Cuando uno habla de
comedias de adolescentes americanos, sin lugar a dudas le acaba viniendo a la
cabeza la imagen de Jason Biggs sujetando una tarta, o lo que queda de ella. Sí,
el nombre viene por si sólo, “American Pie”.
Hoy, los del equipo os
queremos hablar de la última parte de la saga, a la que por deferencia le
quitaron el último número bautizándola como “American Pie. El reencuentro”,
siendo su título, sin lugar a dudas, que mucho más cómodo que ponerle “American
Pie 8”.
La historia se sitúa
años después de la acción original (entre la primera parte y esta han pasado
nada más y nada menos que 13 años), con unos Jim, Michelle, Oz, Stifler y Finch
que han dejado ya atrás la adolescencia y sus ganas de perder la virginidad que
tanto nos hicieron reír en la cinta original.
Jim (Jason Biggs) y
Michelle continúan felizmente casados, aunque sin demasiado tiempo para estar
juntos y satisfacer sus necesidades como pareja. Stifler se ha convertido en un
hombre algo más tranquilo, aunque no soporta ni tolera a su jefe, ni tiene
demasiado encarrilada su vida. Oz, vive felizmente en Malibú con su novia,
aunque pronto descubre que la chica está más interesada en su dinero que en él,
mientras que Finch, después de viajar por más de medio mundo, continúa buscando
al amor de su vida. ¡Ah! Se nos olvidaba, también está el Sr. Levenstein (Eugene
Levy), el torturado padre de Jim que intenta dejar atrás su viudedad.
Como hemos hecho la
mayoría después de abandonar el instituto, nuestros protagonistas deciden
reencontrarse para rememorar viejos tiempos, y este es realmente el núcleo
argumental de “American Pie. El reencuentro”.
Jon Hurwitz, el director
de la cinta, presenta esta secuela como un reencuentro u homenaje a la primera
parte de la saga ya que, aunque no puede utilizar el humor gamberro de antaño
con unos personajes ya adultos, sí que intenta hacerles revivir las situaciones
más memorables y graciosas de su adolescencia. Así, Jim vuelve a masturbarse con un calcetín (en esta
ocasión tiene un accidente al cerrar el portátil), realizando además acciones
como querer utilizar una sartén para tapar sus partes nobles, aunque sin
conseguirlo demasiado (con las prisas, coge una tapa trasparente):
Como os podéis imaginar,
aunque hayan pasado 13 años, los protagonistas son exactamente los mismos
(salvo aquellos que abandonaron la saga en capítulos anteriores), con lo que,
en este sentido encontramos muy pocas sorpresas, con un Jason Biggs que cumple
una vez más en el papel que ha marcado su carrera, un Eugene Levy (el padre de
Jim) que continua siendo el mejor de todos, y con el resto haciendo lo que
hacían en la primera parte, básicamente rellenar el cartel.
Es evidente que, si
pretendemos ver una película original, o con unas interpretaciones de escándalo,
“American Pie. El reencuentro” debería estar lejos de las candidatas, ya que no
cumple con ninguna de las premisas. De todas formas, sí que os podemos decir
que es una comedia que cumple, es decir, consigue hacernos pasar un buen rato
de distracción, por lo que los del equipo le ponemos un 5 sobre 10.
Título original:
“American Reunion” – 2012 – USA
Duración: 113 minutos
Dirigida por: Jon
Hurwitz
Género: comedia
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