martes, 29 de enero de 2019

La favorita

No os vamos a engañar, para los miembros de este equipo, los caminos para llegar a las nominaciones de los premios más importantes de la industria del cine son inescrutables, ya que los múltiples intereses entre productoras, distribuidoras y, seguramente, los pactos poco claros en despachos truncan el camino de grandes películas que deberían estar en la alfombra roja de Hollywood, y por el contrario, catapultando a otras.

Dentro de este último grupo tenemos una cinta que llegó a nuestras carteleras como un elefante a una cacharrería, el drama histórico con tintes de comedia negra “La favorita”, la cual se ha alzado con nada más y nada menos que 10 nominaciones. Por este motivo, y por las dos semanas con llenos en nuestro cine de cabecera, decidimos verla.

“La favorita” nos desplaza directamente a la Gran Bretaña de comienzos del pasado siglo XVIII durante el reinado de la reina Ana Estuardo. En la primera escena de la película nos encontramos con Abigail (a quien da vida Emma Stone) dirigiéndose en carruaje hacia el palacio Real para pedirle ayuda a su prima Lady Sarah Marlborough (Rachel Weisz), la mano derecha de la reina.

Aunque no le niega la ayuda, Lady Sarah coloca a Abigail como ayudante en la cocina de palacio. A pesar de estar en uno de los puestos de trabajo más duros y poco reconocidos, Abigail pronto se da cuenta de que su prima se aprovecha de la debilidad tanto física (con constantes ataques de gota) como mental (con constantes depresiones) de la reina para ejercer su poder sobre ella, y, en definitiva, para llevar las riendas de Gran Bretaña durante la convulsa época que les toca vivir (están en guerra contra Francia).

A los pocos días de su llegada a palacio, Abigail llega hasta la alcoba de la reina y, con un remedio casero, consigue aliviar a la regente su mal de gota. Este hecho acaba convirtiéndola en la criada de su prima Lady Marlborough, lo que a la postre le otorga la oportunidad de moverse libremente por los pasillos reales descubriendo curiosos y a la vez poderosos secretos.

Con el paso del tiempo, un toque de buena suerte y de un compendio de jugarretas y engaños que ha ido aprendiendo de Lady Marlborough, Abigail se acaba convirtiendo en la auténtica favorita de palacio. Como sabemos que os preguntaréis cómo lo logra, os aconsejamos que corráis al cine a por vuestras entradas y lo sabréis.

Llegados a este punto, entraremos a valorar, bajo nuestro particular punto de vista, “La favorita”, empezando por su punto más destacado, las interpretaciones. En este sentido, nos gustaría subrayar muy especialmente el trabajo de las dos secundarias que llevan casi en exclusiva el peso de la película, la estadounidense Emma Stone (Abigail) y la británica Rachel Weisz (Lady Sarah Marlborough). Están simplemente soberbias, por tanto, desde este equipo vemos totalmente merecidas sus nominaciones a los próximos Oscar. Otro caso bien distinto es el de Olivia Colman, la reina Ana, quien, pese a estar nominada a mejor actriz, para nosotros no deja de hacer un papel correcto, aunque poco memorable ni destacable.

Técnicamente os diremos que “La favorita” cuenta con un buen trabajo de ambientación, tanto en lo referente a vestuarios, como recreando la vida en el interior de Palacio aunque, sinceramente, no es algo que no hubiéramos visto antes.

Para los miembros de este equipo, “La favorita” tiene su principal hándicap o punto en contra en su dirección (Yorgos Lanthimos) y montaje. Bajo nuestro punto de vista, en “La favorita” se ha abusado en exceso de un humor negro / sexual, convirtiéndolo en un elemento demasiado recurrente e innecesario para contar una historia más que interesante. Tampoco nos ha gustado el uso excesivo de la técnica del ojo de pez como ejemplo de la distorsión de la realidad. En cuanto al montaje, podría haberse agilizado ya que, aunque las 2 horas de metraje no se acaban de hacer pesadas, sí que uno nota como van cayendo los minutos entre bromas y distorsiones.

Una vez visto todo, nuestra nota final para “La favorita” es de un 5 sobre 10.



Título original: “The Favourite” – Reino Unido – 2018
Dirigida por: Yorgos Lanthimos
Duración: 121 minutos
Género: Drama histórico, Comedia Negra


sábado, 19 de enero de 2019

Un asunto de familia

Os debemos asumir que, hay películas que por muchos reconocimientos internacionales que consigan y aunque en nuestro cine de cabecera se apueste por el cine “de autor” e independiente, acaban pasándonos desapercibidas. Una de las últimas películas que cumplía con todas las condiciones para pasar sin darnos cuenta es la japonesa “Un asunto de familia”.

