Cuando hace
tres años una fuerte campaña publicitaria nos llevó a ver “Ted” al cine a pesar
de que en absoluto somos fans de los trabajos de su creador, el
irreverente Seth MacFarlane, tuvimos la
clara sensación que estábamos en los inicios de una nueva franquicia en forma
de peluche descarado, toxicómano y grosero.
Ahora, justo
tres años después de haber conocido a Ted, ha llegado a nuestras pantallas la
segunda parte de sus aventuras con prácticamente todos sus protagonistas
originales, Ted, Mark Wahlberg y Jessica Barth, echando únicamente de menos a
Mila Kunis (quien, por cierto, es la mejor intérprete de la primera parte bajo
nuestro punto de vista).
Al final, motivados
por evitar aquella extraña sensación que teníamos relativa a las consecuencias de
no ver la segunda parte cuando ya has visto la primera (sí, lo sentimos, somos
así), conseguimos entradas en nuestro cine habitual para el día de su estreno,
y nos dispusimos a comprobar si “Ted 2” aguantaba el nivel de su primera parte
o si hacía bueno el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”.
La historia
empieza medio año después del divorcio de John (Mark Wahlberg), en una iglesia
de Boston, donde Ted y “La Vane” (Jessica Barth) están contrayendo matrimonio
de la mano de Flash Gordon (Sam J. Jones).
Con el paso
del tiempo, nuestros protagonistas entran en una profunda dinámica destructiva
ya que, mientras John no levanta cabeza en el plano amoroso, Ted y “La Vane” están
cruzando un profundo bache sentimental que les lleva a plantearse dar un paso
más en su relación, ser padres para intentar salvar su matrimonio.
Por razones
obvias, entre ellas la falta de pene de Ted, la pareja deberá explorar la
inseminación artificial, la adopción, etc., desencadenando en este punto la
mayor concentración de gags absurdos y bromas de todo el metraje de la misma.
Lamentablemente, esta búsqueda acarrea a Ted otro gran problema, ya que el
Estado ha entrado en el caso y le ha denunciado, quitándole la catalogación de
humano, lo que le impide mantener nada de lo que ha conseguido hasta el momento:
ni su trabajo, ni su matrimonio, ni mucho menos continuar con sus planes de
paternidad.
Evidentemente
este es el desencadenante del comienzo de una nueva trama argumental, con la
incorporación de Amanda Seyfried en el papel de Samantha, una novata y drogadicta
abogada que acaba de finalizar la carrera y que será quien llevará el caso,
dando lugar a comienzo de una serie de escenas absurdas previas al juicio en el
que Ted será declarado persona o propiedad. ¿Conseguirá pertenecer al primer
grupo o, por el contrario, ocurrirá lo peor para él?
Como ya os
podéis imaginar, la respuesta a esta pregunta no la encontraréis en este
rincón, aunque lo que sí encontraréis es nuestra crítica, la cual empieza
evaluando el trabajo de Seth MacFarlane, quien de nuevo está presente en todos
papeles de la cinta: desde la dirección hasta el guión, pasando por la
producción y finalizando con la voz de la versión original de Ted.
Sinceramente, y a excepción de un papel de voz que no podemos juzgar al haber
visto la película en español, el resto de sus trabajos nos han defraudado
bastante, ya que “Ted 2” carece de un ritmo continuado, lo que provoca que sus
casi dos horas de metraje se conviertan en eternas, aguantándose únicamente con
algunos gags graciosos. Desgraciadamente, estos tampoco abundan, ya que en la
mayoría de ellos se abusa del localismo derivado de la traducción de la cinta y
que se resumen en bromas sobre el “león come gamba”, personajes de nuestra
telebasura, y gracietas sudadas hacia
los “mariquitas”.
Interpretativamente
hablando, ni el desmejorado Mark Wahlberg da el pego, ni Jessica Barth da
fuerza a su “La Vane” (y lo tenía muy, pero que muy fácil), destacando
únicamente Amanda Seyfried, quien cubre los fallos de los anteriores con su
papel, el cual, por desgracia, es demasiado corto como para llenar los baches
del excesivo metraje de “Ted 2”.
Hacía mucho
que no salíamos del cine con la sensación que nos habían tangado casi 9 euros,
y aún mucho más tiempo que esto no nos ocurría viendo una comedia. De hecho, a
la media hora ya estábamos mirando inconscientemente el reloj.
Por todo ello,
no nos queda más opción que puntuar a “Ted 2” con un 4 sobre 10.
Título
original: “Ted 2 “ – USA – 2015
Dirigida por:
Set MacFarlane
Duración: 115
minutos
Género:
comedia
Yo he tenido suerte, la vi ayer y me gustó mucho. Más la primera, pero esta no se me hizo larga en absoluto y me reí a carcajadas varias veces ^^ .
ResponderEliminarLa verdad es que nos alegramos un montón, porqué no hay nada peor en el cine que salir con la sensación de haber perdido el tiempo y el dinero :)
EliminarTed 2 está en cartelera aquí en Lima, la semana pasada vi Intensa-mente (del revés), pero esta semana a ver si me doy tiempo para ver Ted 2, la primera me gustó, vamos a ver si esta es mejor.
ResponderEliminarVisione la primera en casa sin ningún tipo de influencia (ni negativa, ni positiva) y me pareció pesada y manida. Vamos a ver, no me voy a poner exquisito ya que no soy de ese tipo de espectadores que se tienen que justificar, pero Mark Wahlberg estaba viejisimo y claro interpretar a alguien tan inmaduro le sentaba como a un cristo dos pistolas. Por otro lado el humor del creador de Padre de familia, el show de cleveland y Padre Made in USA no funciona fuera de la animación (ya lo vimos en 1000 maneras de morder el polvo).
ResponderEliminarDicho todo esto y después de leer vuestra reseña, me parece a mi que le voy a dedicar a Ted 2 el mismo gesto que los "compi truenos" le dedican al fenómeno metereologico.
César - Cincodays.com
Yo me niego a ver ni la primera ni esta. El tráiler me produce náuseas. Es una de esas películas que no vería ni cobrando.
ResponderEliminarCreo que me gustó más esta parte que la primera, jeje... Ted no es de las películas que necesitan grandes análisis ya que es una historia simple que busca hacer reír y punto. Entretenimiento y muchas risas con humor ácido a partes iguales, para disfrutarla con los amigos en un ambiente relajado. Ted 2, la película es divertida, arrogante, irreverente, lo que a muchos ha matado de risa con ese humor tan ácido y negro que lo ha caracterizado desde la primera entrega. Hayas visto o no la primera parte de las aventuras de este peculiar oso, es casi seguro que disfrutarás esta segunda entrega.
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