¿Decepción? ¿Sensación de engaño? ¿Cabreo?
A decir verdad, no tenemos muy clara la sensación principal con que salimos del cine el pasado sábado, después de haber esperado casi un mes y medio para poder disfrutar de uno de los estrenos más rimbombantes de este 2010, la última creación de Tim Burton, su “Alicia en el País de las Maravillas”.
Después de dudar unos días, al final, como no fuimos solos, optamos por verla en 3D, y en verdad os decimos que no vale la pena, pues mientras “Avatar” es una película real en 3D, “Alicia...” se nota a las primeras escenas (en el baile de pedida de mano de Alicia, están en 3D Alicia y su acompañante, el resto, en el fondo son más planos que una tabla de planchar) que la película es un 2D con un trabajo informático para darle profundidad, lo cual se obtiene de forma desigual (buenos algunos pasajes de huida en los caminos del submundo de Alicia, o el lanzamiento de una taza que el malo esquiva,... pero ya veis, nada sorprendente que merezca pagar los 10€ de la entrada).
La acción principal de “Alicia en el país de las maravillas” se sitúa 13 años después de la versión original de Lewis Carroll, con una Alicia desconcertada, que ve como su madre decide casarla con un rico heredero para salvar su patrimonio. Durante la fiesta de petición de mano, se le aparece un singular personaje: un conejo blanco con un reloj en la mano.
Alicia, presa de la curiosidad y de las ganas de huir del que pretenden sea su prometido, sale en persecución del extraño animal hasta el agujero que espera sea su madriguera, y ni corta ni perezosa entra en él, resultando entrar más que en una madriguera, en el submundo del país de las maravillas. Como 13 años atrás, aunque ella no se acuerda.
Ya en el submundo, le reciben algunos de sus extraños habitantes (los gemelos Tweedle, el Dodo, el Lirón), que entre continuas dudas de si Alicia es la Alicia de hace 13 años, o no, le cuentan que la necesitan para destronar a la malvada reina Roja, matando a su dragón, el Galimatazo.
Sí, la reina Roja ha destronado a su hermana, la reina Blanca y ha sometido al submundo a su tiranía privando a sus habitantes de su genio, su chispa, en definitiva de su magia.
En el transcurso de las casi 2 horas de película, Alicia va pasando de un bando a otro (los buenos/blancos a los malos/rojos), con el objetivo de descubrir si es ella la Alicia que realmente esperan sus habitantes o no, y a la postre derrocar a la malvada reina Roja. En este devaneo entre bandos, Alicia se encuentra con el Sombrerero Loco y su amigo el conejo de Marzo, el gato Cheshirle, que poco a poco le irán contando la importancia de derrocar a la malvada reina Roja.
Visto esto, permitidnos que obviemos el final, pues aunque es un producto Disney (y ya se sabe lo que pasa en los finales de sus películas), no queremos romperlo. Así pues, en esta ocasión acabaremos nuestra crítica con dos puntos: curiosidades de esta versión de “Alicia en el País de las Maravillas” y nuestra particular valoración.
Curiosidades de esta versión:
- Esta “Alicia en el País de las Maravillas” de Tim Burton, no es un producto grabado íntegramente en 3D, sino que por expreso deseo de Burton, fue grabada en 2D (porqué según él, las cámaras 3D son muy pesadas y engorrosas de usar) y convertida en 3D en fase de postproducción. Según Burton el resultado sería el mismo, según nosotros: ni de trozo, el 3D de esta película comparada con “Avatar” parece de juguete.
- El 90% de la película es producto del croma y la modificación digital.
- Los ojos del Sombrerero Loco son entre un 10 y un 15% más grandes que los de Johnny Deep.
- Helena Bonham-Carter, "La Reina Roja", se pasaba 3 horas en maquillaje para cada día de rodaje, aunque para agrandarle su cabeza se usó un molde especialmente creado para ello.
Nuestra valoración:
No os vamos a engañar, no nos gustó. (aunque, si habéis leído hasta aquí, suponemos que ya lo habréis detectado)
- Tim Burton: ¿Dónde esta en “Alicia en el País de las Maravillas” ese genio de la imaginación, el color y los personajes profundamente especiales? A nosotros solo nos recordó a una película de Burton, en algunos paisajes, pero ni en la imagen colorista presente en todas sus secuencias, ni los personajes tenían una personalidad marcada, ni la magia desbordaba en cada escena.
- El Casting: Sí, esta vez valoraremos de forma conjunta al elenco de actores que dan vida a los personajes de esta Alicia tan particular, ya que todos pecan de lo mismo: son fríos, superficiales... planos como caricaturas. Ni Johnny Deep en su papel de Sombrerero Loco lo hace bien, nada que ver con sus actuaciones en películas como “Charlie y la fábrica de chocolate”. Mia Wasikowska, por su parte, interpreta a Alicia sin conseguir que su personaje trasmita nada (realmente, consideramos que es la peor interpretación de toda la película). Anne Hathaway, en su pape de “Reina blanca”, no aporta ni tan solo una pizca de color en su albino personaje. Quizá Helena Bonham-Carter (la Reina Roja) es la única actriz que consigue trasmitir una pizca de personalidad e interés en su personaje, aunque queda difuminado en un guión donde predomina la frase: “¡Que le corten la cabeza!”
- Banda Sonora: Ah, pero… ¿Existe? Bueno, sabemos que sí, y que además, alguno de sus temas está interpretado por Avril Lavigne, aunque la verdad, no destaca ni engancha.
Visto todo esto, los del equipo hemos decidido ponerle una de las notas más bajas que hemos dado últimamente, un 3.75.
Señor Burton, un consejo de amigos: no se duerma en los laureles de su éxito e imaginación, que estos, también se marchitan.
Por cierto, por si algún director de cine lee esto y desea volver a adaptar la película, por favor, que lo haga con un guión y una puesta en escena adecuadas, pero que evite a toda cosa hacer otra “casi Alicia” (como, incluso, se hace referencia en la propia película).
Título original: “Alice in wonderland” – USA – 2010
Dirigida por: Tim Burton
Género: Fantástica
Duración: 108 minutos
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