miércoles, 21 de marzo de 2012

Shame

Shame Cartel
La llegada de “Shame” a las pantallas de nuestros cines vino rodeada de cierta controversia. Por un lado, era el primer drama de alto contenido sexual que llega a las salas comerciales en mucho tiempo, y por otro lado, el hecho de tratarse de una película europea (Reino Unido) y de estar catalogada como +18, la ha relegado a salas de pequeño formato o de cine alternativo.

Para los del equipo, chorradas. Decidimos verla después de comprobar que tanto la crítica profesional como la amateur (la que realmente nos interesa) la alababan, y claro, por qué negarlo, movidos también por el morbo de ver como tratarían en la gran pantalla su gran tabú: los desnudos, sin caer en la pornografía.

Bien, la historia empieza presentándonos a Brandon (Michael Fassbender) y a su rutina diaria en su moderno apartamento de diseño en pleno New York. Para nuestro protagonista, cada día es igual, se levanta de la cama, se pasea por su piso, y se mete en la ducha, donde a parte de la misma, dedica un rato a su pasatiempo favorito, la masturbación.

La vida de Brandon es monótona, con un único objetivo: el porno. Realmente es un profesional de éxito en una oficina donde invierte muchas horas en navegar por internet y descargarse montones de pornografía de cualquier tipo, sin prestar ni la más mínima atención a su desestructurada vida. De vuelta a casa, continúa la rutina, o llama a una prostituta o continua consumiendo pornografía por internet.

Todo cambia con la aparición de Sissy (Carey Mulligan), la alocada hermana de Brandon. Sissy aparece en el piso de Brandon con la intención de quedarse pocos días, pero con ella, el fino hilo de monotonía que une la vida de nuestro protagonista se rompe en miles de cachitos, perdiendo totalmente el control de su vida.

Con la pérdida de intimidad en su propia casa, Brandon entra en una espiral de autodestrucción y descontrol de su propia vida, viviendo a caballo entre sus necesidades de sexo, sus traumas personales, los de su hermana y los intentos de protección hacia esta.

Shame y su protagonista

Como ya sabéis, en cada una de nuestras críticas, una vez detallados los prolegómenos del argumento, llega el momento de desnudarnos en la valoración de la película, algo sinceramente complejo para una cinta como “Shame”.

Lo primero que nos gustaría destacar, es el exquisito trato de los desnudos, tanto femenino, como sobretodo el masculino (el auténtico tabú del cine), como sobre todo, el tratamiento del desarrollo argumental de la historia: desde los ligues esporádicos en el metro hasta la contratación de prostitutas en los momentos de máximo esplendor de Brandon, hasta su incapacidad de tener sexo con compromisos cuando su vida se empieza a derribar, hasta llegar a su noche en los barrios marginales de Nueva York, cuando ya está tocando fondo. Sinceramente, espectacular.

En cuanto a la interpretación de Fassbender, simplemente nos rendimos a sus pies. Ni en las complicadas escenas de desnudo frontal, ni en los momentos de derribo personal de su personaje se viene abajo, al revés, no solo está convincente sino que agranda el personaje.

Si alguien busca una película porno en un cine convencional se equivocará de película, pues esta es un drama en todas sus letras, un drama duro y muy bien conseguido, eso sí.

Para los del equipo, es una gran película, y por ello le ponemos un 8 sobre 10 y nuestro aplauso tanto a Fassbender como a McQueen por sus respectivos trabajos.





Título original: “Shame” – Reino Unido – 2011
Dirigida por: Steve McQueen
Duración: 99 minutos
Género: Drama

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