lunes, 15 de enero de 2024

La sociedad de la nieve

La sociedad de la nieve - Cartel
El mundo del cine es un mundo que, en ocasiones, parece tremendamente sencillo (sobreexplotando, por ejemplo, las secuelas, precuelas y sucesivas partes indicando así una falta total de imaginación acompañada de una necesidad de llenar las arcas de productoras y distribuidoras) mientras que, en otras ocasiones, las que menos, aparecen cintas que son auténticas obras de arte, originales, potentes y porque no decirlo, inolvidables.

Con todo, hay un punto que ayuda a que una película pase del bloque de películas del montón al de buenas películas sin necesidad de tener una idea realmente original, el guion. Un buen guion es, para nosotros, el punto de partida necesario para conseguir un buen producto cinematográfico, obviamente ayudado por la visión del equipo de dirección con capacidad suficiente para transmitir emociones e implicar al espectador en la historia

Dentro de este grupo de directores, nos encontramos con el barcelonés Juan Antonio Bayona, un hombre que, desde sus inicios como director ha demostrado que es capaz de conectar con el espectador, implicarle y hacerle vibrar, y todo con 5 películas (y 5 éxitos de crítica y de cartelera) en su carrera: “El Orfanato”, “Lo imposible”, “Un monstruo viene a verme”, “Jurassic World: el reino caído” y estreno del pasado 2023, “La sociedad de la nieve”.

Hoy en este rincón queremos hablaros de su, por el momento, última película, “La sociedad de la nieve”, que, aunque para mucho es una actualización de “¡Viven!” de 1993, realmente es la adaptación de la novela homónima de Pablo Vierci sobre el trágico accidente de aviación en los Andes de 1972.

“La sociedad de la nieve” empieza situándonos a comienzos de octubre de 1972 en la capital de Uruguay, Montevideo, donde nos encontramos con los jóvenes integrantes de un equipo de rugby, el “Old Christians Club” quienes en un ambiente de diversión y positivismo tienen la oportunidad de realizar un viaje lleno de expectativas, ir a Santiago de Chile. Llenos de emoción, los 19 integrantes del equipo y 20 de sus familiares y amigos, el 13 de octubre de 1972 se montan en un pequeño avión e inician el viaje.

A las pocas horas de vuelo y mientras los viajeros se divierten en el avión, este entra en una zona de altas turbulencias provocadas por una potente tormenta cruzando la cordillera de los Andes. Cuando parece que la tripulación ha sido capaz de salir de la tormenta, el avión sufre un espectacular accidente debido a la baja altura que lleva y la altitud de las montañas.

Sin apenas darse cuenta, el avión se parte en dos provocando la muerte instantánea de muchos de sus ocupantes y dejando al resto en medio de un cono de montañas con, lo que queda del fuselaje del avión, medio cubierto de nieve.

Cuando los supervivientes consiguen salir del fuselaje muy pronto se dan cuenta de la magnitud de la tragedia, están completamente aislados del mundo, en la cima de los Andes, rodeados de nieve, de hielo y sin posibilidad de poder comunicarse con el mundo.

Tras las primeras horas en la nieve, el grupo decide prepararse para pasar la noche a temperaturas gélidas, sacan los cadáveres y todas las piezas (sillas, hierros, maletas, etc.) del fuselaje del avión que pueden generar problemas, se hacen con las piezas de ropa que pueden de los equipajes y juntan, para racionar, la poca comida que encuentran.

Al segundo día, ven un avión de rescate, pero pese a sus intentos desesperados, no los ven. Al tercer día, la comida se les acaba y empiezan las cábalas de cuánto tiempo podrán durar solos, en medio de la nieve y sin comida.

Días después y tras alguna tormenta de nieve, parte del grupo empieza a plantear la posibilidad de comer carne humana, sí, caer en el canibalismo para tener alguna opción más de sobrevivir haciendo saltar las alarmas de varios de los integrantes del grupo. Al final, y tras un largo debate, la mayoría de los supervivientes aceptan ceder su cuerpo al resto cuando mueran dando así carta blanca a una opción más de supervivencia.


Luchadores y supervivientes de "La sociedad de la nieve"
Luchadores y supervivientes de "La sociedad de la nieve"



Los siguientes días, varios miembros de la expedición mueren, ya sea por el frío, por lesiones o por enfermedades dando así la opción al resto a poder comer sus cuerpos, cosa que la mayoría hacen. Esta situación provoca que, un grupo de jóvenes decida hacer una expedición para buscar el fuselaje de la cola del avión, pero no lo encuentran a la primera y cuando lo hacen, comprueban que los viajeros que estaban en la cola han muerto, por tanto, deciden llevarse de allí la batería del avión y la radio.

Nuevas ventiscas, tormentas y accidentes merman rápidamente, y el paso del tiempo, no ayuda en nada. Cuando llevan ya casi dos meses perdidos en la montaña, un grupo de tres supervivientes deciden abandonar el grupo y cruzar las montañas en busca de ayuda ¿tendrán éxito en su misión? Como es obvio, nosotros sabemos la respuesta, y quien conozca la historia, también, pero no os lo contaremos por aquí.

“La sociedad de la nieve” supone varios retos importantes para su equipo de desarrollo, el primero crear una obra que en todo momento será comparada con un clásico de la supervivencia “¡Viven!”, una película ambientada en el mismo accidente de los Andes. El segundo, replicar el enfoque que da el autor de libro resaltando, por encima de la crueldad del accidente, los actos de coraje, de solidaridad y reflexión vital a los que los accidentados deben enfrentarse. Tercero, conseguir una escenografía y una fotografía que nos lleven a la alta montaña, haciéndonos sentir que estamos pasando frío en los Andes (aunque se haya grabado, parcialmente, en Sierra Nevada).

Uno de los grandes aciertos de “La sociedad de la nieve” es la forma como Bayona y su equipo transmite al espectador el estado de ánimo (cómo pasan de la alegría al miedo, o de este a la profunda desesperación por su supervivencia) de los accidentados con unas transiciones que nos ponen los pelos de punta con la ayuda de las imágenes, la música, etc. Sin lugar a duda, realismo casi en estado puro.

Muchos pensarán en el amarillismo para conseguir el realismo, como se ha visto en muchas películas, pero nada más lejos de la realidad, Bayona y su equipo se centran en transmitir las emociones, los dilemas a los que se enfrentan los accidentados, su agonía y todo, sin caer en imágenes truculentas o sangre e higadillos.

Otro de los grandes aciertos de “La sociedad de la nieve” es la elección de su reparto consiguiendo, todos ellos, conmovernos con su realismo, se nota y mucho que todos han estado en contacto con los supervivientes del accidente, sobre todo por la forma que nos transmiten el drama y el espíritu de resiliencia que tuvieron que crear para sobrevivir o luchar por ello. Sin lugar a duda, un acierto total.

Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “La sociedad de la nieve” es de un 8.5 sobre 10.





Título original: “La sociedad de la nieve” – España – 2023
Dirigida por: Juan Antonio Bayona
Duración: 144 minutos
Género: Drama, Supervivencia, Aventuras

1 comentario:

  1. Realmente fue así! Fueron una serie de tragedias consecutivas las que tuvieron que vivir estos jóvenes deportistas y familiares que los acompañaban! Salieron solo con ganas de pasarla bien y compartir con amigos ,como todo joven y los sorprendió este accidente con consecuencias terribles que tuvieron que enfrentar con decisión y valentía pero que dejaron secuelas irreparables.

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