¿Cuántas
veces el día a día, literalmente, nos come la vida? La mayoría de nosotros nos
pasamos horas y horas pensando en posibles problemas, sorteando situaciones que
nos ponen a prueba o arreglando problemas y desaguisados que, aparecen como
setas en otoño. Y esto lo hacemos sin darnos cuenta que, estamos echando a
perder lo más importante que tenemos, nuestra vida.
Lo
curioso del caso es que esto, no nos pasa sólo a los adultos, también algunos
adolescentes deben perder demasiado el tiempo en enfrentarse a dificultades
impuestas como el acoso escolar, la exclusión, la soledad, etc. Este, aunque es
un tema tratado algunas veces en el cine, en pocas de ellas se afronta con la
solvencia y el tacto necesario.
Hoy en
este rincón os traemos una película que lo hace, y además lo hace de una forma
que te marca y perdura en el tiempo, os estamos hablando de la adaptación de la
obra de homónima de Katherine Paterson que llegó a nuestras pantallas en 2007,
“Un puente hacia Terabithia”.
“Un
puente hacia Terabithia” empieza presentándonos a Jesse (interpretado por Josh
Hutcherson), un adolescente de 12 años que es miembro de una humilde familia del
interior de Estados Unidos. Este hecho, y que tenga que reciclar algunas
prendas de ropa de sus hermanas mayores, provoca que Jesse sea el blanco de las
burlas de sus compañeros.
Un
día, una chica nueva llega al colegio, se trata de Leslie (a quien da vida Anna
Sophia Robb), una chica un tanto alternativa y con gran desparpajo. El día de
su llegada al colegio, Leslie causa gran sensación, pues además de no
achantarse ante nada, gana una carrera contra los chicos y contra Jesse
causándole cierto rechazo inicial. Esa misma tarde, al bajar del bus, ambos
descubren que son vecinos.
Al día
siguiente, Jesse y Leslie descubren sus talentos, por un lado, la chica tiene
una imaginación espléndida y él, dibuja de fábula. A la vuelta a casa, Jesse
reta a Leslie a una carrera por el bosque, donde ambos se encuentran con una
vieja cuerda colgada sobre un riachuelo. Después de cruzar el riachuelo con la
cuerda, encuentran una casa árbol abandonada y empiezan a imaginarse un mundo
de fantasía al que llaman, “Terabithia”.
A
partir de ese día, al salir de clase pasan tu tiempo en el bosque
convirtiéndose así en amigos íntimos e inseparables. En Terabithia ambos se enfrentan
a monstruos, criaturas mitológicas y otros especímenes con cierto parecido a
sus compañeros de clase. Un día, y como disculpa de un pequeño choque entre
ambos, Jesse le regala a Leslie un cachorro de perro adoptado al que apodan
príncipe Terrien.
Jesse y Leslie cruzando hacia Terabithia |
Más
adelante, la profesora de música de la escuela y teniendo en cuenta la
capacidad de Jesse para dibujar y pintar, le invita a una excursión al museo.
El chico acepta y piensa hasta el final, en invitar a Leslie, pero al final,
decide pasar un tiempo a solas con su profesora. A la vuelta del museo, Jesse
se encuentra con la desagradable sorpresa de que Leslie ha muerto cruzando el
río hacia Terabithia.
A
partir de este momento Jesse se derrumba y empieza a culpar al resto, desde a
la profesora por invitarle hasta a May Belle, su hermana pequeña cuando intenta
acompañarle a Terabithia. Al final, como todo en la vida, tendrá que
recomponerse y ver que hace con Terabithia, aunque como ya os podéis imaginar,
eso os nos lo guardaremos celosamente.
Técnicamente
no os diremos que “Un puente hacia Terabithia” sea una gran película, aunque sí
que os diremos que nos ha sorprendido muy positivamente. Os asumimos que, no
teníamos ni idea que estaba basada en un libro (obviamente, no lo habíamos
leído) ni conocíamos su argumento, así pues, haciendo un acto de fe, nos
pusimos a ver una película que suponíamos familiar o tirando a infantil, y la
verdad, nada más lejos de la realidad, “Un puente hacia Terabithia” nos brinda
un conjunto de puntos de vista inesperados e insólitos en el cine comercial más
juvenil haciéndonos pensar, mientras la disfrutamos.
Durante
la escasa hora y media de metraje, “Un puente hacia Terabithia” nos propone la
fantasía como una herramienta de crecimiento, de evasión de los problemas que
nos asolan, pero ojo, también a la vez, de lucha contra nuestros propios
monstruos, súper bien caracterizados como propios compañeros del colegio. Sin
lugar a dudas una forma brillante de hacernos pensar y contarnos la fábula que
pretende.
Desde
el punto de vista interpretativo, mencionar el buen trabajo de sus dos actores
principales los adolescentes Josh Hutcherson y Anna Sophia Robb, ambos
radicalmente diferentes y a la vez totalmente compatibles que se ayudan y
comparten el poder de la imaginación. Por la química que demuestran, muy buena
elección.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota para “Un puente hacia Terabithia” es
de un 7.5 sobre 10.
Título original: “Bridge to Terabithia” – USA – 2007
Duración: 95 minutos
Dirigida por: Gábor Csupó
Género: Drama, Aventuras, fantástico
A mi me gustó mucho la película. Un abrazo
ResponderEliminarEs que es una película camuflada de juvenil, pero a la vez tiene un mensaje potente y que se marca de forma permanente en nuestra memoria. Muchas gracias por comentar.
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