lunes, 11 de mayo de 2020

Valeria - Temporada 1

Valeria Poster
Érase una vez un confinamiento en el que los miembros de este equipo hicieron de todo para intentar sentirse menos encerrados: desde cocinar kilos y más kilos de dulces combinados con otros suculentos platos, hasta leerse esas novelas pendientes desde hacía tiempo, pasando por entretenerse acariciando al perro o descubriendo mundos tan dispares como el de los jugones y el de los TikTokers (de este último, podríamos escribir un par de enciclopedias).

No obstante, como aquí escribimos sobre cine y han sido incontables las maratones de series y películas que hemos hecho durante esta fase tan divina, hoy os hablaré de una serie que me ha tocado la fibra sensible. Y sí, digo “hablaré” en singular porque, pese a que esta crítica recoge la opinión de ambas partes, es hoy el miembro de la generación a la que los personajes de esta serie pertenecen quien compartirá con todos vosotros sus impresiones sobre “Valeria”, el último estreno de Netflix que parece estar arrasando entre la audiencia y que, a su vez,  está recibiendo hostias como panes (así, como suena) por parte de numerosos espectadores.

¿Y de qué trata esta serie? Pues de la vida de Valeria (Diana Gómez), una joven escritora valenciana afincada en un pisazo del madrileño barrio de Malasaña pese a estar arruinada como consecuencia de ser incapaz de centrarse en esa novela (erótica, thriller, drama... ¿qué más da? Es una novela y punto) que está escribiendo, a la par que se dedica a rechazar, según sus propias palabras, empleos de mierda que le permitirían dejar de llorar por no tener ni un duro.

Junto a la protagonista, tenemos a su marido Adrián (Ibrahim Al Shami), un fotógrafo con quien dice tener una relación feliz a pesar de que, desde el primer momento, podemos observar que ese amor que ella dice sentir por él tiene menos brillo que una balsa de lodo seca, así como también nos encontramos con sus amigas Lola (Silma López), Carmen (Paula Malia) y Nerea (Teresa Riott). Todas ellas están permanentemente en contacto, compartiendo todo aquello que les inquieta, les atormenta y les perturba (va por ti, Esperanza Gracia) y haciendo planes que nos permiten ver las sombras y las luces de cada personaje.

Así, vemos a Lola defendiendo la libertad sexual sin complejos aunque en el fondo solo quiera amar y ser amada, a Carmen a la caza de su ideal romántico de formas poco ortodoxas, o a Nerea viviendo su lesbianismo en la sombra y sin afrontar los miedos que su orientación sexual le produce de cara a su familia. No obstante, el plato fuerte lo encontramos en la propia Valeria quien, de golpe y porrazo, cae rendida a los pies de Víctor (Maxi Iglesias), quien la traerá de cabeza desde el primer momento en el que se cruza con él. Todo ello aderezado con unos escenarios muy coloristas, además de por una escenografía y elección musical que, sin duda, son los aspectos más cuidados de "Valeria".

Y, con los ingredientes anteriores, ¿qué obtenemos? Pues una historia que pretende ser una versión moderna de “Sexo en Nueva York” a la española pero que, en realidad, acaba siendo un remake sexual de “A salir de clase”, en la que nos encontramos con cuatro mujeres cercanas a la treintena que mantienen diálogos y actitudes más propias de adolescentes malcriadas de 16 años y que, a menudo, son acojonantes. Porque, a mis 32 años, ver a una mujer de edad similar a la mía viviendo en un pisazo en el centro de una gran ciudad que se plantea rechazar trabajos por tener que trabajar un fin de semana al mes me resulta ya no sólo surrealista, sino ofensivo. Pero en realidad esto no deja de ser anecdótico, porque lo que a mí me ha resultado completamente cuestionable viene a continuación.

Nos encontramos con un hombre, Víctor, que no para de intentar seducir a Valeria aún a sabiendas de que está casada, manipulándola constantemente hasta el punto de influir de forma determinante en su novela. De hecho, y aún cuando quien aporrea las teclas de su MacBook Air último modelo (ideal para personas arruinadas, como Valeria) para escribir su novela es la propia protagonista, las palabras que redacta sólo salen cuando tiene algún tipo de contacto con él.


Las protagonistas de "Valeria"
"Vosotras me dais la vida... Bueno, vosotras y un buen rabo" - Lola


Y, hablando de matrimonios, el personaje de Lola se acuesta cada vez que tiene oportunidad con un hombre casado, con el que a menudo juega a ejercer de novia perfecta a la vez que finge aceptar que, para él, lo que tienen no pasa de ser una aventura sexual pasional. ¿Lo malo del asunto? Pues que este personaje desprecia permanentemente los sentimientos que pueda tener la mujer del susodicho mientras que se dedica a llorar por las esquinas porque ella, que es una borde, es incapaz de reconocer que lo único que busca es que alguien la quiera. Todo muy coherente, vaya.

