellas, a la parte muy nutrida de película olvidadas y otras, desgraciadamente las que menos, a las películas que quedan grabadas en la memoria de sus espectadores, aunque, de entrada, estos no contaran con ello ni por género ni, a veces, por casting.

Cuando 20 años después del estreno de una película esta continúa siendo recordada por sus espectadores y recomendada a las nuevas generaciones es que, por lo general, la película tiene esa magia que uno le espera al cine. Una de estas películas está basada en la adaptación de una obra homónima y llegó a nuestras carteleras en 1999 de la mano del estadounidense David Fincher, os estamos hablando de “El club de la lucha”.

“El club de la lucha” empieza presentándonos a su protagonista, un hombre de mediana edad del no conocemos el nombre pero que es, quien narra la historia (le da vida Edward Norton). Se trata de un nombre, podríamos decir que, 100% normal, con un trabajo en una empresa relacionada con los coches y la automoción.

Nuestro protagonista, el narrador, tiene una particularidad y es que, sufre de insomnio. Después de que su médico se niegue a recetarle medicinas, opta por buscar algún grupo de apoyo que le ayude, al final se hace adicto a ellos, apuntándose a grupos de ayuda a enfermos de tuberculosis, de cáncer, de hombres sin testículos que, es el que más le llena y con el que, después de conocer y llorar desconsoladamente con Bob (un hombre sin testículos y con tetas), consigue, por fin, recuperar el sueño.

Un día y después de coincidir en varios grupos, hombres sin testículos incluido, el protagonista se encuentra con Marla una mujer que parece compartir con él ciertos problemas y con quien acaba negociando a que grupos asistir cada uno antes de que les descubran.

Poco después, y durante un viaje de negocios del narrador, sentado a su lado, aparece un nuevo personaje en la trama, el vendedor de jabones Tyler Durden (Brad Pitt). Tyler es, casi la antítesis del narrador, una persona que vive bajo la premisa de hacer lo que uno cree correcto. Cuando ambos se separan, al bajar del avión poco imaginan que, dos horas más tarde volverán a estar juntos y ante una curiosa disyuntiva, si el narrador golpea a Tyler, este le dejará quedarse en su destartalada casa.

De los primeros golpes ante la mirada de curiosos, pasan a organizar peleas en el sótano de un bar donde forman un club de lucha clandestino regido por un puñado de reglas entre las que está, obviamente, no hablar nunca del club.

Después de obtener bastante éxito con su club, Tyler, y dejando un poco al margen a su compañero y protagonista, emprende lo que llaman Proyecto Mayhem, un proyecto nutrido por un grupo numeroso de adeptos fieles que se organizan siguiendo las reglas anticapitalistas y anticorporativas de Tyler. Después de un accidente en el que acaba muriendo Bob, el amigo del protagonista, este decide poner fin al Proyecto, aunque lo que descubre es que este se ha extendido por múltiples ciudades de Estados Unidos.


Tyler y el narrador, los dos protagonistas de "El club de la lucha"
Tyler y el narrador, los dos protagonistas de "El club de la lucha"


Como os podéis imaginar, la trama de “El club de la lucha” continua más allá, aunque ya ha llegado el momento de parar nuestro desarrollo, pues para nada queremos desvelar el misterio de la misma. Lo que sí haremos ahora es contaros, nuestra visión de “El club de la lucha”.

Deciros que, en “El club de la lucha” nos encontramos con una obra de esas que, dejar indiferente a alguien no está ni entre sus prioridades más remotas ya que, desde el minuto uno de metraje, su estética oscura y hasta cierto punto desagradable se mezcla con una punzante sátira de comedia negra que dejan a uno pegado ante la pantalla manteniéndote allí hasta el final. Con esta premisa, la trama de la historia se desarrolla en un ámbito totalmente destructivo, donde las figuras consumistas están al orden del día, así como, la casi permanente lucha para demostrar la masculinidad de uno, el protagonista (un club de lucha entre hombres, un grupo de ayuda para hombres sin testículos, etc. etc. etc.), incluso hasta el último fotograma. Sin lugar a dudas, podríamos decir que “El club de la lucha” es una película transgresora, trepidante y arriesgada.

Interpretativamente, os diremos que en “El club de la lucha” encontramos quizá, las mejores actuaciones de la carrera de sus protagonistas, Brad Pitt y Edward Norton. Norton, dando vida a su personaje sin nombre, pero tremendamente trastornado está realmente espléndido, mientras que Pitt, en su época dorada como actor, borda su papel de hombre sin valores y nihilista. Ambos están sencillamente sublimes.

Somos conscientes que mucha gente no entenderá o no ha entendido “El club de la lucha”, quizá por lo transgresora que es, quizá porque uno no espera el potente trasfondo que nos cuenta, quizá simplemente porque es una película de culto (y para mucho, se aleja de lo comercial). Con todo, nuestra nota final para “El club de la lucha” es de un 8 sobre 10.

 

Título original: “Fight Club” – 1999 – USA
Dirigida por: David Fincher
Duración: 139 minutos
Género: Drama, Thriller