¡Parece sorprendente! Parece que la industria cinematográfica se ha contagiado del frío verano que estamos teniendo este año, ya que, si bien hasta este año nuestras carteleras estaban plagadas de películas de dibujos animados y de comedias frescas que perduraban hasta finales de agosto, este año no tenemos más que secuelas y alguna que otra comedia que, sinceramente, no creemos que pasen a los anales del cine... o sea, frío.
Bueno, la cuestión es que, un par de semanas antes de su estreno, una parte del equipo al pasar cerca de una cartelera se descolgaba repitiendo “Bad Teacher”, “Bad Teacher” como llamando con ansias a una comedia. Pese a la insistencia, los del equipo tuvimos que priorizar, y el azar marcó que, primero veríamos la que por suerte es la última parte de la saga “Harry Potter”.
La cuestión es que, a la primera oportunidad nos plantamos en la taquilla y nos cogimos un par de entradas para disfrutar de “Bad Teacher”. Cual fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos con una sala casi llena. Pensamos: “¡Que montón de gente para ver una comedia!”. Pronto la sorpresa inicial se turnó un poco en mal presagio, pues quizá tres cuartas partes de la sala estaban repletos de hormonas en ebullición. Sí, quinceañer@s armados con palomitas y móviles habían tomado la sala. Pero ¿por qué?
Podía ser por la temática, por Cameron Díaz o simplemente por ganas de tener una hora y media de lenguaje soez y de bromas sexuales. Hubiese podido ser por cualquiera de estas razones, o incluso por una mezcla de las tres, pero, evidentemente habéis adivinado... la mayoría de ellos iban por la última...
Cameron Díaz da vida a Elizabeth, una profesora que parece no saber lo que es la moral y que destaca, entre otras cosas, por su afición al alcohol y las drogas, además de por el pasotismo que demuestra en su trabajo. Así, su único interés es casarse con su millonario novio con el propósito de utilizarle para vivir el resto de su vida sin trabajar. Con lo que ella no cuenta es con que éste, alentado por su madre, decide separarse de ella al entender que no es una buena influencia, teniendo que continuar trabajando como profesora cierto tiempo más, siendo esto algo que ella no está dispuesta a aceptar… por lo que desarrolla un plan para intentar cazar a su compañero Scott Delacorte (Justin Timberlake), el cual pertenece a una familia de empresarios y con quien podría lograr su objetivo. A partir de aquí comienzan a desarrollarse todo tipo de situaciones de lo más variopintas, pero que tienen como nexo en común que buscan lograr el éxito de cara al cumplimiento de los objetivos de nuestra querida “Bad teacher”.
No vamos a negaros que esta película nos ha generado algún que otro debate, ya que las ganas de uno de los miembros del equipo por verla chocaban de frente con la apatía que le generaba a la otra parte. Lo curioso del caso es que esta sensación se mantuvo incluso en el momento en el cual la película acabó, ya que, a pesar de coincidir en bastantes cosas, la lectura que realizábamos de las mismas difería. En cualquier caso, sí que ha habido más de un punto en el que hemos estado totalmente de acuerdo, siendo el principal el escaso provecho que el director y los guionistas han sacado de una gran idea como era la de esta película, ya que pocos personajes existen tan endiabladamente interesados, malhablados, incorrectos, inmorales… como Elizabeth. Y es que el guion es muy pobre, no aporta nada nuevo y no hay apenas momentos en los cuales pueda llegar a sorprenderte. De igual manera, la escasa química existente entre los actores y las irregulares interpretaciones que estos realizan (salvo Cameron Díaz, quien realmente ha hecho un trabajo genial en esta cinta al sacar a pasear su lado más ordinario) contribuye a estropear aún más la película. Realmente es una pena, ya que hubiese sido posible lograr una película infinitamente mejor realizada realizando un poquito más de esfuerzo.
Como no todo es negativo, debemos destacar los momentos más cómicos de “Bad Teacher”, los cuales, aún y cuando los ves venir en alguna que otra ocasión, hacen que sueltes alguna que otra sonrisa. Dentro de estos momentos están los protagonizados por Amy Ardilla, profesora compañera de Elizabeth de lo más peculiar, aunque esta última provoca, con su maldad y su interés, más de un momento realmente caótico y memorable. De igual manera, el uso del lenguaje más soez que os podáis tirar a la cara es, en este caso, acertado, como también lo son las constantes referencias que la película realiza a las adicciones, ya que, además de hacerte reír en algún que otro momento, contribuyen a recordar a los jóvenes (como hemos comentado ya, el núcleo de espectadores más importante con el que cuenta esta película) las consecuencias negativas que éstas provocan.
Elizabeth y Amy Ardilla, dos mujeres de armas tomar |
Aún y todo, los miembros del equipo estamos de acuerdo en no recomendaros visitar las salas de cine para ver esta película, ya que consideramos que los múltiples defectos que tiene no llegan, en este caso, a compensar las virtudes con las que cuenta, por lo que os recomendamos esperar a visionarla en DVD. Aún y todo, y si estáis empeñados en acudir al cine para verla (como fue el caso de uno de los dos que escribimos) nuestro consejo es que escojáis un día en el que estéis de buen humor, ya que, de lo contrario, tal vez salgáis de la sala algo contrariados.
Con todo, la nota final de la película es de 5 puntos sobre 10, aunque sin unanimidad en este caso al ser la nota de una parte un 4 mientras que, por el otro lado, fue de un 6 por los momentos cómicos que la cinta nos proporcionó.
Título original: "Bad Teacher" - USA - 2011
Dirigida por: Jake Kasdan
Duración: 92 minutos
Género: Comedia