En ocasiones hace falta
que suceda algo para encontrar ese momento que nos permite decidirnos ver una
película o no hacerlo. Con “Invictus” nos pasó en su estreno, ya que, pese a
tener muy buena prensa, no encontramos el momento de acercarnos al cine para
verla, y después nos pasó también casa donde el DVD deambuló un tiempo en
nuestra DVDteca.
Finalmente nuestro momento de verla llegó el pasado domingo, gracias al homenaje que Antena 3 le
dedicó a Nelson Mandela por motivo de su defunción.
La historia empieza situándonos a principios de la década de los 90 de la pasada década, cuando Mandela (a quien da vida Morgan Freeman) es liberado de una cadena perpetua después de haber cumplido 27 años de prisión. Su vuelta a la libertad, se puso a luchar codo con codo con el por entonces presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk para conseguir una democracia
multirracial en su país.
Tras esta introducción, la acción de “Invictus” se centra en los años en que Mandela fue presidente de
Sudáfrica (entre 1994 y 1999) después de haber ganado las primeras elecciones
democráticas libres.
Desde los primeros momentos de su mandato, Mandela tiene muy claro cuál va a ser su principal cometido como presidente: conseguir la auténtica convivencia interracial en su país, es decir, busca lograr que la mayoría negra no viva sometida a una minoría blanca, y obviamente, tampoco al revés. Un camino, sin lugar a dudas, largo y duro.
Aunque el trabajo es duro y casi extenuante, Madiba (nombre cariñoso que recibía Nelson Mandela) se vuelca en él, forzando en lo que está en sus manos a que blancos y negros convivan y colaboren. De todas formas, le falta algo con que pueda unir a unos y otros, haciendo que todos remen en la misma dirección.
Viendo un partido de los Springboks (la selección estatal de rugby), tiene la idea de cómo conseguirlo. Utilizará la Springboks, capitaneada por François Pienaar (a quien da vida Matt Damon) para unir equipo y afición para ganar la Copa Mundial de Rugby de 1995.
Mandela (Freeman) saluda a Pienaar (Damon) en la final de Copa del Mundo de Rugby |
Evidentemente el Mundial está ahí y el ganador también, pero nosotros dejaremos aquí la trama argumental de “Invictus” para centrarnos en su aspecto técnico.
No os vamos a negar que desde hace unos años, ver una película con la etiqueta de ‘Dirigida por Clint Eastwood’, es todo una garantía de trabajo bien hecho, así como de una historia bien narrada y unos personajes potentes. En esta ocasión, la verdad es que para nosotros esto se cumple a medias, ya que, aunque la historia tiene mucho que
contar y se cuenta bien, se centra en exceso en la vertiente deportiva de la trama por delante de la propiamente política, cosa que la verdad, nos decepcionó en exceso.
En cuanto a las
interpretaciones, geniales los dos actores principales, con un Morgan Freeman
que borda su trabajo en un papel que le viene como anillo al dedo, mientras que
Matt Damon cumple con solvencia aunque su personaje esté más desdibujado que el
de Mandela.
Para nosotros, “Invictus” nos dejó un sabor agridulce, a medio camino entre la decepción y la brillantez en algunas secuencias. En todo caso, nos pareció una película un tanto irregular, demasiado centrada en el evento deportivo de la final de la Copa Mundial de Rugby, y demasiado poco en el personaje más importante de la historia reciente de Sudáfrica, Nelson Mandela. Por todo esto, le ponemos un 6 sobre 10.
Título original:
“Invictus” – 2009 – USA
Dirigida por: Clint Eastwood
Duración: 134 minutos
Género: Drama, Biografía
No hay comentarios:
Publicar un comentario