Desde sus inicios, durante las primeras décadas del pasado siglo XX, Hollywood, como la meca del cine, se ha caracterizado por esconder, o dejar en un plano pero que muy secundario, a determinados grupos sociales, hablamos de las mujeres, los negros (u afroamericanos) y el colectivo LGTBI, aunque todos ellos, han contribuido a forjar la industria del cine, tanto desde dentro como desde las salas de exhibición.
Casi 100
años después, la industria del cine continúa siendo una industria donde el
hombre heterosexual blanco tiene el poder absoluto, aunque muy poco a poco, el
resto de grupos sociales se va abriendo camino.
Hoy,
en este rincón os hablaremos de una película que, aunque data de 2018,
podríamos decir que abrió el camino a uno de estos grupos, el del colectivo
LGTBI. Os estamos hablando de la cinta “Con amor, Simon”.
Sí,
sabemos que muchos diréis que antes había habido personajes LGTBI en muchas
películas, y tenéis razón, pero la mayoría eran personajes secundarios,
destinados a una muerte prematura o altamente estereotipados. Realmente, no fue
hasta 2016 con “Moonlight” y 2017 con “Call by your name” que un personaje
homosexual, no solo fue protagonista, sino que su papel llegó a los grandes
certámenes de cine. Y de ahí, a las plataformas de streaming (Netflix, Amazon
Prime, etc.) que estas sí, se han lanzado más.
Bien,
“Con amor, Simon” empieza presentándonos a Simon Spier (a quien da vida Nick
Robinson), un joven estudiante de secundaria de Atlanta, hijo de familia bien
asentada y estructurada. Hasta aquí, todo normal, aunque hay un pero, Simon es
homosexual aunque no ha dado a conocer a nadie su sexualidad.
Un
día, Leah (Katherine Langford) su mejor amiga, le comenta a Simon que en la
página web del Instituto Creekwood donde estudian, ha aparecido un post
publicado por Blue (un pseudónimo) confesando abiertamente su homosexualidad.
Sin pensárselo mucho, Simon empieza a comunicarse con él, haciéndose llamar
Jacques.
A
espaldas de sus amigos Leah, Nick y la recién llegada Abby, Simon y Blue se van
contando confesiones en la intimidad del email, mientras Simon intenta
descubrir quién es Blue entre sus compañeros de instituto. Un día, uno de sus
compañeros de clase, Martin, descubre que Simon es Jacques y se queda con todos
los emails que se ha enviado con Blue, obviamente para chantajearle.
¿Y
cómo quiere chantajearle Martin? Pues haciendo que Simon le organice una cita
con Abby para salir con ella. Para evitar la publicación de sus emails, Simon
accede y sin contárselo a ninguno de sus amigos, organiza varios encuentros
entre Abby y Martin mientras continúa con su labor de intentar descubrir quién
es Blue.
Finalmente,
la noche de Nochebuena, Martin publica hace públicos los mensajes dejando a
Simon en una situación más que comprometida. Por suerte para él, cuando se lo
cuenta a sus padres, recibe su soporte, aunque no podemos decir lo mismo de sus
compañeros de instituto, ni de entrada, de sus amigos con los que, además asume
que cedió al chantaje de Martin, mientras Blue elimina la cuenta de email con
la que se mensajeaba con Simon.
Simon y sus amigos en el instituto Creekwood |
¿Consigue
al final recuperar la amistad de sus amigos? Y lo más importante, ¿descubre
conocer en persona a Blue? Como ya os podéis imaginar, nosotros sabemos la
respuesta a todas estas preguntas, pero obviamente, no os las contaremos.
Técnicamente,
“Con amor, Simon” es una película realmente buena, la adaptación de la novela “Simon vs. the Homo Sapiens Agenda” de Becky Albertalli, una comedia romántica con
toques de humor, de empatía y de drama contenido que la convierte en una película
realmente especial.
Es
precisamente esta combinación de factores la que hace que cuando uno empiece a ver “Con amor, Simon” se enganche totalmente a
su historia, tan sencilla y típica que parece imposible que provoque una
reflexión sobre temas tan aparentemente básicos como “¿porque tenemos tan
naturalizada la heterosexualidad?” o “¿por qué un heterosexual tiene no tiene
que salir del armario y un homosexual, sí? (avergonzándose, a veces, de su
sexualidad)” y todo, sin decaer el ritmo durante las casi 2 horas de metraje
de la cinta.
Desde
el punto de vista interpretativo, nos encontramos con otro gran acierto de “Con
amor, Simon”, la elección de su protagonista Nick Robinson, ya que, el joven es
capaz de hacernos vivir y sentir la complejidad de una situación que,
desgraciadamente, muchos jóvenes tienen que vivir (aunque no debería ser así), la
de hacer pública su sexualidad para poder afrontar un primer amor, y lo hace
con una naturalidad pasmosa, alejándose totalmente de tópicos y estereotipos
(aquí la pluma no existe, por ejemplo). En definitiva, brillante.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Con amor, Simon” es de
un 8 sobre 10.
Título original: “Love Simon” – USA – 2018
Dirigida por: Greg Berlanti
Duración: 94 minutos
Género: Drama, LGTBI, Adolescencia
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