Partiendo de estas premisas, podemos afirmar sin tapujos que un hombre soltero seduzca a una mujer casada siendo consciente de que le puede generar un problema es lo más romántico del planeta. Y, además, parece ser que las mujeres son unas insensibles a las que les importa una mierda lo que puedan sentir otros si hay un hombre de por medio. ¿Dónde quedan aquí reflejados movimientos sociales tan significativos como el famoso #MeeToo, que, entre otras cosas, pretendía dar visibilidad a todas esas mujeres que, luchando por la igualdad de derechos, han tenido que enfrentarse a problemáticas tan graves como el acoso? ¡Hay que joderse!

En nuestro caso, no hemos leído los libros de Elisabet Benavent en los que se basa la historia, por lo que no vamos a entrar en el debate de si el guión es fiel a los mismos o no. Pero, lo que sí os diremos, es que para hacer un producto como "Valeria", cuya única virtud es presentar en un precioso envoltorio una bazofia que debe ser calificada como tal cosa por sus interpretaciones dignas para olvidar (sólo Maxi Iglesias tiene un pase, y por los pelos), lo surrealista de sus situaciones, su flagrante falta de ritmo (sus 8 capítulos de 40-45 minutos cada uno nos resultaron eternos) o la gran cantidad de tramas satélite abiertas y pendientes de resolver alrededor de la principal, que no es otra que saber si Valeria le pone los cuernos a su marido o no, hubiese sido mucho mejor no hace nada.

Por todo ello, y a diferencia de lo habitual, nos negamos rotundamente a puntuar la primera temporada de "Valeria", al considerar que este producto es indigno de una plataforma del prestigio de Netflix y que, como hombre homosexual comprometido con la igualdad, me resulta repugnante por la imagen que da de ambos sexos bajo el pretexto de evitar etiquetas.

Perder el tiempo con ella o no, depende de vosotros.
 
 
 
Título original: “Valeria” – España
Género: Drama, Romántico
Año de creación: 2020
Año de finalización: 2020 (primera temporada)
Capítulos: 8 capítulos
 

10 comentarios:

  1. Tremenda y lúcida crítica con la que he disfrutado mucho más de lo que seguro lo haría con la serie. Una pena que con una escenografía tan cuidada se haya parido una especie de subproducto narrativo. El caso es que la escritora suele tener muy buenas críticas. Pero claro, las adaptaciones ya son harina de otro costal.
    Saludos cor y d

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    1. Entendemos que, aunque para gustos los colores, disfrutar de esta serie es complicado. Tenemos entendido que las novelas son muchos mejores y aunque aquí Elísabet Benavent colaboró y asesoró, el producto es como mínimo ínfimo.
      Muchas gracias por comentar!!

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  3. Yo he leído los libros y son entretenidos, sin más. Muy sencillos, por no decirles simples y ante todo muy predecibles y llenos de personajes estereotipados, así que no espero mucho de la serie, la verdad. De primeras, sin haber visto nada, las chicas protagonistas no se me parecen en nada a la imagen mental que tenía de ellas y Nerea que yo recuerde en el libro no es lesbiana así que toda su historia no va a ser ni parecida al libro, pero ok (por lo de la adaptación de la novela). En fin, ya juzgaé mejor si la veo. Gracias por el post

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    1. En el equipo, como os contamos en la crítica, no hemos leído ninguno de los libros en los que se basa, por tanto, no hemos entrado en la fidelidad o no de la adaptación, aunque ya te avanzamos que, seguramente Elísabet Benavent, por muy simple que escriba, ha tenido más tacto y profesionalidad que los creadores de esta serie.
      Si decides verla, ya nos contarás.
      ¡Muchas gracias por comentar!

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  4. JO! Hemos visto! más claro imposible. Suscribo totalmente la crítica, no fui tan valiente como tú (que la viste completa) yo me asuste con el trailer. Me pareció la versión española de Sexo en NY... También creo que es "indigna de una plataforma como Netflix" la vería más en Movistar junto a Hogar, o incluso en Atresplayer. Y También digo como mujer heterosexual comprometida con la igualdad que este tipo de contenido me parece ridículo (sea de la nacionalidad que sea) desfasado y ofensivo con la excusa del todo vale y el buenismo por delante.

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    1. La verdad es que nos costó y más de la cuenta acabarla, son sólo 45 minutos por capítulo pero ¡qué largos!
      Lo poco que sabíamos de “Valeria” era que, para mucha gente era una versión patria de “Sexo en Nueva York” pero ojalá hubiese llegado a “Sexo en Malasaña”, porque ni eso. Personalmente creemos que es indigna de cualquier plataforma, pero esta vez ha querido llevarse el mérito y la palma Netflix.

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  5. jajajaja "Sexo en Malasaña" la verdad es que ni eso! jajaja

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  6. Veo que hemos coincidido en muchas cosas y hay incoherencias que mencionas que había pasado por alto como lo del piso y el Macbook jaja.
    Me quedo por aquí, un abrazo!

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    1. Nos alegra, como mínimo vemos que más gente ha visto la misma serie, jajaja. ¡¡Bienvenida por aquí!!

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