miércoles, 10 de febrero de 2010

Tiana y el sapo

Tiana y el Sapo - Cartel
Sí, como podéis observar, el fin de semana pasado dio para mucho cinematográficamente hablando. Por tanto, supongo que este no volveremos a repetir la hazaña de acudir dos veces al cine, pero, nunca se sabe…

Después de ver una película como “Up in the air”, la cual nos dejó un muy buen sabor de boca, decidimos acudir al cine a ver otra de esas películas con varias nominaciones a los Oscar (c) y que, además, teníamos muchas ganas de ver. Sí, os estamos hablando de “Tiana y el Sapo”. ¿Qué por qué nos hacía ilusión ver esta película? Pues fácil, por el hecho de tratarse la primera película en mucho tiempo realizada directamente por la factoría Disney, y que, además, según sus creadores, está llamada a convertirse en un nuevo clásico (nosotros más bien apostamos en que acaba convirtiéndose en un título más en su colección de “Clásicos”, lo cual no es exactamente lo mismo). De todas formas, sabíamos que todo esto venía dictado desde la crítica profesional, y como no comulgamos con ella pues, nos fuimos a la sala a ver lo que suponíamos una bonita historia de amor y música.

La historia gira en torno a Tiana, una joven sureña perteneciente a una familia obrera (la madre trabaja como modista para el rico padre de su amiga, Charlote, mientras que el padre realiza diversos trabajos que le ocupan todo el día). Su padre, cuenta con un talento especial para la cocina, el cual le es transmitido a nuestra protagonista en forma de una ilusión: abrir un restaurante de lujo en el edificio de la antigua azucarera de la ciudad.  Como de ilusión no se come, ni se pagan locales, Tiana trabajará durante todo el día con el objetivo de conseguir los fondos necesarios para llevar a cabo su máxima ilusión.

Por otro lado, tenemos al príncipe Naveen, un joven vividor, despreocupado e inmaduro que llega a la ciudad con el objetivo de casarse con una rica heredera para poder vivir sin trabajar el resto de su vida, y así resarcirse de la pérdida de su fortuna, retirada por sus padres por su forma de comportarse. De todas formas, y como en todas partes, el mal acecha también al príncipe, y en un descuido es convertido en sapo por culpa de una maldición. Sin quererlo ni beberlo Naveen-sapo se cruza con Tiana y esta le besa para que recupere su forma normal, aunque extrañamente ocurre el efecto contrario, comenzando aquí toda la aventura para nuestros dos protagonistas.

Siendo sinceros, debemos reconocer que la película nos decepcionó, y mucho, considerando que no merece estar entre los nuevos clásicos de la factoría de Walt Disney. Y es que, si bien es cierto que la película es entretenida, no se exprime el gancho diferenciador de su argumento, quedando como una historia de princesas que creen que besando ranas conseguirán a su príncipe ideal. Por otro lado, el dibujo no estuvo a la altura en muchos momentos, recordando algunas de las escenas a la portada del mítico juego de mesa “Party & Co.”

También, consideramos que la acción no se desarrolla de manera correcta en más de una ocasión, puesto que, a pesar de contar la película con una duración considerable, se ha perdido demasiado tiempo en aspectos poco importantes de la acción, restándoselos a otros que sí tienen una influencia en el desarrollo final.

Entre los aspectos positivos, debemos destacar que, a pesar de todo, la película resulta entretenida, no haciéndose larga, intentando, además, dar la vuelta a la típica historia de sapos y princesas, a la par que se ha rescatado la animación tradicional, que buena falta hacía, por otra parte.

En cuanto a las puntuaciones, la media es un 5,5. Puntuación que, por cierto, sale del 6 y el 5 que le hemos adjudicado cada una de las partes J del equipo. 




Título original: “The Princess and the Frog” – USA – 2009
Dirigida por:  John Musker y Ron Clements
Género:  Animación
Duración: 97 minutos

No hay comentarios:

Publicar un comentario