Las
personas vivimos situaciones traumáticas, a veces provocadas por el entorno,
otras veces por nuestros propios actos, y en otras, nos vemos envueltos en una
situación tan indeseada como injusta, y porque no decirlo, poco aceptada por el
resto de la sociedad.
Aunque
estos últimos años, la mayoría de las sociedades occidentales han avanzado
mucho en el campo del respeto y la aceptación al diferente, aún hoy en día,
mucha gente se ve señalada por la calle o debe soportar miradas, comentarios o
risitas descaradas por ser y sentir diferente. Uno de les colectivos que más
han sufrido este linchamiento social son las personas que sufren disforia de
género.
Que ¿qué
es la disforia de género? Pues es la sensación que sufre una persona cuyo
género es diferente al que se le asignó al nacer o que no se siente
identificado con las características físicas de su sexo provocándole desde
incomodidad hasta angustia pasando por la desesperación.
En muy
pocas ocasiones el cine se ha atrevido con un tema tan profundo como el de la
disforia de género. Hoy en este rincón os hablaremos de una de ellas, os
hablaremos de la adaptación al cine de la novela biográfica de la pintora
danesa Lili Elbe, “La chica danesa” el drama estrenado en 2015 bajo la
dirección de Tom Hooper.
“La chica
danesa” empieza situándonos en el Copenhague de mediados de la década de los 20
del siglo XX. Allí nos encontramos con a una pareja de pintores, el paisajista
Einar Wegener (a quien da vida Eddie Redmayne) y su esposa, la retratista Gerda
Wegener (interpretada por Alicia Vikander).
Aunque
ninguno de los dos es un artista de renombre sí que, son reconocidos en ámbitos
culturales de la sociedad danesa, quizá con más éxito Einar, aunque todas sus
obras reflejen el mismo paisaje en diferentes épocas y momentos, mientras su
mujer Gerda lucha por vender sus retratos a varias galerías.
Los
Wegener son un matrimonio de lo más compenetrado y duro, tanto que, un día
Gerda debe recurrir a Einar para que sustituya a una modelo, cuando esta no
llega a su casa y debe finalizar un cuadro. La sensación de las telas, las
medias despiertan en Einar algo que él mismo desconoce.
Al poco
de esta experiencia, Gerda convence a Einar para que se maquille y se vista de
mujer para que ella pueda pintarla, a lo que el joven accede, dando vida así a
Lili Elbe (a quien interpreta el mismo Eddie Redmayne).
A partir
de este momento Lili va brotando cada vez más en la vida de Einar, primero
posando para su mujer, después, con el éxito de sus cuadros y retratos,
saliendo a la calle como Lili y mezclándose en la sociedad, lo cual, no tarda
en provocar los primeros choques.
Lili (Eddie Redmayne) en un acto social |
Con toda
la sensibilidad a flor de piel, Lili-Einar se debate diariamente en una especie
de tobogán de sentimientos yendo estos desde la frustración a la incomodidad
pasando por la no auto aceptación del mismo Einar, momento en que Gerda le dice
que debería visitar a un médico provocando que reciba varios diagnósticos, a
cada cual más descabellado, desde la homosexualidad a la locura pasando por el
encierro o arriesgadas terapias.
Como
solución al caos de su vida, Gerda acepta una oferta para exponer en París, una
ciudad y una sociedad infinitamente más abierta que la de Copenhague, no
dudando ni por un momento, en llevarse a Einar para apartarlo de la sociedad
danesa. Lo que no puede imaginar Gerda es que será en París donde Lili tomará
definitivamente el control de la vida de Einar.
En París
los Wegener conocerán al Dr. Warnekros quien les ofrecerá una controvertida y
la vez complicadísima intervención, la reasignación de sexo. No sin dudarlo
mucho, aceptan, aunque como ya os podéis imaginar, ha llegado el momento de
deciros: “hasta aquí lo que podemos contaros del argumento de “La chica
danesa””.
Técnicamente
“La chica danesa” es una película que, por su temática y montaje puede suponer
cierta controversia. Su ritmo sosegado al contar la historia puede llevar a
muchos a pensar que están ante una película monótona y plana. Nosotros no
estamos para nada de acuerdo, aunque reconocemos que, por momentos hubiésemos
agradecido algo más de brío en la narración.
Nos ha
sorprendido y muy positivamente la forma como se cuenta la gran historia de
amor que une a los protagonistas de “La chica danesa”, una historia de amor que
nunca se apaga, simplemente evoluciona haciéndolo al mismo ritmo que los
problemas de aceptación de Einar van apareciendo y ambos los van afrontando (ya
sea con los primeros escarceos amorosos de Einar con hombres, el tratamiento
que algunos médicos quieren imponerle o incluso algunas reacciones sociales).
También
nos parece muy remarcable el gran trabajo de ambientación y puesta en escena ya
que, logra transportarnos en todo momento al París y al Copenhague de los locos
años 20 del pasado Siglo XX.
Interpretativamente,
“La chica danesa” es donde tiene su principal baza ya que, su pareja
protagonista está realmente excepcional. Por un lado, tenemos a un inmenso
Eddie Redmayne dando vida al torturado Einar Wegener (y como no, a Lili)
dotando a su personaje de la audacia, la sensibilidad, la fuerza y el espíritu
de superación por el que el propio argumento parece no querer arriesgar, por el
otro lado, nos encontramos con una brillante Alicia Vikander dando vida a una
Gerda que lo hace todo por amor, con humanidad, empatía y fuerza. Ambos
realmente brillantes, tanto en sus trabajos individuales como en la magia
conjunta que despliegan durante toda la cinta. En cuando al resto de
personajes, poco os podemos decir pues, apenas tienen papel y son meras
comparsas de los dos principales.
Aunque no
estemos ante una obra de arte o una obra cumbre del cine, sí que esta “La chica
danesa” es una muy buena película que te llega y te marca, por tanto, y en base
a todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para ella es de un 8 sobre
10.
Título original: “The Danish girl” – Reino Unido - 2015
Dirigida por: Tom Hooper
Duración: 120 minutos
Género: Drama, LGTBI
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