Por suerte en “Un asunto de familia” hubo una cosa que nos llamó poderosamente la atención; no fue ni su nominación a “mejor película de habla no inglesa” en los Oscar de 2019, ni su “Palma de oro” en el festival de Cannes 2018, ni su Premio Donostia del Festival de San Sebastián. Lo que nos llamó la atención fue que en tres semanas en cartelera, continuaba llenando casi todas las sesiones en las que se proyectaba, y por este motivo, el pasado fin de semana nos decidimos y fuimos a verla.

La trama de “Un asunto de familia” empieza directamente en los pasillos de un supermercado, allí nos encontramos con dos de los protagonistas de la historia, Osamu (Lily Franky) y su hijo adolescente Shota (Kairi Jyo), ambos están robando lo justo para que su familia pueda subsistir.

Del camino a casa durante una gélida noche, Osamu y Shota se encuentran a una niña abandonada en la casa de la pequeña y sin pensárselo mucho, se la llevan con ellos. Una vez llegan a la pequeña y destartalada vivienda, conocemos al resto de familia: Hautse (Kiki Kirin) la abuela, Noboyo (Sakura Ando) la madre y Aki (Mayu Matsuoka) la hija mayor. Como ya os podéis imaginar, la pequeña aunque bien recibida, no es bien aceptada, ya que no deja de ser una boca más que alimentar en una familia sin recursos.

Durante la cena, la abuela descubre en la pequeña evidentes signos de maltrato lo cual hace mella en Noboyo quien pese a llevarla de vuelta a su casa es incapaz de dejarla allí y acaban adoptándola. Poco a poco, la pequeña se va integrando en su nueva familia y en sus pequeños robos.

Semanas después de la llegada a la familia, los padres biológicos de la pequeña denuncian su desaparición, pero Noboyo y Osamu deciden no entregar a su nueva hija, a quien, por cierto, han puesto el nombre de Lin.

Una noche, después de un divertido día familiar de playa, la abuela Hautse muere mientras duerme. Como el único dinero estable entraba por la abuela, Noboyo y Osamu deciden enterrarla en la propia casa sin decir nada a nadie, aunque pronto no podrán ocultar, ni este, ni otros secretos que mantienen unidos a la familia, aunque evidentemente, no sabréis en esta crítica cuales son.

Argumentalmente, “Un asunto de familia” nos ha parecido una pequeña genialidad, ya que en base a una premisa realmente sencilla, la supervivencia de una familia sin recursos en una gran ciudad, consigue transmitir al espectador, con abrumadora ternura, los particulares lazos que se crean entre los miembros de una familia que, a todas luces, escapa de los típicos (o incluso, de los nuevos)  modelos de familia.

Más técnicamente, también nos gustaría resaltar de “Un asunto de familia”, el gran trabajo de Hirokazu Koreeda (su director) y todo su equipo de realización por haber conseguido juntar la cotidianidad de la vida, con grandes diálogos, un sutil sentido del humor y una emotividad que realmente llega, repartiendo además, el peso de la historia, casi a partes iguales entre los miembros de la familia, sus penas y sus reacciones. Con todo, si algo malo le podemos achacar a “Un asunto de familia” es su lentitud, ya que, por momentos, tanta cotidianidad se hace un poco pesada para las 2 horas de metraje de la cinta.

Desde el punto de vista interpretativo, y teniendo en cuenta que ninguno de los miembros del equipo conocíamos a ninguno de los protagonistas, os diremos que, nos ha gustado y mucho su trabajo de todo el casting, en especial el del pequeño Kairi Jyo y el del padre Lily Franky.

Al final, la película te deja con una de esas reflexiones que te hacen pensar durante horas, y vuelven una y otra vez, y que podríamos resumir como: “¿Qué hace que un grupo de personas sean una familia: Los lazos de sangre, la complicidad, el amor, …?

Por todo lo que os hemos contado, nosotros le damos a “Un asunto de familia” un 8 sobre 10, y os recomendamos, si todavía está en vuestro cine, id, vedla y disfrutadla.



Título original: “Manbiki kazoku (Shoplifters)” – Japón – 2018
Dirigida por: Hirokazu Koreeda
Duración: 121 minutos
Género: Drama


sábado, 5 de enero de 2019

Bohemian Rhapsody

Bohemian Rhapsody Cartel
Para parte de los miembros de este equipo, hablar de Freddie Mercury es hablar de un auténtico mito, de una leyenda del rock. El inigualable vocalista de Queen pasó por nuestras vidas con su portentosa voz con tanta fuerza que aún hoy, más de 27 años después de su fallecimiento, continuamos escuchándolo en casa, tanto o más de lo que hacíamos a finales de los 80.

Con todo, han tenido que pasar más de dos meses desde el estreno en España (se estrenó el último fin de semana de octubre de 2018) de “Bohemian Rhapsody”, el biopic de Freddie Mercury, para que pudiéramos disfrutarla como debe ser, en una sala de cine. Por suerte el día llegó, casi como regalo de reyes.

Bohemian Rhapsody” empieza presentándonos a un Freddie Mercury (a quien da vida Rami Malek) llegando a las puertas del mítico estadio de Wembley en 1985. En este punto y a modo de flash-back la trama se desplaza quince años atrás para encontrarnos con un joven Freddie (quien en esos años aún se llama Farrokh Busara) dirigiéndose al concierto de "Smile", una banda local, después de haber completado su jornada laboral descargando maletas de aviones en el aeropuerto de Heathrow.

Después del concierto, Farrokh busca a los miembros de la banda. Al encontrarlos y ver que se han quedado sin vocalista, se ofrece a ocupar su puesto. Después de una brevísima demostración de voz, el guitarrista Brian May (Gwilym Lee) y el batería Roger Taylor (Ben Hardy) le aceptan en “Smile”.

Después de varios conciertos donde el estilo de Farrokh sorprende y fascina a todos, la banda incorpora un nuevo miembro, el bajista John Deacon (Joe Mazzello) llevándoles a abandonar el nombre de “Smile” para pasar a llamarse “Queen”. Con el nuevo nombre y un disco editado con la venta de su vieja furgoneta, el horizonte se expande para “Queen”.

La fuerza y la talentosa voz de Freddie (primero abandona el nombre de Farrokh y poco después cambia el apellido familiar Bulsara por Mercury), llama la atención de un cazatalentos de la EMI, quien después de un breve contacto les ofrece un contrato y les lanza a nivel mundial. Todo va viento en popa para “Queen” y para Freddie quien además empieza una relación con su mejor amiga Mary Austin (Lucy Boynton).

Pocos años después, en 1975 y a raíz de una gira, inicialmente por Estados Unidos y después a nivel mundial, empiezan los primeros choques, tanto con la propia discográfica (se niegan a publicar como single el tema “Bohemian Rhapsody” por excesivamente largo), como con la propia identidad de Freddie, quien empieza a sentirse atraído por los hombres.

Ya en los 80, y después explicarle a Mary su bisexualidad, Freddie se pone en las manos de su asistente Paul Prenter (Allen Leech) quien sin miramientos le sumerge en los peligrosos submundos de la fama (las fiestas, el alcohol, las drogas, las orgías, etc.) alejándolo cada vez más de May, Taylor, Deacon y de la realidad.

Como ya os podéis imaginar, “Bohemian Rhapsody” debe llegar hasta el punto donde empezó, el mítico concierto benéfico “Live Aid” de 1985 en el estadio de Wembley, aunque ya os avanzamos que nosotros nos guardaremos esta parte en el tintero, recomendándoos eso sí, que si aún no la habéis visto, lo hagáis.

Desde el punto de vista más técnico, de “Bohemian Rhapsody” nos encantaría remarcar, como no podría ser de otra manera, su maravillosa BSO grabada íntegramente por “Queen” y en parte correspondiente al mítico concierto de Wembley de 1985. Con todo, también nos gustaría destacar el buen trabajo de montaje, ya que se consigue explicar la compleja vida de Mercury y la historia de Queen enlazándolo con sus canciones, consiguiendo además, hacer cortos los 134 minutos de metraje de la cinta.

Interpretativamente queremos remarcar el trabajo, en especial de Rami Malek. Rami para nosotros ha sido una auténtica sorpresa, ya que pese a sus diferencias físicas con Freddie, ha conseguido engancharnos totalmente con su trabajo, su portento físico en los escenarios te hacen ver a Mercury y sufrir, a la vez, con sus miradas de desolación, de soledad, de cariño y de abandono. Sin lugar a dudas, un acierto total. El resto de casting, totalmente correcto y acertado, incluyendo a Allen Leech dando vida al personaje más odioso de la cinta.

No os vamos a engañar, “Bohemian Rhapsody” contiene varios errores, sobretodo en cuanto a la cronología de los hechos (cuando contrae el SIDA, cuando lo cuenta a Queen, etc.) e incluso en cuanto a las fechas de publicación de algunas canciones, pero para nosotros, estos errores no enturbian este biopic del mítico Freddie Mercury.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Bohemian Rhapsody” es de un 9 sobre 10, y os recomendamos verla y disfrutarla sin buscarle errores, tanto para aquellos que, como quien escribe es fan de Freddie, como para aquellos que no le conocen pero les gusta la música en mayúsculas.






Título original: “Bohemian Rhapsody” – Reino Unido – 2018
Dirigida por: Bryan Singer
Duración: 134 minutos
Género: Drama, Musical, Biográfica